Está reconocido en la actualidad como uno de las frutas tropicales más exquisitas. Hay mil variedades, pero mi favorito es el mango de tamaño grande, cáscara verdosa que se torna roja como una manzana al madurar y con una dulce y sabrosa pulpa amarilla..
Propiedades nutritivas: es una fruta muy nutritiva por su riqueza en energía en forma de carbohidratos, vitamina C, betacarotenos, vitaminas B1, B6, B3, potasio, calcio, fósforo, hierro; siendo su característica principal la gran cantidad de agua contenida en cada una de sus variedades.
Propiedades medicinales: Es una fruta protectora de las encías y de la piel. Su fibra caliente con miel es un buen expectorante para catarros.
Aviso:
No guardar en el refrigerador; se estropea.
Para madurar el mango envuélvalo en un periódico
a temperatura ambiente.
Es una de las frutas de la familia de las Anacardiáceas, especie Mangifera indica, proveniente del noroeste de la India –donde su árbol se le considera que tiene propiedades sagradas- y propagándose rápidamente por toda Asia logró cultivarse desde la Indonesia, Egipto e Israel hasta Hawai.
De igual modo los españoles introdujeron ese cultivo a sus colonias tropicales por medio del tráfico entre las Filipinas y la costa oeste de México por los siglos XV y XVI; y de ahí fueron llevados a California alrededor del 1880. Se supone que la primera plantación permanente en Florida data del 1861.
El árbol puede alcanzar hasta 30 m de altura; tronco recto, cilíndrico y de 75-100 cm de diámetro; corteza con ciertas grietas o surcos reticulados. Las flores polígamas se producen en las cimas o en la últimas ramitas de la inflorescencia y son de color verde-amarillento. El mango cuelga en racimo, de un mismo tallo.
La ciudad de Petra existía ya mucho antes del advenimiento de la Edad Moderna. Lo que queda de ella está localizado muy cerca del Mar Muerto, en el actual territorio de Jordania. Su nombre procede del griego y significa “piedra”.
Primeramente fue asentamiento de los edomitas, que le dieron a la ciudad su primer nombre “Edom” y que aparecen mencionados varias veces en el Antiguo Testamento como enemigos de Israel, hasta que fueron desalojados de la ciudad por los natabeos, pueblo nómada árabe de astutos comerciantes. La ciudad estaba enclavada en la encrucijada de importantes rutas comerciales transitadas por continuas caravanas entre Damasco (hoy Siria) y la península Arábica, las que debían pagar en mercancía a los natabeos por el uso de esas rutas.
Lo que se admira hoy en Petra es la huella que dejaron pueblos posteriores y, sobre todo, el bello color de sus piedras, que ha dotado a estas ruinas de una belleza increíble que le ha valido el nombre de “la ciudad rosa”.
Los romanos, en su continua expansión, ocuparon Petra en el año 64 aC. Tres siglos después Constantino creo el Imperio Romano de Oriente, en el que se incluyó a Petra y a toda su región, que conservaron su importancia. Petra llegó a ser sede de una arquidiócesis bizantina. Se demolieron edificios antiguos y en su lugar se levantaron espléndidas construcciones e iglesias de estilos greco-romano y bizantino.
Dos terribles terremotos determinaron el ocaso de Petra. Uno en el año 363 destruyó gran parte de la ciudad, del cual sólo se pudo recuperar parcialmente. El segundo terremoto ocurrió en el año 551 y fue aún más fuerte que el primero. La acción demoledora de esos dos sismos, unida a la disminución del habitual tráfico comercial de las caravanas, fueron causa de la desaparición de la ciudad. Sus ruinas fueron quedando en el olvido durante diecisiete siglos hasta que en la Edad Media comenzó a ser redescubierta.
A partir de entonces se iniciaron las excavaciones y fueron aflorando tumbas y paredes de edificios. Entre los mejor conservados, labrados en la misma roca del valle, están los conocidos edificios de “La Tesorería” y el “Templo de los Leones Alados”. Otra de las majestuosas construcciones es el Ed-Deir, que podemos traducir como el Monasterio. Se puede transitar también entre imponentes farallones a través de una calle pavimentada que fue el “cardo máximo”, la vía principal de Petra durante la dominación romana.
