26 de mayo de 2012

21 SEGUNDOS DE ULTRAJE Y 90 MINUTOS DE FÚLBOL



21 segundos de ultraje
y 90 minutos de fútbol

Francisco Martínez

MADRID- No había ambiente prebélico en los alrededores del Vicente Calderón antes del comienzo de la final de Copa entre el Barcelona y el Athletic Club. Más bien todo lo contrario: las aficiones estaban hermanadas, juntas, mezcladas, justo un ejemplo de lo que tiene que ser la fiesta del fútbol español, la final de la Copa del Rey que se jugó ayer; justó lo que sucedió también después de que el árbitro pitara el comienzo del partido; y justo todo lo contrario de lo que sucedió unos instantes antes, mientras sonaba el Himno Nacional.

Pero, ¿hubo himno en el Vicente Calderón? La pregunta puede parecer estúpida, pero no lo es en absoluto. El himno sonó, pero no se escuchó. Por encima de él sonaban los pitos de la mayor parte de la afición de ambos equipos. Estaba previsto que durara 27 segundos, la versión corta, porque así lo dice la ley cuando no está el Rey –ayer acudió el Príncipe Felipe, que pasó un mal rato en el palco–, pero no llegó ni a ellos. Se quedó en 21 y fueron una eternidad para todas las personalidades que se citaron en el palco.

De poco sirvieron las medidas tomadas, los enormes altavoces que hacían temer por los oídos de los de la primera fila, los 100.000 vatios de potencia quedaron ahogados entre la protesta. Tampoco sirvió que la Policía requisara algunos pitos en la puerta del estadio. Se colaron muchos otros, muchos más de los que se quedaron fueran, y quien no pitaba mostraba su disconformidad con la boca. «No soy muy partidario de que se silbe», dijo en la previa Pep Guardiola, catalanista reconocido, pero persona educada. Los aficionados culés que tanto le idolatran no le siguieron en este apartado. El escenario de ayer era un campo de fútbol y en él se juega al fútbol y se deben respetar los himnos. No era el lugar. No era el Congreso o incluso la calle. Tampoco dieron ejemplo los políticos «calentando» el partido y «animando» a muchos de los indecisos a que silbaran, a que se unieran a la muchedumbre anónima que provocó que el himno fuera imposible de escuchar.

Porque daba la impresión de que algunos aficionados se tomaron la pitada como si fuera un simple juego. En las calles, los gritos de ánimo para ambos equipos mandaban. El himno era un tema que no existía. Apenas se vio en una pancarta: «Himnos y banderas, todos menos los excluyentes». Los leones y las camisetas con los nombres de Iniesta o Messi ganaban por mayoría a los peluches de elefantes que más de uno se llevo al estadio. La canción de «un elefante se balanceaba…» también se oía, mofa contra el Rey y su viaje a Botswana, pero mucho menos que el «Campeones, campeones» y clásicos como ese. Incluso a la entrada del estadio había una pequeña bandera de España colgada en una grada.

Entre los aficionados del Barça primaba la catalana y la estelada, por encima incluso de la azulgrana. La primera protesta llegó cuando el «speaker» dio la bienvenida a «la final de la Copa del Rey». Las actuaciones musicales dieron un breve descanso hasta el momento de la polémica. Lo primero que se gritó, una gran mayoría otra vez, fue en catalán «inde, independencia», mientras los jugadores saltaban al césped. Después llegaron los insultos a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, justo cuando se colocaban en fila. Y sonó el himno, acompañados de personas que daban la espalda al césped, de dedos corazón al aire y de algunos resignados, que también los hubo, que se mantenían en silencio.

