30 de julio de 2011

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Confesión de una mujer desnuda


LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) – Se me está acabando la ropa y estoy preocupada.  Mi preocupación aumenta y no sé qué ropa me pondré en el futuro, porque la ropa de uso que vendían en las tiendas ya ha desaparecido.

Ahora en las tiendas solo venden ropa china nueva, que aunque de bonitos colores y a la moda, no me sirve. Parece que la ropa que el gobierno importa de China no es confeccionada para exportación, de acuerdo a las tallas de los occidentales, sino la misma que los chinos fabrican para su consumo, y las tallas no tienen nada que ver con las de los cubanos. Ese es nuestro nuevo problema: encontrar ropa que nos sirva.

Confieso que cuando voy a vestirme lamento mucho que el reverendo Lucius Walker haya muerto el año pasado. Y es que era el hombre que nos traía, de regalo, la ropa vieja que tanto resolvía. Con su muerte parece que han dejado de entrar a Cuba sus famosas “caravanas” que organizaba para traer como “donaciones” guaguas viejas, computadoras obsoletas y todo tipo de cachivaches usados y, lo más importante para mí, la ropa vieja que los religiosos donaban para los pobres cubanos y que el gobierno cubano nos vendía a altos precios, no sólo en moneda nacional, sino también en dólares.

Y no es que no haya ropa en Cuba. Hay ropa extranjera de buena calidad y de tallas que nos sirven en las boutiques de los hoteles de turismo, pero a precios inaccesibles para la gran mayoría de los cubanos.

Como último regalo de Lucius Walter nos llegarán sus cenizas el próximo 30 de julio para ser esparcidas en Cuba, en cumplimiento de su última voluntad. Sólo espero que el gobierno no nos las quiera vender.

Supongo que aquí le harán un gran homenaje y hablarán por un buen rato sobre las virtudes del anciano comunista religioso. Seguramente no mencionarán que en 1994, cuando el Partido Comunista de Estados Unidos separó de sus filas a sus miembros que habían apoyado la política de Gorbachov, entre ellos a Angela Davis, Walker -estalinista donde los hubiera- se cruzó de brazos. Se ve que le gustaban los dictadores al folclórico religioso.

Todos sabemos que lo más importante para Walker, y también para nuestros dictadores, nunca fueron los cuatro tarecos que traía, sino los supuestos  escándalos que provocaba “desafiando el bloqueo”, que aquí la prensa sobre dimensionaba al máximo.  Y es que a los comunistas les encanta eso de provocar problemas y escándalos, y reclamar libertades cuando viven en países democráticos.

No lo puedo negar: aunque no extrañaré a Lucius Walker, ya estoy extrañando la ropa vieja regalada que nos vendían gracias a él. De todas formas, que Dios lo tenga en la gloria, o donde deba estar tan siniestro personaje.


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SARAH´S  KEY



Francia, 2010
TÍTULO ORIGINAL Elle s'appelait Sarah  
DIRECTOR: Gillers Paquet-Brenner  
REPARTO: Kristin Scott Thomas, Mélusine mayance, Niels Arestrup…    
GÉNERO: Drama, nazismo.   

SINOPSIS:
En mayo de 2002, a Julia Jarmond, una periodista americana afincada en París desde hace veinte años, le encargan un artículo con motivo del sexagésimo aniversario de la redada contra los judíos. Julia, casada con Bertrand Tézac, con el que tiene una hija de once años, irá conociendo poco a poco los acontecimientos del fatídico año 1942, entre ellos la historia de Sarah, una joven que, curiosamente, está relacionada con su familia política, los Tézac. Tras este descubrimiento, no descansará hasta conocer cuál fue el destino de Sarah y cuál su relación con la familia de su marido.

En 1942, cuando fueron recogidos los judíos en Francia para ser enviados a campos de exterminio en Alemania,  Sarah, una niña judía de diez años, trató de salvar a su hermanito. Lo escondió  encerrándolo en el armario y guardando la llave.

Este argumento es una adaptación de una novela best-seller de Tatiana de Rosnay. 

CRÍTICAS  
"'Sarah's Key' es, en su mayor parte, un ejercicio de contención. Nunca vemos a Hitler, nunca entramos en batalla. Paquet-Brenner narra su historia del Holocausto tal y como se vive ahora: a través de sus supervivientes y descendientes… Puntuación: *** (sobre 4)" (Scott Bowles: USA Today)

 "Paquet-Brenner ha realizado un elegante trabajo al reducir una obra compleja con muchos componentes en una narración apasionante que te agarra por las solapas y no te suelta" (Rex Reed: The New York Observer)

 "Un drama conmovedor, maravillosamente interpretado y soberbiamente escenificado" (Kirk Honeycutt: The Hollywood Reporter)   

"Aunque a veces se le vean en exceso las costuras, acaba resultando una película tan sencilla como conmovedora... convincente en la voluntad de mantener al espectador en vilo con un impecable crescendo emocional" (Ricardo Aldarondo: Fotogramas

"La película acaba consiguiendo una notable intensidad narrativa y sentimental que permite sumergirse en ella olvidando algún meandro forzado" (Antonio Weinrichter: Diario ABC) 

“Sarah’s Key es uno de los mejores estrenos del año, pero cuando concluye no termina de veras. Da paso a una ola de perturbadores recuerdos en que los parisinos comparten responsabilidad por crímenes que tan sólo la culpabilidad castiga. Horas y días después de verla, no se te quita de la mente…” René Jordán, El Nuevo Herald, Miami. 

www.FILMAFFINITY.com
 
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El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.
 
