Sacerdote revela
lo que realmente ocurrió
con lesbiana a la que negó comunión
WASHINGTON D.C., 14 Mar. 12 (ACI) .- El sacerdote Marcel Guarnizo desmintió las versiones periodísticas que
en los últimos días lo han convertido en blanco de furiosos ataques del lobby
gay por no dar la comunión a una activista lesbiana –que además se declara
budista– en los funerales de su madre.
En una declaración enviada hoy a ACI Prensa, el sacerdote de origen colombiano
–que debido al malentendido mediático ha sido amonestado por su arquidiócesis–,
detalló lo ocurrido el 25 de febrero en la parroquia Saint John Neumann de
Maryland (Gaithersburg, suburbio de la zona metropolitana de Washington DC) cuando celebró los funerales de la madre de Barbara Johnson, la mujer
que ahora se presenta como su víctima y ha lanzado una cruzada en su contra.
Según el sacerdote, Johnson –a quien nunca antes había visto– apareció minutos
antes de la Misa de exequias en la sacristía del templo junto a una mujer a la que le presentó
como su amante (lover).
«Barbara Johnson nunca ha sido de mi parroquia. De hecho nunca la había
visto ni a ella o su familia antes de esa fatídica mañana», sostiene el
sacerdote.
«Cuando traté de alcanzar a la señorita Johnson, su amante se interpuso en
mi camino en la estrecha sacristía y con su cuerpo bloqueó el camino hacia la
puerta. Cortésmente le pedí que se moviera y no lo hizo», detalló.
El sacerdote recordó que el derecho canónico establece que no se puede dar la
comunión a «los excomulgados y los que están en entredicho después de la
imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en
un manifiesto pecado grave».
«Bajo estas circunstancias, sin aspavientos retuve la comunión, tan
calladamente que incluso el ministro de la Eucaristía que estaba a unos dos
metros de mí no se dio
cuenta. De hecho la señorita Johnson muy pronta fue con él para
recibir la comunión y así lo hizo», recordó.
«No hubo escándalo
ni ‘reprimenda pública’ ni pequeña homilía al respecto como
algunos han dicho. Los detalles importan en el periodismo. La señorita Johnson
no estaba arrodillada cuando se aproximó a la comunión. Tampoco recibió el
copón como indica ya que es política de la parroquia Saint John Neumann nunca
distribuir la comunión bajo las dos especies (pan y vino) en los
funerales», relató el sacerdote.
«Ha habido muchos
reportajes imprecisos e incompletos sobre este tema. Los medios
honestos deberían imprimir retractaciones y disculpas por el falso escándalo
que han causado y la evidente incompetencia de sus ‘periodistas’», aclaró.
Sobre su supuesto "desprecio" a la hora del entierro al que no
asistió, el sacerdote explicó que eso se debió a la fuerte migraña que lo
aquejaba y no a ningún tipo de intento de "deshonrar" la memoria de
la madre de Johnson por ser lesbiana. La afección del presbítero, precisó, fue
debidamente comunicada a la familia.
Tras expresar reiteradamente sus condolencias a Johnson y a su familia, el P.
Guarnizo señala que «nunca
intencionalmente he querido o buscado avergonzar a alguien públicamente
o causarle mayor estrés emocional durante un momento difícil. No busco ni
genero esas circunstancias».
El sacerdote defendió su postura y consideró que «estas circunstancias
pueden y se van a repetir muchas veces si la Iglesia local no deja claro a
todos los católicos que confesar abiertamente sus pecados es algo que se hace
en el confesionario y no minutos antes de la Misa en la que se da la Santa
Eucaristía».
Sobre la "suspensión" a la que se han referido muchos medios, el
presbítero explicó que no ha recibido esa sanción, sino el retiro de algunas
licencias en la arquidiócesis de Washington en donde colabora. El Arzobispo de
Washington no puede disponer sobre él ya que el sacerdote está incardinado
(pertenece pastoralmente) a la arquidiócesis de Moscú en Rusia.
El sacerdote junto a sus colaboradores ha recogido «varios testimonios y
declaraciones juradas que precisan
lo que realmente sucedió durante el funeral».
El P. Guarnizo, que hace dos meses perdió a su propia madre, agradeció a todos
los que «han rezado y le han expresado sus mejores deseos».
«Finalmente deseo por el bien de la Iglesia Universal, la arquidiócesis,
mi parroquia y la paz de mis amigos y todos alrededor del mundo, que la
arquidiócesis deje de resolver lo que llaman asuntos del fuero interno de los
que no pueden hablar, a través de los medios», afirmó y reiteró que sigue «fiel a mi Obispo y
a mi Iglesia, y por encima de todo a Jesucristo como servidor obediente».
The Washingtion Post publicó ayer una nota relacionada con este suceso:
Guarnizo’s statement, distributed on the conservative news site CNSnews.com, contradicts the account given by Ms Johnson and her family about how the tensions that day unfolded.
He also said his parish priest and the Archdiocese of Washington were being dishonest when they told parishioners this past weekend that Guarnizo was being removed for intimidating behavior unrelated to the Communion standoff.
Guarnizo said he was removed as a result of two conversations he had with people from whom he was trying to obtain written comment about what happened at the funeral Mass: the funeral director and a parish staff member present at the funeral.
In announcing his removal, the archdiocese said it had “received credible allegations that Father Guarnizo had engaged in intimidating behavior toward parish staff and others that is incompatible with proper priestly ministry.”
In his statement Guarnizo takes his superiors to task, saying he was essentially being removed because he denied Johnson Communion.
“And indeed contrary to the statement read on Sunday, March 11th during all Masses at St. John Neumann, both instances have everything to do with the Eucharistic incident. There is no hidden other sin or ‘intimidation’ allegations that they are working on, outside of these two meetings,” he said.
“The meetings in question, occurred in our effort to document from people at the funeral Mass in written form a few facts about the nature of the incident. We have collected more than a few testimonies and affidavits, testifying to what really took place during the funeral liturgy.
“My personal conversation with both parties in question were in my view civil, professional and in no way hostile. I respect both individuals in question and really do not know the nature of their grievance.”
Officials at DeVol Funeral Home have declined to comment, as have parishioners, who were told to refer questions to the archdiocese.
The Catholic Blogosphere has been ablaze with debate about the incident, in part because of the silence of Guarnizo and the St. John Neumann community.
Previously, the only other details about the incident came from anonymous sources on conservative Catholic blogs who said Ms Johnson had outed herself to the priest for no reason, forcing his hand.