En Mestalla, en 2009, en el mismo partido y con los mismos rivales, el himno duró 52 segundos y la pitada fue estrepitosa. La superaron los 21 segundos de ayer. Después comenzó el encuentro, el espectáculo futbolístico, que era de lo que se trataba, el disfrute de los seguidores del Barcelona, que en 25 minutos ya se metían el título en el bolsillo. Amagaron con aparecer los gritos de «independencia» y los insultos contra Esperanza Aguirre, pero los controles de Iniesta, la clase de Xavi y los goles podían más. También el «campeones, campeones» de los aficionados culés tras sumar en la «era Guardiola» su decimocuarto título de 19 posibles. Sí sonó y fue secundada la «canción del elefante» (llegó al cuarto elefante) mientras los seguidores del Athletic Club se venían abajo. Veían cómo se repetía la historia de 1977, año en el que perdieron la final de la Copa de la UEFA y la final de la Copa del Rey.

En la de ayer, antes de los noventa minutos de fútbol, hubo 21 segundos para la infamia. La pitada fue tan protagonista como el juego.
larazon.es

OBITUARIO


 Obituario


Ha fallecido la señora Gliceria Cabezas, madre amantísima de nuestro querido colaborador Carlos Cabezas, hasta quien, así como a los demás familiares,  hacemos llegar nuestra más sentida condolencia.

El velatorio tendrá lugar el lunes 28 de mayo de 6 pm a 11 pm.   en la funeraria Landmark del 4200 Hollywood Blvd. Hollywood, FL.  La Misa Funeral se llevará a cabo el martes 29 a las 9.30 am en la Iglesia Católica St. Stephen, 2000 South State Rd 7 (441), (En la division entre Hollywood y Miramar, por la 441 o State Road 7 y Pembroke Road), desde donde se partirá hasta el Vista Memorial Garden Cemetery, 14200 NW 57th Ave. Hialeah.


Descanse en la paz y la gloria del Señor la señora Gliceria Cabezas.

ACLARACIONES A UN EDITORIAL DE ESPACIO LAICAL

Aclaraciones

a un Editorial de “Espacio Laical”


 Antonio G. Rodiles y Alexis Jardines

El mas reciente editorial  de la revista Espacio Laical pone nuevamente en la mesa de debate varios puntos de vital importancia sobre el rumbo que debe tomar la transición cubana.

Primeramente, tenemos que decir que nos parece muy interesante que las circunstancias actuales empujen a los actores políticos a expresar públicamente sus posiciones. Se hace cada vez mas difícil actuar "en lo oscurito" en una era donde la información fluye y se filtra con tanta facilidad. Este es un hecho que sin dudas sorprende a quienes se acostumbraron a intervenir tras bambalinas.

Dentro del escenario actual tiene lugar un intenso cabildeo destinado a lograr un relajamiento de la política del gobierno de EE UU hacia el régimen de la Isla. Esta embestida ocurre a través de tres actores diferentes. El primero es el Gobierno cubano, el segundo, la jerarquía de la Iglesia Católica, y el tercero, algunos sectores del exilio. Aunque varios analistas señalan el hecho como una coincidencia de intereses, pensamos que resulta poco casual este frente de acción.

La preocupación de muchos activistas por el papel que está jugando la jerarquía eclesiástica en este ajedrez político ha ido acompañada de denuncias en diferentes medios de prensa. Estas recriminaciones jamás deben ser tomadas como un intento de golpear a la Iglesia cubana, como se desea hacer ver por ciertos grupos, sino como una llamada de alerta al papel que debe jugar esta institución y la preocupación de que pueda ser convertida en rehén de unos intereses particulares.

El editorial de Espacio Laical no solo ha salido a resarcir varios pasos en falso dados por miembros de su consejo editorial, sino también  "los tropiezos" del cardenal Jaime Ortega en su reciente viaje a EE UU. No debemos perder de vista que ya en días pasados el periódico Granma hacía una defensa del prelado, descalificando las críticas de sus detractores.

El reciente cabildeo tiene un perfil muy bien definido y va destinado a políticos opuestos al embargo, empresarios, grupos de estudio, universidades, entre los que sobresalen Brookings Institution, Council on Foreign Relations, Harvard University y CUNY. Curiosamente han desfilado por los mismos espacios personas ligadas a los tres sectores mencionados. Roberto Veiga, Jaime Ortega, Eusebio Leal, Arturo López Levy, Carlos Saladrigas son algunos de ellos.

