19 de marzo de 2016

Delia Fiallo, la cubana que detuvo una guerra

Delia Fiallo,
la cubana que detuvo una guerra

Marlene María Pérez Mateo
Secuencia: Esas si son cubanas

       La madre de la telenovela latinoamericana nació hace casi un siglo en la capital cubana. Su nombre, Delia Fiallo. Debido a la remota ubicación laboral de sus padres, un médico y una enfermera, vivió Delia buena parte de su infancia en  poblaciones diversas  y colindantes de los ferrocarriles cubanos. Fue ese entorno cambiante la génesis de una necesidad de fantasear y crear historias donde los rostros fugaces de los pasajeros y el ir y venir de los trenes fueron el hilo protagónico. Esta ingenuidad fue sin quererlo y sin saberlo un gran entrenamiento para su devenir profesional futuro.

       Delia se licenció y doctoró en Filosofía y Letras, en la Universidad de La Habana, en 1948. Aunque sus inicios como escritora fueron en la narrativa corta, llegando a ser ganadora del concurso de cuento  Hernández Cata, fue  lo contrario, “La narrativa larga”, por la cual ha sido conocida.

        La primera radionovela de su autoría fue Soraya, 1957. De sus manos nacieron Lucecita, Cristal, Kassandra, Esmeralda, México Indómito (sobre el contexto histórico mexicano de la ocupación francesa) y muchas otras. Todas ellas con la estructura del melodrama y el romance como conductor del relato.                                           

 
          Aunque mucho se pudiera decir de Delia y del medio que le ha dado a conocer, quisiera fijar la atención y focalizar este recuento en un hecho bélico por increíble que parezca en medio de tanto quehacer  amoroso. Se trató de la trágica confrontación entre 1992 a 1995, el conflicto armado entre Bosnia  y Herzegovina, cuyos ecos y consecuencias aun se escuchan.  Por entonces se trasmitía la telenovela Kassandra en la ex-Yugoslavia y a las horas de emisión las armas cesaban. Los pobladores enfrentados, cruzaban las montanas y en localizaciones previamente notificadas se daban cita para oralmente contar cuando de uno u otro lado de la frontera había un par de capítulos mas adelante de emisión. La OTAN, aceptó como gesto de buena voluntad restaurar la sede de la emisora televisiva, previamente destruida por un bombardeo aéreo, por el intermedio de la cancillería venezolana. De ese modo la telenovela proseguiría con sus capítulos. Kassandra ha sido trasmitida en 182 países, incluido el remoto Japón y está por dicha razón inscrita en los Record Guines.  

Junto a su esposo Bernardo Pacual
        Delia Fiallo radica actualmente en el estado de Florida, con su esposo Bernardo Pascual, ex director de Radio, sus cinco hijos y trece nietos. Continúa enfrascada en nuevos proyectos.

       Ojala existieran muchas “Kasandras”, que siendo una simple novela logro acallar fusiles y desactivar bombas, por tener el detonador en lo bueno del  ser humano. Enhorabuena a Delia por este hecho fortuito y por todo lo demás.                 

15 de marzo de 2016

Las Rutas de la Seda

 
La ruta de la seda,
-aspectos históricos culturales-
 
Alfredo Pastor Ugena

La Ruta de la seda estaba estructurada por una red de rutas comerciales entre Europa y Asia que se extendía entre Xian, en China, Antioquía y Constantinopla y que llegaba hasta los reinos de la zona occidental de Europa.

Fue una de las grandes rutas comerciales de tipo internacional e intercontinental de todos los tiempos, a través de la cual se intercambiaron, no sólo productos de uso y  consumo (telas de lana o de lino, ámbar, marfil, laca, especias, vidrio,    materiales manufacturados, coral,  y, especialmente, de lujo -como la seda, las piedras y metales preciosos- sino también se produjo un intercambio de culturas: ideas, costumbres, idiomas, pensamientos o religiones como el budismo o el islamismo, penetrando a través de este tejido de caminos, también  las doctrinas de Confucio, Mahoma y Jesucristo

Este conjunto de caminos, que  antiguamente unía Asia con Europa, -no olvidemos su importancia militar- estaba integrada por ciudades de China, Uzbekistán, (aquí destacamos Tashkent, Samarcanda, Bujara y Jiva), Turkmenistán, Turquía, Irán e Irak.  

