20 de abril de 2013

RECUERDOS DE CAMAGÜEY



 Recuerdos de Camagüey

Víctor Romero Sóñora
Si vos sois camagüeyano(a) de los(as) viejos(as) de verdad, de aquéllos(as) que les llamaban cáncamos, y que hoy, eufemísticamente se denominan adultos mayores o de la tercera edad, no seáis faino(a), dejaos de bainadas y venid acá para que me digáis si aún recordáis:

-Las guaguas con plataforma (únicas en Cuba) “Camagüey Sport” y “Silvano Ramos” de las rutas Vigía-Granja, Vigía Santa Cruz y Vigía Agramonte y los tranvías londinenses con un solo “trolley” que hacían el recorrido Libertad-Mártires y Bembeta-Garrido, todo por un “medio” con derecho a transferencia.

-Las retretas los jueves y domingos en el parque Agramonte, que era el punto de reunión de la juventud camagüeyana, donde uno tenía que concurrir elegantemente vestido. Las parejas paseaban alrededor de la estatua y a las diez en punto de la noche la banda municipal tocaba el Himno Nacional y terminaba el paseo.

-La costumbre (que era considerada como signo de refinamiento) de taparse la nariz y la boca con un pañuelo al salir del cine para evitar un resfriado.

-La Feria de la Caridad en la plaza del mismo nombre, donde se instalaban todo tipo de “timbiriches” con comida criolla, bebidas, juegos de azar, adivinadoras, etc., etc.

-El San Juan Camagüeyano con desfile de “fotingos” descapotados, carrozas, congas, mamarrachos, monos viejos, ensabanados, etc., sin que faltaran los “sangrones” tomando cerveza en un orinal con un chorizo adentro y que cuando tú no aceptabas cuando te brindaban, se sentían ofendidos y se querían “fajar” contigo. No era infrecuente la presencia de los “simpáticos” que manchaban con almagre a los que pasaban vestidos con sus trajes dril cien o que ataban con hilo muy fino, casi invisible, un billete de cinco pesos y cuando algún viandante lo iba a recoger, halaban. En esos días valía la pena pasear por las calles y plazas de la ciudad, engalanadas, donde no faltaba la famosa olla con ajiaco. Se destacaban la plaza de Bedoya y la calle Horca entre otras.

-El programa de radio transmitido a las doce del día y a las seis de la tarde por la CMJK, la Voz del Camagüeyano, dirigido por el puertorriqueño Juan B. Castrillón (Don Pancho) y el mexicano Alfredo Vivar (Azteca), ambos tan “aplatanados” que parecían camagüeyanos “rellollos”, con noticias de todo tipo, chistes, anécdotas, entrevistas, recados, comentarios, etc., etc. Don Pancho, que era muy aficionado a los deportes, se aventuró a narrar algunos juegos de pelota (béisbol) y en uno de ellos en que el lanzador era el gran Eliecer Álvarez, hizo famosa la frase: “parece un hit, parece un hit”.

-Los famosos “sandwiches” y los productos españoles del Bar Jerezano”en la calle República.

-Los ricos helados y jugos de frutas del bar San José, donde vendían el vaso de agua fría de los manantiales del mismo nombre, al precio de un centavo.

-El famoso pan de karakas (con k) y las gaceñigas de Pérez-Sosa.

-Las galletas de La Paloma de Castilla fabricadas en la calle Horca.

-El jugo de piña y la gaseosa Pijuán

-La dulcería de los chinos, frente al cine Apolo, donde vendían el famoso “bicondi” a dos centavos.

-La bolera de Faíco, La Bolerita y el Copacabana.

-Los bailes en el “roof garden” del antiguo Hotel Camagüey (hoy museo Ignacio Agramonte), en el Club Ferroviario, La Popular, la Colonia Española, el Tennis, el Country Club, el Club Atlético, etc. (Era de rigor la presencia de las chaperonas).

-La quinta El Cerro, donde los muchachos pagábamos un “medio” por la entrada, con derecho a bañarnos en la “poceta” y a llevarnos todos los marañones que quisiéramos.

-Los “charcos” de Arroyón, la Caja de Agua y el arroyo del “donkey”, donde nos bañábamos los muchachos algunos días que hacíamos novillos en la escuela.

-Los viajes que hacíamos los domingos a Nuevitas en el verano, por ferrocarril, que era la única vía de comunicación que existía en aquella época, para bañarnos en las playas de San Jacinto, Santa Rita, La Colonia o Cuatro Vientos y Tarafa. Eran famosas las “broncas” el último día de la temporada en que los nueviteros, al partir el tren de regreso, le lanzaban piedras y gritaban: “Camagüeyanos, cochinos, vienen a quitarse el churre aquí”, mientras que éstos contestaban: “Cangrejeros, muertos de hambre”.

-El Gran Hotel, desde cuyo comedor en el quinto piso era posible disfrutar de una vista panorámica de la ciudad. La comida era excelente.

-Las novatadas a los estudiantes que ingresaban en el Instituto de Segunda Enseñanza, en las que como mínimo pelaban “al rape” a los muchachos, les viraban las ropas al revés, les pintaban la cara con azul de metileno, obligaban a algunos a medir el edificio, imponiendo como unidad de medida la longitud de un fósforo y después los llevaban al Casino Campestre a “remar en seco”. Una vez el barullo fue de tal envergadura que se interrumpió el tránsito y cuando intervino la policía, en un momento en que los vigilantes dejaron solo el carro patrullero, le sacaron a éste el aire de los neumáticos. La parranda terminaba a los dos o tres días con una tremenda fiesta bailable en la que hacían las paces los novatos y los “viejos”.

Durante el noviazgo, que casi siempre era prolongado, al pretendiente se le permitía ir a visitar a la novia en su casa los domingos y a veces también los jueves. La pareja se sentaba en un “confidente” en la sala y siempre se le encomendaba a un miembro de la familia (generalmente una tía solterona o un hermano menor de la novia) sentado en una “comadrita” o en un “balance” en la saleta, la tarea de vigilarlos para que no hicieran nada “malo”.

-La costumbre de pararse en la calle Maceo frente al “ten-cent” por donde desfilaban habitualmente las bellezas camagüeyanas.

-La costumbre de jugarse “a las patas” el café o el trago en el Centro Alemán, en el Bar Correo, en La Norma o en otros muchos donde se pasaban ratos verdaderamente agradables compartiendo con los amigos.

-La obligación de ir todos los días a la “tienda”, a la “venduta” y a la “matazón” a hacer los “mandados”. (Para los muchachos esto tenía la ventaja de poderse “dar la puñalada” de vez en cuando).

-El matajíbaro, el arroz amarillo con carne de puerco y plátano maduro, el puerco asado en púa, la gandinga con casabe, el pan patato...

-El burro de La Granja.

-Las anécdotas (contadas por los viejos de la época) sobre Bayoyo, José el Chiquito y Caridad la Cagada.

¡Qué tiempos aquéllos! ¿Eran mejores o peores que los de ahora?

Víctor Romero Sóñora
(Camagüeyano de los viejos)

Nota: Si eres de aquella época, seguramente podrás ampliar esta improvisada lista.
mail to:vrsonora@hotmail.com

FRASE DE SABIDURÍA


19 de abril de 2013

HERIDO Y DETENIDO EL 2º SOSPECHOSO DE LA MATANZA DE BOSTON


El 2º sospechoso de la matanza de Boston,
herido y detenido

La policía confirmó hoy, vía Twitter, la detención del segundo sospechoso de los atentados del pasado lunes en el maratón de Boston (EE.UU.) y que había sido acorralado en el barrio de Watertown.

"CAPTURADO!!! La caza se ha acabado. La búsqueda ha terminado. Se acabó el terror. Y la justicia ha ganado. El sospechoso está bajo custodia", se lee en el tweet de la policía de Boston.

A lo largo de toda la jornada un extraordinario despliegue policial había perseguido a Dzhokhar Tsarnaev, un joven de 19 años de origen chechén, supuesto coautor de los atentados.

Según el diario Boston Globe, Tsarnaev fue capturado después de un tiroteo en el que ha resultado herido, por lo que está siendo trasladado al Hospital Mount Auburn de Cambridge.

Un oficial le dijo al diario que el joven, de 19 años, se encuentra consciente.

La noticia de su captura fue acogida con aplausos por el público que salió de sus casas.

OBITUARIO, ARIEL REMOS


Obituario


El periodista, abogado y músico cubano Ariel Remos falleció en la mañana de ayer jueves 18 de abril en Miami. Remos, de 86 años, padecía la enfermedad de Parkinson.

«Mi padre dedicó la mayor parte de su vida a defender la causa de la libertad de Cuba, a que el mundo conociera la verdad sobre el gobierno cubano», expresó su hijo Ariel, quien recordó que su padre además compartió su labor como periodista del Diario Las Américas durante cuatro décadas, con su pasión por la música.

«Era periodista de día y músico de noche», apuntó Ramos hijo, indicando que su padre tenía una excelente voz de barítono. Esto lo llevó  cantar tanto la zarzuela Marina y la opereta Bohemios, junto a la soprano Blanca Varela y con la Sociedad Pro Arte Grateli, como a interpretar música tradicional cubana.

Remos se graduó de abogacía en la Universidad de La Habana en 1948 y estudió una maestría en Filosofía, que combinó con su interés en la Teosofía. A su salida al exilio en 1960, amplió sus estudios de Leyes en la Universidad de La Florida y luego realizó una Maestría en Literatura Española en la Universidad de Miami. Es autor de los libros  En torno al nuevo orden mundial (1997) y Raíces de cubanía (2006) que agrupa 35 semblanzas sobre literatos y músicos cubanos. Grabó el disco Voces de hoy y ritmos de ayer, en 1994.

El doctor Horacio Aguirre, director emérito de Diario Las Américas, lo describió como "un profesional de primera clase", que cubrió las noticias de mayor trascendencia. "Tenía una cultura muy hermosa, un gran sentido de responsabilidad y una extraordinaria formación académica. Ayudó a muchas personas de manera desinteresada y con gran solidaridad humana", dijo Aguirre.

"Las personas que conocían a mi padre dicen que destacaba por su honestidad e integridad. Era un hombre de palabra, que siempre cumplía lo que prometía", añadió Remos hijo, quien apuntó que su padre fue un viajero incansable, que aprovechó sus investigaciones en los países que visitaba para luego volcarlas en sus libros. "Cantaba en 15 idiomas", apuntó Remos hijo.

La doctora Uva De Aragón, que sostuvo con Remos una amistad de cuatro décadas lo describió como "un caballero medieval, un humanista renacentista: músico de espíritu, periodista e oficio".

"Era inteligente, culto, asombrosamente modesto", expresó De Aragón, que lo recibió muchas veces en su casa donde Ariel solía tomar la guitarra y cantar con deleite canciones cubanas como Aurora, de Manuel Corona. "Hombre público", su orgullo mayor era su familia. "Criollo de guayabera blanca, le dolía Cuba. Anticomunista feroz, supo ser tolerante y respetuoso con todos. Era un ser humano e íntegro", añadió De Aragón, precisando "pensábamos de forma diferente en muchas cosas, pero fue un amigo entrañable, y con él se va muriendo una era, y un poco de mi corazón.

En una entrevista con El Nuevo Herald en el 2011, Remos dijo: "Salí de Cuba en 1960 con mi esposa y mis dos hijos. Y siempre albergué la esperanza de que regresaríamos. Los primeros años fueron terribles", confesó. "Pero nunca me arrepentí, porque lo que hizo Fidel Castro no tiene perdón de Dios. Políticamente pertenezco al grupo de los intransigentes".

Sobre su pasión por la preservación de los temas cubanos, Aguirre expresó: "Yo le podría decir que sin él el exilio pesa menos porque conocía perfectamente muchos temas cubanos".

A Ramos lo sobreviven su esposa Alicia y, además de Ariel, su hijo Alejandro. Sus nueras, Lourdes y María Teresa y una nieta, Alexandra.

Los servicios funerarios se efectuarán el domingo 21 a partir de la 1 p. m. en la funeraria Maspons, en 3500 SW 8 ST. Sus restos serán cremados.

Reproducido de Sarah Moreno, El Nuevo Herald
Remitido por Joe Noda    

HORMIGUERO



Hormiguero
Elsa M. Rodriguez

Siempre he comparado a la desaparecida Unión Soviética con un Hormiguero. Desde que comenzaron a moverse los hilos del izquierdismo en el mundo, tuvieron su mejor acogida en Rusia, donde el sistema que imperaba en aquel momento era el Feudalismo, bajo el cual una persona era dueño y señor de todo un pueblo y de todo un país, y donde las diferencias sociales eran exageradamente abismales, por lo tanto, allí se encontraba el caldo de cultivo para que dieran frutos las ideas de una aparente liberación de las masas y de una eliminación del señor feudal que tenía todo el poder y el dinero del que el pueblo carecía y que encima era producto del trabajo abusivo y esclavo que ese pueblo hacía para ese señor.

