20 de julio de 2013

HOMILÍA DEL PBRO. J.L.MENÉNDEZ EN EL 1ER. ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE PAYÁ Y CEPERO




Homilía del Pbro. José Luis Menéndez en la Misa conmemorativa del Primer Aniversario de la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero, celebrada en la Ermita de la Caridad, Miami, el pasado 24 de julio. 
 

19 de julio de 2013

AZULES Y NARANJAS



Azules y Naranjas
César Vidal
La Razón, Madrid

No es para nadie un secreto que, dentro de Estados Unidos, prefiero el sur al norte, y entre los estados sureños, siento una especial admiración por Texas. 

Podría estar tiempo y tiempo hablando del estado de la estrella solitaria, pero lo sucedido en su Congreso hace apenas unas horas demuestra cómo los texanos, que comenzaron a cruzar senderos de libertad en El Álamo, están dispuestos a seguir por esos caminos pese a quien pese. 

En medio de un debate parlamentario que el partido demócrata intentó obstruir con las peores tácticas del filibusterismo, los republicanos han sacado adelante una reforma más que importante de la normativa relacionada con el aborto. 

A partir de ahora, en Texas no se podrán practicar abortos después de la vigésima semana, todos tendrán que llevarse a cabo en centros quirúrgicos y, además, las mujeres, finalmente, verán reconocido su derecho a ser informadas de las consecuencias del aborto, un derecho que los grupos feministas y abortistas llevan negándoles décadas. 

Para muchos, la batalla librada en el congreso texano ha revestido las características de una lucha entre la luz y las tinieblas. Para los que hemos podido presenciar lo que sucedió resulta difícil minimizar esa impresión. Los manifestantes pro-vida vestidos de color azul, y los pro-abortistas de naranja, actuaron, desde luego, de manera bien significativa. 

Mientras que los primeros entonaban «Amazing Grace» –un himno evangélico clásico escrito en el s. XVIII por John Newton, el gran emancipador de los esclavos negros–, los segundos gritaban «Traemos el infierno con nosotros» y «¡Viva Satanás!». 

Si los primeros sí estaban convencidos de las palabras de la canción que afirman que se puede pasar de la ceguera a la visión por la gracia de Dios, uno desearía creer que los segundos tan sólo pretendían asustar y no estaban expresando sus verdaderos puntos de vista. Con todo, ambas formas de expresarse resultan más que significativas.

 Los primeros estaban afirmando lo que creen millones de personas, que un día, la Humanidad contemplará el aborto como algo que sucedía en el pasado y que ha desaparecido como antaño fue abolida la lacra de la esclavitud; los segundos, pretendiendo mofarse, estaban indicando la realidad de millones de seres exterminados con una profusión que complacería al señor del Abismo. 

Ambos han dejado de manifiesto que no hay crimen, injusticia o atrocidad, por masiva que pueda resultar su práctica, que sea irreversible. Cuando la gente sencilla y convencida se une para practicar el bien no son pocas las veces que consigue sus objetivos.

LOS PAPELES DEL CONDE LUQUE


Los Papeles del Conde Duque

Alfonso Ussía
La Razón, Madrid

El Conde Duque de Olivares, inteligente, cínico y golfo Valido del Rey Don Felipe IV, abominaba de don Francisco de Quevedo. Al menos, eso hemos creído hasta ahora. Quevedo fue un protegido del gran duque de Osuna, y el Conde Duque y Osuna no se tenían simpatía. Mejor escrito, el Conde Duque envidiaba a Osuna y Osuna pasaba olímpicamente del Conde Duque, a pesar de su cercanía al Rey. Se trata muy mal e injustamente a Felipe IV. Torrente Ballester escribió un opúsculo «El Rey Pasmado» en el que Felipe IV aparece como un joven monarca pajillero y tonto que sólo tiene una ilusión. Ver a su mujer, a la Reina, desnuda.

