6 de enero de 2015

El Papa Francisco visitara al menos 9 países en 2015


El Papa Francisco visitará al menos
nueve países en cuatro continentes

El mes de enero solía ser tranquilo en el Vaticano. Esta vez, en cambio, e Papa Francisco estrenará el 2015 con un viaje agotador a Srí Lanka y Filipinas del 12 al 19 de enero. El arranque de la actividad anual es siempre el discurso a los embajadores de 180 países acreditados ante el Vaticano. Será el lunes 12 de enero. Por la tarde, el Papa hace las maletas. Y a la noche emprende el vuelo nocturno a Sri Lanka para iniciar su segundo viaje al lejano Oriente después del realizado a Corea del Sur   el pasado mes de agosto.

En el 2015, el Papa Francisco forzará el ritmo en cuanto a viajes y reforma de la Curia Vaticana, al tiempo que continúa el afianzamiento de la institución familiar mediante catequesis semanales, encuentros mundiales y un segundo Sínodo de la Familia  en octubre.

El Papa adelantó que, además de los grandes viajes a Sri Lanka, Filipinas y Estados Unidos, visitaría también tres países de América Latina y uno de África.  
 
No dijo nombres, pero el presidente de Bolivia, Evo Morales, asegura que el suyo está en la lista. Y el arzobispo de México, Norberto Rivera Carrera, dice que el suyo también. El tercero podría ser Cuba, pero de momento la reserva es total. El país africano será probablemente Uganda.

Visita a España

A estos viajes se añaden otros más breves, como el que realizará a España con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Ávila.  Y Francia confía recibirle en visitas a Paris, Lourdes y quizá Lisieux.

Los momentos espectaculares del 2015 comenzarán en enero en Sri Lanka, un país efervescente y complejo, donde los cristianos suponen sólo el 8 por ciento de sus 20 millones de habitantes, pero mantienen buen equilibrio tanto con los budistas como con los hindúes tamiles, muy enfrentados entre sí. Una de sus primeras actividades en Colombo será un encuentro con los líderes de las grandes religiones asiáticas, incluido el Islam, el primero de varios que mantendrá a lo largo del 2015.

En Filipinas, Francisco dedicará un día entero a visitar Tacloban para reunirse con los supervivientes del tifón “Yolanda”, cuyas condiciones de vida siguen siendo muy penosas. Quizá el primer récord del año se produzca el 18 de enero en Manila si acuden a la misa en Rizal Park más de 5 millones de personas, el número de participantes en la que celebró san Juan Pablo II en 1995.

Reforma de la Curia y nueva encíclica

La presión de las calderas del Vaticano subirá en febrero. Del 9 al 12, el Papa se reunirá con el consejo de nueve cardenales de los cinco continentes que le ayudan en la reforma de la Curia y el gobierno de la Iglesia universal. El proyecto de simplificación del organograma vaticano será presentado al día siguiente a los cardenales de todo el mundo, reunidos en Roma para un encuentro de trabajo al que seguirá, el 14 de febrero, la imposición de birretas a 10 o 12 nuevos cardenales electores.   

Para marzo o abril se espera la nueva encíclica sobre medio ambiente, que no sólo abordará la protección de la naturaleza y el clima sino también la “ecología humana”: el equilibrio en la vida de las personas y las sociedades. En cuanto la publique, Francisco convocará un encuentro de líderes religiosos mundiales para estudiar los problemas con vistas a la asamblea general de Naciones Unidas en septiembre y la cumbre del clima de París en diciembre.

Un momento de gran intensidad será su visita a Turín el próximo mes de junio para venerar la Sábana Santa  y celebrar el segundo centenario del nacimiento de San Juan Bosco. El 2015 es el «Año de la Vida Consagrada», y el Papa lo irá marcando con diversos encuentros.

