2 de julio de 2011

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La disputada “herencia” de Cantinflas


 Cantinflas es a México como el taco y el tequila, iconos inseparables todos de este país. Quizá por eso el apodo que dio fama mundial al actor Mario Moreno, el más taquillero de la historia del cine mexicano, y que aún goza de una tremenda popularidad, se ha convertido 100 años después de su nacimiento en una codiciada marca.

Tanto, que el propio hijo de Cantinflas, Mario Arturo Moreno Ivanova, ha generado toda una polémica al denunciar un supuesto intento de lucro a costa de su padre por parte de "fundaciones apócrifas" que llevan su nombre y están organizando eventos con motivo del centenario de su nacimiento.

La fecha se celebrará por todo lo alto en México, un país que constata su veneración por el personaje en estatuas e incluso algún museo, como el de Cotija de la Paz, donde comparte espacio como hijo ilustre del pueblo junto al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.

Él no nació allí, lo hicieron sus padres. Cantinflas vio la luz el 12 de agosto de 1911 en Ciudad de México y es en la capital del país donde se han organizado la mayoría de los actos de 'Cantinflas a cien años', que comenzará a festejarse el próximo 4 de agosto y se prologará hasta finales de mes en distintos recintos culturales.

Sin embargo, y según un escrito que ha publicado su hijo este miércoles en 'El Universal', no todo lo que se está preparando para la celebración no cuenta con el beneplácito de su único heredero. Cualquier actividad relacionada con el nombre artístico, personaje ficticio o simbólico (dibujo o caricatura) y personaje humano de caracterización de 'Cantinflas'" requiere de su autorización y no parece que haya sido así.

Su único heredero

"Nos vemos en la penosa necesidad de redactar este comunicado para hacerles saber que organizaciones ajenas a mi persona y mis empresas están tratando de lucrar y sacar provecho de la imagen de mi padre", publica Mario Arturo Moreno Ivanova, que fue adoptado por Cantinflas. Tras su muerte, heredó de su padre los derechos y 100 millones de dólares (69 millones de euros).

En el comunicado revela que ha sabido de la existencia de "fundaciones apócrifas que utilizan el nombre" de su padre "como puerta de entrada para negociaciones desconocidas" para él y de las que se deslinda personal y empresarialmente.

Entre ellas se encuentra la Fundación Mario Moreno, creada y dirigida por Eduardo Moreno Laparada y su hijo Mario Eduardo Moreno Goiricelaya, "que durante años han confundido tanto a las autoridades como a particulares", denuncia Moreno Ivanova, "haciéndoles creer que gozan de algún derecho cuando jamás lo han tenido".

El hijo de Cantinflas reclama que en "caso de tener planes para organizar algún festejo y homenaje", se le contacte "para solicitar el permiso correspondiente y autorización", un documento que "no tiene ningún coste y es no negociable", pero necesario que se expida por escrito.

"Para mí es un orgullo todo festejo a mi padre", asegura, "por ello ofrezco la ayuda necesaria para que se lleven a cabo haciendo saber a medios de comunicación que se trata de un homenaje a la figura y personaje a quien mi padre, Mario Moreno Reyes, dio vida".
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Testamento de poeta

José Ángel Buesa

Hijo mío: soy viejo, triste y pobre;
y, cada vez más pobre, triste y viejo,
sólo puedo dejarte ¬-y te lo dejo-
el don de convertir el oro en cobre.

Pero no te diré –que Dios te guarde-
cómo puede morirse de otro modo,
viejo de tanta luna, triste de llegar tarde,
pobre de darlo todo.

Bien poco tuve, capitán sin mando;
nada me queda, terco vagabundo;
pero si quieres te regalo el mundo,
el mundo que fue mío caminando.

Y serán para ti las cosas bellas
que hay en la vida –las supremas cosas-
que son de quien las ve, como las rosas,
sin ser de nadie, como las estrellas.

Pero además, por este testamento,
voy a darte las nubes, las noches y los días;
y, sobre todo, te regalo el viento,
para que no te quedes con las manos vacías...

 

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Las cuatro etapas de la vida



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Para que el que cree no es necesaria ninguna explicación: para el que no cree toda explicación sobra.
 
- Franz Werfel  (1890-1945) Novelista, poeta y dramaturgo austriaco.
 

1 de julio de 2011

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El 'relato falso' de la camarera


Según ha revelado este viernes la Fiscalía, la mujer ha hecho bajo juramento un "relato falso" de la agresión sexual de la que dijo haber sido víctima y no dijo que tras limpiar la habitación de DSK -donde el político francés la habría agredido sexualmente, según su relato- había limpiado otro cuarto antes de denunciar los hechos.

"La denunciante ha reconocido después que su relato era falso y que tras el incidente en la suite 2806 [la de DSK], ella había limpiado una habitación vecina y después había vuelto a la suite 2806 antes de informar del incidente a su superior", ha explicado la oficina del fiscal en un comunicado, emitido poco después de que el juez haya dejado a Strauss-Kahn en libertad provisional. 

Según la reconstrucción de los hechos   que hasta ahora había trascendido -basada en el testimonio de la presunta víctima- la mujer acudió a la habitación 2806 para limpiarla. Aunque debía estar vacía, la camarera se encontró con un hombre desnudo que salía del baño. De acuerdo con las acusaciones de la mujer, el agresor se abalanzó sobre ella e intentó violarla y, finalmente, le habría obligado a practicarle una felación.

La mujer había dicho hasta ahora que tras los hechos había huido de la habitación y, después de que Strauss-Kahn se marchase, había informado a un superior.

La defensa de Strauss-Kahn ha insistido en que su cliente es inocente y que el encuentro sexual fue consentido.  Según ha desvelado ahora The New York Times, aunque los exámenes forenses confirman que hubo relaciones sexuales, la Fiscalía tiene ahora dudas sobre la credibilidad de la mujer.  

Según el diario neoyorquino, en las 24 horas posteriores al incidente la mujer consultó con un preso los beneficios económicos que implicaría la denuncia. El abogado de la camarera, sin embargo, ha insistido este viernes en que su cliente fue víctima de una agresión sexual y dispone de "pruebas materiales" que lo demuestran.