El aspecto más importante del entramado comercial de esta ruta es el papel de intermediarios que ejercían los comerciantes islámicos.   Éstos, conscientes de los beneficios económicos que dejaba este trasiego comercial, no permitieron la entrada de comerciantes europeos o asiáticos en la ruta, convirtiéndose en los elementos que hacían funcionar el sistema. Las caravanas procedentes de Siria y Mesopotamia cruzaban todo el continente asiático para adquirir -a bajo precio- los productos que después venderían a precios desorbitados a los comerciantes o intermediarios europeos. Para ello, las caravanas hacían uso de una red de albergues llamados caravanzarays para pernoctar, protegerse y proveerse.

Por un lado el Islam -“el gran agente comercial de la ruta de la seda”- se enriqueció  y estructuró con diversos monopolios comerciales la base de su economía de forma desproporcionada,  haciendo dependiente a Europa de un conjunto de productos insustituibles por los que se pagaron ingentes cantidades de dinero. Durante mucho tiempo no hubo vías ni productos alternativos que rompieran la monopolización islámica.

Rutas comerciales  e inmensos corredores  de transporte diseñaron este magno espacio económico estructurado en un inmenso tejido de intercambios (culturales, religiosos y económicos) que comenzaban en China y terminaban en Roma, desde mediados del siglo II a de C. hasta finales del siglo XV, en que fue posible encontrar nuevos caminos para el comercio en el mar: caminos más baratos, seguros y más abiertos a todas las direcciones. Desde entonces Asia central pasó a un segundo plano neoeconómico con poco atractivo para tales menesteres.

 Los eslabones más sólidos de esta cadena  eran los que enlazaban a Turquía con Siria, a Irak con Persia, al Cáucaso con las fronteras de la India y China. Los centros comerciales en los que se realizaban las primeras y las últimas  transacciones, dependiendo si se avanzaba hacia Changan (actual Xian), en China, o hacia el Caspio.

Eran las ciudades próximas al valle de Fergana (Fergana es la región más fértil y poblada de toda el Asia Central, atravesada por los ríos Naryn y Kara Darya), entre las que destacamos  las anteriormente mencionadas Bujara, Jiva y Samarcanda, las que tuvieron un protagonismo importante en esta ruta de la seda. O también las situadas en el inhóspito desierto de Tala-Makan, comoKashgar, Yarkant y Hotan, en las que por imperativo del clima los comerciantes se tenían que detener obligatoriamente.

Los tres caminos principales que se estructuraron fueron los siguientes: La ruta más meridional, que circulaba por el sur del mar Caspio; otra ruta que venía desde Rusia por el Volga y el Caspio y la vía intermedia que cruzaba los mares Negro y Caspio prosiguiendo hasta Bujara y Samarcanda.

Los recorridos de las caravanas eran casi siempre los mismos y predominaban los de cercanías, es decir cada transportista se especializaba  en determinados trayectos hasta enlazar con otros que llenaban la ruta siguiente diseñándose así el tejido comercial.

Varios ingredientes fueron necesarios para que progresaran los intercambios y las relaciones comerciales: la validez de los contratos, la estabilidad política, el lucro, la prosperidad del comercio y la demanda de los productos comercializados.

China exportaba  seda, cerámica, jade, objetos de bronce y pieles que cambiaban por los procedentes de Ucrania y el Cáucaso. A Xian llegaban diversos productos agrícolas desconocidos hasta entonces: uvas, el vino, la alfalfa, cristalerías de Venecia, pieles, marfil, oro, piedras y metales preciosos, como he indicado anteriormente.

Como ya se ha apuntado anteriormente, a partir del siglo XV, con el auge de la navegación y las nuevas rutas marítimas comerciales, así como el apogeo de los Imperios árabe, mongol y turco,     fue languideciendo lentamente la importancia de la Ruta de la Seda como principal arteria comercial entre Oriente y Occidente, y algunas de las más florecientes e imponentes ciudades a lo largo de su recorrido fueron perdiendo importancia e influencia. 