Petra fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1965 y el escenario natural para muchas escenas exteriores de la película “Indiana Jones y la Última Cruzada”, (1989).
Ana Dolores García, 2007 Foto: Google
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Gratia Plena (de La Amada Inmóvil)
Amado Nervo
Todo en ella encantaba, todo en ella atraía su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar... El ingenio de Francia de su boca fluía. Era llena de gracia, como el Avemaría. ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!
Ingenua como el agua, diáfana como el día, rubia y nevada como Margarita sin par, el influjo de su alma celeste amanecía... Era llena de gracia, como el Avemaría. ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!
Cierta dulce y amable dignidad la investía de no sé qué prestigio lejano y singular. Más que muchas princesas, princesa parecía: era llena de gracia como el Avemaría. ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!
Yo gocé del privilegio de encontrarla en mi vía dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar y cadencias arcanas halló mi poesía. Era llena de gracia como el Avemaría. ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!
¡Cuánto, cuánto la quise! ¡Por diez años fue mía; pero flores tan bellas nunca pueden durar! ¡Era llena de gracia, como el Avemaría, y a la Fuente de gracia, de donde procedía, se volvió... como gota que se vuelve a la mar!
Amado Nervo, Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, nacido en México en 1870 y fallecido en Montevideo, Uruguay, en 1919. Poeta, periodista, diplomático y también autor de novelas y ensayos. Se le encasilla en el modernismo por el misticismo y tristeza de sus versos, dotados de gran ritmo y candencia. Su más conocida inspiración son los poemas que forman «La Amada Inmóvil», escritos en 1912 y publicados póstumamente. Fueron inspirados por la muerte del gran amor de su vida, Ana Cecilia Daillez. Su cadáver fue trasladado a México y hoy reposa en el Panteón de los Hombres Ilustres de ese país.
Foto: Google
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Frases de sabiduría
No culpen al César, culpen al pueblo de Roma que tan entusiásticamente lo ha aclamado y adorado y se ha regocijado con la pérdida de su libertad y ha ofrecido en su honor procesiones triunfales. Culpen al pueblo que lo aclama cuando habla en el Foro sobre la «nueva y maravillosa sociedad» que será Roma, y que se interpreta como «más dinero, más facilidades, más seguridad y mejor vida a expensas del que trabaja.»
Marcus Tullius Cicero (106-43 a.C.) __________________________________
La tradición infantil del «Trick or treat», es una de las facetas que nos ofrece la celebración del «Halloween». Es cosa muy curiosa ver cómo se han ido transformando a través de los siglos estas celebraciones en fechas que comparten paganismo y cristianismo. Primera contradicción: la palabra «halloween», es una derivación del antiguo «all hallow´s eve», «víspera de todos los santos», lo cual nos lleva a pensar que la fecha cristiana antecede a la pagana por haber servido para darle nombre.
El nombre evidentemente surgió después, pero el verdadero significado de la celebración del Halloween hay que ir a buscarlo mucho más atrás, mucho antes de que la Iglesia comenzara a celebrar su festividad de Todos los Santos, precisamente para contraponerla a la costumbre pagana de los celtas que se extendía por Europa.
Aunque el nombre de «Halloween» lo sugiriera, la fecha tampoco es en si un culto precisamente a los «santos» sino, al contrario, se le identifica como día de brujas y es una de las fechas más importantes del año para los seguidores del culto satánico.
El «trick or treat» de nuestros días resulta ser una simple inocentada derivada de costumbres ancestrales a las que se les ha dado una pátina suavizante. Aún en los últimos años se viene notando un necesario y paulatino abandono de la costumbre, sustituyéndola por celebraciones en las escuelas que no ofrezcan peligro a los niños y que van compartiendo el sentido festivo con visitas limitadas a las casas del barrio, prudentemente acompañados por alguna persona mayor.
No siempre fue así. El origen específico de la costumbre del «trick or treat» se nos relata en versiones distintas.