Dentro de la Isla no podemos obviar el repudio que generó la conferencia sobre emigración cubana, realizada a principios de mayo y a puertas cerradas, y de la que fueron excluidos activistas católicos como Dagoberto Valdés y Oswaldo Payá, así como el académico Juan Antonio Blanco, actualmente residente en Miami,  a quién el gobierno cubano le anunció que no lo dejaría entrar.

En días recientes un grupo de académicos norteamericanos y cubanos, afiliados a las instituciones oficiales, se han pronunciado por la aplicación de medidas que flexibilicen las relaciones entre ambas naciones. En este escenario  aparece un nuevo grupo llamado CAFE, en el que sobresale Arturo López Levy, al que se le ve, no solo como parte del equipo de Espacio Laical, sino también de las campañas en favor de los cinco espías condenados en EE UU.

Resulta cuando menos sospechoso la sincronización de este frente: Iglesia Católica, Gobierno cubano y emigración complaciente.

Como explicó Carlos Saladrigas en su conferencia realizada en el centro Félix Varela, es casi imposible que se produzca un cambio de política de la administración Obama hacia la Isla en pleno año electoral. Sin embargo, es evidente que esta estrategia apunta a que se produzcan cambios en caso que el actual presidente fuera reelecto.

Como hemos referido anteriormente, el estado ruinoso del país y la incierta situación de Hugo Chávez, entre otros factores adversos, obligan a la elite gobernante a una búsqueda apresurada para solventar su transmutación y en especial garantizar el futuro de sus herederos. La pregunta es: ¿Cómo encaja Jaime Ortega en este plan?

En el editorial publicado por Espacio Laical hay varios aspectos a señalar. El primero que consideramos importante es el protagonismo político que le asigna a la Iglesia, afirmando que esta ha sido quien ha jugado el papel mas activo en la construcción de una visión global para los cambios en Cuba.

Lo que de plano ignora este editorial es que no es a la Iglesia a quien le corresponde construir una alternativa de nación, eso le toca a la sociedad civil. Por lo tanto resulta realmente sorprendente que este grupo desee ocultar el trabajo que por años han realizado tantos actores políticos, llegando a pagar con largas condenas y hasta con su vida el compromiso asumido con la democratización de la Isla. La constante referencia a su propia plataforma a título de solución única es, cuando menos, ofensiva. Pero esto no es todo. ¿Cómo decir que desde la oposición no hay un proyecto de nación? ¿Cómo asegurar que quienes reclaman el fin de una dictadura carecen de legitimidad?

También resulta curiosa la vehemencia con que el Cardenal ha asumido una tarea que le trasciende. Su papel cuando mas debe ser el de mediador, en caso de ganarse la confianza y el respeto de las partes en conflicto, y no como activista totalmente parcializado.

El editorial de Espacio Laical pretende obviar un hecho crucial e imposible de eludir y es que en nuestro país vivimos bajo una dictadura que ya cumplió 53 años. Dictadura que ha sido manejada por el mismo grupo desde aquel lejano 1959, dictadura que no admite renovación ninguna y que obliga a su reemplazo por una democracia
.
Otro de los argumentos manipuladores del editorial es el relacionado con las sanciones económicas impuestas por el gobierno de EE UU al Gobierno cubano. ¿Por qué tendríamos que repudiar que se sancione a un Gobierno que no manifiesta ningún interés en mejorar las condiciones de sus ciudadanos y en cambio no escatima recursos destinados al aparato represivo?

¿Por qué tendríamos que apoyar que el Gobierno incremente aún más sus deudas, sabiendo de antemano que ese dinero nunca se revertirá en un desarrollo integral del país? 

El tema del nacionalismo es otro punto curioso. ¿De qué soberanía hablan cuando la economía actual ha sido mantenida a través de las subvenciones externas y los cubanos hemos sido y seguimos siendo discriminados en nuestra propia tierra? 

Si bien, como plantea el editorial, en algún momento el Cardenal tuvo una actitud digna ante injusticias cometidas, ¿por qué no hemos escuchado nuevamente su voz ante las constantes violaciones de los derechos humanos en la Isla? ¿Dónde estuvo cuando el asesinato de los tres jóvenes después de una farsa judicial, cuando murieron Orlando Zapata Tamayo, Wilfredo Soto y Wilman Villar?