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 Hugo Chávez reconoce en televisión que ha sido operado de un tumor canceroso

 El presidente Hugo Chávez ha admitido que le han encontrado "un tumor abscesado abscesado con presencia de células cancerígenas", razón por la que ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones durante su estancia en La Habana, donde se encuentra desde hace 20 días.

En un mensaje televisado a la nación, el mandatario venezolano ha revelado que después de su operación por un absceso pélvico el 10 de junio fue sometido a una segunda cirugía para extraer el tumor cancerígeno.

Tras la primera operación de "una extraña formación en la región pélvica", los médicos continuaron con más análisis y al descubrir el cáncer ramificado "fue necesario una segunda intervención quirúrgica que permitió la extracción total de dicho tumor", indicó Chávez.

El presidente venezolano, que apareció vestido de azul, con el pelo corto tras un púlpito flanqueado por una imagen del prócer venezolano Simón Bolívar y la bandera de Venezuela, indicó que la operación "se trató de una intervención mayor realizada sin complicaciones".

Tras la segunda intervención "he continuado evolucionando satisfactoriamente mientras recibo los tratamientos complementarios para combatir los diversos tipos de células encontradas y así continuar por el camino de mi plena recuperación", señaló, en alusión al cáncer que le ha sido encontrado.

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POR SI LAS MOSCAS

Por Arturo Ortega Morán


Decía Augusto Monterroso: «Hay tres temas: el amor, la muerte y las moscas». Luego añadía:

“La mosca invade todas las literaturas y, claro, donde uno pone el ojo encuentra la mosca. No hay verdadero escritor que en su oportunidad no le haya dedicado un poema, una página, un párrafo, una línea; y si eres escritor y no lo has hecho te aconsejo que sigas mi ejemplo y corras a hacerlo”.

¡Cómo ignorar el consejo de este hombre!, que con tan sólo siete palabras, fue capaz de crear el célebre cuento El dinosaurio; y si tarde o temprano hay que rendir pleitesía a las moscas, ¿por qué no hacerlo de una vez? Bien visto, no es tan difícil escribir acerca de ellas. Las tenemos tan a la mano y les somos tan familiares, que no dudan en pararse en nuestra nariz y antes de que podamos aplastarlas, escapan zigzagueantes para después volver y dejar en nuestros oídos un zumbido que suena a carcajada burlona.

Ahí han estado siempre; eternas e incómodas compañeras. Supongo que cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, en el “paquete” del castigo Divino, estaban incluídas las moscas que ya los esperaban afuera del Paraíso.

Muy pronto, los hombres que inventaron el lenguaje pusieron nombre al insecto volador. El muzzz…  que aturdía sus oídos dio origen a la raíz de la palabra latina musca, que en castellano se convertiría en nuestra insigne mosca.

No es raro, entonces, que en nuestro hablar abunden expresiones que involucran a estos insectos dípteros. Ya en el Vocabulario de refranes y frases proverbiales, que Gonzalo Correas escribió en 1627, se menciona:

«Pikole la moska. Kuando uno de rrepente se movió o se fue»;
«Pikar la moska, por: tomar priesa, o enamorarse»;
«Tomar moska, por: enoxarse i apartarse de los otros».

Todavía en estos tiempos decimos: «¿Qué mosca te picó?», para recriminar a alguien su actitud anormal.
También, Correas recogió:
«Pegarse komo moska. El ke se pega kon inportunidad».

Esto me recuerda que, en México, cuando alguien desea viajar gratis, se cuelga de la parte trasera de un camión, y de él se dice que se fue de mosca. Otra de aquellos tiempos es:

«En boka zerrada no entra moska ni haraña»; si le quitamos a la araña, la expresión sigue vigente.

Una locución intrigante es: por si las moscas, que significa ‘por si acaso’. Y es que, aunque no tenemos noticia de su existencia antes del siglo XX, es muy conocida y usada tanto en España como en Hispanoamérica. Es curioso que personas de distintos lugares con quienes he tratado el tema pensaran que la expresión era propia de su respectivo país.

Hurgando en hemerotecas, la documentación más antigua  que he encontrado está en un periódico deportivo de Madrid del año 1919. En el Madrid Sport, año IV, No. 134, del 2 de septiembre de 1919; en una nota, se narra la frustración de los aficionados que esperaban un juego de semifinal entre el Sporting de Guijón y el Vigo Sporting, pero que por falta de organización, no pudo realizarse. Este es un fragmento de la nota:

«Llegó el domingo, todo sol y primavera, y las primaveras hemos sido nosotros, que creyendo que por esas tierras de Dios tenían formado un concepto de la disciplina y acatamiento de las órdenes federativas ; no se había preparado nada, por si las moscas, como dicen los chicos de la calle  y fuimos burlados todos no presentándose ninguno de los dos clubs.»

De esta cita, es muy significativa la frase “por si las moscas, como dicen los chicos de la calle ” ya que es un indicio de que surgió del habla coloquial española. Es muy probable que la expresión encerrara la idea de tomar alguna precaución por si “las moscas” se hacían presentes, y aquí “mosca” no se referiría al insecto sino a personas molestas, pesadas y hostigosas, significado que aún encontramos en el diccionario:

mosca7. f. coloq. Persona molesta, impertinente y pesada.

Falta explicar como es que en tan poco tiempo esta locución se popularizó no solo en España sino también en Hispanoamérica. Bueno, primero pasó que en el año 1929; se estrenó en Madrid una comedia musical  llamada “Por sí las moscas”, cuyo autores fueron Joaquín Vela y José L. Campúa y fue musicalizada por Francisco Alonso. Fue presentada por varios meses con gran éxito en el teatro Romea y de esto dieron cuenta los principales diarios madrileños de la época. Es muy probable que este hecho haya influido en la popularización de la expresión.

Después vendrían tiempos aciagos para la nación española,  estalló la guerra civil (1936-1939) y miles de españoles tuvieron que dejar su patria para salvar la vida;  muchos de ellos viajaron a América cargando con ellos sus expresiones idiomáticas. Pudo ser que así, ”por si las moscas“ llegara a estas tierras.