Algunos lo sitúan durante las primeras celebraciones de Todos los Santos en la Gran Bretaña, cuando no eran niños, sino mendigos o pobres quienes pedían «soulcakes» a cambio de la promesa de orar por los difuntos de los donantes. Con el paso del tiempo, los niños sustituyeron a los mendigos yendo de casa en casa y aceptando manzanas, dulces y hasta dinero.
Otros también sitúan el origen en Inglaterra, pero de modo diferente. Señalan que todo comenzó con la persecución que los protestantes ejercieron contra los católicos durante los siglos XVI y XVII. Explican que al ser descubierto un plan de esos últimos para asesinar al Rey James I, (1605), los luteranos se entregaron a una fiesta de carácter burlesco. Cubrieron sus rostros con máscaras lúgubres, y visitaban las casas de los católicos exigiendo cerveza y pasteles para celebrar la captura de Guy Fawkers, uno de los complotados que había delatado toda la trama del atentado. Los defensores de este origen sostienen también que la costumbre del «Día de Guy Fawkers» llegó a América con los primeros colonos que cambiaron la fecha para el 31 de octubre y la unieron a la celebración del Halloween.
Es difícil de aceptar esta ultima teoría, por cuanto la celebración del «trick or treat» no se hizo realmente popular en Estados Unidos hasta el comienzo del siglo XX. Y es en 1934 cuando aparece la primera constancia impresa en un periódico de Oregon. La práctica se ha extendido desde entonces y, tal vez imitando las lúgubres máscaras de los luteranos ingleses, proliferan los disfraces monstruosos.
Ana Dolores García Ilustración: Google
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Estafa en la Embajada
Leonel Alberto Pérez Belette LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org)
Muchas personas que acuden diariamente al consulado español son víctimas de extorsiones y estafas, obviamente toleradas, y aparentemente promovidas, por las autoridades cubanas.
A la una de la tarde la algarabía se torna insoportable a un costado del parque frente al museo Memorial Granma, en La Habana Vieja. Un centenar de personas se aglomeran en ese lugar para ratificar, una y otra vez, sus puestos en la lista, con el propósito de realizar trámites en el consulado español. Los interesados deben esperar durante varias jornadas antes de ingresar en la sede diplomática. Soportar el calor, las trabas y los enredos provoca que los ánimos se caldeen. Los más afectados son los que vienen de otras provincias.
La lista de espera para ingresar a la sede es controlada por algunos personajes, vecinos de la zona con reconocidos vínculos gubernamentales, los cuales no acuden al lugar para realizar diligencia alguna, sino para lucrar.
Algunos de los presentes me cuentan que los organizadores de la fila les habían pedido, por separado, determinadas sumas de dinero a cambio de ser atendidos en el día. Pude comprobarlo. Las sumas cobradas varían en dependencia de las gestiones a realizar. Entrar a recoger un pasaporte puede costar entre 15 y 30 pesos convertibles. Si se tiene en cuenta la gran cantidad de personas que acuden al lugar, es fácil imaginar las enormes ganancias que tienen los timadores.
Es imposible que tal actividad pase inadvertida para la policía, ya que se desarrolla ante la vista de decenas de uniformados y varias cámaras de vigilancia de la guarnición del Museo de la Revolución, de los cuerpos de protección del hotel Sevilla y de importantes centros laborales contiguos.
Curiosamente, argumentando el gran aumento de público, los guardias cubanos encargados de la seguridad de la embajada, desde hace unos meses exigen a los asistentes situarse bien lejos del edificio de la embajada. Como consecuencia, los hechos descritos ocurren a más de 200 metros de la entrada y quedan fuera del alcance de las cámaras que operan las autoridades españolas.
Hasta el momento ha sido imposible conocer la opinión de los funcionarios ibéricos. Y los maleantes siguen lucrando impunemente con la inocencia y desesperación de los cubanos, que ven en el pasaporte español su tabla de salvación.