¿Dónde estuvo su voz de denuncia durante la ola de arrestos en la reciente visita del Papa a nuestro país? ¿Dónde está cuando se realizan los cotidianos y despreciables actos de repudio en la Cuba actual?

Tenemos que aclararles a los autores de ese texto que hablar sin contorsionismos de la realidad que se ha vivido y se vive en Cuba no es odio. Llamar asesinos a los responsables principales de la muerte de miles de cubanos no es prejuicio y mucho menos falta de inteligencia política.

La inteligencia implica un acercamiento certero a la realidad, y la realidad en Cuba ha sido y es cruda. Si bien el diálogo debe tener toda la prioridad como vía de solución a nuestro prolongado conflicto, la verdad no puede quedar a un lado si deseamos que ese diálogo sea creíble.

La reconciliación no es incompatible con la justicia. Todo lo contrario: para que exista reconciliación debe haber justicia. Eso sí, no una justicia que devenga en circo, sino una justica que respete la condición humana de cada individuo. Si la jerarquía eclesiástica habla tan a la ligera, y con una visión falsa de reconciliación, no se debe esperar otra cosa que el descrédito.

La Iglesia Católica pudiera estar llamada a jugar un papel trascendente en la transición; pero eso solo será posible si se gana el respeto y la confianza de todos aquellos que buscan una nación moderna y democrática.

diariodecuba.com

LA FIESTA DE LOS GALEONES


La fiesta de los galeones

Por Héctor Juárez Figueredo

Perdida entre la historia y el mito, en esa frontera indefinida entre el documento que no aparece destruido o que, sencillamente, nunca existió- y el recuerdo de los antepasados, está la Fiesta de los Galeones, ocurrida en 1515, en la aún verdaderamente marítima Santa María del Puerto del Príncipe. 

La historia de tal celebración, algo modificada, se fue repitiendo de padres a hijos, de abuelos a nietos, durante mas de tres siglos. Finalmente, y tenida como hecho cierto, tres Regidores del cabildo principeño la conservaron para la posteridad.

En 1841, el doctor don José de la Cruz y los licenciados don Manuel Castellanos y don Manuel de Jesús Arango Ramírez integraron una singular Comisión de Regidores. Su tarea, para que el cabildo cumpliera con una indicación del Gobernador y Capitán General de la Isla de cuba, consistía en redactar una compilación de datos históricos de El Príncipe -como también se le decía a nuestra ciudad- a fin  de que con ellos un reconocido historiador español, radicado en Cuba como funcionario colonial, hiciera un diccionario. 

Ni cortos ni perezosos, los Regidores se valieron de cuanto documento estuvo a su alcance, tanto la papelería oficial como los antiguos cronicones que muchas familias guardaban y actualizaban, así como de los siempre valiosos recuerdos de los ancianos.

Por suerte, además de entregar su trabajo a la máxima autoridad de la colonia, publicaron independientemente su crónica. En 1843, en La Habana y en la Imprenta de la Real Hacienda, apareció como folleto y, como era costumbre entonces, con un título terriblemente largo: "Apuntes para la historia de la Isla de Cuba correspondiente a la siempre fiel, muy noble y muy leal Santa María del Puerto del Príncipe". En esa obra, de acuerdo con la tradición, quedó plasmado el peculiar festejo que da título a este artículo.

La villa estaba aun en el puerto de El Príncipe (actual bahía de Nuevitas), donde justamente un año antes se había oficializado una población que tomó como Patrona a la virgen de la Candelaria. El poblado había tenido su origen en un asentamiento, quizás existente desde 1512 o 1513, habitado por un destacamento militar, varios labradores de la huerta del Rey (que proveía a los soldados de alimentos) y algunos colonos. Cuando hubo el número suficiente de vecinos, se constituyeron en villa, con lo que se independizaron de Baracoa, por entonces capital de Cuba. Y ahora, contemos sobre la Fiesta. 