- Eleanor Roosevelt   (1884-1962) 
 
 

29 de julio de 2011

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Rima IV
Gustavo Adolfo Bécquer

No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

Ilustración: Monumento a Bécquer, Parque de María Luisa en Sevilla
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Teotihuacan:
La Pompeya de América

Susana Gaviña

Teotihuacan es uno de los lugares más visitados por los turistas que acuden a México. Su cercanía a la capital, está situada a 45 kilómetros, lo hace posible y muy recomendable. Sin embargo, son muchas las incógnitas que perviven en este grandioso complejo arquitectónico y arqueológico que en sus días de esplendor, allá por el siglo IV d. C., llegó a tener una extensión de 22 kilómetros cuadrados —divididos por la Calzada de Los Muertos, y donde se levantan la Pirámide del Sol y de la Luna—, y congregó a más de cien mil habitantes. 

Sin embargo, poco se sabe de cómo fueron sus orígenes, en el siglo I a. C., y escasa es la información que desvele por qué esta gran metrópoli multiétnica, una de las mayores ciudades de Mesoamérica y punto de encuentro de comerciantes y artesanos, desapareció siete siglos después. Las cenizas posadas sobre algunos de sus palacios revelan la existencia de un gran incendio. También se sabe que fueron sus propios guerreros los que intentaron borrar cualquier huella de su historia destruyendo los monumentos.

«Es como nuestra Pompeya», explicó ayer el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, Alfonso de María, durante la presentación de la exposición «Teotihuacan, Ciudad de los dioses». Organizada en colaboración con la Obra Social de "la Caixa", la muestra, que reúne más de 400 piezas —entre cerámicas, armas, instrumentos musicales, máscaras y murales...—, algunas de reciente descubrimiento, ha pasado ya por París, Berlín, Roma y Barcelona, y la han visitado medio millón de personas. En Madrid se podrá ver hasta el 13 de noviembre.

De María indica que la primera restauración e investigaciones del complejo arqueológico comenzaron en 1910, «cuando se celebró el primer centenario de nuestra independencia y se organizó un congreso de americanistas». Desde entonces numerosos objetos ha salido a luz para explicar la estructura económica y social de esta ciudad-estado, «sofisticada y muy bien organizada».

La muestra se ha organizado en seis ámbitos que recorren diferentes aspectos, como la construcción de la ciudad, a través de los utensilios que se utilizaron; la política, la jerarquía y el comercio, el culto religioso —sus dioses principales fueron Tláloc, de la lluvia y la fertilidad, y la serpiente emplumada. La exposición también se detiene en la vida en los palacios, en el importante papel de los artesanos —actividad a la que se dedicaba el 20% de la población—, su relación con otras culturas y su desaparición o «colapso».

www.abc.es
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PEDRO CLARO MEURICE:

CUBANO, PASTOR Y AMIGO FIEL


Por Dagoberto Valdés

La muerte es paso y viaje a la esencia de la vida. Mons. Pedro Claro Meurice Estiú, arzobispo emérito de Santiago de Cuba ha terminado su peregrinar fructífero y sufriente por la época que le tocó vivir. Cuba ha perdido a uno de sus más grandes pastores de todos los tiempos y ha ganado uno de los santos intercesores que más ha conocido su profunda realidad.

Meurice, sin lugar a dudas, ocupa un lugar junto a obispos como aquel otro Pedro, Morell de Santacruz, o junto a Espada, el más cubano de los obispos españoles como le llamara Martí, o a su propio amigo y padre, Mons. Enrique Pérez Serantes, de quien fuera también secretario personal.

Me honro de haber sido su discípulo y amigo. Lo conocí siendo yo un joven de escasos 25 años y él el arzobispo presidente de la Comisión nacional de Laicos. Fue para mí un paradigma, un acicate y un consejero. Duro como una roca, paterno como un abuelo, tierno como un niño.

Pero sobre todo lo recuerdo en los dos acontecimientos mayores de la Iglesia en Cuba en la última mitad de siglo: el encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC, 1986) y en la inolvidable visita de Juan Pablo II a Cuba en 1998. En el primer evento no puedo olvidar su vehemente devoción al Padre de la cultura cubana, Félix Varela, al leer el decreto para comenzar su causa de canonización aún pendiente y ralentizada. La visita del Papa no se podría recordar sin escuchar, en el hondón del alma cubana, aquella cristalina y valiente presentación de su pueblo ante la bendita imagen de la virgen de la Caridad y el Supremo Pastor de su Iglesia. Nunca la realidad, la transparencia y la esperanza estuvieron más cerca del corazón del pueblo y de su Reina y Madre. Cuba sigue siendo como la describiera en una cuartilla Monseñor Meurice. Nadie ha narrado un diagnóstico tan entrañable, respetuoso y veraz de su Patria. Este texto debería ser publicado y estudiado nuevamente. Soy testigo con cuanto amor lo hizo y de cuanto le costó esta presentación, tan vigente y urgente 13 años después.

El tiempo que sosiega y equilibra, plasma y funde, en la memoria histórica de los pueblos la vida, el servicio y el ejemplo de sus protagonistas, permitirá un día hacer la biografía que intenté un día comenzar con más de cien preguntas, por supuesto incompletas y dejadas a un lado por el humilde sanluiseño. Sé que otros buenos cubanos intentaron guardar su imagen y lo lograron junto a un insuperable trabajo audiovisual sobre su antecesor.

Mientras esa hora llegue, quisiera dejar mi sencillo testimonio frente a sus restos gloriosos y ya no jadeantes, serenos para siempre, estas tres palabras y un adjetivo con que la premura del instante me obligan a tributarle mi homenaje:
Meurice ha sido y es: un cubano, un pastor y un amigo fiel.

Cubano: ante todo un hombre de una sola pieza y de una eticidad coherente y contagiante, fiel a su Patria, a su historia, al alma de la nación y a San Luis y Santiago de sus ilusiones y tribulaciones. Todo lo que hizo fue por ser fiel a ese amor sin fisura y sin doblez. Cuba debe honrarlo como uno de sus mejores hijos. El tiempo lo hará.

