25 de febrero de 2012

ÓSCAR, EL ÍDOLO DORADO



Óscar, el ídolo dorado

Hierática y silenciosa, la estatuilla anhelada por el Séptimo Arte encarna la eclosión de la figura humana en la creación del periodo de entreguerras. Mañana, 26 de febrero, los premiados volverán a sostener entre sus manos una obra que bebe, sutilmente, del arte egipcio y griego arcaico.

Con un significado para la industria del cine equivalente al Nobel y al Pritzker de Arquitectura, el Oscar es capaz de congregar al planeta en un proceso que mantiene desde hace ochenta y cuatro años las pautas del mejor suspense. 

En 1954, Audrey Hepburn recibía el premio a la mejor actriz por su papel en “Vacaciones en Roma” y se abrazaba amorosamente a la estatuilla en una glamourosa escena de ternura maternal, que repiten muchos de los galardonados. 

¿A qué debe la figurita tanto poder de fascinación? El cuerpo del Oscar remite a la figura de un héroe antiguo. Representa un caballero cruzado, con espada, sobre un rollo de película a modo de pedestal, cuyos cinco radios simbolizan a directores, actores, guionistas, productores y técnicos. Pero en su forma art déco, suavemente borrosa, se adivina la efigie de un ídolo dorado y se esconden las imágenes de un atleta desnudo y de un moderno robot de metal. 

La estatuilla encarna el proceso de explosión de la figura humana en el diseño, en el deporte y en el cine, que cambió el mundo moderno entre dos guerras mundiales. 

Es un fetiche del “american way of life”. Un arquetipo de la buena vida, que Cedric Gibbons, el autor del diseño del Oscar, aplicó a su trabajo. El Oscar se presenta hierático, con la espada a la funeraria al estilo de las efigies de los nobles sobre las tumbas. Es recurrente compararlo con la representación de Ptah, el dios egipcio de la creación y de las artes, pero hay otras similitudes, más sutiles, con estatuas votivas de los antiguos kouroi de la Grecia arcaica.  http://www.elmundo.es

FRASE DE SABIDURÍA

Difícil es templar en el poder a los que por ambición simularon ser honrados.
-  Salustio, historiador romano

24 de febrero de 2012

AQUEL GLORIOSO 24 DE FEBRERO

 
Aquel glorioso 24 de Febrero
El 24 de febrero de 1895 comenzó una nueva guerra emancipadora en Cuba. Se renovó el heroísmo de aquella Guerra Grande que había durado diez años, y de la posterior Guerra Chiquita que no logró tampoco alcanzar la independencia de nuestra Patria de la metrópoli española. Esta vez sí se logró el ansiado propósito.

El 24 de febrero la tea incendiaria de la lucha se hizo llama incandescente que no se apagaría hasta que el cansancio de España cediera a la intransigencia mambisa y al acoso de último momento por parte de los Estados Unidos.

El siguiente trabajo nos habla de aquel heroico día. Lo publicó la revista Bohemia el 24 de febrero de 1952, con la autoría de Baldomero Álvarez Ríos, ilustrado con dibujos de Rodolfo Peña
Mora. (adg). Lo reproducimos de la página web. http://www.calendariocubano.com
 

...“El 29 de enero es firmada la orden del levantamiento por José Martí como Delegado del PRC; Mayía Rodríguez, en representación del Generalísimo Gómez, y Enrique Collazo, Comisionado de la Junta Revolucionaria de La Habana. Pero, ¿cómo se enviaría la orden a Cuba para que no la descubrieran los españoles ni aquellos norteamericanos enemigos de Cuba? La feliz iniciativa de que viniera desde Cayo Hueso envuelta en un tabaco, dirigida al representante legal y único de la Junta Revolucionaria, Juan Gualberto Gómez, resultaba certera.

Entregada por Martí a Gonzalo de Quesada en New York, este viene con ella al Cayo y la hace llegar a Miguel Angel Duque de Estrada, que rebasa satisfactoriamente el viaje con la trascendental misión, saliendo en el barco "Mascotte" en la noche luminosa del 21. En pocas horas, al amanecer del 23, está en La Habana.

Pronto el valioso tabaco llega a poder de Juan Gualberto. Este sabe, está consciente, que la atención de Cuba irredenta se concentra en el diminuto papel impregnado de la aromosa hoja y de las ansias libertadoras de un pueblo que no quería continuar soportando la pesada carga y el doloroso vía crucis absolutista con su vejaminosa intransigencia; ni arriesgarse a un autonomismo sumido a la España colonial, y a las falsas reformas políticas anunciadas. Juan Gualberto no demora su rol en la conspiración. Corre a la residencia de López Coloma, en el número 74 y medio de la calle Trocadero.

Los miembros de la Junta Revolucionaria, convocados con el apremio que la situación requería, toman el acuerdo de que sea el 24 la del inicio de la gesta heroica, fecha en que, por celebrarse los festejos del Carnaval, despistaría a las autoridades españolas […]

…En otras ciudades y localidades de la Isla se desarrollaba también la lucha por la independencia; en todas con gran patriotismo, con incomparable entusiasmo y valentía; por eso el lógico criterio que se tiene de la injustificada denominación del Grito de Baire, concediéndole a esta localidad el privilegio que también podían tener Bayate; Jiguaní, Guantánamo y otras regiones de Cuba. Pero veamos sucintamente lo que ocurre en aquella fecha histórica.

En Bayate, por ejemplo, de acuerdo con los datos que al respecto se conocen, parece que se registró uno de los levantamientos más vigorosos del 24. Al General Bartolomé Massó hay que atribuirle una gran parte del éxito. Le ordena a Miró que se traslade a Holguín y avisa telegráficamente a los hermanos Sartorius. Con la experiencia que le daba la graduación de General del 68 y su vida en el destierro, laureles tenían que coronar su decisión heroica. Massó abandona una buena situación económica como colono azucarero para irse a la manigua.

Sus órdenes de que al alborear el 24 se levantaran los insurrectos en los centrales "Tranquilidad" y "El Salvador", son rigurosamente cumplimentadas. Y como para completar su gestión libertadora, redacta dos valientes y sensatas proclamas, dirigidos una a los españoles y a los cubanos la otra.

A los compatriotas les dice que está muy próxima la incorporación a los campos de batalla de los Generales Máximo Gómez, José Martí y Antonio Maceo, terminando: "A todos los esperamos con los brazos abiertos". A los adversarios les recuerda la justicia de la causa cubana significándoles que, mientras no fueren hostiles a la causa, se les considerará como a los cubanos.

Las interesantes proclamas lanzadas en Bayate por Massó; la circunstancia de haber sido las únicas que se hicieron y el hecho de que a las seis de la mañana, ya los hombres a su mando estuvieran dispuestos a la pelea, han sido motivos suficientes para que se haya considerado a Bayate, el lugar donde en realidad comenzó la verdadera Revolución de Martí.

Otros hechos ocurren el 24. Al atardecer, el General Moncada, responsable de la conspiración, cede el mando en Guantánamo al General Periquito Pérez. El valeroso soldado de la guerra, a quien el pueblo guantanamero recuerda con un monumento en su parque principal, cumple las instrucciones. Sus hombres se levantan desde el Ingenio La Confianza, en Santa Cecilia, Matabajo y Boca de Jaibo. La sangre ha teñido los campos del generoso pueblo oriental; toma de un Fuerte español y un combate, concluyen en Guantánamo la jornada de ese día.

Jiguaní. En un pequeño caserío a sólo dos leguas de este lugar llamado Baire, se produce otro levantamiento ordenado por el General Moncada. El Jefe lo es el Coronel Florencio Salcedo y los hermanos Lora sus valiosos acompañantes. Uno de éstos, Saturnino, con los disparos de su revólver, anuncia que la guerra con España ha comenzado en esa región.