Antiguamente, en los distintos reinos de la España que iba a ser, los sistemas de medidas eran deficientes e irregulares. Una de las medidas de capacidad más usadas era la «cuba», recipiente cilíndrico de madera en la que se almacenaban líquidos, ya fuera agua, vino, aceite, etc. Estas «cubas» eran fabricadas por «cuberos», (del latín «cuparius»), los que tenían a su cargo la labor de unir las piezas de madera con listones de hierro u otro metal.
Las medidas de las «cubas» no eran exactamente iguales, pues dependían siempre de la pericia del cubero y de su buen tino en ceñirse al tamaño señalado por las normas dictadas en cada reino o territorio feudal.
Cuando se quería medir la capacidad de una cuba sin vaciarla, se recurría a la opinión de un cubero… Ese ha sido el origen de la frase o locución adverbial «a ojo de buen cubero» es decir, medida imprecisa, estimada, a bulto, aproximada.
Y de aquellas «cubas» se derivaron etimológicamente los «cubos» de los cubanos, que preferimos llamar así a los baldes.
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El Cementerio
Bertha Porro García
Yo viví siempre muy cerca del tranquilo cementerio, que allá en la tierra querida recibía a nuestros muertos. ¡De la puerta de mi casa yo veía el cementerio!
Me acostumbré desde niña, a ver pasar los entierros y visitaba, a menudo, aquel lugar, de paz lleno, en el cual pensé que un día reposarían mis restos.
Allí bebía yo la historia completa del pueblo entero: LEYENDO DE TUMBA EN TUMBA los epitafios sinceros. ¡Cuántas veces sentí paz, y jamás sentí yo miedo!
Pero un ciclón devastante me arrebató de mi pueblo y ya no puedo mirar los blancos mármoles viejos que tanta calma traían a mi espíritu andariego.
Yo nunca debí partir con las raíces que tengo, tan hondamente clavadas, en la tierra de mi pueblo. ¡Allí yo quiero, Señor, vuelvan al polvo mis huesos!
Cuando mi sien ya no lata y ya esté mi cuerpo yerto, que me entierren, bien profundo, en mi viejo cementerio. Así, mi carne podrida, fecundará, aún más, su suelo.
Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma.
George Bernard Shaw (1856-1950) Escritor irlandés __________________________________
29 de octubre de 2009
. .Opiniones
El Libro de Juanita Castro
Nicolás Pérez, El Nuevo Herald, 28 de octubre, 2009
No escribo sobre la clandestinidad o la cárcel por dos razones: la primera, que cuando pretendo buscar las versiones de mis compañeros sobre un hecho determinado, como en la novela Rashomon, todos me dan versiones diferentes de una misma realidad. La segunda, porque cuando intento escribir de lucha armada o cárcel me entra una ansiedad y una indignación que nunca me permite pasar de la primera página. Hoy voy a hacer la excepción y tocar el tema muy superficialmente, porque es de actualidad.
Se ha hablado hasta el cansancio del embrujo que ejerce Fidel Castro sobre Gabriel García Márquez, pero se calla la fascinación que despierta en este exilio de Miami, donde programas de radio y televisión, y noticieros, dan constantemente detalles ridículos de la vida de Fidel Castro y sus hijos.
Aquí todos ignoran qué fue la conspiración del 30 de agosto. Ese día fusilaron en toda Cuba a 400 personas; ¿cuántas personas menores de 50 años en Miami habían escuchado esta historia? No obstante, todos saben a través de ciertos programas de televisión que el cocinero de Fidel se llama Erasmo, que ``la compañera Dalia'' es más mujer que madre, y que Adalys, que sufrió de una bacteria en un riñón, es la nieta favorita del dictador.
Infinidad ignoran en Miami que en una causa que se llamó ``la de los Mil Doce'', se juzgaron a 1,012 personas, fusilaron a 1,000 y a los 12 sobrevivientes, que vivían en un estado de pánico y estupor, los conocí al final de Isla de Pinos en la cárcel de Agüica. Esto nadie lo sabe, sin embargo aquí Juana y su hermana murmuran sobre la saga de Dashiel Torralba, la prometida de Antonio Castro, y si en la casa de Fidel se come con vino y se sirve a la rusa, si hay dos guacamayos en una jaula en el patio, regalo de Hugo Chávez, y si Rebeca es la esposa de Alexis.