Pastor: fiel a Cristo, su único y entrañable Señor. Al Evangelio y sus bienaventuranzas, que fueron su brújula y su camino. Fiel a la Iglesia a la que sirvió sin pausa y sin medida, diciendo unas veces Sí y otras No, según su conciencia le dictaba en plena comunión con su fe y sus hermanos. La Iglesia en Cuba debe honrarlo y venerarlo como uno de sus pastores más fieles y santos. El tiempo lo hará.

Amigo: fiel a los cercanos y a los lejanos en la geografía, pero siempre fiel a la amistad lúcida, crítica y transparente. Aprendí con él que se puede ser, al mismo tiempo, uno mismo y amigo de los que no piensan o creen como uno. Aprendí, también con Meurice, que se puede ser cubano, pastor y amigo sin conflicto de deberes y parcelaciones. El tiempo hará que esa amistad sembrada, cultivada, conservada y compartida, sea el mejor altar para el patriarca arzobispo primado de Cuba.

Como logró, como el P. Varela, unir en un solo corazón el amor a Cuba, a Cristo y a su Iglesia, deposito admirado y reverente ante el altar de la Patria y de la Iglesia, la hostia viva que fue Pedro Claro Meurice Estiú, quien haciendo honor a sus dos nombres, supo conjugar la firmeza de la piedra y la claridad de la luz en la misma ternura jadeante de su invencible esperanza.

Mons. Meurice: ¡ruega por Cuba, por su Iglesia y por cada uno de nosotros! Amén.

www.convivenciacuba.es
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Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
- Ingmar Bergman (1918-2007) Cineasta sueco.

28 de julio de 2011

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Nuevo diccionario cubano

Por Augusto César San Martín,

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) – En Cuba, el eufemismo  popular acomoda nuevos significados a las palabras. Por desgracia, los neologismos derivados de la crisis de valores sociales no representan aportes positivos al lenguaje. Describen  medio siglo de degradación de un pueblo sumido en la miseria. Veamos algunos ejemplos.

Resolver. Indica desde robar  hasta prostituirse. Ganar por encima del salario. Cobrar favores sexuales a un extranjero, aunque uno no se dedique profesionalmente a la prostitución. Sustituye  la palabra cohecho, soborno, malversación.

Búsqueda. Posibilidad de “resolver”: El salario es malo pero hay buena búsqueda.

Caliente. Referido a la calle, operativo policial.

Obstinado. Sinónimo de hastiado. El fastidio que causa la escasez  y la falta de opciones provoca el cambio de significado.

Luchar. Batallar por la subsistencia. Robar, prostituirse, vender en el mercado negro, malversar en el  trabajo. Indica que la persona tiene destreza para traer el dinero a la casa a cualquier costo. Ejemplo: Tienes suerte de tener un esposo luchador.

Hacer el pan. Ganar la lotería, timar o robar a un turista, hacer el negocio del mes con el bobo del día. Vender por encima del valor. Con este gil (turista) hago el pan del año.

Maceta. El que amasa fortuna sin  formar parte de la nomenclatura.

Marcado. Alguien de interés para la policía, vigilado, fichado. Estar marcado causa espanto entre amigos y familiares. No vayas a casa de Pepe, está marcado.  No voy  a hoteles en divisa, no quiero marcarme.

Multa. Sobreprecio que imponen los dependientes de las tiendas en divisa a los productos  estatales. Es una forma de luchar la búsqueda. Este refresco esta multado.

Inventar. Hacer lo que sea para “resolver”. Indica, además crear un  plan de lucha, idear la forma de “hacer el pan y salir ileso del fuego.”

Nabuco

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Llega el día, la hora de la salvación…

Por Marlene María Pérez Mateo

Es el coro de los esclavos hebreos, uno de los fragmentos de las obras más conocidas  de Giuseppe Verdi: Nabucco

Guiseppe Fortunate Francesco Verdi (La Roncol 1813 - Milan 1901) fue un renovador en el mundo del romanticismo musical del siglo XIX. Como compositor tuvo obras de gran éxito como “Rigoletto “(1851),”La Traviata “(1853) y “Aída“(1870) y otras sin alguno: “Ungiorno di regno”.

Basado en el hecho bíblico e histórico del éxodo: El pueblo hebreo al territorio de Babilonia bajo el dominio de Nabucodonosor II. Después de años de dominio, hacia 597 a.d.c. los israelitas regresaron a su país de origen. En los salmos bíblicos  se relata la añoranza por lo perdido y la lucha por mantener la identidad cultural y religiosa.

 Verdi, luego de una intensa y profunda tragedia familiar, la muerte de su esposa e hijos, compone Nabucco, basado en el libreto de Temistocle Solera y en la obra de igual titulo de Francis Cornue y Anicete Bourgeois. Todo se conjugó  en las manos de Verdi y la opera de estrena en 1842 en el Teatro La Scala de Milán.

 ¿Qué llevo esta pieza musical  al éxito, más allá de su valor artístico? Italia y los italianos vivían una situación homónima a la del pueblo israelita luego de la derrota napoleónica y todo lo que ello representó para Europa desvastada. 

Italia estaba dividida en varias regiones bajo distintos dominios y monarquías como la de Habsburgo, los Borbones y el Papado. Ello llevó a la identificación inmediata  con el público local y en general con toda la población. Varias interpretaciones terminaban con los gritos de ¡Viva Italia!, llegando a ser las interpretaciones seguidas hasta de pie como si se tratara de un himno, en señal de respeto.

