25 de diciembre de 2015

Pregón Navideño

 
Pregón Navideño
Hace muchos siglos,
cuando las noches eran interminablemente largas
y la luz del día se resistía a aparecer en el horizonte.
Cuando los hombres dejaron de darse la mano
y de ofrecerse, los unos a los otros,
como ayuda en el camino.
Hace muchos siglos, cuando las injusticias
se desplegaron como un inmenso paraguas
sobre los más pobres y necesitados.
Cuando miles de hombres miraban hacia el cielo
esperando respuestas que se les negaban.
 
Hace muchos siglos se comenzó a hablar
del nacimiento de un Niño.
Un Niño que, con rostro humano, sería semblante de Dios.
Un Niño que, al venir, cumpliría promesas,
deseos y sueños de la humanidad.
 
Hace muchos siglos, en Belén,
en el silencio el amor habló
de una forma infinitamente humilde:
¡Dios se hizo hombre!
El cielo se rebajó a nivel de la tierra.
La humildad asomó por todos sus costados.
El perdón y la paz, alcanzaron a toda buena voluntad.
Pero, hoy, al igual que entonces,
Dios sigue naciendo en el pesebre de cada persona.
Dios flota en las aguas del Misterio.
Una vida nueva emerge vigorosa y con sabor a cielo.
Una ilusión llama a la puerta de nuestra tristeza,
de nuestro desencanto.
¡Es Navidad!
Y, como aquella primera Navidad de hace veinte siglos,
el cielo regala abundancia de dones,
lo celestial nos contagia la alegría que el mundo nos arrebata.
La Morada de Dios nos llena
con impulsos de una humanidad nueva.
¡Es Navidad!
Entre troncos revestidos de paja vino el Señor
y, en dos maderos teñidos de sangre, se irá el Señor.
En tablas viene el amor sin musitar palabra alguna,
crucificado entre tablas se irá el amor
con escasas siete palabras de misericordia, vértigo y paz,
Pero mientras tanto ¡Es Navidad!
Fuente inagotable
de lo que nunca se agota en Dios: el Amor.
Gracia que recompensa toda espera: el Amor de Dios.
Fuego que nunca podrá apagarse: El Amor de Dios.
Paz y amor reverberando: El Amor de Dios.
Caricia de Dios al hombre: El Amor de Dios.
Beso de Dios a nuestro barro: El Amor de Dios.
Reparto de fe y de esperanza: El Amor de Dios.
Contagio de fraternidad y alegría: El Amor de Dios.
¡Es Navidad! ¡Dios baja a La Tierra!
Fragmentos del Pregón Navideño
de Javier Leoz.


22 de diciembre de 2015

El país de Santa Claus


El país de Santa  Claus
Laponia (o área Sápmi) es una región geográfica de Europa del Norte. Limita por el norte con el océano Glacial Ártico, por el oeste con el mar de Noruega, y por el este, con el mar de Barents. Laponia está dividida entre Noruega, Rusia, Suecia y Finlandia.

Si bien es cierto que se han abierto decenas de correos en el ciberespacio para recibir las cartas al gordito bonachón, millones de niños han seleccionado un destino concreto: Rovaniemi, al norte de Finlandia, sobre el Círculo Polar Ártico, donde se ha levantado un parque temático con su Despacho y su Oficina de Correo.
Y es que, a diferencia de otros países donde predomina lo comercial, Finlandia se tomó en serio el correo al gordito bonachón de barba blanca y vestido de rojo, con el parque Santa Claus Village, en las afueras de Rovaniemi, en la provincia finlandesa de Laponia donde en verano hay sol las 24 horas del día
Rovaniemi es una ciudad famosa por tener como habitante honorífico a Papá Noel y no menos importante el pueblo de los samis, uno de las pocas etnias nómadas que mantienen su cultura y su lengua.
Es la capital de Laponia, una ciudad de ambiente internacional en la confluencia de los ríos Kemijoki y Ounasjoki. Se trata de una ciudad universitaria, centro de negocios y comercio de la zona, y ciudad del deporte y la cultura. Su situación, en la confluencia de dos grandes ríos, las vías de transportes más importantes en la antigüedad, hicieron que Rovaniemi adoptase el papel de puerta de Laponia.
La fama de este lugar ha crecido en los últimos años debido a que ninguna cultura europea especifica de dónde es originario Papá Noel, pero en el imaginario colectivo se lo describe como un gordo barbudo que vive en una cabaña en el Polo Norte
Finlandia, tan arriba en el mapa, ofrece eso: en medio del frío polar está el Despacho de Papá Noel. Ahí, los turistas pueden conocerlo y sacarse fotos con él. Los más chicos pueden ver el destino de sus cartas, porque está la Oficina de Correos. Desde allí, además se pueden enviar postales y cartas que llevan el matasellos oficial de Papá Noel.
La leyenda de Santa Claus
En la leyenda urbana que se extendió en todo el planeta, Papá Noel o Santa Claus, viviría en el polo Norte junto a la señora Claus y una gran cantidad de Duendes navideños, que le ayudan en la fabricación de los juguetes y otros regalos que le piden los niños a través de cartas
Para poder transportar los regalos, Santa Claus los guardaría en un saco mágico y los repartiría a las 00:00h del día 25 de diciembre, en un trineo mágico volador, tirado por « 9 renos navideños» liderados por uno de ellos: Rudolph, (Rodolfo), un reno que ilumina el camino con su nariz roja y brillante, siendo el último en agregarse a la historia.