También el vecino menos informado de Hialeah te confirma que el quinto hijo de la pareja real del dictador y Dalia se llama Angelito. A todo esto lo bauticé en una oportunidad con el nombre de ``comer catibía con una cucharita de plata sterling''. Y es que colocar a los Castro en Miami, con el mismo índice de superficialidad con que coloca la revista Hola en España a los miembros de su jet set, es una estupidez tan grande que provoca pavor.
Todo esto viene a cuento por el revuelo que han armado las memorias de la hermana menor de Fidel y Raúl. Y la algarabía no la provocan las consecuencias políticas del evento, sino el chisme. Aunque primeramente separemos la paja del trigo. Juanita es una mujer valiente, admirable y de fuertísimas convicciones.
Pero no creo que haya sido inteligente colocarle el cuño de agente de la CIA porque es una pésima presentación en América Latina y Europa del libro, por el rechazo de que disfruta hoy la CIA en el mundo entero, y porque no sé qué hizo ella cuando llegó a Estados Unidos, pero mientras estuvo conspirando en Cuba se le pudo llamar colaboradora, simpatizante, partidaria, incluso subagente, ¿pero agente de la CIA? Me paso con fichas. Este es un club muy exclusivo donde han entrado muy pocos ciudadanos nacidos en Cuba. Si Juanita fue agente de la CIA, lo fueron todos aquellos que conspiraron contra el castrismo en la isla, y fueron agentes de la Unión Soviética los que por entonces simpatizaban con la revolución cubana.
También el aura de secreto de altísimo nivel con que rodearon el libro fue un desacierto. Cuando fui detenido en agosto de 1962 gran parte de mi interrogatorio en las Cabañitas de Seguridad del Estado fueron preguntas sobre Juanita, si la conocía, si estaba conspirando, con quién y cómo. Pude librarme con facilidad de las astas de este toro porque no conocía ni había cruzado jamás media palabra con ella. Si se comentaba que estaba opuesta a a revolución y que estaba muy cerca de un diplomático, ayer me enteré que era Vasco Leitao da Cunha, de Brasil, y siempre supuse había sido Jaime Caldevilla, encargado de negocios de España en Cuba. También tantos años lo confunden a uno, y cuando una periodista me preguntó hace unos días qué sabía de Juanita y su conspiración, tuve un tipo de idea vaga de que ella había conocido a Manolín Guillot, jefe militar del MRR y fusilado el 30 de agosto, pero cuando consulté a Juan Falcón Samar, la persona que estaba más cerca de Monty, me dijo que no tenía la más mínima idea de esto, es decir, yo estaba equivocado.
tro ángulo del problema. De lo que yo me enteraba también se enteraba el coordinador nacional de abastecimientos del Directorio, capitán de Seguridad del Estado infiltrado en el grupo, Jorge Medina Bringuier, y el hombre que se ocupó de destruir a la clandestinidad traicionándonos. Si lo supo el Mongo, al instante lo supo Ramiro Valdés. Quizás desde antes, pero de lo que sí estoy convencido es de que, en junio de 1962, el gobierno castrista sabía que Juanita era enemiga de la revolución y estaba vigilada hasta en sus más mínimos movimientos. ¿Cómo pudo ser útil a la lucha de esa fecha en adelante? No lo entiendo.
Por último, decir que Juanita informó a Estados Unidos de la existencia de cohetes en Cuba es algo cierto, pero trivial. Aproximadamente un millón de cubanos hicieron lo mismo con lo que era un secreto a voces de una punta a la otra de la isla.
Por lo demás, el balance del libro es positivo. nicop32000@yahoo.com Recogido del Nuevo Herald
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España vuelve a equivocarse
¿Por qué los Castro habrían de cambiar, si las democracias los miman a la vez que dan la espalda a quienes se rebelan contra ellos?