Pero el gran tema es la familia, que pasará a primer plano en septiembre durante el viaje a Estados Unidos. Después de sus discursos ante el Congreso de Washington y la Asamblea General de Naciones Unidas, el Papa presidirá el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia. Y al regresar a Roma, el Sínodo de la Familia, del 4 al 25 de octubre.

abc.es

5 de enero de 2015

El camello cojito

 
En la mañana de hoy
el programa "Amigas y Conocidas" 
rebuscó en los archivos
el  bello poema infantil "El camello Cojito".
Palmas Amigas también ha buscado en los suyos,
lo ha encontrado publicado el 11 de diciembre de 2009, 
y lo repetimos para disfrute de todo lo de niños
que todavía nos queda dentro.
 
El camello cojito
(Auto de los Reyes Magos)

Gloria Fuertes

El camello se pinchó
con un cardo en el camino
y el mecánico Melchor
le dio vino.

Baltasar fue a repostar
más allá del quinto pino....
e intranquilo el gran Melchor
consultaba su "Longinos".

-¡No llegamos,
no llegamos
y el Santo Parto ha venido!

-son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido-.

El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.

Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.

A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay, qué tristeza tan grande
con su belfo y en su hipo!

Se iba cayendo la mirra
a lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
y Melchor empuja al bicho.

Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban pajarillos-
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.

-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, repitió el Niño.

A pie vuelven los tres reyes
cabizbajos y afligidos.
mientras el camello echado
le hace cosquillas al Niño.

Gloria Fuertes, (Madrid 1917-1998), poetisa y periodista española. Dejó escritos varios libros de literatura infantil que abarcan teatro, música, cuentos y poemas. Colaboró en varias publicaciones dedicadas a los niños.

A partir del tiempo real


A partir del tiempo real

Vicente Echerri, Miami, Fl

Para los cubanos, la llegada del Año Nuevo ha estado, por más de medio siglo, inextricablemente asociada a otra efeméride: el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959, la cual no tardó en convertirse en un régimen totalitario de partido único que se extiende hasta hoy.

Si el recordatorio es unánime entre los nuestros, no así su sentido: algunos, consumidores de trasnochados énfasis nacionalistas —que cada vez son menos— celebrarán lo que definen como la llegada de la soberanía e independencia verdaderas junto con la realización de anheladas conquistas sociales; otros —tanto en Cuba como en el exilio—, que alguna vez festejaron ese triunfo y hace mucho se consideran traicionados y estafados por el régimen de la revolución, recordarán con nostalgia lo que, a su parecer, pudo ser el rumbo hacia la verdadera democracia: la esperada revolución que habría de barrer las “lacras coloniales”, que habían sobrevivido en la república, para consolidar los ideales martianos de libertad, justicia y equidad sobre los cuales se fundó la nación. Los más escépticos somos de la opinión que ese 1 de enero de 1959 fue un día infausto, en el cual, en un acto de colectiva irresponsabilidad, el pueblo de Cuba, y particularmente sus clases más representativas, le entregaron la república a un demagogo, con conocidos antecedentes gansteriles, que ya había puesto en marcha un proyecto para el derribo de las instituciones democráticas y su vitalicia estada en el poder.

Somos cada vez menos los cubanos que conocimos el país que precedió al triunfo revolucionario. Aunque no dispongo de datos estadísticos al respecto, no es temerario afirmar que la mayoría de mis compatriotas nació después y que incluso algunos que ya estaban en el mundo entonces tienen una idea distorsionada del pasado gracias a tantos años de insistente adoctrinamiento. No son pocos, por ejemplo, los anticastristas de corazón y méritos que, sin embargo, aún creen que la revolución fue un recurso al que se apeló justa y necesariamente para reformar lo que algunos insisten en llamar la “pseudorrepública” y, en consecuencia, aunque cuestionan la gestión del castrismo y su perpetuidad al frente del Estado, dan por buenos sus motivos de origen.