Mis estimadas moscas: he cumplido con ustedes. Y no es que le crea a Monterroso que esto es necesario para aspirar a ser buen escritor. Pero, he escrito estas líneas… por si las moscas.

http://capsuladelengua.wordpress.com
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Las moscas
 
Antonio Machado
 
Vosotras, las familiares,
inevitables golosas;
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela
—que todo es volar—, sonoras,
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada;
de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.

 

Las Moscas de Antonio Machado en la voz de Joan Manuel Serrat con música de Alberto Cortez:

http://www.youtube.com/watch?v=pgkiukx0VDM

 

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Come poco y cena menos, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago.
 
- Miguel de Cervantes Saavedra   (1547-1616) Escritor español.
 
 






30 de junio de 2011

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HABEMUS ALCALDE


Por Elsa M. Rodríguez

Finalmente el condado Miami-Dade tiene un nuevo alcalde. El elegido fue Carlos Giménez, por un 51.10% del total de los votos contados.

Giménez es el nuevo alcalde, y dada la diferencia de votos, de 1.20% podría haber sido Julio Robaina. De todas maneras, este alcalde, o el otro aspirante si hubiese salido, lo será gracias a que aproximadamente una cuarta parte de los votantes acudieron o enviaron su voto.

De acuerdo a las cifras anteriores podríamos decir que aproximadamente un 13% de la población votante en el condado eligió al nuevo alcalde. Y, nos preguntamos: ¿dónde estaban todos aquellos tan molestos con el alcalde anterior que fue removido por un referendo? No tiene lógica pensar que después de todo el dinero gastado, unos 4 millones de dólares que se invirtieron para ir a un referendo más la primera elección y luego esta, haya tenido una representación tan baja del pueblo en las urnas.

Los hispano-americanos como se ve por el resultado estaban bastante divididos, y los anglos y los afro-americanos aparentemente no estaban interesados en acudir a votar por un hispano ya que por lo que se ve no se sienten emocionalmente ligados a ninguno de los aspirantes a la alcaldía.

Ahora solamente nos resta esperar que nuestro nuevo alcalde sea lo que deseamos todos los votantes, los que utilizamos el voto y aquellos que no lo hicieron. Pero sería conveniente que la ciudadanía despertara de su letargo y que comprendiera que de nada vale quejarse y protestar y decir por las cuatro esquinas que el gobierno no les representa, ya que si no van a votar lo que consiguen es que ahora, tal como en la mayoría de las ocasiones en que hay unas elecciones, la gente prefiere la comodidad de su hogar a ejercer su deber de emitir su voto, y así solo un pequeño grupo de ciudadanos es el que elige. No olviden que votar no es solamente un derecho, es también un deber.

Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL

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Breve semblanza
sobre la tauromaquia en Cuba


Anuncio de una corrida de Luis Mazzantini en La Habana

-Marlene María Pérez Mateo

Hacia 1514, en las Fiestas de Corpus Christi, el conquistador español Diego Velázquez Cuéllar, organizó en Cuba la primera corrida de toros en el continente americano. Fray Bartolomé de las Casas en su “Historia de las Indias” escribió:

“ Acaeció allí luego de un terrible caso, que el día de Corpus Christi…, que es cuarto día después del domingo de la Santísima Trinidad, lidiaron un toro o toros, y entre otros españoles había uno allí, llamado Salvador, muy cruel hombre para con los indios, el cual fue vecino de una llamada de Bonao, en la isla de Santo Domingo, veinte leguas tierra adentro (…) Y trataba tan mal a los indios que lo tenían por diablo (…) Así que aqueste Salvador pasó a la Cuba, donde también comenzó a usar de sus crueldades con los indios, y se halló aquel día de Corpus Christi con lo otros que dije haber lidiado los toros..”


Veinticuatro años después el acontecimiento se repitió para festejar la llegada del nuevo gobernador a la isla Don Hernando de Soto y de su esposa Inés de Bobadilla, en la Villa se Santiago de Cuba. Luego de un lustro llegó a La Habana la fiesta brava para honrar a su patrono San Cristóbal.

   En 1727 la “Atenas de Cuba”, Matanzas, se suma al  mencionado tipo de festividad, con su primera corrida oficial en 1749. Hasta entonces dichos eventos acontecían en plazoletas, ya que la primera Plaza ve la luz en 1769, ubicada en la ciudad capitalina, en la intercepción entre las Calzadas del Monte y Arsenal, bajo el nombre “Aserradero y Millo de Blas”. Otras se construyeron en 1881 en la Calle Águila, y en 1825 en Calzada del Monte y Amistad, nombrada “Campo de Marte y Belona”. Todas en la capital de la mayor de las Antillas.

   Al cruzar la bahía de La Habana, en Regla, detrás de la Parroquia se edificó otra Plaza de toros en 1842. El primero de julio de 1850 acontece la corrida de la que se dispone mayor información.  Sucedió en la Ciudad de Santi Spiritus, ubicada cerca del acueducto municipal. Figuró incluso una mujer apodada “La Pepilla”, (nacionalidad desconocida), esposa de un mexicano, José Vázquez; actuaron también Cenobio como picador y López, el andaluz.

En las calles habaneras, Belascoaín entre Virtudes y Concordia, nació hacia 1853 una nueva Plaza al fondo de la casa de Beneficencia, activa desde 1897 y destruida por un incendio. Tuvo capacidad para 6000 personas y una circunferencia de 200 varas. Tres nuevas locaciones nacen en la mencionada ciudad. Una en la Calzada de la Infanta, otra en Carlos III y la última en Regla (1866).


    Luis Mazzantini, el aún recordado torero y protagonista de uno de los dicharachos del refranero popular (aunque con cambios en la ortografía de su apellido), estuvo en Cuba entre 1886 hasta 1887. Era de origen vasco y poseedor de una amplia cultura, conocimientos de música y, además, políglota. Era para entonces la “Joya de la Corona” en materia taurina. Tenía una cuadrilla compuesta entre otros por Diego Pérez, segunda espada. Se hospedó en el Hotel Inglaterra de La Habana coincidiendo con la actriz francesa Sarah Bernhardt (1844-1923) durante su primera gira en Cuba. Ambos protagonizaron un sonado romance que cruzó el océano y llegó hasta las páginas de “Le Figaro” en París. Los regalos suntuosos se sucedieron, incluida una corrida a puertas cerradas. El idilio melló en algo el desempeño del diestro, mas no su popularidad.