De Colón a Jagüey Grande, en Matanzas, se tienen noticias de acontecimientos similares, animados y propiciados por el doctor Martín Marrero, Alfredo Arango, Joaquín Pedroso, los hermanos Aguirre y otros.

En Santiago de Cuba, Moncada y Rafael Portuondo empuñan las armas y alientan a los insurrectos. En el Cobre, lo hacen Quintín Banderas y Victoriano Garzón. En Holguín, los hermanos Sartorius. En Bayamo, Enrique Figueredo; y en Camagüey, Salvador Cisneros Betancourt.

Sobre Martí, que en carta memorable al difunto Federico Henríquez y Carvajal dijera: "Yo evoqué la guerra; mi responsabilidad comienza con ella", caía desde luego, la más alta responsabilidad de este movimiento hoy conocido con justicia como "La Revolución de Martí"; y sobre otros tres hombres recaía, de momento, el peso militar de las tres zonas en que quedaba dividido el movimiento. En Oriente, el Mayor General Guillermo Moncada; en Las Villas o Centro, el Mayor General Francisco Carrillo; y en el Occidente, el Mayor General Sanguily.

No todo, sin embargo, resultó satisfactorio en la fecha. Repetimos que varias razones hicieron que los señalamientos de Centro y Occidente fueran condenados al fracaso. Oriente mantuvo su calor y el son de guerra con España, gracias a lo cual se fue dando oportunidad a que se coordinaran todos los planes de dentro y fuera, concebidos por Martí, allegando los recursos suficientes para que la Revolución se extendiera a todo el territorio y concluyera, al fin, con la independencia de Cuba, dejando atrás una lista de heroicos mambises que han formado, para la posteridad, el Cuadro de Honor de la patria.

Ilustración: Google

TESTIMONIOS, RACHEL JOY SCOTT



Rachel Joy Scott

Juan Antonio Ruíz/LC/ReL

20 de abril de 1999, once y media de la mañana. En la Columbine Highschool en Littleton, Colorado (Estados Unidos), Rachel Joy Scott, de 17 años, caía herida a causa de los disparos de dos alumnos que se precipitaron abriendo fuego indiscriminadamente. Uno de ellos se le acercó y, apuntándole en la cabeza, le preguntó: «Y ahora, ¿crees en Dios?». Respuesta: «Tú sabes que creo». Fueron sus últimas palabras, silenciadas por un disparo.

Varios años después de la tristemente famosa matanza de Columbine, el testimonio de Rachel Joy Scott sigue tocando los corazones de millones de personas. Su familia fue poco a poco descubriéndonos el interior de su alma, principalmente con la publicación de sus poemas, diarios y dibujos.

La tercera de cinco hermanos, Rachel era una de esas criaturas que no merecería morir jamás. Joven alegre, estudiosa, con deseos de ser actriz y muy religiosa; se tomaba en serio su amistad con Cristo. Así lo demuestra uno de sus escritos: «¡Ve tras de Dios! Donde sea que quiera llevarte, ve. Y no pongas la excusa “sólo soy un adolescente” o “lo haré cuando crezca”, porque no es así como funciona. ¡Dios quiere conocerte ahora!»

Rachel no quería ser «etiquetada como una simple estadística», como escribiría, sino que tenía muy claro qué es lo importante en la vida. Lo sintetizó perfectamente en la portada de uno de sus diarios: «Ni para provecho de mi gloria, ni para provecho de mi fama, ni para provecho de mi éxito. ¡Por el provecho de mi alma!».

Era muy consciente de que lo que hacía tenía un sentido de eternidad. Sus poemas son los que, sin duda, transmiten mejor esta visión: «¿Qué pasaría si murieras hoy? ¿Qué sería de ti? ¿Adónde irías? No tienes asegurado el mañana, sólo es una posibilidad. Y puede que no la tengas. Y después de la muerte, ¿qué? ¿Dónde piensas pasar la eternidad?». Y concluía con esta resolución: «La eternidad está en tus manos, ¡Elige!».




Pero lo que tal vez impresiona más, entre todo el material, es el dibujo que pintó quince minutos antes de su muerte: sus ojos, de los que se desprenden trece lágrimas cayendo sobre una rosa. ¿Qué es lo extraordinario? Que trece fueron las víctimas esa mañana y que muchas confesiones cristianas en los Estados Unidos simbolizan la Resurrección de Cristo con una rosa (en inglés “rose”, que, en un juego de palabras, se traduciría “Él resucitó”).

FRASE DE SABIDURÍA

No está en mi naturaleza ocultar nada. No puedo cerrar mis labios cuando he abierto mi corazón.
- Charles Dickens

23 de febrero de 2012

EL CUADRO DE TODOS JUNTOS


“El cuadro de todos juntos”

Carlos IV denominaba de esta manera el lienzo que en 1800 realizó Francisco de Goya de la familia real española al completo. Alfonso E. Pérez, historiador del arte y director del Museo del Prado durante los años 80, afirma que el artista se inspiró en el retrato de familia del primer Borbón, Felipe V, obra de Lóuis Michel Van Loo, y que la reina María Luisa, al desaparecer prácticamente la familia real francesa, pretendía de esta manera dejar patente que los Borbones españoles habían recogido el testigo de la dinastía de Francia.
 
Goya realiza en Aranjuez este óleo de grandes dimensiones, en donde no falta el homenaje a su admirado Velázquez y Las meninas, colocando a la familia real en una estancia del Palacio de Aranjuez con  dos cuadros al fondo de la sala. Igual que el pintor sevillano, Goya se retrata a sí mismo a la izquierda, junto al reverso del lienzo apoyado sobre su caballete; pero, en cambio, se muestra en un segundo plano y en la penumbra.
 
En la disposición de los protagonistas, Goya sigue un criterio distinto y los viste de gala, situando a la mayoría de forma lineal, apaisada, lo que implica que de los 14 personajes, 9 de ellos se encuentran en primer plano, permitiendo observar sus espléndidas indumentarias, sus bandas honoríficas, sus joyas y condecoraciones y, sobre todo, sus rasgos físicos y su personalidad. 
 
Sobresale el conjunto central en torno a la reina María Luisa, que es el personaje más iluminado y que pasa por ser la verdadera protagonista de la composición, en vez del monarca que, a pesar de ello, se encuentra un par de pasos por delante, según exigía el protocolo.
 
Se ha escrito muchas veces que con este cuadro, Francisco de Goya trató de satirizar a la familia real dejando en la pintura su opinión personal sobre los miembros retratados. Pero posiblemente, Goya, en una lección de profesionalidad y oficio, reflejó los personajes como eran, sin quitar ni añadir nada. Como escribe Alfonso E. Pérez, «No debe verse tras este retrato como demasiado a menudo se ha afirmado, una intención caricaturesca de Goya, sino simple y lamentablemente, el testimonio de una realidad fielmente plasmada por el artista».
 
Y es así, “la familia de Carlos IV”, entre las múltiples opciones de estudio que brinda, sobresale principalmente por su categoría de documento de época. Goya, como cronista excepcional, no juzgó a los protagonistas del cuadro. Posteriormente, el tiempo y la Historia hicieron su trabajo. 

Editado de http://www.fonsado.com

DICKENS, DE TAQUÍGRAFO A BESTELLER



Charles Dickens,
de taquígrafo a bestseller

Su mísera infancia sirvió de forja y fuente de inspiración para construir un universo literario que desborda la Inglaterra victoriana en que vivió y le convierte en un clásico de todos los tiempos.

En el 200 aniversario de su nacimiento, Charles Dickens es protagonista de exposiciones y reediciones que evocan la fuerza humana y la inmortalidad de sus personajes. El conocido y célebre novelista inglés, nació el 7 de febrero de 1812 en el puerto de Portsmouth, en el sur de Inglaterra, base principal de la marina de guerra, en cuya sección de pagos su padre, John Dickens, prestaba sus servicios.

Cuando Charles tenía diez años, el progenitor fue destinado a Londres. Allí, la familia mudaba frecuentemente de casa, debido a que el a menudo insolvente John Dickens no podía pagar el alquiler. Tanto que, cuando Charles tenía doce años, tuvo que abandonar el colegio y aceptar un empleo, para él humillante, pegando etiquetas en botellas de betún en una destartalada fábrica donde pululaban las ratas, situada en la orilla del todavía no canalizado río Támesis.

Michael Alpert describe la carrera del niño que tuvo que dejar a los 12 años sus estudios y, usando su propia vida como materia prima, acabó siendo el escritor inglés más leído después de Shakespeare.

Industrialización, crecimiento demográfico y librecambismo hicieron de Gran Bretaña la gran potencia del Siglo XIX. Rosario de la Torre da las claves del éxito de un país que, en vida de Dickens, se convirtió en dueño de los mares y evitó las revoluciones sociales que estallaron en el continente.

“Pasen y vean el gran espectáculo del mundo, que es la vida, aunque sea dura”. Ese mensaje es, a juicio de Manuela Citoler, el gran secreto de la popularidad de Dickens. Aunque defensor de los pobres, era un hombre de orden, dotado de un excepcional sentido del humor que bebía del mismo Cervantes.

http://www.elmundo.es

FRASE DE SABIDURÍA

Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto sino un hábito.
- Aristóteles

22 de febrero de 2012

RENACER DE NUESTRAS PROPIAS CENIZAS



Renacer de nuestras propias cenizas

Hoy es miércoles de ceniza y comenzamos la Cuaresma con este signo de conversión. Pero realmente las cenizas no son una imagen agradable, nos recuerdan cosas negativas, restos de un incendio que lo ha destruido todo, ruinas, desolación. 

También en nuestras vidas puede haber “cenizas”, no tanto físicas, cuanto interiores, restos de algo que nos ha “quemado” por dentro. La situación de crisis que estamos viviendo está dejando a muchas personas “reducidas a cenizas”: los sin trabajo cada vez son más, los encarcelados no encuentran vías de rehabilitación, los extranjeros viven marginados, los débiles no son apoyados, las familias se rompen, los proyectos de vida se ven truncados, nuestros jóvenes no ven norte ni futuro. 

La ceniza, hoy, nos recuerda nuestro pecado, nuestra insolidaridad, nuestro egoísmo e individualismo. Necesitamos la conversión, necesitamos cambiar, no volver a cometer los mismos errores. 

Necesitamos “renacer de nuestras propias cenizas”.

Pedro Juan Díaz,
Betania.es

CUARESMA



La Cuaresma es tiempo de preparación interior a la celebración de la Pascua.  El uso de la ceniza para simbolizar penitencia es antiguo: los judíos, por ejemplo, acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio, al igual que los ninivitas.

También en los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un “hábito penitencial”. Esto representaba su voluntad de convertirse. En la Iglesia católica esta tradición perdura   y existe para recordarnos que, al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por los demás hombres.

SABÍA USTED POR QUÉ LA CUARESMA EMPÌEZA SIEMPRE EN MIÉRCOLES?


... la cuaresma se inicia siempre en miércoles porque cuando en el siglo IV se fijó la duración de la Cuaresma en 40 días, ésta comenzaba 6 semanas antes de la Pascua, en domingo.   Pero en los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal durante todo el tiempo de la misma. Y aquí surgió un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó en día domingo por ser "día de fiesta", la celebración del día del Señor. Entonces, corrieron el comienzo de la Cuaresma al miércoles previo al primer domingo.