Se produjo una película, en la que el clérigo integrista e inquisitorial era Juan Diego y el Conde Duque, Gurruchaga. Ridícula pareja en la que hacían de malísimos. Felipe IV, representado por Gabino Diego, al menos tenía gracia, aunque históricamente era un personaje inventado. De pasmado nada, porque entre legítimos y naturales, Felipe IV tuvo más de cuarenta hijos.

Cierto es que el Conde Duque le influía en las cuestiones de Estado y que era el Arriola de aquellos tiempos, dorados tiempos de la Cultura –con mayúscula–, española. Durante el reinado de aquel Rey culto y nada pasmado nacieron los siglos de oro de la Pintura y la Literatura, esta última capitaneada por el otoñal Cervantes, que no apreciaba ni a Góngora, ni a Quevedo, ni a Villamediana, se aburría con Lope, y tan sólo cuando en el paseo se topaba con una lozana montañesa alegraba su mirada literaria, por cuanto la lozana montañesa llevaba de la mano a un niño que se llamaba Pedrito Calderón de la Barca. Pero don Miguel ignoraba al niño y se fijaba en el generoso escote de la muchacha, provocativo y pecaminoso para el censor Pérez de Montalbán.

Quevedo le dedicó al Rey su «Padrenuestro Glosado», y el Conde Duque lo encerró en las mazmorras de San Marcos de León no por castigar a don Francisco, sino para recordarle a Osuna que era él y sólo él quien gobernaba en España.

Así, más o menos, he intentado resumir la brevísima historia de aquella época tan fabulosa y pujante, dominada por la intriga de los políticos y la inteligencia y arte de aquella generación irrepetible de la genialidad de España. Pero también había papeles, y comprometedores.

El Conde Duque de Olivares apuntaba sus entregas oscuras de dinero, y como Bárcenas, se adelantó a los tiempos y las monedas de curso legal. Así se lee en uno de los papeles, también manuscritos como los de Bárcenas. «Entregados a Luis de Góngora para que escriba en contra de Quevedo: 300 euros». Es decir, que ya el Conde Duque contaba, pagaba y sobornaba en euros, como Bárcenas cuando la moneda en España era la peseta, nuestra añorada peseta, a la que tuve el honor de despedir en el Palacio de la Moneda en su último día de vigencia con un doble soneto:
«Naciste oronda de pesada plata
y jugaste en el lujo y la miseria.
Tu jíbaro existir en Celtiberia
te resumió en paupérrima pazguata.
Fuiste al nacer, oblea no barata,
viviste mucho, pero poco seria,
al morir humillaste tu materia
hasta hacerte lenteja de hojalata.
Perfil de Reyes en tu cara habías,
escudos en tu Cruz, alegorías
republicanas, y con el franquismo,
la niña rubia de las depresiones,
las previsiones, las devaluaciones,
la dura realidad y el espejismo.
Con nuestro Rey Juan Carlos, que Dios Guarde
das paso al euro, y ante Europa, humillas
tus otros nombres; pelas, púas, calillas
leandras, cucas y calandrias. Arde
tu pobre hoguera con hispano alarde,
y la Historia le entregas en cuclillas,
tus liendres, tus calatis, tus pelillas...
y no le entregas más, porque ya es tarde.
Peseta mía, amor de mi existencia,
pasado eres, tu escoñada ausencia
en mi memoria vuela y se deshace.
Con lágrimas te canto, y me perdono
por no haber impedido tu abandono.
Peseta nuestra, requiescat in pace».

Pero antes de morir, la peseta había sido manifiestamente maltratada por el Conde Duque y Bárcenas. Que Olivares pagara en euros en lugar de maravedíes no le interesa en exceso al juez Ruz.

Que Bárcenas lo hiciera en euros en lugar de en pesetas, quizá sí, porque hablamos de anteayer. Rarísimos apuntes de pagos en euros cuando el euro no existía.

Que me aten esa mosca por el rabo.

BEBÉ CON SÍNDROME DE DOWN SE SALVA DEL ABORTO


Noticias positivas:

Bebé con Síndrome de Down 
se salva del aborto 
gracias a usuarios de Facebook

WASHINGTON D.C., 17 Jul. 13 (ACI/EWTN Noticias) .- Al enterarse de que una pareja planeaba abortar a su bebé que nacería con síndrome de Down, la parroquia católica de la Santa Trinidad en Gainesville, estado de Virginia (Estados Unidos) se apresuró a buscar en la red social Facebook quién podría adoptarlo, obteniendo a las pocas horas más de mil parejas dispuestas a hacerlo.

18 de julio de 2013

LOS KILOS PRIETOS Y LA BIOGRAFÍA DEL OBISPO ROMÁN

Los kilos prietos
y la biografía de Mons Román

Daniel Shoer Roth
El Nuevo Herald

En mis múltiples diálogos/entrevistas en los que Monseñor Agustín Aleido Román me narró su vida, una de las experiencias que permanecía más arraigada a su corazón fue la colaboración de todo el exilio cubano para construir el hogar de la Virgen de la Caridad en Miami y velar por la difusión del mensaje mariano.

De "kilo prieto en kilo prieto" -de centavo en centavo- los cubanos, que con dificultad podían sobrevivir, ordeñaron sus miserias y contribuyeron con sus kilos prietos para ver cumplido un sueño. Un manantial de generosidad que se derramó abriendo un nuevo cielo, con el anhelo de que la Caridad los cubriera bajo su manto.

"Creamos un comité de construcción con un esfuerzo tremendo, y recogiendo dinero se pudo construir la capillita que sirvió por seis años hasta la construcción del santuario", me relató Monseñor Román semanas antes de su fallecimiento el año pasado. "La gente guardaba mucha ilusión de poder tener una casa con la Virgen. Con esa generosidad se fueron sumando los 'kilos' ".

Como escritor a quien él confió la delicada tarea de su biografía, honraré ese espíritu de cooperación que entronó a la Ermita de la Caridad como una magnánima obra de la comunidad, en aras de que el libro se construya de palabra en palabra -de frase en frase- con el testimonio y aportaciones de las personas que formaron parte de su vida, fueron fruto de su ministerio pastoral y también contribuyeron a levantar la Ermita.

Aunque la carátula lleve mi firma, ustedes serán los colaboradores del ejemplar que mantendrá vivo el legado de este patriota cubano, faro del exilio que siguió con esmero las huellas del Padre Félix Varela, el fundador de la identidad nacional cubana.

"La biografía debe ser reflejo de la persona y, abriéndola a la participación de todos, terminará siendo un gesto de comunión como fue su vida", comentó Ondina Menocal, coordinadora de los movimientos apostólicos de la Arquidiócesis de Miami. "Monseñor Román no fue individualista en su hacer, sino que se disminuyó para que todos pueran los protagonistas en las obras que él nos ha dejado".

"El libro tiene que convertirse en algo vivo, no en una memoria, sino en un estímulo de acción", auguró.

Ondina Menocal integró el grupo fundador de las Comunidades de Reflexión Eclesial Cubana en la Diáspora (CRECED) inspirado por Monseñor Román a finales de los años 70. Esta semana fue una de las primeras en apuntarse como voluntaria para contribuir a la elaboración de la biografía durante una celebración en honor del aniversario de la ordenación sacerdotal, el 5 de julio de 1959, del padre espiritual que podía unir al exilio cubano más allá de sus diferencias políticas y generacionales.

Durante el encuentro en la Casa Bacardí, uno de los que más asistencia ha convocado en la historia de la institución, se distribuyeron docenas de formularios para recoger la información personal de los fieles ávidos de colaborar, así como una breve descripción del aporte de la trascendencia universal que pudiera hacer a la biografía auspiciada por la fundación Familia Bacardí.

Las respuestas abarcan desde los años de formación de Aleido -como lo llamaban sus parientes, amigos y maestros en Cuba- y la ceremonia de ordenación en la Iglesia San José, en Colón, Matanzas, hasta su consagración como obispo de la Arquidiocesis de Miami y su proyección nacional e internacional.

Tony Díaz, miembro del secretariado diocesano del Movimiento Cursillos de Cristiandad, dedicado a promover dirigentes cristianos en el seno e la Iglesia católica, se anotó para cooperar en lo que respecta a la participación de Monseñor Román en dichos cursillos desde su llegada a Miami en 1966.

En febrero de 2008, Díaz coordinó el Cursillo 241 de Hombres en la otrora Casa Emaús, en el suroeste de Miami-Dade. "Una sorpresa fascinó a los participantes: la súbita aparición de Monseñor Román a vivir la jornada educativa y de reflexión interior como cualquier otro integrante".

"Estuvo con nosotros los próximos tres días, animando, entisuasmando, confesando candidatos", recordó. "Esa era la vida de Monseñor Román: una actitud pastoral constante".

El período para ofrecerse de voluntario en la investigación biográfica apenas comienza, ahora que ésta avanza a toda máquina bajo la égida de la Ermita. Las personas que deseen aportar información valiosa pueden enviarme sus datos, años en lo que estuvieron apegados a su líder espiritual y un resumen de lo que sería su experiencia personal a mi correo electrónico: dshoer@elnuvoherald.com.  Si prefiere usar correo postal, haga llegar su misiva a la Casa de los Cursillos de Cristiandad Monseñor Román, en 16250 SW 112 Ave., Miami, FL. 33157.

Una de las anécdotas favoritas de Monseñor Román era el conteo de los "kilos" por parte de los miemros de la Archicofradía de la Ermita, el ejército de servidores que ha sido el motor de efificación del santuario nacional y lo ha mantenido de pie como resplandeciente símbolo de la fe católica para miamenses de todas las nacionalidades.

En los comienzos, en cada saco se juntaban $50 en centavos que él mismo cargaba para llevarlo a depositar en el banco.

"Siempre he dicho que el deporte que más he podido hacer es las pesas, porque he  cargado tantas pesas, tantos "kilos", me contó con su prodigioso sentido del humor. "Después era tan humillante, porque cuando iba al banco, me hacían esperar de último".


EL PRECIO DE UN VIAJE A CUBA


El precio de un viaje a Cuba

Daniel Shoer Roth

El Nuevo Herald 


Aunque un vuelo de Miami a La Habana escasamente dura una hora, los exiliados que regresan a la isla a visitar familiares y amigos con frecuencia gastan sumas tan altas como si viajaran a Europa.

Mientras que en Washington se explora si debe enmendarse la Ley de Ajuste Cubano, el gobierno de Raúl Castro y las empresas norteamericanas que facilitan los viajes exprimen hasta la última gota a los cubanos que regresan como Santa Claus, con maletas sobrecargadas de obsequios y enseres de primera necesidad.

En ambos lados del Estrecho de la Florida saben explotar la vulnerabilidad emocional de estos emigrados por razones económicas que anhelan lo mejor para sus seres queridos y trabajan aquí como esclavos para proveerles un sustento digno ¡Y también para disfrutar unos días de vacaciones en la tierra natal!

Para comprender mejor la situación de miles de cubanos que aprovechan el relajamiento de las antiguas restricciones de los viajes para ir y venir, con autorización de La Habana, un cubano de 49 años en Miami me hizo el favor de desglosar el presupuesto de su viaje a la isla que hará en los próximos días.

En Cuba, era médico. Aquí, trabaja 80 horas semanales en mantenimiento de un gimnasio y guardia de un establecimiento nocturno. Tiene pasaporte cubano vigente. Obtenerlo por primera vez a través de la Sección de Intereses de Cuba en Washington tiene un precio de $375.

El boleto aéreo le costó $450. Llevará dos equipajes y un maletín de mano que ya están empacados. Por cada maleta, le cobran $20 en el Aeropuerto Internacional de Miami. Para plastificarlas por seguridad, $15 cada una. Después de las 44 libras permitidas por la aerolínea, el sobrepeso cuesta $2 la libra, o $3 si son equipos electrodomésticos. En su caso, la primera maleta, con ropa y comida no perecedera, tiene 25 libras adicionales. La segunda, con electrodomésticos, 40 libras extra. Eso representará un gasto de $170 en exceso de equipaje, más $40 por las 20 libras que pesa el maletín de mano.

Al llegar a Cuba, también hay que pagar sobrepeso, un exabrupto pues el peso de carga suelen valorarlo las aerolíneas, no los países que uno visita. Después de las 66 libras y hasta 110, las autoridades aduanales cubanas cobran $5 por cada libra adicional. De 110 a 130 libras, $10 extra por libra, y si son más de 130, $15 por libra de sobrepeso.

En ropa y comida, este cubano de Miami lleva 23 libras de sobrepeso, que representan $115. En electrodomésticos, Cuba establece el valor de los aranceles según una tabla de precios interna. En un viaje anterior, le cobraron $440 por ingresar con un televisor de 32 pulgadas, dos ventiladores y dos reproductores de DVD. Esta vez, transportará aparatos de menor valor. Calcula que deberá pagar por ellos $90 en arancel.

“Me va a costar $950 solamente poner las maletas y decir ‘llegué a Cuba’”, comentó el médico, quien prefirió no revelar su nombre por miedo a que le cobren más al regresar a la isla o por cualquier otra represalia.

A eso hay que sumar, por supuesto, alrededor de mil dólares que gastó en las tiendas de Miami para adquirir los equipos, comida, ropa y medicamentos que lleva, un monto modesto de compra entre los cubanos que viajan, pues hay quienes gastan mucho más, dependiendo de la calidad y cantidad de la mercancía.

Eso no es todo. En Cuba, naturalmente, cobran a los viajeros por el cambio de moneda. Por cada dólar americano, los exiliados pierden 12 centavos al adquirir un CUC (moneda fuerte de paridad al dólar), equivalente a unos 25 pesos cubanos. En otras palabras, por cada $1,000 en efectivo, Cuba retiene $120 en comisión.

Los precios de los productos de consumo en la isla están dolarizados, lo que hace más costoso “llenarle la nevera” a los familiares, como ya se espera de los visitantes de la comunidad cubana en el sur de la Florida.

Después, llega la hora de disfrutar con familiares y amigos, gastar el dinero ganado con sacrificio. En este viaje, el médico calcula inyectar en la economía cubana alrededor de $1,000. Para empezar, le otorgará $100 en CUC a cada uno de sus padres, $50 a cada uno de sus hermanos, y así sucesivamente.

Muchos cubanos exiliados alquilan automóvil a través de las agencias de viaje en Miami o incluso en los propios aeropuertos cubanos. En temporada alta como el verano, los precios diarios de los vehículos oscilan entre $80 y $100, según el modelo. Aunque algunos prefieren hospedarse con sus familiares, otros optan por reservar un hotel. El precio de una habitación básica no baja de $50. También sucede que los visitantes gasten en “fiesta y tomadera”, incluyendo el turismo sexual.

“Nos dicen mariposas en Cuba, porque nos fuimos como gusanos, los indeseables, pero somos recibidos como reyes con brazos abiertos por nuestro dinero”, comenta el médico. “Es triste, porque sé que le estamos dando gasolina a ese gobierno con el dinero que llevamos. Pero no podemos dejar abandonadas a nuestras familias”.

Exiliados como él, arriban a Cuba eufóricos, esperanzados y bulliciosos por pisar la tierra de las raíces, reencontrarse con familiares, amigos y viejas memorias. Al regresar a Miami unos días más tarde, vienen taciturnos, decepcionados y deprimidos por la realidad cubana y la percepción de que no tiene solución.

Para colmo, les duele el bolsillo y, además, se sienten espiritualmente quebrados. Deben comenzar de cero a ahorrar una vez más para regresar a Cuba.
Remitido por Blanca DePriest