Ininterrumpidamente hubo fiesta taurina en Cuba desde 1538 hasta 1899, siendo el 10 de octubre de 1899 bajo la orden número 187 que se decretó la prohibición de la fiesta brava, aunque con excepciones. Muchos diestros pasaron por Cuba tales como: José Ponce, Manuel Hermosilla, El Marinero, El Platero, Parmio y Francisco Arjona Herrera “Cuchares”. Como dato curioso señalaré que la tripulación del barco “Maine” estuvo presente como parte del público en alguna de de estas fiestas taurinas.

La ultima plaza de edificó en San Miguel del Padrón, La Habana, en 1908 y funcionó hasta 1940. Por ley, las banderillas no tenían punta, las espadas eran de madera y no se sacrificaba al animal.

Silverio Pérez
El 30 y 31 de agosto de 1947 el Gran Estadio del Cerro habanero vio a los maestros Silverio Pérez y Fermín Espinosa (Armillita) ambos mexicanos, ante 30,000 asistentes.

Dos cubanos destacaron entre las artes de la tauromaquia: Betancourt y José Marrero Baez.(Cheche de La Habana).

Del primero hay un pequeño verso rememorando su bravura:

                             “Será el primer habanero
                             que haga lucir su valor
                             como bizarro torero,
                             como diestro matador”

José Marrero Báez
Del segundo se dispone de más datos. Nació en La Habana un 19 de marzo de 1870.  Comenzó  como medio espada en la cuadrilla de Ponciano Díaz. Llegó a Mexico y hacia 1842 tomó la alternativa en Monterrey. Se presentó en Tijuana, Ciudad Juárez y Denver, Colorado. Se casó con María Aguirre (La charrita mexicana), rejonera y torera de Zamora, Michoacán. Murió de una cornada el 9 de agosto de 1909, en la Plaza azteca de ciudad Jiménez.

Existe la referencia a un tercer torero cubano apodado “El Guajiro”.


¿Por qué no hay más tauromaquia en Cuba? ¿Dónde quedó toda esa tradición? Conjeturas para dar respuestas a esas preguntas pudieran ser entre otras, por ejemplo: el creciente nacionalismo, el cese del colonialismo español, la afición en la joven Republica por el baseball y quizás en cierto grado el reemplazo por el rodeo. 

Silverio Pérez en la voz de José Antonio Solís:

http://www.youtube.com/watch?v=zPLEh1UM3ws
 
Marlene María Pérez Mateo
Junio 26, 2011

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Charlene Wittstock,
la sirena de Mónaco

 Por Amaia Odriozola

La primera vez que el príncipe Alberto de Mónaco vio a Charlene Wittstock, ella estaba en bañador. Fue durante la celebración en el Principado del Encuentro Internacional de Natación de Mónaco Marenostrum.. «Después de verme nadar, Alberto pidió permiso a mi manager para pedirme una cita. Estuvimos toda la velada riendo y hablando», ha contado Charlene.

No fue hasta cinco años más tarde, en diciembre de 2005, cuando se reencontraron en Ciudad del Cabo. «En Año Nuevo, me pidió salir oficialmente», recuerda la novia. Su primera aparición pública fue en los Juegos Olímpicos de Turín en febrero de 2006. Para Wittstock, moverse entre la realeza no era un entorno natural y agradece lo facilitador que fue el príncipe en aquel momento: «Alberto lo hizo fácil. Estaba claro que compartíamos las mismas pasiones, los dos nos emocionábamos mucho viendo a los atletas. El deporte es el común denominador en nuestras vidas».

La sirena de Mónaco

Y es que Charlene Lynette Wittstock, que nació el 25 de enero de 1978 en Bulawayo (Zimbabue), ya ha sido bautizada como «la sirena de Mónaco» por su carrera como nadadora profesional.

Charlene es la mayor de tres hermanos (el mayor, Gareth, técnico informático, nació en 1982; y, Sean, representante comercial, nació en 1983) y se crió en Sudáfrica en el seno de una familia unida y discreta, que se ha mantenido al margen de su romance con el príncipe. Su padre, Michael Kenneth Wittstock, nació en 1946 y es director comercial, y su madre, Lynette, nacida en 1959, es una profesora de natación jubilada.

Desde que era una niña sintió un gran interés por la natación y en 1996, a los 18 años, participó en los campeonatos de Sudáfrica. Entre sus principales logros destaca su quinto puesto en los Juegos Olímpicos de Sidney en el año 2000, tres medallas de oro en las Copa del Mundo de Natación, medalla de plata en los Juegos de la Commonwealth de Manchester y haber sido seleccionada para los Juegos Olímpicos de Pekínen 2007, año en que aparcó su trayectoria profesional.

En este tiempo, Charlene ha mostrado un carácter apacible, sencillo y discreto. Practica surf y senderismo, y entre sus lecturas siempre hay algún libro de poesía sudafricana. Además, es gran admiradora del arte contemporáneo y se ha implicado en diversas actividades solidarias. Desde 2010, es socia de la Fundación Nelson Mandela. 
ABC, Madrid


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Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda.
 
- Mark Twain (1835-1910) Escritor y periodista estadounidense.
 

29 de junio de 2011

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Voló como Matías Pérez

por Rolando Aniceto

No fue Matías Pérez el primero en volar en un globo aerostático en esta ciudad, pero sí quien dejó una frase para la posteridad: “Voló como Matías Pérez”.

Las ascensiones aerostáticas se conocían en la villa de San Cristóbal de La Habana desde 1796, cuando fue lanzado un globo desde una casa de altos a la entrada de la calle Sol, pero sin pasajero.