Manuel Días Martínez Gran Canaria 29-10-09
El miércoles 22 de este mes, en Santiago de Cuba, fue ratificada la condena a dos años de cárcel el disidente Agustín Cervantes, miembro del Movimiento Cristiano Liberación, que pide cambios en el país apoyándose en la Constitución vigente. Con este nuevo preso político, el general Raúl Castro reemplazó en los calabozos de la dictadura al que le había regalado a Miguel Ángel Moratinos cuando finalizó su visita a la Isla.
Hace unos días, en un severo editorial sobre la política de España hacia Cuba,The Wall Street Journal llamó a Moratinos "El hombre de Castro en Europa". Pero, por razones obvias, a quien en justicia le corresponde ese título es a José Luis Rodríguez Zapatero, el hombre que, al tiempo que acusa de "golpismo" a los dirigentes interinos de Honduras y promueve el aislamiento diplomático y el bloqueo económico a ese pobrísimo país que lucha contra el chavismo, regala millones de euros a los Castro, quienes llevan medio siglo tiranizando y hambreando a los cubanos, y les promete servirles de abogado defensor en la Unión Europea (EU).
Si, como afirma Rodríguez Zapatero, lo que él persigue con su política de compadreo con los Castro es contribuir a la apertura del régimen y propiciar las reformas democráticas en Cuba, el señor presidente tiene garantizado el fracaso. ¿Por qué estos tiranos envejecidos y enriquecidos en el poder, con incontables muertos sobre los hombros, habrían de cambiar nada, si las democracias los miman a la vez que dan la espalda a quienes se rebelan contra ellos?
Ahora aparece en los periódicos, destacado como si no fuese más de lo mismo, lo que Obama pidió al presidente español que le trasmitiese a Raúl: "Decidle a Castro que si él no da pasos, yo tampoco podré darlos". ¿Cuántas veces, en medio siglo, hemos oído palabras semejantes en boca de presidentes norteamericanos? Este mensaje expresa la posición correcta, pero ya no es noticia.
Hoy la noticia es lo que, virando la tortilla a favor de los Castro, dijo en La Habana el canciller de Rodríguez Zapatero: "No hay que pedirle gestos a Cuba". Como, además, el canciller prometió que el gobierno español continuaría abogando por que la UE modifique su posición hacia el régimen cubano, queda meridianamente claro que, para Madrid, los que tienen que cambiar no son los Castro, sino los que les exigen reformas democráticas.
El gobierno de Rodríguez Zapatero —que, por supuesto, está protegiendo las inversiones españolas en Cuba— se ufana de liberar de vez en cuando algún preso político, pero de lo que se trata es de liberar a todo el pueblo.
Recientemente, el ex presidente checo Václav Havel, que luchó contra una dictadura similar a la que sufren los cubanos, hizo unas reflexiones que no deben ser desoídas: "La UE padece esa antigua enfermedad europea que es la tendencia a aceptar el mal, a cerrar los ojos y cooperar con países autocráticos y a veces incluso dictatoriales. Creo que los nuevos miembros de la UE, que tienen una experiencia reciente del totalitarismo, deberían alertar a la UE en este sentido. Porque la complacencia hacia el mal nunca ha obligado al mal a retirarse".
Manuel Díaz Martínez Recogido de http://www.cubaencuentro.com Foto: Google
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Ignacio Piñeiro y Alberto Villalón
Boda Negra y
Sobre una Tumba una Rumba
Ana Dolores García
El tema de la muerte no ha podido estar ausente de nuestra música, como no lo estuvo tampoco en la inspiración de grandes autores como Mozart con su Requiem, Chopin con su Marcha Fúnebre o Camilo Saint-Saëns con su Danza Macabra.