Era el 2 de febrero de 1515. Aquel día se encontraban surtos en la bahía, frente a la villa de Santa María del Puerto del Príncipe, tres navíos. En realidad no eran galeones, sino una nave de gran porte, clasificada por los cronistas como un bergantín (aunque realmente debió tratarse del barco conocido como nao) y dos carabelas.

El calificativo galeones debió habérsele adjudicado a las embarcaciones participantes en el festejo mas tarde, después de la segunda mitad del siglo XVI cuando ya los verdaderos galeones surcaban el mar Caribe.

La mayor de las naves estaba al servicio del gobernador Diego Velázquez de Cuéllar. Había llegado con víveres y herramientas para los colonos y para recoger el oro que debía tributarse a la Corona de España. El precioso metal se trasladaría hacia Bayamo, donde un platero que regenteaba la Fundición Real transformaría pepitas y arena aurífera en los anhelados lingotes.

Los dos barcos menores estaban de tránsito, en busca de agua fresca, leña y provisiones de boca, entre las cuales estaba el necesario casabe, que sustituía al pan en las largas travesías.

Y como era el Día de la Candelaria, se celebró la festividad en la rústica parroquia. Al oficio divino acudieron vecinos, encabezados por las autoridades civiles y militares de la villa, soldados, viajeros que esperaban para continuar su ruta y la marinería que no estaba de servicio. Y al concluir la Santa Misa, los navíos hicieron varios disparos de bombardas (antiguos cañones de gran calibre) en salutación a la Virgen, razón por la cual la fecha pasó a la historia como Fiesta de los Galeones, los primeros festejos que se celebraron en nuestra amada ciudad de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey. 

Boletín Diocesano de Camagüey, Nº 68

FRASE DE SABIDURÍA

El perro del hortelano, que no come las berzas ni las deja comer a su amo

- Refrán

25 de mayo de 2012

PEDRO LUIS BOITEL, EL PODER DEL SÍMBOLO


 
Pedro Luis Boitel
El poder del símbolo


El presente escrito de Raúl Rivero fue publicado por CubaEncuentro en el aniversario de la muerte de Boitel en 2008. Sigue teniendo plena vigencia en todas sus partes, por eso se reproduce hoy en La Gaceta de Puerto Príncipe en la fecha del cuadragésimo aniversario de la desaparición física de este mártir de la libertad cubana. A su nombre se agregan hoy los de Orlando Zapata y una docena más de prisioneros de conciencia que decidieron inmolarse en gesto heroico de protesta y de impotente empeño por despertar conciencias de un mundo indiferente. [adg]

Raúl Rivero

Es una presencia inmaterial. Un nombre que aparece en todas las cárceles de Cuba desde hace 36 años: Pedro Luis Boitel. El santo y seña que usó en su vida de sólo 21 años el líder estudiantil muerto en la prisión de El Príncipe, tras una huelga de hambre, en mayo de 1972.

Había sido electo presidente de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería de la Universidad de la Habana y su enfrentamiento a la dictadura de Fulgencio Batista lo hizo salir al exilio en Venezuela.

A su regreso a Cuba, en 1959, volvió a la Universidad y, unos meses después, fue condenado a 10 años de cárcel porque ya había iniciado su lucha cívica contra la otra dictadura.

Por su rebeldía, por su posición vertical en las galeras y por la esencia misma del régimen, Boitel no fue puesto en libertad cuando cumplió la condena. Ese hecho y las condiciones en que viven los presos políticos, los malos tratos y el ensañamiento de los carceleros, lo llevaron a una huelga de hambre de 53 días y a la muerte.

Todas las generaciones de cubanos que han pasado por el presidio político han mirado y miran para aquella celda donde murió en silencio. Su figura es la fuerza de quienes tienen que pasar por esa franja del infierno. Su nombre tiene un significado para los prisioneros y otro para los verdugos.

Desde la década de los noventa, José Luis Pérez (Antúnez) y su familia, junto a otros prisioneros y ex prisioneros, fundaron la agrupación Presidio Político Pedro Luis Boitel.

