14 de marzo de 2010

La Pietá en Cuba

Resucita en Cuba la obra maestra
de Miguel Ángel

La imagen de un desfallecido Guillermo Fariñas en brazos de su médico, Ismael Iglesias, igualmente disidente, camino al hospital a causa de su huelga de hambre y sed en demanda de piedad para 26 presos enfermos, fue captada momentos antes de abordar un automóvil de la Agence France Press.

La foto le ha dado la vuelta al mundo como lo hizo la de Neda, la mujer de 26 años que murió de un disparo en medio de las protestas en Irán.

Las acusaciones de mercenario se han desvanecido ante el desfallecido patriota, no habiendo dinero en el mundo que pague tal sacrificio.

Las acusaciones de delincuente común se disipan ante esta persona nada común que no está rompiendo ley alguna, por injustas y arbitrarias que son en Cuba desde 1959.

Señor Lula, no hay comparación.

Lo de Fariñas no es un suicidio ni una inmolación. El suicida es en ocasiones cobarde, pues trata de evitar algo con una salida rápida. Los suicidios no suelen ser lentos, puden ser un paciente que quiere escapar del dolor, o un demente que ya no controla sus pensamientos y emociones.

Tampoco es una inmolación, no se ha prendido fuego en protesta. Fariñas se está jugando la vida en una movida estratégica contra el régimen. Bien sabía que probablemente le costaría la vida, pero si el régimen suelta 26 presos de conciencia enfermos, Fariñas volverá a comer y beber. Fariñas, como clásico patriota, está dispuesto a perder la vida, o más bien a entregarla que a perderla, y eso no es sinónimo de suicidio.

Señor, ten piedad, es el rezo común en la Misa. Pero el actual «Señor» de Cuba, el General que encabeza la actual junta militar cubana, no tiene piedad. Nunca la ha tenido, ni el la Sierra Maestra con humildes campesinos, ni en La Habana con humildes albañiles maltratados hasta la muerte.

El doctor Ismael Iglesias brevemente cargó la cruz de Cuba hacia el hospital. Allí se reanudó la batalla de los sueros, suspendida hace una semana. Con destreza los médicos le aplicaron dextrosa. Fariñas está grave, pero los comunistas también. La familia Castro no puede contra la familia Fariñas. Un frío marmóreo cae sobre la foto de la Pietá cubana.

No hay piedad para los 26. 
No habrá piedad para los del 26

Frank Domínguez,
cubania@aol.com
Marzo 12, 2010
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1 comentario:

  1. ¡Impresionante comparación!
    Que la Santísima Virgen lo acompañe.

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