Todo parece indicar que el primero en utilizar uno de estos artefactos voladores en La Habana fue el francés Eugenio Roberston. El 19 de marzo de 1828, el obispo Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa, celebró una misa con la que dejaba inaugurado El Templete, y las fiestas duraron tres días en la Plaza de Armas. La principal atracción la constituyó Roberston, quien poco a poco fue levantando su globo, ante las miradas atónitas del Capitán General Francisco Dionisio Vives y miles de espectadores. El viento primaveral de aquella tarde llevó la nave con su pasajero hasta un potrero situado en Nazareno, cerca del pueblo de Managua. Además de sentar precedentes en la ciudad y estimular a otros a imitarlo, el francés ganó 15,000 pesos.

Catorce meses más tarde, la norteamericana Virginia Morotte despegaba desde el Campo de Marte, para convertirse en la primera mujer aeronauta de Cuba. Su vuelo terminó en la tenería Xifré, en el barrio del Cerro.

Una fiebre comenzaba a azotar a La Habana, y no era amarilla o negra, sino de muchos colores, la fiebre de los globos voladores. Lugares públicos de la capital eran utilizados para estos fines, los que constituían una gran diversión, no sin cierto grado de emoción, además, resultaban muy económicos. Entre los lugares seleccionados por su ubicación y espacio abierto estaba el Campo de Marte, plaza para ejercicios militares, donde después se establecería el Parque de la Fraternidad.

Primeros paracaidistas Cuadrúpedos

El 30 de mayo de 1831 a las seis y 15 de la tarde, el hojalatero Domingo Blinó ascendería desde este lugar con un rudimentario globo construido con esfuerzo propio y lleno de gas hidrógeno. Ya a gran altura, Blinó lanzó palomas, flores y dos animales en paracaídas, y según Álvaro de la Iglesia en su obra Tradiciones completas, fueron dos chivos. Tres cuartos de hora más tarde el globo se perdía de vista, los habaneros pensaron que había llegado a la Florida, pero un suplemento especial del Diario de La Habana mandado a tirar por el propio Vives, informaba que el globo con su pasajero había ido aparar al potrero San José, en el pueblo de Quiebra Hacha.

Entre los hombres que gozaban de gran popularidad como aeronauta estaba el francés Boudrias de Morat, quien preparó un globo al que bautizó como El Cometa, y se fue al Campo de Marte, En dos ocasiones, ante un público ansioso, sus objetivos terminaron en rotundos fracasos. En su último intento equipó la barquilla de su Cometa con una mesa con capacidad para cuatro comensales, quienes por la suma de tres onzas de oro per cápita podrían acompañarlo en el intrépido viaje, El anfitrión había servido carne, pan y vino, así como ropa adecuada para el frío que se sentiría en las grandes alturas. El globo no se levantó más de unas pulgadas del piso, el público estaba enfurecido y el francés, además de devolver el dinero de las entradas, fue directo a la cárcel por orden expresa del Capitán General José Gutiérrez de la Concha.

Pero Boudrias de Morat no era hombre que se dejara vencer tan fácilmente. Todo parece que los días que pasó en chirona le encendieron la chispa del genio aerostático, y decidió utilizar el gas del alumbrado público en vez de hidrógeno. De nuevo en el campo del honor, ante una multitud que se movía entre el escepticismo y la emoción, Morat logró hacer subir el globo, la muchedumbre aplaudía, el aeronauta se inspiraba, ya en lo alto los aplausos lo estimulaban a continuar viaje, El Cometa ganaba altura y tomaba rumbo oeste.

Los espectadores dejaron de aplaudir. Sus rostros se contrajeron. De pronto aquella masa humana, al unísono, echó a correr por la calle Reina. Hombres, mujeres y niños, la mayoría a pie, otros a caballo o en coche, entre gritos y polvo, avanzaban atropelladamente, como si quisieran alcanzar al héroe. Todos se dirigían hacia Belascoaín, y el globo continuaba rumbo oeste, hacia la loma de Aróstegui.

La multitud seguía por el Paseo de Tacón, los lanceros, a caballo, no podían controlar aquella mole humana. Sobre la colina se veía, imponente, el Castillo del Príncipe, rodeado de álamos, cuyas copas parecía que esperaban al viajero de las alturas. El globo perdía altura a una velocidad vertiginosa, y todo indicaba que caería al otro lado de la loma y así sucedió. La tela se había roto y su conductor decidió abandonar la barquilla y subir por la escalerita, mientras la nave descendía, por lo que salvó la vida casi milagrosamente.

No fue Morat el único aeronauta que pasó a la posteridad en esta gran urbe, pues Godard lo superaría con creces y con excentricidades. Este francés tenía un enorme globo llamado El América, con capacidad para ocho personas y con las pinturas del Sol, la Luna, Júpiter y Saturno. En cierta ocasión, con el globo a gran altura, realizó peripecias desde un trapecio colgado de la barquilla, mientras su valiente esposa conducía la nave. En otra de sus ascensiones desde el Campo de Marte, a Godard se le ocurrió nada más y nada menos que subir con un caballo, y el cronista Ramón Meza escribía en La Habana Elegante lo siguiente:

“El animal suspendido por la cincha con un enorme cable atado a la barquilla, apenas notó que le iba faltando el suelo bajo sus pies, quedó doblado, inmóvil; sus patas tomaron la rigidez del acero y sus estiradas orejas, erizadas crines, fijos ojos y ensanchada nariz, denotaban el terror pánico que le iba acometiendo en su ascenso por un elemento tan contrario a su naturaleza.

“Godard, con gran banderola en una mano y en la otra el sombrero, saludaba sonriente a la multitud, admirada de la osadía y serenidad del aeronauta.

“En diez minutos atravesó el globo la ciudad, cruzó también por encima de la bahía y fue a posarse tranquilamente sobre la colina de la Cabaña, a pocos metros de la orilla del mar, hacia la cual soplaba aquella tarde el viento del suroeste.”

No conforme con esto, durante otro ascenso lanzó un perrito desde un paracaídas, otra vez trató de subir con un mono, pero fue tanto el nerviosismo del pobre animal que desistió de la idea.

Matías Pérez

Un sello distintivo de La Habana de aquellos tiempos eran los toldos. Casi todos los establecimientos los tenían, pues además de ornamentales eran muy prácticos para nuestro clima, ya que protegían a los transeúntes de la lluvia y del sol  tropical.

Servían también para anunciar los establecimientos a los cuales pertenecían, como La Isabelita, El León de Oro, Palo Gordo, Delicias de las Damas y muchos más, y en ocasiones se extendían de acera a acera para dar a la calle aspecto de bazar o bulevar.

El oficio de fabricante de toldos era bastante remunerativo, sobre todo si quien lo realizaba recibía el sobrenombre de “Rey de los Toldos”. Y era así como llamaban a Matías Pérez. Se trataba de un exmarino portugués especialista en hacer y reparar velas y en prepararlas para su ardua tarea contra el viento.

Este portugués que quiso emular con Cristóbal Colón, uno en los cielos y el otro en los mares, del cual sabemos de dónde vino y cuándo se fue, pero no para dónde, era el asistente de Godard y quién se encargaba de preparar las condiciones previas a los vuelos, registrar el tubo conductor del gas, supervisar los instrumentos y lanzar dos globos pilotos para conocer la dirección del viento.

Y así Matías creyó aprender lo suficiente como para convertirse en aeronauta y superar a todos sus homólogos anteriores. Compró el globo La Villa de Paris a Godard por 1250 pesos y con su nave se dirigió al Campo de Marte. Era el 12 de junio de 1856. Desde todos los puntos de intra y extramuros, los habaneros acudían a ver la anunciada ascensión del nuevo aeronauta. El Campo de Marte estaba repleto de público y una orquesta amenizaba el acto. En cuanto La Villa de Paris comenzó a ganar altura, miles de pañuelos se agitaron al clamor de igual números de voces.

Pero ya en lo alto, el globo comenzó a descender con cierta rapidez, lo que hizo pensar a los espectadores que la tela se había roto. En realidad se había trabado la cuerda que habría la válvula del globo, y Matías Pérez tuvo que subir por las sogas que sujetaban la barquilla. Abrió la boca del globo y la mantuvo así con sus brazos para que penetrara el aire y aminorara la rapidez del descenso.

La nave fue a parar a la quinta de Palatino, cerca del río Almendares. Su primer vuelo constituyó un rotundo éxito a pesar del percance, ya que superó a los dos franceses. En otras dos ocasiones se presentó de nuevo el público en el Campo de Marte, pero debido a inclemencias de tiempo hubo que suspender los vuelos.

Finalmente el 29 de junio de 1856 volvió el intrépido navegante de las alturas al Campo de Marte con su globo, para desaparecer en el espacio y permanecer en el tiempo y en el recuerdo de todos los cubanos.

Los últimos en verlo fueron unos pescadores que realizaban su faena por el torreón de la Chorrera. Estaban cerca de la costa y lo conminaron a bajar, pero el aeronauta les respondió dejando caer sacos de arena e internándose sobre la mar. No logró sentar precedentes en la aeronáutica, pero sí una frase para las generaciones futuras: “Voló como Matías Pérez”.

Alberto II, El Conquistador

 Por Amaia Odriozola

Su Alteza Serenísima el Príncipe Alberto Alejandro Luis Pedro, Príncipe Soberano de Mónaco, Marqués de Baux, nació el 14 de marzo de 1958. Su próximo enlace matrimonial con Charlene Wittstock, los días 1 y 2 de julio, devolverán a Montecarlo la fiesta y el esplendor de una boda real.

Alberto II se crió entre la realeza europea y el «glamour» de Hollywood. El único hijo varón de Rainiero y Gracia de Mónaco se convirtió desde su nacimiento en Príncipe heredero. En su biografía hay apasionantes capítulos políticos y personales, pero sin duda un trágico acontecimiento marcó su juventud: la muerte de su madre, el 14 de septiembre de 1982, en un accidente de tráfico, cuando Alberto tenía 24 años. El Soberano accedió al trono monegasco tras la muerte de su padre, el 6 de abril de 2005.

En 1981 el príncipe se licenció en Ciencias Políticas, aunque también se formó en muy diversas disciplinas en el Amherst College de Massachusetts (EE.UU.), donde además estudió Economía, Psicología, Literatura Inglesa, Historia del Arte, Antropología, Geología, Filosofía, Sociología, Alemán y Música.

Desde que fue nombrado Soberano, Alberto II se ha mostrado particularmente preocupado por el desarrollo económico del principado desde dos pilares: la ética y la transparencia. El Príncipe ha emprendido una ambiciosa lucha contra el fraude fiscal, la criminalidad y la corrupción en Mónaco. Además, se precia de su ejemplar política en materia medioambiental.
 
Cinco veces olímpico

Su Alteza Serenísima ha participado en cinco Olimpiadas, desde Caglary en 1988 a Salt Lake City en 2002, y también ha sido miembro del equipo nacional de Bobsleig. Es miembro del Comité Olímpico Internacional desde 1985 y presidente del Comité Olímpico Monegasco, así como miembro del Equipo Honorífico del Comité Paralímpico Internacional.

Su pasión por el deporte le llevó a conocer a la que en breve será su esposa, la nadadora sudafricana Charlene Wittstock. Pero hasta entonces, la vida personal del Príncipe también alimentó infinidad de páginas de la prensa rosa, por sus noviazgos (nunca oficiales) con algunas de las mujeres más bellas del mundo, desde la modelo Naomi Campbell a Tasha de Vasconcelos.

Tras su ascensión al trono reconoció el nacimiento de dos hijos, que no tienen derechos sucesorios debido a que nacieron fuera del matrimonio, según dicta la Constitución monegasca. Con la azafata togolesa Nicole Coste tuvo un niño llamado Alexandre, y con la estadounidense Tamara Rotolo, una niña llamada Jazmín Grace. Lo cierto es que se le han atribuido un sinfín de romances, pero no fue hasta conocer a Charlene cuando encontró a su «princesa».

A pesar de haber vivido siempre ante las cámaras, no ha sido hasta el anuncio de su esperado compromiso matrimonial, el 23 de julio de 2010, cuando hemos conocido al Soberano más íntimamente. La presencia de Charlene nos ha permitido ver a un Alberto enamorado. La diferencia de edad con su prometida (20 años) no ha supuesto ningún problema en la relación: «Es compasivo, cuidadoso, cariñoso, leal y muy paciente», ha dicho Charlene de él.

Reproducido de ABC, Madrid

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ME ENCUENTRO SOLITARIO CUANDO BUSCO UNA MANO Y SÓLO ENCUENTRO PUÑOS

- RALPH BUNCHE (1904-1971), DIPLOMÁTICO ESTADOUNIDENSE

28 de junio de 2011

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Bernabé de Varona (Bembeta)

y la expedición del Virginius


- Por Frank de Varona

Uno de los valerosos y legendarios héroes camagüeyanos de la Guerra de los Diez Años de 1868 a 1878 fue Bernabé de Varona Borrero, más conocido por su apodo, Bembeta. Nació este insigne patriota en Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey, el 23 de noviembre de 1845 y murió fusilado por los españoles el 4 de noviembre de 1873 en Santiago de Cuba.

Bembeta llegó a ser general del Ejército Libertador y logró mucho en su corta vida. Se destacaba este apuesto camagüeyano por su elevada estatura y porte marcial. Desde muy joven comenzó a conspirar contra el yugo español que oprimía a Cuba.

Bembeta quedó huérfano de padre el 24 de diciembre de 1852 a la edad de siete años. ¡Debió haber sido muy duro perder a su padre el día de Nochebuena!

Un amigo de su padre ofreció educar a Bembeta en los Estados Unidos y partió el joven a Nueva York en mayo de 1853. Estudió hasta septiembre de 1856, unos tres años, y regresó a Puerto Príncipe. De nuevo en los Estados Unidos en abril de 1859 estudió unos meses más. A los 15 años regresó a Camagüey habiendo aprendido inglés. El haber estudiado en los Estados Unidos y haber observado un gobierno democrático hizo que Bembeta escribiera en su autobiografía que fue desde joven un “enemigo acérrimo de España”. Se hizo un hábil mecánico y trabajó en ingenios azucareros ganándose la simpatía de los negros esclavos por su prédica de igualdad y libertad.

Bembeta era alto, bien parecido y corpulento. Por sus ideas separatistas tuvo muchos problemas y altercados con los españoles. Según nos explica Bembeta en su autobiografía, en 1865 cayó preso en Santiago de Cuba por haber provocado un duelo con el administrador de la aduana en esa ciudad. Al año siguiente volvió a ser arrestado en Santiago de Cuba por “haber ocasionado algunas heridas y contusiones a españoles que no respetaban a los criollos”.

En 1867 Bernabé de Varona viajó a Nueva York y contactó al futuro General en Jefe del Ejército Libertador, el camagüeyano Manuel de Quesada. Ambos trabajaron en los preparativos de la lucha armada contra España.

De regreso a Camagüey, Bembeta fue líder del movimiento armado conocido como la “Conspiración de los Caleseros” de la que formaban parte negros libres y esclavos. Fue arrestado el 26 de julio de 1868 en su ciudad natal. Nos cuenta Bembeta “cinco días estuve en capilla sin tener otro mueble que el infamante garrote donde descansar mi cuerpo”. Tenía entonces Bembeta 22 años. Bembeta también participó en la logia Tínima No. 16 fundada en 1866. La logia planeaba un levantamiento armado en unión a Salvador Cisneros Betancourt, Marqués de Santa Lucía. Ignacio Agramonte y Loynaz, Augusto Arango y Agüero, Carlos Loret de Mola de Varona, Eduardo Agramonte, Manuel Ramón Silva y otros camagüeyanos.

El Capitán General y Gobernador de Cuba Francisco de Lersundi ordenó que trasladaran a Bembeta y a los otros prisioneros a La Habana para entrevistarlos. Al ser conducido ante el gobernador español de Cuba, Bembeta le hizo a Lersundi los signos masónicos de auxilio y ayuda. Lersundi, quien era maestro masón, ordenó que se llevaran al resto de los prisioneros y lo dejaran solo con Bembeta. Lersundi le dijo: “Abandone usted a los negros a su propio  destino, no sirven sino para moler caña. Lástima es que un joven con inteligencia y tan buena presencia se mezcle en conspiración con esa raza”. Lersundi trató sin éxito de convencer a Bembeta que dejara de conspirar contra España y ordenó ponerlo en libertad. Bembeta estuvo 56 días preso en esa ocasión.

Bembeta regresó a Nuevitas el 1 de octubre de 1868 a continuar su trabajo de maquinista. Los españoles volvieron a arrestarlo el 3 de octubre y el 10 de octubre escapó con la ayuda de varios amigos y se alzó en la manigua. Ese mismo día Carlos Manuel de Céspedes se alzó en La Demajagua y comenzó la lucha por la independencia de Cuba.

El 4 de noviembre de 1868 Bembeta formó parte del grupo de 76 patriotas camagüeyanos, los cuales secundaron al Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes, acudiendo al Paso de las Clavelinas y comenzaron la guerra en Camagüey. Los insurrectos camagüeyanos eran casi todos miembros de la logia Tínima No. 16 (72 de los 76  patriotas).

Las tropas españolas quedaron pronto sitiadas en Puerto Príncipe mientras los mambises camagüeyanos se adueñaron del campo. Los españoles levantaron trincheras en las vías de acceso a Puerto Príncipe. Bembeta se distinguió atacando valientemente una de ellas. Los españoles se rindieron ante el audaz ataque. Bembeta les respetó la vida a los prisioneros y los dejó en libertad pidiéndoles su palabra de no hacer armas contra los insurgentes. Ante este acto de generosidad los españoles gritaron ¡Viva Bembeta! Años más tarde los españoles no respetarían su vida al caer prisionero.

Un día Bembeta, quien ya era un coronel, recibió la noticia que una columna española de unos 300 soldados habían sacado a su novia y a su familia de su hacienda y los llevaban hacia Puerto Príncipe. Varona solo tenía 13 soldados en ese momento y el resto de su tropa estaba fuera buscando comida. Bembeta ordenó a su pequeño grupo “¡A caballo!” y les dijo: “¡Muchachos, si esos pícaros nos llevan la familia, mi honor esta perdido para siempre y prefiero morir! ¿Seríais capaces de acompañarme arrancándosela a la columna?”