Ahora, esa institución recuerda la muerte del líder estudiantil con campañas de homenaje y con trabajos de apoyo a los que siguen en las cárceles (más de 200 cubanos) en condiciones similares a las de los tiempos que tuvo que padecer Boitel.

A esta hora compleja en la que magos de cursos de emergentes, brigadas de simuladores rápidos y ciegos con espejuelos mandados a graduar en las ópticas del Partido Comunista, quieren mostrar un proceso de cambios a la fuerza, es importante no dejar de mirar de frente y seguir la vida diaria de los hombres y mujeres del Presidio Político Pedro Luis Boitel.

Ellos están cerca de quienes más sufren. De los demócratas que salieron a la calle sin disfraces a trabajar pacíficamente por los cambios esenciales y verdaderos. Ellos, que conocen muy bien el color, el olor, la inmensa noche de la cárcel, tienen que tener el respaldo permanente y la credibilidad intacta. Ellos están allí.

Las fechas puntuales y los aniversarios sirven para generalizar el recuerdo. Los presos políticos de Cuba tienen una relación diaria (sobre todo en momentos graves y peligrosos) con el joven dirigente cívico que el 25 de mayo de 1972 se quedó muerto en una celda.

Los carceleros y sus jefes conocen también el símbolo. No han visto su foto, ni han escuchado nunca el testimonio de Sara Abrahantes, la madre de Boitel. Pero ellos conocen el poder de su nombre.

Esta es una nota escrita para recordar a quienes el gobierno quiere que olvidemos: los presos políticos, la oposición interna, el Presidio Político Pedro Luis Boitel.

Una nota que pasa por la celda de Oscar Elías Biscet y por la de Víctor Rolando Arroyo. Por la de Adolfo Fernández Saínz y Normando Hernández. Por cada rincón de las 300 cárceles de la Isla donde todavía respiran esos hombres.

© cubaencuentro.com

DIATRIBAS CONTRA EL EXILIO EN LAS DECLARACIONES DE MARIELA CASTRO


Diatribas hacia el exilio 
en las declaraciones 
de Mariela Castro en California


 Mariela Castro,  hija del jefe del régimen cubano aprovechó su visita a Estados Unidos, autorizada inexplicablemente por el gobierno de Obama para asistir a una supuesta conferencia “científica”, para calificar a los exiliados como una pequeña «mafia de personas sin escrúpulos» y dijo que no se puede permitir que continúen manipulando y haciendo difícil el que Estados Unidos y Cuba puedan mantener relaciones abiertas.   

La sexóloga dijo además que la bloguera Yoani Sánchez era «una mercenaria pagada por el país que agrede a Cuba», en referencia a Estados Unidos, precisamente el país  que le ha dado la oportunidad  de proferir en su nación esas palabras insultantes  y de hacer propaganda del régimen despótico que encabeza su   padre. 

Se devela así el verdadero propósito de la visita. La infiltración comunista y de los emisarios de la tiranía castrista en Estados Unidos es cada vez mas ostensible y preocupante.
 

PINTURA DE WILFREDO LAM SE SUBASTA POR $4.5 MILLONES


 
Pintura de Wilfredo Lam

se subasta por 4.5 millones de dólares



“Idolo”, un lienzo del pintor cubano Wifredo Lam (1902-1982) inspirado en una deidad afrocubana, fue vendido este miércoles en $4.6 millones de dólares durante la tradicional subasta de arte latinoamericano de la casa Sotheby’s  en Nueva York. El precio exacto fue $4,562,500, sumando un 12 por ciento en impuestos por la transacción. El comprador fue un coleccionista suramericano, cuya identidad no fue revelada. Tampoco se reveló la identidad del vendedor.

La pieza de Lam no solo fue la mejor cotizada en la jornada, sino que también marcó un récord para una obra del célebre artista cubano. El precio mas alto pagado por una creación suya era de $2.1 millones, establecido en el 2006.