Tenía sentido el triunfo del Sistema Socialista en aquel lugar. Solo que tal como en un hormiguero, las primeras hormiguitas procrearon y aumentaron su poder y su control, eliminaron aquellos que para ellos eran zánganos como se hace en las colmenas de abejas y ellas, la masa dirigente, tomó el mando. Solo que como sucede siempre es necesaria una cabeza para organizar las cosas y por eso surge el Partido para poder controlar a todas las hormiguitas o todos los seguidores de esta doctrina, a quienes se dirigían como sus salvadores, pero que los utilizaban para la continuación de una ideología que nació enferma. Y ese hormiguero creció y creció, tanto que otros campos lejos de allí, por ejemplo el resto de Europa y los Estados Unidos de Norte América sintieron miedo de que también en sus terrenos se estableciesen hormigueros similares y comenzaron a hacerle la lucha. Tanto y tanto se le enfrentaron que con el tiempo, rompieron el hormiguero, es decir "cayó el Muro de Berlín" y se deshizo la Unión Soviética.

Pero ¿qué sucedió con las hormiguitas? Esas no murieron cuando se destruyó el hormiguero, porque si bien es cierto que éste desapareció ellas no fueron eliminadas, y pasó lo que pasa siempre, surgieron nuevos hormigueros. Ya no era uno grande y poderoso pero localizado en un punto del patio, ahora se convirtieron en muchos pequeños hormigueros.

Y es que dicen los expertos que cuando las hormigas se establecen en una raíz, hay que eliminarlas utilizando ajo como se hacía en la antigüedad contra los representantes del diablo, o poderosos insecticidas en forma de bolitas o "bombitas" que destruyan el grupo de hormigas. Las hormigas de por si no son dañinas para el ser humano, pero unidas si pueden hacer mucho daño, acaban con las raíces de los árboles, se comen los frutos y las semillas y no producen nada, solo se sirven de lo que hay por eso es que se hace necesario eliminar los hormigueros y hacerlo de forma que no puedan las hormiguitas juntarse nuevamente para crear otro cerca o algo más lejano de su hormiguero de origen.

La izquierda como las hormiguitas del hormiguero se regó por todo el mundo y aunque ya el hormiguero mayor no exista, ahora tenemos pequeños grupos que están acabando con todo el bien creado por gente que produce, y que trabaja para todo el mundo no solamente para el mundo de su hormiga cabezona que es quien las controla como si de títeres se tratara.

Está visto que la vida es como el traspatio de nuestras casas, en cuanto nos descuidamos se llena de yerbas malas y de hormigueros con hormigas locas y malas que éstas no son como las laboriosas y que trabajan para el futuro sino que están listas para salir y herirte allí donde más te duele. Cuidemos nuestros patios.

Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL

LA CONGA, POEMA



LA CONGA

Soy el sonar del bongó,
Soy cencerro y tumbadora,
Soy la estridente trompeta,
Soy música atronadora,
Soy la corneta china,
Soy movimiento que agota,
Soy la clave y el timbal,
Soy quien las noches adorna,
Soy el bombo y las sartenes,
Soy un conjunto de cosas,
Soy fiesta, soy diversión,
Soy actividad sonora,
Soy quien mueve la comparsa,
Soy quien gira las farolas,
Soy el paso acompasado,
Soy interminable cola,
Soy cintura en movimiento,
Soy el ron con Coca Cola,
Soy ritmo, soy percusión,
Soy irresistible ola,
Soy el loco movimiento,
Soy quien los huesos afloja,
Soy la música del negro,
Soy con quien el pueblo goza,
Soy influencia africana,
Soy rítmica y calurosa,
Soy un muy sano disfrute,
Soy gusano y mariposa,
Soy quien el pulso te altera,
Soy corazón que no llora,
Soy quien resucita muertos,
Soy amanecer en nota,
Soy el sentir del cubano,
¡Soy la muy cubana CONGA!

Cástulo Gregorisch
4/13/13