Entre nuestras composiciones vernáculas -y a nivel de sones-, son dos las que más sobresalen y ambas corresponden a compositores encasillados en la vieja trova cubana: Alberto Villalón e Ignacio Piñeiro. Aunque tales composiciones ya no se canten, algunos cubanos todavía las recuerdan y artistas internacionales más recientes, como Julio Jaramillo, Ana Gabriel y otros las han incluido en su repertorio. Una de ellas, más que trágica, -yo diría que espeluznante- es de la inspiración de Alberto Villalón, y su título ya nos adelanta el tema: «Boda Negra». En cambio, Ignacio Piñeiro fue sarcástico e irreverente al componer «Sobre una tumba una rumba»
Tanto Villalón como Piñeiro sobresalieron como trovadores y compositores en aquellas primeras décadas del siglo pasado, creando populares sones y boleros junto a Miguel Matomoros, Sindo Garay y María Teresa Vera. Se dice que Villalón fue quien llevó el bolero a La Habana, haciendo bueno aquello que cantaba Miguel con Siro y Cueto: «son de la loma y cantan en llano…»
Alberto Villalón había nacido en Santiago de Cuba en 1882. Fue compositor, guitarrista y trovador y muy joven marchó a La Habana. Allí trabajó en el Teatro de Variedades de Palatino, dio clases de guitarra, grabó discos y hasta compuso una revista musical. Viajó a Estados Unidos y México y junto a Ignacio Piñeiro fundó en 1927 el Septeto Nacional. Entre sus múltiples composiciones se destacan Boda negra y Yo reiré cuando tú llores. Murió en La Habana en 1955.
En el siguiente vídeo de Youtube se puede escuchar «Boda Negra»,
Por su parte, Ignacio Piñeiro nos dejó su inspiración en un son con estribillo sandunguero. Piñeiro había nacido en La Habana en 1888 y está considerado como uno de los principales cultivadores del son.
Formó parte de diversos conjuntos musicales y del Sexteto de Occidente de María Teresa Vera, con la cual actuó en Nueva York. Fundó después otro sexteto al que llamó «Nacional» que luego se transformó en Septeto y del cual también formaba parte Alberto Villalón. Piñeiro y su Septeto viajaron a Sevilla en 1929 para presentarse en la Feria Internacional que allí se celebraba.
A Piñeiro se le considera autor de lo que es ahora el himno oficial de Asturias. Era hijo de asturiano y cubana y compuso la canción en honor a su padre. Se supone que se basó en una vieja tonada que cantaban obreros polacos trabajadores de las cuencas mineras de Mieres y Caudal.
Además de «Sobre una tumba una rumba», entre sus composiciones se destaca también la conocida «Échale salsita», cuyo coro fue incluido por George Gershwinen su Overtura Cubana. Ignacio Piñeiro murió en La Habana en 1969.
En Youtube podemos encontrar «Sobre una tumba una rumba»:
Ven amor, tomados de las manos, contemplemos las hojas del otoño, que cual espléndido regalo de Natura, nos regalan fulgores de rubíes y oros.
Ven amor, ahora que en la vida hemos llegado al otoño de los años y nos queremos más que ayer y menos que mañana y en la tarde que explota de colores, nos amamos.
Mira el árbol de tornasol y seda que cubre su copa de dorados y nos dice que la fiesta del amor ha estallado y que es más hermoso el otoño que veinte primaveras.
Ven amor, háblame de aquellos años que presurosos y felices compartimos, háblame de los enojos y los besos, háblame de nosotros, amor mío.
Martha Pardiño, Miami, FL
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La historia de la Cerveza Hatuey
Antes de 1919 existía la Santiago Brewing Company, fundada por el Sr. Eduardo Chibas (padre). Fue en ese año que la Compañía Ron Bacardí, SA, adquirió las instalaciones en el barrio de San Pedrito de Santiago de Cuba. En realidad, el único propósito de Bacardí entonces era el de construir una nueva destilería de ron debido a la gran demanda de consumo originada por el aumento de los turistas norteamericanos que viajaban a Cuba.
En 1926, la Compañía Ron BACARDI SA decidió hacer uso de las instalaciones para la fabricación de cerveza y satisfacer el consumo local. Así fue como la Compañía Ron BACARDI SA y los Cerveceros de la Santiago Brewing Company lanzaron la cerveza Hatuey en 1927.
Joaquín Bacardí, el hijo de Enrique Bacardí, fue el primer «Master Brewer» y Director Técnico de Hatuey. Ya durante la década de 1950 él, junto con el nuevo presidente de la empresa, José M. Bosch, fueron los responsables del rápido crecimiento de la cerveza.