 El cuadro -realizado con óleo y carbón- está dedicado a Oyá, “divinidad del aire y de la muerte”, y fue realizado en 1944, luego de un viaje del pintor a Haití. Se trata de una recreación de los ritos afrocubanos y la vegetación tropical en una etapa de madurez del artista, quien un año antes había dado a conocer La Jungla, su obra de consagración.

Inicialmente se estimó un precio para esta obra entre $2 y $3 millones. Otros artistas latinoamericanos con altas cotizaciones fueron el brasileño Sergio Camargo, cuyo Homenaje a Fontana, de 1967, se vendió en  $1,5 millones de dólares; el hiperrealista chileno Claudio Bravo con Ad laudes ($1.1 millones); y el venezolano Jesús Rafael Soto, que vendió por $1.02 millón su espectacular Vibración Amarilla Y Blanca, realizada en 1960.


La gran decepción de la noche para Sotheby’s fue  con el cuadro Niña En Azul y Blanco (1939), del muralista mexicano Diego Rivera. La casa pedía entre $4 y $6 millones, pero los compradores no ofrecieron mas de $3.7 millones, y la pieza volvió a quedarse sin vender. Tampoco logró venderse Mujer de pie, una monumental escultura del colombiano Fernando Botero.

 Redacción CafeFuerte.com

SE ACERCA EL AMANECER


Se Acerca el Amanecer


Por el Rev. Martín N. Añorga


Estamos hoy los cubanos que andamos por tierras del mundo ajenas a la nuestra, celebrando nostálgicamente un nuevo 20 de mayo, fecha de glorias pasadas que se nos clavan en el alma como dardos punzantes. Recordar la libertad, sin tenerla, es echarle fuego de rebeldía al corazón.

Aquella mañana del martes 20 de mayo del año 1902 nuestro primer presidente, Don Tomás Estrada Palma, acompañado del vicepresidente Don Luis Estévez y Romero, esposo de la gran benefactora Marta Abreu, recibió de manos del general norteamericano Leonardo Wood, las riendas de la República cubana.

Han transcurrido 110 años de este histórico y trascendental suceso. Fue una experiencia única llena de alegría, solidaridad humana y profunda emoción popular. A nadie se le hubiera ocurrido pensar en esos momentos de euforia nacional en que los destinos de la patria naciente pudieran ser secuestrados medio siglo después por una banda de desalmados que hasta hoy ultrajan la historia y avasallan cruelmente al pueblo.


La patria nació en buenas manos. A pesar de que los traidores que la han ultrajado han querido reducir a la nada la figura venerable de Don Tomás Estrada Palma, aduciendo que fue impuesto como presidente por el "imperialismo norteamericano", lo cierto es que los méritos del primer mandatario de nuestra historia republicana son muchos, y documentados. Fue soldado en nuestras gestas independentistas, llegando a ocupar puestos de importancia, el más importante de estos, el de Presidente de la República de Cuba en Armas, cargo que declaró con firmeza ante el Coronel Pozo Viejo, que le había capturado en la batalla de "Las Tasajeras". Como prisionero, debido a la firmeza de su carácter y de sus convicciones fue víctima de excesivos rigores. Fue enviado en calidad de recluso "peligroso" al Castillo de Figueras, en Barcelona, hasta que fue liberado por acuerdos que se tomaron en el Pacto del Zanjón, a finales de la Guerra de los Diez Años.


De España se trasladó a Paris, posteriormente a los Estados Unidos y finalmente a Honduras, donde ejerció altas posiciones gubernamentales y se le recuerda actualmente con su efigie grabada en uno de los salones de las instalaciones de Correos de la ciudad de Tegucigalpa. En el pequeño y acogedor país centroamericano, Don Tomás Estrada Palma contrajo matrimonio con la dama Genoveva Guardiola, hija del Presidente de la República, Santos Guardiola.