Sus trece soldados respondieron: “¡Estamos dispuesto a morir con el coronel!” La caballería mambisa atacó a la tropa española por ambos flancos y Bembeta por la retaguardia mientras su corneta tocaba ¡A degüello! El jefe de la columna creyó que lo atacaba una gran caballería y ordenó tocar la retirada y Bembeta rescató a su novia y a su familia. Este brillante y audaz rescate hizo crecer la fama de Bernabé de Varona.

Bembeta participó en numerosas batallas y fue hecho jefe de la escolta del Cuartel General del Ejército Libertador. Después de la Asamblea de Guáimaro se proclamó la Constitución y se organizó el nuevo gobierno con Carlos Manuel de Céspedes como presidente de la República en Armas. Al enterarse, los españoles mandaron un gran ejército para capturar a Guáimaro y poner fin a la revolución.

Manuel de Quesada, General en Jefe del Ejército Libertador, no teniendo suficiente soldados para defender a Guáimaro, ordenó al Coronel Bernabé de Varona que incendiara la ciudad el 10 de mayo de 1869. Ya los patriotas orientales habían quemado la cuna de la Revolución, la ciudad de Bayamo, unos meses antes. El fuego era preferible a rendir ciudades.

En junio de 1869 participó el Coronel Bembeta en el ataque a Las Tunas y más adelante en el asalto del fuerte San José. Fue ascendido al grado de general de brigada en julio de 1869. En abril de 1871 fue enviado a los Estados Unidos para organizar expediciones de apoyo a la Revolución. En esa nación Bembeta trabajó con el General Manuel de Quesada. Con dinero de la Junta Cubana radicada en Nueva York, Quesada compró un vapor con dos palos llamado Virgen. Este barco fue construído en Escocia para el gobierno de los confederados sureños en 1864 durante la guerra civil entre el Norte y el Sur de los Estados Unidos.

El Virgen tenía 200 pies y cargaba 491 toneladas. Era de poco calado ideal para desembarcar soldados y pertrechos de guerra en la costa de Cuba y ayudar a los mambises. En la venta de 1870 apareció como dueño el estadounidense John F. Patterson para así ocultar la participación de la Junta Cubana. El vapor fue rebautizado con el nombre de Virginius.

Entre 1870 y 1873 el Virginius llevó hombres, armas y municiones de los Estados Unidos a Cuba. El buque estuvo a punto de ser capturado en Aspinwall (hoy Colón), Panamá, por el barco de guerra español Bazán, pero fue salvado por la intervención del barco de guerra USS Kansas, argumentando que el Virginius era estadounidense.

El general Bernabé de Varona fue nombrado a dirigir una nueva expedición del Virginius y el 23 de octubre de 1873 salió el buque de Kingston, Jamaica. A bordo del Virginius se encontraban 102 mambises y el barco se dirigió primero a la isla de Jeremie en Haití y después a Port-au-Prince, la capital de esa nación, donde Bembeta compró el armamento a llevar a Cuba.  

  El Virginius navegó hacia la provincia de Oriente y estando cerca de Guantánamo fue visto por la corbeta española Tornado, un barco de tres palos más veloz y más poderoso que el barco de los mambises. Comenzó la persecución del Virginius por el Tornado, bajo las órdenes del capitán español Dionisio Costilla.

El capitán del Virginius, el norteamericano Joseph Fry y los cubanos echaron al mar todo el armamento y  equipo para quitar peso al barco y poder escapar. Por ocho horas navegaron hacia Jamaica mientras veían al Tornado que se acercaba más y más y que le disparaba cañonazos. El motor de vapor que iba a toda máquina explotó y el Virginius comenzó a hundirse. Fry dijo: “Siento que tengamos que rendirnos porque nos vamos a hundir”. El Virginius fue capturado a seis millas de la costa de Jamaica en aguas territoriales británicas, ya que Jamaica era una colonia de Gran Bretaña. El 31 de octubre de 1873 los españoles abordaron el Virginius y bajaron la bandera estadounidense al piso y la pisotearon y la escupieron. El Virginius con su tripulación de marineros y soldados, unos 155 hombres en total, fueron llevados a Santiago de Cuba.

A pesar de que el Virginius llevaba bandera de los Estados Unidos, toda la tripulación era estadounidense y británica y su captura fue en agua territoriales de Inglaterra, el comandante de Santiago de Cuba el brigadier Juan Nepomuceno Burriel decidió fusilar a casi toda la tripulación y soldados.

Contó Burriel con el apoyo del Círculo Español el Club San Carlos y los oficiales de los Voluntarios. Una serie de consejos de guerra se celebraron en la fortaleza de Dolores en Santiago de Cuba.

El 4 de noviembre de 1873 fueron fusilados los cuatro altos oficiales del Ejército Libertador: el General Bernabé (Bembeta) de Varona Borrero, el General Pedro de Céspedes de Castillo, hermano del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes, el General Jesús del Sol y el General George Washington Ryan

Ese día a las 6:45 de la mañana los cuatro prisioneros fueron sacados de sus celdas mientras un soldado tocaba en el tambor la marcha de la muerte. Ryan le dijo a sus compañeros: “Creo que es la muerte esta vez. Adiós muchachos y buena suerte”. A Bembeta y del Sol los arrodillaron mirando a un muro y los fusilaron por la espalda. Ryan y Céspedes presenciaron el fusilamiento de sus dos compañeros. Cuando les tocó su turno protestaron la forma de su ejecución y los arrodillaron a la fuerza pero le permitieron que miraran de frente al pelotón de fusilamiento. Los cuatro patriotas se portaron muy valientes. Así lo escribió Burriel en su informe.

José Martí escribió de Bembeta: 

“Bernabé Varona, el que de un vuelco de la muñeca derribaba un toro, y de un salto del corazón libertaba a cientos de prisioneros españoles. Luego España deshizo a balazos aquella hermosa cabeza. ¿A qué? Los héroes renacen…”

Reproducido de eichikawa.com

El relato de la conclusión de este desafortunado hecho de nuestras luchas emancipadoras continuará en una próxima edición.