Durante sus primeros 21 años, se quintuplicaron la producción y las ventas en la fábrica de San Pedrito de Santiago de Cuba. Atendiendo a la creciente sed por la cerveza Hatuey, en 1947 se creó la Cervecería Modelo a diez millas de La Habana, en la población de El Cotorro.
En los primeros catorce meses se produjeron 3.5 millones de botellas y en 1953 fue construida otra fábrica de cerveza en Manacas, en la provincia de Las Villas.
El beneficio obtenido por la Empresa en 1954 fue de 1.6 millones de dólares, y para 1959 Hatuey ya controlaba el 50% del mercado cervecero de Cuba.
El 14 de octubre de 1960, después de 34 años de crecimiento ininterrumpido, la Compañía Ron BACARDÍ, SA, y las Cervecerías Hatuey fueron confiscadas por el régimen castrista.
Veinticuatro años más tarde la compañía Bacardí comenzó a producir nuevamente la cerveza Hatuey y la puso a disposición del exilio cubano en los condados de Dade y Broward, en la Florida. Hoy en día, la malta y la cerveza Hatuey pueden adquirirse en otras partes de los Estados Unidos bajo la supervisión de la marca Bacardi EEUU, Inc.
http://cuba.o-jec.com/la-revista//3022-Cerveza-Hatueyla-historia-creador.html Ilustración: Google
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.Frases de sabiduría
La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.
Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio ___________________________________
28 de octubre de 2009
Lo que nos prometieron
Yoani Sánchez
Llevaba yo un uniforme blanco y rojo, tenía diez años y el tema del“bloqueo” apenas era mencionado en los ideologizados libros que me entregaban en la escuela. Eran los tiempos del optimismo y creíamos que las vacas F1 darían suficiente leche para inundar todas las calles del país. El futuro tenía esos tintes dorados que no acababan de mostrarse en nuestra despintada realidad, pero éramos un tanto daltónicos como para notarlo. Creíamos haber encontrado la fórmula para estar entre los pueblos más prósperos del planeta, de manera que nuestros hijos habitarían un país con oportunidades para todos.
Desde la tribuna, un barbado líder levantaba su dedo desafiante hacia el Norte, pues contaba con la pértiga del subsidio del Kremlin para saltar cualquier obstáculo en la construcción del comunismo. “A pesar del bloqueo…” nos decía, con la misma convicción que años antes nos había hablado de diez millones de toneladas de azúcar, sembrados de café alrededor de las ciudades y una supuesta industrialización del país que nunca llegó. Tuvimos que recortar los sueños cuando la tubería de petróleo y rublos se secó abruptamente. Llegaron los años de comenzar a explicar el descalabro y de compararnos con las naciones más pobres de la zona, para sentirnos –sino felices- al menos conformes.
Al comenzar mi adolescencia, el tema de las limitaciones comerciales estaba en casi todas las vallas del país. En las marchas políticas ya no se gritaba “Cuba sí, yanquis no” sino una nueva consigna de difícil rima “Abajo el bloqueo”. Yo miraba el plato casi vacío y no podía concebir cómo habían logrado sitiarnos las malangas, el jugo de naranja, los plátanos y los limones. Me formé repudiando el bloqueo, no porque me tragara aquello del país que pudimos ser y nos lo habían impedido, sino porque todo lo que no funcionaba intentaban explicarlo señalando hacia él.
Si mis amigos se iban en masa del país, era por la política de hostigamiento de Estados Unidos; si en el hospital de maternidad las cucarachas caminaban por la pared la culpa partía de los norteamericanos; incluso si en una reunión expulsaban de la universidad a un colega crítico, nos explicaban que éste se había dejado influir ideológicamente por el enemigo. Hoy todo comienza y termina en el bloqueo. Nadie parece recordar aquellos tiempos en que nos prometieron el paraíso, en que nos dijeron que nada –ni siquiera las sanciones económicas- iba a impedir que dejáramos atrás el subdesarrollo.
Yoani Sánchez, Generación Y desdecuba.com/genraciony Foto: Google