Después de actividades diferentes, sin olvidar jamás su compromiso con Cuba, Estrada Palma se instaló en la remota ciudad norteamericana de Central Valley, donde ejerció una formidable carrera docente. Fue aquí donde José Martí fue a verle para pedirle que se incorporara a la Guerra de Independencia. Precisamente, después de la trágica muerte de Martí en Dos Ríos, Don Tomás fue designado Representante en el exterior de la República de Cuba en Armas, cargo desde el que le prestó extraordinarios servicios a los patriotas de la "guerra del 95" que culminó, con la adhesión de otros aportes, en la victoria final en contra del colonialismo español. Fue tanta su dimensión cívico-patriótica que el pueblo cubano lo escogió en las elecciones generales celebradas en el año 1901, como Presidente de la República. Su oponente fue el también héroe legendario de las luchas libertarias, Bartolomé Masó.

Es cierto que no fue fácil el tránsito de la colonia y de la posterior intervención norteamericana a la experiencia de la República; pero justo es reconocer que Cuba echó a andar sus primeros pasos con donaire y seguridad. Hubo problemas relacionados con la política y las decisiones de los gobernantes de turno; pero ya, a finales de la década de los 50, la República parecía internarse en un proceso de democracia respetada y de arraigada seguridad económica con logros que la igualaban a las naciones más prósperas del mundo. Fue, precisamente, en esos momentos de impresionante ascensión a un futuro conquistador, que en el escenario cubano apareció un desalmado aventurero que a título de revolucionario trastornó la paz, embaucó a las generaciones nuevas y se hizo protagonista de una leyenda creada por periodistas extranjeros, ingenuamente adoptada por la mayoría de los cubanos, víctimas de uno de los más perversos engaños de la historia.

A los 57 años de Cuba republicana, colapsó el sistema de gobierno establecido y empezaron los cambios abusivos y desordenados, llevados a cabo por pandilleros que mediante una cobarde y criminal guerra de guerrillas tomaron control de las Fuerzas Armadas y de los manejos totales del gobierno. Esto sucedió el primero de enero del 1959, y desde entonces, 53 años después, en Cuba sigue reinado la imposición de la tiranía más aterradora que haya sufrido pueblo en América.

Muchos se preguntan si después del infame asolamiento comunista, tendrá regreso la patria de Martí. Va a ser tarea difícil reivindicar la memoria de nuestros héroes vilipendiados, reedificar las instituciones, restaurar la vida civil, arrancar la venda de los ojos de los fanáticos y de los avasallados por el régimen y crear los cimientos que sustenten a la patria nueva. Será difícil; pero no imposible. Cuba estuvo 500 años bajo el férreo dominio de la metrópoli española, experimentó por casi siete años el tutelaje estadounidense, de muy fuerte influencia, y sin embargo, se levantó para convertirse en una nación fuerte y emprendedora. Y volverá a hacerlo.

En este nuevo 20 de mayo se vislumbran los rayos de la libertad. La hora va llegando en que abracemos a la patria que vuelve a nosotros. Esta caminata de más de 50 años la ha llenado de harapos y dolores; pero al mismo tiempo la ha alentado de esperanzas y de mañanas que conquistar.

Es famosa la frase del Generalísimo Máximo Gómez dicha al General José Miguel Gómez, cuando ambos observaban la multitud de cubanos que alborozados le ofrecían la bienvenida a la Cuba naciente. "Creo que hemos llegado", dijo el ilustre dominicano. Hoy repetimos la frase del legendario batallador: "¡Hemos llegado!". Claro que hemos llegado, Cuba regresa como el hijo pródigo, a los brazos de la libertad. Y seguros estamos, por lo que hemos aprendido y por lo que hemos sufrido, que el mañana será mucho mejor que el pasado.

Cuando ha desaparecido la libertad, queda un país, pero ya no hay patria, dijo Chateaubriand. Nuestro compromiso impostergable es el de reconquistar la libertad para el pleno disfrute de los que nos siguen en el camino de la vida.

Recordemos con unción las señeras palabras de nuestro Apóstol José Martí: "¡Mi patria está en tanta fosa abierta, en tanta gloria acabada, en tanto honor perdido y vendido! Ya yo no tengo patria hasta que la conquiste”.

¿Podemos seguir los cubanos del mundo de espaldas a una Cuba irredenta que nos pide a gritos su libertad? La respuesta la tiene cada hijo de la "tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto".
Remitido por Blanca DePriest