 El acrónimo de VERDI se trastocaba como: ¡Viva Vitorio Emanuele Re D’Italia!  Fue algo así como la conexión de un pueblo llegó a su objetivo; una especie de “Fuente Ovejuna cantada”. Con esta obra Verdi logró su consagración y llegó a ser un símbolo de unidad y esperanza.

Marlene Maria Perez Mateo
Junio 17, 2011

Coro de los esclavos hebreos (Va pensiero) por el Coro de la Universidad de Concepción, Chile,  en youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=776StGZxDnU&feature=related

 
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En los ojos del joven, arde la llama; en los del viejo, brilla la luz.
 
- Víctor Hugo  (1802-1885) Novelista francés.

27 de julio de 2011

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La Iglesia cubana vive, sufre, espera y trabaja


Traemos a la actualidad y reproducimos a continuación las reflexiones sobre la presencia, labor y vicisitudes de la Iglesia Cubana desde el inicio de la revolución marxista implantada en Cuba en 1959, que fueran expresadas en 2008 por el valiente sacerdote cubano José Conrado Rodríguez y que siguen teniendo verdadera vigencia.   


José Conrado Rodriguez Alegre, pbro.
Especial para El Nuevo Herald

Una mirada retrospectiva de los últimos 50 años nos mostraría la presencia, o más bien omnipresencia, de una figura fatal y emblemática en el escenario nacional: vituperado por unos y ensalzado por otros, aceptado y rechazado, amado y temido, dentro y fuera de la isla, Fidel Castro, y el proceso histórico que ha encabezado, han tenido una profunda repercusión en la vida de todos los cubanos, y también en la vida de la Iglesia Católica en Cuba, de sus pastores y de sus fieles.

La línea de continuidad entre la Iglesia cubana de 1959 y la Iglesia que hoy vive, sufre, espera y trabaja en Cuba, es indiscutible. Como indiscutible es la diferencia entre lo que fuimos y lo que somos. Además de las dinámicas internas en la vida de la misma Iglesia (citemos a nivel universal, el acontecimiento del Concilio Ecuménico Vaticano II; y al regional, las Conferencias del Episcopado Latinoamericano en Medellín, Puebla y Santo Domingo; y recordemos, a nivel nacional, al menos, el Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC) y la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba), está lo que pudiéramos llamar el "avatar revolucionario'' y los profundos cambios que ha generado en nuestra patria.

El triunfo revolucionario de 1959 fue recibido con efusivas muestras de apoyo por parte de la jerarquía eclesiástica y de los fieles. La participación de numerosos laicos, incluso religiosos y sacerdotes en la lucha contra la dictadura de Batista, generó en la Iglesia, lo mismo que en las masas populares, un apoyo entusiasta y un profundo sentimiento de pertenencia a la revolución. La carta del Arzobispo de Santiago, Mons. Enrique Pérez Serantes, Vida Nueva, es un ejemplo de esto. Se esperaba una restauración de la democracia y la instauración de la justicia social, a través de un gobierno justo, finalmente al servicio de la causa de los pobres. Las cartas y documentos publicados por Evelio Díaz, administrador apostólico y luego Arzobispo de La Habana y por Mons. Alberto Martín Villaverde, obispo de Matanzas y por todo el episcopado a lo largo de 1959, incluso el apoyo a la ley de Reforma Agraria, nos muestran esa adhesión de la Iglesia al proceso popular revolucionario.

Pero ya el 7 de agosto de 1960, en su Circular Colectiva del Episcopado los obispos señalan de modo explícito, "el creciente avance del comunismo en nuestra patria''. La condenación del comunismo es por su ateísmo, por la persecución contra la Iglesia, y por las graves violaciones contra los derechos humanos, y además, porque impone un régimen dictatorial de terror policial, a través del sometimiento de la economía a la política, con sacrificio de los intereses del pueblo, y convirtiendo a los ciudadanos despojados del derecho a la propiedad, "más que en empleados, en verdaderos esclavos del Estado''. Al hacerse dueño de los medios de comunicación el Estado niega al ciudadano el derecho a la verdad y le impone sus propias opiniones.

Después de éste y otros documentos críticos, vino el silencio. Cada declaración de los pastores era seguida por el encarcelamiento y la represión de los laicos, amenazas y campañas de terrorismo antirreligioso, expulsión de agentes pastorales… Y culminó con la expulsión de un obispo y 131 sacerdotes en septiembre de 1961, en el barco Covadonga.
"El hombre que parecía que iba a abrir todos los caminos es el que ha cerrado todas las puertas'' la frase, referida a Fidel y atribuida a Lezama, expresa un sentimiento y una constatación. En abril de 1961, Fidel mismo declaró el carácter socialista de la Revolución. El gran delito cometido por los obispos fue decirlo con unos meses de anticipación, y lo pagaron caro. En año y medio, el desmantelamiento de la institución no pudo ser mayor: intervención de los colegios católicos, desaparición de la casi totalidad de asilos, clínicas y hospitales regentados por las órdenes religiosas, las publicaciones e imprentas y el acceso a los medios masivos de comunicación.

Esta Iglesia, reducida a su mínima expresión comenzaría un largo peregrinar en circunstancias adversas. Los primeros años de confrontación supusieron el abandono de la Iglesia por parte de los que optaron por la revolución, por las razones que fueran: por convicción, por arribismo o por temor. Y el éxodo al exterior, que ha significado una constante sangría para la Iglesia. El ''fervor revolucionario'', y el carácter mesiánico del marxismo, unido al carisma personal del ''líder máximo'' como movilizador y manipulador de masas, más el control casi absoluto de la información y de los medios de comunicación, le dieron al proceso ese carácter cuasi religioso, que se pudo observar sobre todo en los años 60 y que aún perdura en las regiones más aisladas y empobrecidas del país. Cuando se habla del carácter "confesionalmente ateo'' del Estado hasta los años 90, de lo que se habla es de esta dimensión de "Iglesia militantemente atea'', y por eso, opuesta a toda otra Iglesia, desde el poder del Estado y con el control absoluto de sus instituciones jurídicas, legales, económicas y políticas.