Mi niñez transcurrió en la década del 50 y tengo memoria del país pujante y vital que teníamos, y de las libertades que gozábamos, a pesar del golpe de Estado de 1952, de ciertos niveles de corrupción política y administrativa —insignificantes si los comparamos con los existentes en la actualidad— y de los desmanes y ejecuciones extrajudiciales cometidos por la fuerza pública durante la etapa de la guerra civil (que, aunque condenables, son apenas una vigésima parte de los que le atribuyó la revolución triunfante). Con esto no pretendo aligerar a Fulgencio Batista de las responsabilidades que él y su gobierno tienen ante la historia, tan sólo ponerlas en su justa perspectiva. El gobierno de Batista no puede calificarse propiamente de tiranía (como suele repetirse en la prensa y los textos de historia que circulan en Cuba), ni siquiera de dictadura en el sentido en que lo fueron otros regímenes de esa estirpe en Latinoamérica. De haber sido una tiranía, la supervivencia de Castro habría sido impensable: las tiranías se comportan de otra manera. Además, Batista no tenía ningún plan de perpetuarse en el poder. Cuando renunció a la presidencia, en la madrugada del 1 de enero, adelantaba su salida de palacio por unas pocas semanas: las que mediaban entre esa fecha y el 24 de febrero en que le hubiera entregado el gobierno a Andrés Rivero Agüero y, casi seguramente, se habría marchado del país, como había hecho, en circunstancias menos dramáticas, en 1944. Comparar el gobierno de Batista con el castrismo es lo mismo que comparar un resfriado con un cáncer: el primero, que coincidió, además, con una época de altísima prosperidad en nuestra vida nacional, era un mal transitorio; en tanto el segundo ha conseguido arruinar el país y envilecer al pueblo hasta niveles que habrían sido inimaginables aquel primer día de 1959.

No tengo ninguna duda de que nuestra experiencia democrática —que se extiende desde el 20 de mayo de 1902 hasta el 1 de enero de 1959, cuando los poderes públicos se desmoronaron para que Cuba ingresara en el despotismo— fue, pese a todos los defectos que puedan apuntársele, un orden infinitamente superior y más civilizado que lo que vino después: un país que progresaba, no obstante ciertos niveles de corrupción y algunos períodos de autoritarismo gubernamental que nunca lograron ni se propusieron, estos últimos, suprimir las libertades fundamentales (como lo prueba la prensa de la época). Todos los logros importantes de nuestra vida nacional, incluida la salud y la educación pública gratuitas, son fruto de ese tiempo (aunque algunos se extendieran cuantitativamente luego).

Si un defecto grave tuvo la república que antecedió al castrismo fue el de la frivolidad de sus intelectuales y políticos que contribuyeron, con sus críticas desmedidas, a socavar las instituciones democráticas, en tanto invocaban, a la ligera, la Revolución (como un expediente de violencia que advendría para resolver todos los problemas y curar todos los males, sin comprender que soluciones y curaciones se iban logrando por el lento y firme camino de la evolución). En los 25 años que preceden a la llegada de Castro al poder (de 1933 a 1958), el pueblo cubano vivió ingenuamente en expectativa de revolución, al punto que todos los movimientos políticos de importancia y todos sus agentes (tanto desde el gobierno como desde la oposición) se proclamaban revolucionarios; sin advertir que esa actitud agredía los soportes mismos sobre los que descansaba una democracia que en verdad necesitaba perfeccionarse, pero que no precisaba ser demolida.

En este momento en que empieza a surgir en Cuba una nueva conciencia política que busca recobrar las libertades conculcadas y los derechos perdidos durante tanto tiempo, se impone un análisis radical (que llegue a las raíces) para negarle legitimidad y pertinencia a la acción revolucionaria —que por malicia de unos cuantos e ignorancia de los más— nos lanzó al abismo aduciendo que nos salvaba. Para reformular la patria nueva no se puede partir, en mi opinión, del 1 de enero de 1959 que nos hizo entrar en la intemporalidad totalitaria, sino del tiempo real —con luces y sombras, grandezas y miserias— que le precedió.

Carta especial a los Reyes Magos


CARTA ESPECIAL
A LOS REYES MAGOS
 
Por Javier Leoz

Queridos Reyes Magos:

-Dejad en el mundo UNA ESCOBA. Para barrer todo lo que suene a violencia y terrorismo. Que no quede ni un solo rincón en las personas con resquicio de rencor o de odio.

-Traed multitud de bolsas de JABÓN. Para limpiar nuestras personas de aquello que, la sociedad, va imponiendo como normal y lógico.