Un país vamos a destacar en esta ruta de la seda: Uzbekistán.  Un espacio geográfico de sol y desiertos, pero también de valles fértiles y antiguas ciudades. El origen de sus ciudades se remonta al imperio Persa, cuando los antiguos pueblos nómadas comenzaron a asentarse en sus bellísimas ciudades de Samarcanda, Bajara o Jiva (patrimonio de la Humanidad). Estas ciudades fueron un punto de paso obligado para los comerciantes que recorrían la Ruta de la Seda. Su importancia se percibe en la belleza de sus monumentos, de estilo islámico como los abundantes minaretes, mausoleos, madrazas y mezquitas, especialmente durante la época de Tamerlán y sus sucesores.
Revista La Alcazaba. España

14 de marzo de 2016

La Habana de la que no se enterará Obama


LA HABANA
(De la que no se enterará Obama)

(Advertimos del lenguaje crudo en el contenido)

IVÁN GARCÍA
Especial / EFE / 02 de Marzo de 2016

La Habana se convierte en un baño público por falta de servicios. Tras 57 años de involución y supervivencia, los capitalinos tratan de vivir el día a día, mientras optan por mirar al otro lado para ignorar la realidad

Mientras hace la cola para pagar la factura del teléfono, Yordanka, una mulata regordeta que fuma sin cesar, le cuenta a una amiga que su familia hace las necesidades en bolsas de nailon y luego las botan en un contenedor de basura.

-“Mi’ja, el baño hay que descargarlo a cubos y el agua no nos alcanza”. Y sin un ápice de vergüenza abunda en detalles: -“Todas las semanas mi marido o yo compramos 20 o 30 bolsas de nailon. Hacemos nuestras necesidades y luego, pum, las tiramos al latón de basura de la esquina. Estábamos pensando comprar un tibor, pues de verdad que es incómodo ensuciar dentro de un nailon, tienes que tener tremenda puntería”, cuenta jovial, como si fuese un chiste en un festival del humor.

Su amiga, lejos de reprocharla, aporta más leña al fuego. -“Niña, si yo se lo digo a mis dos hijos varones. Después de las 9 de la noche orinen por el balcón de la casa p’afuera, porque hay que ahorrar agua”.

Y no son historias aisladas. Después que terminan los conciertos bailables organizados por instituciones culturales, a golpe de cerveza y reguetón, es habitual observar a mujeres y hombres orinando en cualquier recodo.

-“Cuando terminan las pachangas en la Plaza Roja, en el barrio de La Víbora, al día siguiente tengo que limpiar el portal y la escalera. Amanece llena de orine y mierda”, apunta Rafael, quien reside en la planta baja de un edificio de apartamento cercano al lugar.

El café Pain de Paris, situado en la ruidosa Calzada de 10 de Octubre, y donde antaño ofertaban dulces y panes franceses, se ha transformado en un bar. La administración habilitó un baño, pero después que se robaran piezas y herrajes, lo cerraron al público. Ahora los parroquianos orinan a un costado del café, en plena vía pública. -“Es que la cerveza da muchas ganas de orinar”. 

-“Pura, mire para otro lado”, le dice un joven a una señora que camina por la Calzada. Según las normas de las empresas gastronómicas estatales, las cafeterías y bares que expenden cervezas deben tener baños para los clientes. Pero eso es letra muerta.

-“Ellos (el Gobierno) exigen mucho, pero pagan poco y no nos dan recursos para poder reparar el baño. Si no vendemos cerveza no cumplimos el plan de venta mensual y dejamos de ganar dinero”, confiesa un administrador de una mugrienta pizzería estatal.

Después de que en 2010 el régimen de Raúl Castro ampliara las licencias del trabajo por cuenta propia, varios locales clausurados han sido rescatados como baños públicos regentados por privados. Pero son insuficientes y la higiene es espantosa. Son atendidos por mujeres y hombres jubilados, que reciben lo justo para comprar viandas, carne de cerdo y pan de corteza dura.

-“Los cuidadores de baños cobramos un peso por orinar y tres por ensuciar (defecar). Es que luego tenemos que acarrear más cubos de agua para descargar. Nos buscamos de 40 a 60 pesos diarios. Yo pago 100 pesos mensuales de impuestos”, expone Celia, una anciana delgada y encorvada que cuida un baño público en la calle Monte.