Este carácter "religioso'' del sistema, se apoyó además, en la "bondad'' y "elevada moralidad'' del proceso y de sus líderes, dioses a un tiempo cercanos y lejanos: envueltos en el aura de su fama pública y su vida personal y familiar, privada, celosamente oculta. Los ideales internacionalistas, los logros en los servicios sociales (educación, salud, deportes, atención a los minusválidos) dentro y fuera de las fronteras nacionales, van acompañados por la imposibilidad de cuestionamientos o críticas. Por otra parte, se vive el contraste de un paraíso del que los beneficiarios quieren huir. El resultado final es una población empobrecida y sumida en la desesperanza, a pesar de sus ansias de vida mejor en todos los sentidos.

Definir como "persecución religiosa'' lo ocurrido en los primeros años y pensar que esto terminó en el 61, significaría no comprender bien la política del Estado cubano con relación a la iglesia y los cristianos. Se dice que Fidel Castro   afirmó "que no haría mártires'', como ocurrió en otros países comunistas. Lo que significó que habría grandes restricciones a la actividad de las iglesias, pero sería una represión de baja intensidad. Cuando se crea la UMAP, (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), en realidad campos de trabajos forzados, sacerdotes, seminaristas y jóvenes cristianos fueron encerrados en estos campos, con personas consideradas enemigas de la sociedad (homosexuales, desafectos de la revolución, alcohólicos).

La revolución se impuso: las nuevas leyes sociales, la promoción de las clases más pobres y humildes, como la escuela obligatoria y el acceso a los estudios superiores para miles de jóvenes, incluidos los hijos de los campesinos, el trabajo para todos (llegó a ser obligatorio y el no trabajar, hasta causa posible de encarcelamiento) formaron parte de este complejo proceso de 50 años de socialismo fidelista en Cuba. Una amplia (y agresiva) política internacional, hizo a Cuba estar militarmente presente en muchos países. Con el final de la Guerra Fría, esa presencia se ha ido reorientando a campos como la medicina y la educación y, por supuesto, el lobby político.

La estrategia del miedo

En Cuba no se "cerraron las iglesias'', sencillamente, la gente tenía tanto miedo a las represalias sociales que entrañaba identificarse como "religioso'', que dejó de asistir a ellas. Las iglesias se vieron reducidas a su mínima expresión. Pero sobrevivieron. El largo camino de la restauración, se hizo posible por el testimonio de esas pequeñas comunidades, y la labor de los obispos y los pocos sacerdotes, religiosos y religiosas y por supuesto, por el trabajo de los fieles. La organización laical más importante, la Acción Católica, fue finalmente disuelta, a mediados de los años 60. Pero los laicos se hicieron cargo de la labor catequética, litúrgica, y asistencial, en especial de ancianos y enfermos, en el seno de la comunidad cristiana. En el año 67, con su lúcida mirada de profeta, Mons. Enrique Pérez Serantes, volvería a dar en el clavo, cuando dijo a un visitante extranjero: "llegamos a confiar demasiado en nuestros colegios y en nuestras instituciones, al final nos hemos dado cuenta de que sólo Dios basta''.

El pronóstico de una posible desaparición de la Iglesia en el término de 20 años, augurada por un alto dirigente del Partido Comunista, y curiosamente, por un alto dignatario vaticano, sería ampliamente desmentida por los hechos. A finales de los años 70, la diezmada iglesia cubana, comenzaría un serio proceso de reflexión y renovación eclesial, (la REC, Reflexión Eclesial Cubana), que culminaría en 1986, con el Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC). La Iglesia, después de un proceso de concienciación que alcanzó a todos los miembros de la misma, hasta en las más pequeñas comunidades, se lanza a definir su misión y los retos que la realidad le plantea. Una reflexión sobre la realidad nacional, sus dificultades y posibilidades, y la toma de conciencia de lo que suponía ser cristianos en Cuba, tuvo como resultado un nuevo esfuerzo evangelizador, que encontró su cauce en la "Misión de la Cruz''.

Con motivo de los 500 años del comienzo de la Evangelización del Nuevo Mundo, el Papa había propuesto a los obispos latinoamericanos lanzar una misión por todo el continente, y para ello entregó a cada país, una réplica de la cruz que Colón trajo a América. Esa cruz, entregada a los obispos cubanos, caminó por toda la Isla desde el 85 al 92, y dio lugar a un profundo reencuentro de la iglesia con el pueblo. Las Iglesias católicas se volvieron a colmar de fieles, y las comunidades se multiplicaron. Miles de jóvenes y niños, oyeron hablar por primera vez de Jesucristo. Y muchos de los que abandonaron la iglesia en tiempos más difíciles, retornaron a ella.
La carta de los obispos “El amor todo lo espera” de 1993 significó un aldabonazo, un llamado a la conciencia nacional para arreglar "entre cubanos'' la grave situación que atravesaba el país. Un urgido llamado al diálogo y a la reconciliación nacional, que provocó una airada respuesta gubernamental a través de sus voceros oficiosos. El impacto popular fue enorme, pero la valiente y sabia propuesta de los obispos aún sigue siendo desoída por las autoridades gubernamentales. En 1994 el Papa nombraría un nuevo cardenal para Cuba, en la persona del Arzobispo de la Habana, Jaime Ortega y Alamino. Ese año, en la visita al Ad Límina de los obispos cubanos, Mons. Jaime había definido ante el Papa lo ocurrido en Cuba, y en el mundo comunista, como "el triste despertar de un sueño arruinado''. Para luego añadir: "salvar ese sueño sería una quimera, pero sí [se debe] mantener y potenciar los frutos positivos de esta etapa histórica difícil''.

En 1995 fueron erigidas tres nuevas diócesis, (Santa Clara, Ciego de Avila, y Bayamo-Manzanillo) que se añadían a la de Holguín (1979). En 1998 le tocó el turno a Guantánamo-Baracoa. Al ser elevada a Arquidiócesis la de Camagüey en 1999, se completaría el actual estado de la Iglesia en Cuba: tres sedes arzobispales y 8 sedes episcopales.

En la comunidad católica fue creciendo en todos esos años el deseo de ser visitados por el Papa Juan Pablo II. Después de arduas negociaciones, al fin esa visita se pudo efectuar en enero de 1998. El trabajo realizado por las comunidades superó, incluso, a la misión de la Cruz. La movilización popular, el sentimiento de libertad, fraternidad y paz que se respiró en esos días, y en la previa preparación, han hecho de los "días del Papa'' (21 al 25 de enero) el mayor y mejor recuerdo en muchos años para muchos cubanos. Las palabras del Arzobispo Primado, Mons. Pedro Meurice en Santiago, 13 veces ovacionadas por el pueblo reunido en la Plaza Antonio Maceo, descubrió al Papa la realidad difícil de la vida del pueblo, sus sufrimientos y esperanzas. El arzobispo hizo una profunda y valiente radiografía de la realidad eclesial y social, tocando los problemas más acuciantes, sus causas y remedios posibles. Nunca sonó más alta ni más clara, ni más universalmente, la voz de la Iglesia en Cuba.

Retos de un futuro complejo

La iglesia en Cuba enfrenta retos que comprometen su presente y su futuro. A ese futuro lo llamo complejo y no "incierto'' o "difícil'', que fueron las primeras palabras que me saltaron a la mente. La Iglesia tiene cinco de esos retos en:

* La situación de descristianización del pueblo, fruto del ateísmo estatalmente inducido desde el poder. Esto incluye la pérdida de valores morales y de motivaciones espirituales, la falta de fe y la presencia de la desesperanza en buena parte de la población, unido a la ignorancia religiosa.

* El diálogo y la colaboración con las otras iglesias cristianas, con las que la iglesia comparte y convide el servicio espiritual del pueblo cubano, en especial el servicio de la Palabra Evangelizadora.
* La atención respetuosa y el trabajo constructivo con esa parte del pueblo que ha accedido a la fe religiosa a través de la "piedad popular'', de carácter sincrético, y cuya referencia institucional pasa por la Iglesia católica.

* La apertura e integración en la realidad cubana de la isla de los cubanos del exilio, en parte considerable de origen católico.

* La articulación e implementación de canales de participación de todos los cubanos, creyentes o no, en un diálogo verdaderamente nacional, de carácter metapolítico, y que pueda iniciarse desde ahora e incrementarse en el futuro, como un camino de reconciliación religiosa y social, que incluya también a los no creyentes. Esto supondría una relectura creativa de nuestra historia y una propuesta de acción y reflexión que nos permita superar divisiones, exclusiones y demonizaciones, que han hecho de nuestra patria "una tierra triste, como tierra tiranizada y de señorío''.

Una iglesia que se atreviera a transitar por este camino, con humildad y valentía, permitiría revertir el presente difícil e incierto, en un futuro luminoso y posible, basado en el respeto y aceptación de las diferencias, y de los diferentes, neutralizando todo intento de hegemonización opresivo y excluyente. Un diálogo así sería la mejor plataforma para una democracia pluriforme y abierta.


Posted in Cubaverdad, diciembre 26,2008
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¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.
 - Epicuro de Samos  (341 AC-270 AC) Filósofo griego.
 

26 de julio de 2011

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26 de julio: Día de los Abuelos

 

Festividad de Joaquín y Ana

padres de la Santísima Virgen María

 

Una antigua tradición, conocida ya en el siglo II, atribuye los nombres de Joaquín y Ana a los padres de la Virgen María. El culto aparece para Santa Ana ya en el siglo VI y para San Joaquín un poco más tarde. La devoción a los abuelos de Jesús es una prolongación natural al cariño y veneración que los cristianos demostraron siempre a la Madre de Dios.


La madre de nuestra Señora, la Virgen Maria, nació en Belén. El culto de sus padres le está muy unido. El nombre Ana (Hannah en hebreo) significa "gracia, amor, plegaria". La Sagrada Escritura nada nos dice de la santa. Todo lo que sabemos es legendario y se encuentra en el evangelio apócrifo de Santiago, según el cual a los veinticuatro años de edad se casó con un propietario rural llamado Joaquín, galileo, de la ciudad de Nazaret. Su nombre significa "el hombre a quien Dios levanta".  

 

Moraban en Nazaret y, según la tradición, dividían sus rentas anuales, una de cuyas partes dedicaban a los gastos de la familia, otra al templo y la tercera a los más necesitados. Llevaban ya veinte años de matrimonio y el hijo tan ansiado no llegaba. Los hebreos consideraban la esterilidad como algo oprobioso y un castigo del cielo. Se los menospreciaba y en la calle se les negaba el saludo. En el templo, Joaquín oía murmurar sobre ellos, como indignos de entrar en la casa de Dios.


Joaquín, muy dolorido, se retira al desierto, para obtener con penitencias y oraciones la ansiada paternidad Ana intensificó sus ruegos, implorando como otras veces la gracia de un hijo. Recordó a la otra Ana de las Escrituras, cuya historia se refiere en el libro de los Reyes: habiendo orado tanto al Señor, fue escuchada, y así llegó su hijo Samuel, quien más tarde seria un gran profeta.
 

También Joaquín y Ana vieron premiada su constante oración con el advenimiento de una hija singular, Maria. Esta niña, que había sido concebida sin pecado original, estaba destinada a ser la madre de Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado.


Desde los primeros tiempos de la Iglesia ambos fueron honrados en Oriente; después se les rindió culto en toda la cristiandad, donde se levantaron templos bajo su advocación.

 

Según la misma tradición vivieron también en Jerusalén, donde murieron. Una iglesia, conocida en distintas épocas como Santa María, Santa María ubi nata est, Santa María in Probatica, Sagrada Probática y Santa Ana fue edificada en el siglo IV, posiblemente por Santa Elena, en el lugar de la casa de San Joaquín y Santa Ana, y sus tumbas fueron allí veneradas hasta finales del siglo IX, en que fue convertida en una escuela musulmana. La cripta que contenía en otro tiempo las sagradas tumbas fue redescubierta en 1889.

 

LUGARES: MORELIA, MÉXICO

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Morelia

Morelia es la ciudad capital del estado de Michoacán, México, y la vez la ciudad más poblada del  estado. Su nombre en la época prehispánica fue Guayangareo, que significa "Loma Larga y Achatada". En la época colonial española primeramente recibió el nombre de Ciudad de Mechuacán,  que le fue cambiado en 1545 por ciudad de Valladolid, como la ciudad castellana.  

Los sobrenombres actuales de Morelia son "La Ciudad de la Cantera Rosa", "La Ciudad de Las Puertas Abiertas", "La Rosa de los Vientos", y "El Jardín de la Nueva España". Según censo realizado en 2010, su población actual asciende a casi 600,000 habitantes.

Todo en Morelia es señorial y provinciano al mismo tiempo.  Los edificios principales se alinean juntos, algo ostentosos quizá, flanqueando a la imponente catedral, cuyas dos torres gemelas de setenta metros, son las más altas de América en estilo barroco e, independientemente del estilo de su construcción, las cuartas más altas en México.  

Las torres empezaron siendo platerescas para crecer barrocas y acabar rematadas con elementos neoclásicos. Este eclecticismo, tan característico de Morelia, lo es también, por extensión, de casi todas las ciudades coloniales de América.

Morelia ha destacado en el país por su historia, la ciudad es uno de los sitios forjadores del suceso histórico de la Independencia de México,  así como cuna de importantes personajes de la historia nacional. Gracias al patrimonio arquitectónico conservado desde la época colonial, el centro histórico de Morelia fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1991.  

Hay un rincón escondido en esta pétrea ciudad que sosiega el ánimo del viajero. Se trata del Jardín de las Rosas, una rinconada deliciosa, frondosa y coqueta, donde Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán, y Miguel de Cervantes    llevan años mirándose en silencio desde sendas estatuas sedentes a la sombra de umbrosos fresnos centenarios. 

En el ámbito histórico Morelia es considerada cuna ideológica del movimiento de independencia de México.  Visita obligada  en la antigua Valladolid es el palacio de Gobierno, instalado en el viejo seminario diocesano, por cuanto allí se formaron Hidalgo, Morelos y Matamoros, cuya rebelión contra el gobierno del virreinato llevaría a la derrota de las tropas españolas y a la independencia de México. Aquellos históricos acontecimientos que cambiaron el curso del país están reflejados con viveza en los murales de Alfredo Zalce que cubren las paredes del antiguo seminario.

En ellos puede verse al cura Morelos, líder de la guerrilla y gran héroe local,  y aplastado contra el suelo y con una laja de piedra atada a la espalda por escudo, aparece también en las pinturas el legendario personaje Pípila, un aliado indígena de la causa rebelde que reptó hasta la puerta del cuartel de Guanajuato para prenderle fuego. En aquel cuartel se guarnecían 300 soldados realistas que perecieron en el asedio. 

Poco más tarde, en 1828, la orgullosa  Valladolid pasaría a llamarse Morelia, en honor del cura -devenido en militar y patriota- Morelos, y todas sus calles, plazas y portales cambiaron de nombre para glorificar a los nuevos héroes nacionales. 

Esta singular ciudad, cuna de la Independencia, cuenta con más de mil cuatrocientos edificios y monumentos históricos registrados en su casco antiguo,  pero ninguno como la imponente catedral barroca, que domina la ciudad desde la Plaza de Armas, auténtico corazón de Morelia.

Todo visitante disfrutará de un sosegado paseo por la calzada de Fray Antonio de San Miguel, una tranquila vía peatonal sombreada por frondosos árboles y jalonada de añejas mansiones, que arranca de la emblemática fuente de Las Tarascas, un conjunto escultórico de bronce que representa a tres jóvenes indígenas con un enorme cesto rebosante de frutas simbolizando la abundancia.

La calzada termina frente al templo de Guadalupe, quizá la última obra barroca de México. Su interior es un catálogo de filigranas y motivos florales en tonos pastel extraordinariamente recargados. 

Este relato se ha completado con descripciones reproducidas de wikipedia.org y elmundo.es, de un trabajo original de Francisco Lope-Seivane.
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EL GOBIERNO ESPAÑOL ACABA DE APROBAR 
EL DECRETO SOBRE LA NUEVA EDAD DE JUBILACIÓN



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Donde mora la libertad, allí está mi patria.
- Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense

25 de julio de 2011

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Emotivo adiós a Mons Meurice en Miami

Cientos de católicos cubanos en el exilio y de otras nacionalidades, unidos por la figura de un hombre que marcó historia dentro y fuera de Cuba, coincidieron durante el fin de semana  en la Ermita de la Caridad del Cobre para dar el último adiós a Pedro Meurice Estiú, arzobispo emérito de Santiago de Cuba.