-Echad, en los ojos de todos, hombres y mujeres, COLIRIUM. Para que los unos a los otros, lejos de vernos como adversarios, sepamos contemplarnos y respetarnos como hermanos.

-Esconded, debajo de las almohadas de los que os esperan, SUEÑOS. Nunca, como hoy, tenemos abundancia de bienes para vivir y, nunca como hoy, hemos perdido los ideales por los que luchar.

-En un rincón del corazón de las personas, derramad toneladas de AZÚCAR. Las prisas, los agobios, los trabajos, el afán de superación, nos está convirtiendo en autómatas. Escasamente nos miramos a los ojos. ¡Necesitamos un poco de dulzura!

-Si en vuestros almacenes existen, solicitamos que nos proporcionéis unas LIMAS. Cada día que pasa, y por diversas circunstancias, los tropiezos, las dificultades, los roces, hacen que nos distanciemos y que se acrecienten las diferencias. ¡Necesitamos suavizar las discrepancias!
 
-Traednos unas grandes TIJERAS. Para cortar todo aquello que no es positivo en nosotros. Para confeccionar un traje con la etiqueta  del amor, con los botones de la esperanza y de la caridad. ¡Ayúdennos  a saber qué es y qué conlleva el vestir el traje cristiano!

-Que vuestros pajes, aunque piensen que no ocupa nada, que nos transporten un poco de ALEGRIA. Es un bien muy escaso. Es tan invisible que, en el mundo donde vivimos, no lo percibimos. ¡La necesitamos para volver a sonreír!

-Todos los años, os dejamos en el balcón o en la ventana, nuestro calzado. En el presente año dejadnos unos ZAPATOS CELESTIALES. De tal manera que, al colocarlos debajo de nuestros pies, caminemos por las sendas de la verdad, de la justicia y del perdón. ¿Tendréis mi número?

-Si además añaden un ABRELATAS para abrir nuestro corazón a Dios y un IMPERMEABLE para protegernos de las tormentas que descargan contra nuestras convicciones religiosas, os quedaré –como si fuera un niño- altamente agradecido.

4 de enero de 2015

Los nuevos Cardenales


Los nuevos Cardenales
nombrados por el Papa Francisco

VATICANO, 04 Ene. 15 / 08:04 am (ACI).- El Papa  Francisco anunció hoy los nombres de los nuevos cardenales que creará en el Consistorio del próximo 14 de febrero. La relación incluye a 15 cardenales electores menores de 80 años además de cinco arzobispos y obispos eméritos que según dijo el Pontífice "han destacado por su caridad pastoral en el servicio de la Santa Sede y de la Iglesia".  

Entre los nuevos Cardenales menores de 80 años hay cinco de Europa (uno de España), tres de Asia, tres de América Latina, dos de África y dos de Oceanía:

  1. Mons. Dominique Mamberti, Arzobispo titular de Sagona, Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica.
  2. Mons. Manuel José Macário do Nascimento Clemente, Patriarca de Lisboa (Portugal).
  3. Mons. Berhaneyesus Demerew Souraphiel, C.M., Arzobispo de Addis Abeba (Etiopía).
  4. Mons. John Atcherley Dew, Arzobispo de Wellington (Nueva Zelanda).
  5. Mons. Edoardo Menichelli, Arzobispo de Ancona-Osimo (Italia).
  6. Mons. Pierre Nguyên Van Nhon, Arzobispo de Hà Nôi (Vietnam).
  7. Mons. Alberto Suárez Inda, Arzobispo de Morelia (México).
  8. Mons. Charles Maung Bo, S.D.B., Arzobispo de Yangon (Birmania).
  9. Mons. Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, Arzobispo de Bangkok (Tailandia).
  10. Mons. Francesco Montenegro, Arzobispo de Agrigento (Italia).
  11. Mons. Daniel Fernando Sturla Berhouet, S.D.B., Arzobispo de Montevideo (Uruguay).
  12. Mons. Ricardo Blázquez Pérez, Arzobispo de Valladolid (España).
  13. Mons. José Luis Lacunza Maestrojuán, O.A.R., Obispo de David (Panamá).
  14. Mons. Arlindo Gomes Furtado, Obispo de Santiago de Cabo Verde (Archipiélago de Capo Verde).
  15. Mons. Soane Patita Paini Mafi, Obispo de Tonga (Tonga).

Los cinco arzobispos y obispos eméritos que recibirán la púrpura cardenalicia son

  1. Mons. José de Jesús Pimiento Rodríguez, Arzobispo Emérito de Manizales. (Colombia)
  2. Mons. Luigi De Magistris, Arzobispo titular de Nova, Pro-Penitenciario Mayor emérito (Italia). 
  3. Mons. Karl-Joseph Rauber, Arzobispo titular de Giubalziana, Nuncio Apostolico (Alemania).
  4. Mons. Luis Héctor Villalba, Arzobispo emérito de Tucumán (Argentina).
  5. Mons. Júlio Duarte Langa, Obispo emérito de Xai-Xai (Mozambique).

"Recemos por los nuevos Cardenales para que renovando su amor a Cristo, sean testigos de su Evangelio en la ciudad de Roma y en el mundo, y con su experiencia pastoral me sostengan más intensamente en mi servicio apostólico".

El director de la Sala de Prensa del Vaticano, Padre Federico Lombardi, explicó a la prensa la elección de los nuevos cardenales y recordó que con respecto al número de 120 electores para un eventual Cónclave, se consideraron "12 sitios ‘libres’ actualmente en el Colegio o en los próximos meses. El Papa superó ligeramente este número, pero se mantuvo muy cerca de él, para que fuera respetado sustancialmente".

Para el P. Lombardi, "el criterio más evidente es el de la universalidad. Entre los nuevos cardenales electores están representados 14 países diferentes, de los cuales actualmente no contaban con un cardenal y algunos nunca lo habían tenido. Si se cuentan los eméritos, los países representados son 18".

"Se nota la presencia de los países que no habían tenido un cardenal, de comunidades eclesiales pequeñas o en situaciones de minoría", explicó el vocero vaticano.
El cardenal más joven es el Obispo de Tonga, Mons. Soane Mafi, de 53 años, y el de mayor edad es el emérito de Manizales (Colombia), Mons. José de Jesús Pimiento, que en febrero cumplirá 94 años.

Quien se beneficia si se levanta el embargo a Cuba?


¿Quien se beneficia
si se levanta el embargo a Cuba?

Anastasia O´Grady, WSJ

En un viaje a La Habana a finales de los años 90, recorrí la restauración de un convento del siglo XVII con un arquitecto cubano. Me dijo que el proyecto tenía problemas para obtener las baldosas de reemplazo debido al embargo estadounidense. Yo sonreí y le dije que no había un bloqueo de la isla y que las baldosas se podían conseguir en México. Él me sonrió.

“Bueno, sí”, dijo. “El verdadero problema es que no tenemos dinero para comprarlas”.

Los cubanos están programados desde una edad temprana para quejarse con cualquiera que esté dispuesto a escuchar que “el bloqueo” es la causa de la extrema pobreza de la isla. Ellos saben que es una mentira. Pero repetirlo obedientemente es una habilidad de supervivencia. Eleva las probabilidades de que el demente dictador no sospeche que uno tiene pensamientos contrarrevolucionarios, lo despida de su empleo, saque a sus hijos de la escuela y se lo lleve a la cárcel.

El presidente Obama parecía tratar de demostrar sus propias credenciales revolucionarias cuando anunció el miércoles nuevas relaciones diplomáticas con la dictadura militar y planes para hacer que sea más sencillo que los estadounidenses viajen a la isla y comercien con los cubanos. En repetidas ocasiones vinculó el aislamiento del pueblo cubano a la política estadounidense, tal como el régimen les enseña a los niños cubanos. Se quejó de que el embargo contribuye a dejar a “Cuba cerrada a un mundo interconectado”. En referencia al limitado acceso que los cubanos tienen a las telecomunicaciones, dijo que “nuestras sanciones a Cuba les han negado a los cubanos el acceso a la tecnología que les ha dado poder a personas alrededor del mundo”.

Incluso el campesino cubano más humilde se reiría a carcajadas si hubiera oído esas declaraciones, pero ninguno lo hizo porque, hablando de aislamiento, no tienen acceso a otra cosa que no sea la televisión estatal cubana. Los cubanos saben que la isla no está aislada de los extranjeros. Según estadísticas cubanas, en 2013 hubo 2,85 millones de visitantes a la isla de 11 millones de habitantes. Estos incluyeron turistas e inversionistas europeos, chinos, latinoamericanos, canadienses y estadounidenses. En los primeros seis meses de este año, según The Havana Consulting Group, hubo 327,000 visitantes estadounidenses a Cuba.

El aislamiento (esta es una noticia para Rand Paul) es causado por el estado policial, que controla y vigila los movimientos de los extranjeros, llevando a la mayoría de los visitantes a los resorts. Los periodistas extranjeros que se oponen abiertamente a la línea del Partido Comunista no son admitidos en el país.

Más visitantes no harán nada para reducir la pobreza cubana. El régimen se queda con la moneda fuerte que dejan estos y les paga a los trabajadores en pesos que no valen nada. Los extranjeros que deciden premiar a los buenos trabajadores sin la aprobación del Estado pueden terminar en la cárcel.

Es cierto que el pueblo cubano carece de acceso a la tecnología, pero la sugerencia de Obama de que se debe al embargo es un error garrafal. Carlos Slim, el monopolista de telecomunicaciones mexicano y actor global en el sector; Telefónica, el proveedor español de telecomunicaciones y banda ancha; Natcom, de Vietnam; Digicel, de Irlanda, e incontables empresas más pueden hacer negocios en la isla. Sin embargo, no pueden proveer acceso a Internet en los hogares debido a que el Estado lo prohíbe.

Las compañías de telecomunicaciones estadounidenses están cabildeando en Washington para poder hacer negocios con el dictador. Por lo tanto, para vendernos la idea, Obama asegura que este pequeño y atrasado país caribeño es un enorme mercado de exportación. Una pregunta: ¿cómo es posible que países como México y España no hayan inundado este paraíso virgen para los capitalistas y potenciado a la clase media cubana? Tal vez porque un par de rufianes ha ajustado el juego a su favor. Ellos deciden quién y qué entra al país, tratan a los cubanos como esclavos, encarcelan arbitrariamente a emprendedores extranjeros y se quedan con su propiedad cuando les place.

Algunos delirantes comentaristas promercado creen que el antimercado Obama está de repente promocionando sus ideas en Cuba. Obama quiere que creamos que cuando los estadounidenses hagan negocios en Cuba, los cubanos tendrán más poder. Es gracioso que no se haya sentido de la misma forma para ayudar a la democrática Colombia cuando su acuerdo de libre comercio con EE.UU. tenía que ser ratificado. En aquel entonces, la Casa Blanca estaba preocupada por los derechos de los trabajadores colombianos. Ahora, bueno, no tiene importancia.

Los Castro están en total pánico debido a que Venezuela, que ha sido su salvavidas financiero por 15 años, está quebrada. La última vez que las cosas estuvieron así de mal fue cuando los subsidios soviéticos se agotaron a principios de los 90 y el régimen se quedó sin dinero, Castro introdujo el “período especial”.

Se les permitió entonces a los cubanos abrir restaurantes en sus casas, operar taxis y proveer otros servicios a extranjeros y locales. A medida que los emprendedores florecieron, el Estado comenzó a perder el control absoluto del que había dependido desde 1959. Fidel tomó medidas drásticas apenas se estabilizó Cuba.

Ahora, los mafiosos están de nuevo contra las cuerdas. Si pueden elevar el número de viajeros estadounidenses a la isla y luego liberar la financiación multilateral que ahora está bloqueada por EE.UU., quizás podrían subsistir. Pero si no, la dictadura probablemente se desmoronará, lo que hace preguntarnos a quién está tratando de ayudar Obama al intervenir ahora.

Escriba a O’Grady@wsj.com

Los tres Reyes Magos


Los tres Reyes Magos

Rubén Darío

-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!

-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!

-Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. Él es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.

-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.
Triunfa el amor y a su fiesta os convida.
¡Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida!