Hazme una cruz sencilla, carpintero
(3ª Parte)
León Felipe (1884-1968)
Marlene María Pérez Mateo
La cruz de la
Victoria:
Esta Cruz es en
realidad un relicario, por ser hueco y en cuyo interior se conserva un
fragmento del madero de la cruz usada por Pelayo, héroe español durante la
batalla de Covadonga del 722. Es una bellísima pieza de orfebrería conservada en la Cámara Santa de la Catedral
de Oviedo desde el 908. Se presume fue concebida en el taller de orfebrería del
Castillo de Gauzón, propiedad de Alfonso III el Magno. Estuvo expuesta a un atentado por explosión
con dinamita en 1934 durante la guerra civil española por parte de los
republicanos, y a robo en 1977.
La cruz de San Millán:
Es una cruz
visigoda. Se trata de una flor de ocho pétalos abiertos en tres puntas y dos
hojas de ortiga. Simboliza el camino para llegar a la vida eterna. Su primera
representación se encuentra en una escultura románica del siglo XII de San
Millán en el Monasterio de la Cogolla, cuna de la lengua española y vasca.
La Cruz bautismal o
cruz griega:
Es una cruz griega, recuerda la letra X, la inicial de Cristo en dicha lengua. Tiene ocho brazos, signo de la regeneración y la vida eterna.
Es una cruz griega, recuerda la letra X, la inicial de Cristo en dicha lengua. Tiene ocho brazos, signo de la regeneración y la vida eterna.
La cruz da San
Andrés:
Es en forma de aspa.
Se usa en la actualidad en la heráldica, como símbolo del caudillo invencible,
y en la vexolología (estudio de la banderas). Recuerda la forma de crucifixión
y agonía de San Andrés en la ciudad de Patras capital de la provincia de Acaya
en Grecia.
La cruz de Caravaca de la Reina
La cruz de Caravaca es una cruz patriarcal, hueca a manera de relicario donde se guardan unas de las reliquias encontradas por Santa Elena, atribuidas al madero donde murió Jesús. Tiene una pieza vertical y dos horizontales. La leyenda cuenta la conversión del tarifa de Murcia cuando por inexplicables razones la cruz llegó a las manos del Padre Gines Pérez Chirinos. El musulmán había pedido al sacerdote prisionero celebrara en su presencia una misa, ante la ausencia de la cruz como objeto litúrgico se produjo el milagro de su aparición en manos angelicales. La cruz de Caravaca se usó como símbolo de protección del pueblo español frente a la invasión napoleónica. Un acto sacrílego ocurrió en 1934 pero no pasó a mayores. En 1945 el Papa Pio XII declaró a Caravaca “Lignum crucis” y con ello ciudad santa y merecedora de Jubileo e indulgencias. Del primero al cinco de mayo cada año la tradición celebra por tal razón fiestas patronales, con distintos eventos. Los caballos del vino y bendiciones de manantiales de agua, entre otros.
La cruz de Lorena:
Consiste en una rama vertical y dos ramas horizontales, la menor representa el “titulus crucis” enviado a poner por Poncio Pilato en la cruz de Jesús. Su uso se remonta al reino de Hungría y al Ducado de Lorraine en el siglo XV. Se utiliza como símbolo de Francia y en la Asociación de lucha contra la tuberculosis.
(Continuará)