En restaurantes y cafeterías de primera, los encargados de cuidar baños tienen aromatizantes y muestras de perfumes. En una pequeña cesta a la entrada, las personas depositan monedas en pesos convertibles.

-“He tenido noches de reunir hasta 15 chavitos (alrededor de 17 dólares). Pero tengo que estar alerta, pues los clientes, aunque parezcan educados y decentes, si pueden, cargan con la taza del inodoro y el lavamanos”, acota Elsa, empleada en el Barrio Chino, en el corazón de la capital.

En un retrete plástico de azul desteñido en la Avenida del Puerto, al octogenario Osvaldo le fue bien mientras estuvieron abiertos tres bares aledaños. -“Pero con la jodedera de hacer un puerto para ferries y cruceros, quitaron los bares y ya nadie viene a mear aquí. Descargaba con una lata grande vacía de mermelada de guayaba, que tenía amarrada a una soga, la tiraba al mar y con el agua de la bahía mantenía el retrete descargado y limpio. Pero como la cosa se puso mala y tengo artrosis, me fui pa’l carajo”.

Desde el pasado lunes 22 de febrero la autocracia verde olivo de Raúl Castro desplegó un intenso operativo para combatir al mosquito Aedes Aegypty, los salideros de agua y la mugre que invade La Habana. En San Lázaro y Vista Alegre, detrás de la Iglesia de los Padres Pasionistas, en 10 de Octubre, a las dos horas de haber recogido escombros y desechos sólidos, los vecinos volvieron a llenar de tarecos el solar yermo.

-“Es que ya la gente está acostumbrada a vivir rodeada de basura y se pasan por el fondillo las normas de convivencia. Y no les digas nada, porque entonces te quieren comer vivo”, señala Marta, residente del lugar.

Tampoco las instituciones del Estado ayudan. En las avenidas y calles concurridas apenas existen cestos donde echar papeles, cucuruchos de maní vacíos o latas vacías de refrescos y cervezas.

El respeto por las normas de urbanidad es algo que los cubanos no se toman muy en serio. En cualquier esquina hay grupos de personas bebiendo como corsarios y los conductores de vehículos en cualquier lugar se detienen y se toman un par de cervezas antes de seguir su camino.

Ciudadanos indolentes rompen teléfonos públicos, rayan los ómnibus o escriben en las paredes citas amorosas de mal gusto. En su estrambótica guerrilla urbana, a su paso, desbaratan objetos situados en parques y calles, incluidos monumentos.

-“Quizás sea una manera inconsciente de demostrar su apatía hacia el gobierno. Nunca levantan la voz o convocan una huelga por ganar bajos salarios. Lo suyo es disparar ráfagas de vulgaridades. Donde quiera y contra cualquiera”, alega Carlos, sociólogo.  Y La Habana paga las culpas. 

13 de marzo de 2016

Ayúdame a mirar como Tu, Señor















Ayúdame a mirar como Tu, Señor:
A no dejarme llevar por mis juicios,
interesados, duros y  excesivamente crueles.
A observar, no tanto los aspectos negativos,
cuanto la bondad y lo noble de los que me rodean.

A no conspirar ni levantar castillos
en las ruinas sufrientes de tantos hermanos.
A no señalar defectos e historias pasadas
que, entre otras cosas,
sólo sirven para causar sensación o daño

A ser prudente, como Tu lo fuiste
con aquella mujer, que adulterada en su vida,
comenzó otra vida nueva
ante tu forma de mirarle y corregirle.

A ver el lado bueno de las personas.
A no recrearme con el sufrimiento ajeno.
A no ser altavoz de calumnias y mentiras.
A ser humano y no jugar a ser juez

A no manipular ni airear
las cruces de las personas que las soportan.
A no enjuiciar ni condenar
los defectos de tantos próximos a mi vida.
A no hacer estandarte ni burla
de los que están hundidos en sus miserias.

Ayúdame a mirar como Tu, Señor,
para que frente a la mentira, reine la verdad,
para que frente a la condena, brille tu misericordia,
para que frente a la burla, salga la comprensión,
Para que frente a la humillación, despunte la bondad.
Javier Leoz, betania.es
Reflexión para el 5º Domingo de Cuaresma