“Se nos fue un hombre valiente y de fe”, declaró visiblemente emocionada Daisy Olivares, una de las muchas personas que se acercaron desde el mediodía y hasta las 10 p.m. a la Ermita. El velorio continuará el domingo en el mismo horario. 

Meurice encarnó la rebeldía de los católicos de la isla y fue un incansable defensor de los derechos humanos. Persona de recia personalidad e ideas que consistentemente brotaban a favor de los menos favorecidos, Meurice fue recordado como un hombre que luchó por la fe y la libertad.

“Se nos fue al cielo pero nos dio un gran ejemplo, su propia vida”, comentó monseñor Agustín Román, obispo auxiliar retirado de Miami. Román ofició una misa de cuerpo presente ante un masivo grupo de feligreses que no ocultaron su dolor y tristeza.

Al pie del púlpito, con una delicada tela blanca en el interior del féretro y un rosario en sus manos, el cuerpo de Meurice fue expuesto ante una larga fila de católicos y gente amiga. Todos conocieron en vida o escucharon hablar del valor de Meurice ante las injusticias.

Entre los asistentes se encontraba Jorge Luis González Tanquero, ex preso político cubano de 41 años. González Tanquero dijo que asistió al velorio por el enorme respeto que siente por la obra de Meurice.

“Fue un gran luchador y uno de los pocos que se enfrentó al régimen. Meurice era un gran protector del pueblo”, opinó.

En el primer día de los servicios fúnebres, el arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, calificó a Meurice como un hombre y siervo de Dios admirable. 

“Buscaba la verdad y estaba entregado totalmente a su ministerio”, manifestó García. “Dios quiso que muriera aquí [en Miami] signo de que todos somos un mismo pueblo”.

García llegó al sur de la Florida el viernes para estar en los homenajes a Meurice que le rinden los cubanos exiliados. Acompañará sus restos de regreso a la isla. 

Refiriéndose a la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba en 1998, cuando Meurice habló en la bienvenida de la falta de libertades y esperanzas de los cubanos, García dijo que entendió que era el momento de decirlo.

“Me parece que fue importante en su vida, pero hay que ver sus 39 años de sacerdocio que es, en definitiva, lo que da peso a su vida”, precisó García. Sobre el silencio de las autoridades cubanas en relación a la muerte de Meurice, comentó que la población cubana siempre encuentra los canales para enterarse de lo ocurrido.

Respetando su última voluntad, Meurice será enterrado en el Cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, en cuyas calles fue una figura venerada. 

Meurice arribó a Miami hace varios meses para tratarse un complicado cuadro de diabetes. Según Román, murió rezando un rosario a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, acompañado por el obispo de Santa Clara, Arturo González, quien se encontraba de visita en Miami.

“Estuvimos unidos muchas veces en el trabajo pastoral”, recordó González. “Encontrarme con él aquí ha sido una experiencia fuerte. Meurice es el pastor que tenía la pasión de Dios y se mantuvo con un espíritu de fe muy grande”, acotó.

El lunes, el arzobispo de la Arquidiócesis de Miami, Thomas Wenski, oficiará una misa de cuerpo presente a las 10 a.m. en la Iglesia San Miguel Arcángel, ubicada en el 2987 West Flagler Street. 

Información editada de El Nuevo Herald

También concelebrarán esta Eucaristía, entre otros sacerdotes,  Mons. García Ibáñez, Arzobispo Primado de Santiago de Cuba, Mons. Agustín Román, Obispo Auxiliar Emérito de Miami y Mons. Arturo González, Obispo de Santa Clara, Cuba.. 

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"EL DESCENDIMIENTO" DE CARAVAGGIO 
EXPUESTO EN EL MUSEO DEL PRADO
La ministra de Cultura del gobierno español, Angeles González-Sinde, ha presentado este jueves 'El Descendimiento' de Caravaggio (1571-1610), la obra invitada del Museo del Prado hasta el 18 de septiembre y la gran atracción del itinerario 'La Palabra hecha imagen'. 

El cuadro ha sido prestado por los Museos Vaticanos con motivo de la visita a España del Papa Benedicto XVI en agosto, coincidiendo con la Jornada Mundial de Juventudes a celebrarse en Madrid.
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Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir.
 
- Johann Kaspar Lavater 

24 de julio de 2011

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Cumpliendo promesas

Elsa M. Rodríguez

En el artículo “Recapitulando promesas” de Maribel Hastings publicado por el Nuevo Herald el viernes 22 de julio, la columnista reconoce que el presidente Obama no ha cumplido sus promesas referente al problema inmigratorio, y de hecho indica que contrariamente a solucionar el asunto, lo que han sabido son más redadas de inmigrantes y más deportaciones.

Hastings espera que Obama en su segundo período (si es que consigue nuevamente la presidencia) sea capaz de cumplir las promesas que hizo frente a organizaciones tan importantes como el Consejo Nacional de la Raza (BCLR) cuando aun estaba en campaña para su primer período presidencial. Ahora tal parece que el presidente tiene una buena excusa y es que su partido no tiene mayoría en la Cámara de Representantes y Hastings dice saber que “muchas veces no pueden producirse resultados con un Partido Republicano repleto de demagogos que sólo buscan entorpecer y no solucionar”.

A nosotros nos gustaría que Hastings nos explicara cómo es posible que el presidente en sus dos primeros años de gobierno no consiguiera cumplir ni siquiera una milésima parte de las promesas que hizo a los indocumentados (ilegales) cuando en esos momentos él contaba con mayoría demócrata tanto en la Cámara como en el Senado.

Es que una cosa es cierta, no se trata de demagogia republicana, es que hay que admitir que los demócratas también son demagogos porque no se puede prometer lo que se sabe que es, si no imposible, sí muy difícil de cumplir. Es como prometer la luna y las estrellas, ellas están ahí, las podemos ver, pero no las podemos tocar.


Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL