20 de diciembre de 2014

Liturgia de la Navidad

 

Liturgia de la NAVIDAD

La Navidad es la celebración, memoria y actualización del acontecimiento salvífico histórico del nacimiento de Jesucristo, de la manifestación de la salvación de Dios en Jesús de Nazaret.

La Navidad, con toda su sencillez y ternura, con su misterio y su gracia, es mucho más que un tiempo ingenuo o explotado por la sociedad de consumo.

Es el tiempo de Dios y el tiempo del hombre. El clima creado por la liturgia de estos días pretende provocar la fe en la manifestación divina, la apertura a la gracia, la necesidad del amor y del seguimiento a Jesucristo.

La liturgia de la Iglesia prolonga el tiempo de Navidad hasta la Epifanía, que se fija en el sentido y significado de este acontecimiento. Navidad es la eclosión de la luz y la luz es para alumbrar, para calentar, para guiar.

La liturgia de Navidad y Epifanía se subdivide, a su vez, en la semana dentro de la Navidad, la semana de la octava y las ferias de los días de Epifanía hasta la celebración de la festividad del Bautismo del Señor. Durante toda la octava de la Navidad se debe rezar o cantar el Gloria en la Eucaristía y el Te Deum en el oficio de lecturas de la Liturgia de la Palabra. Igualmente, se recomienda cantar el Aleluya, previo a la proclamación del Evangelio, en la Misa, o, en la Liturgia de las Horas, donde se prescriba como Responsorio breve.

La liturgia de Navidad y Epifanía, desde el Nacimiento hasta el Bautismo en el Jordán, va desgranando las primeras manifestaciones de la salvación de Dios en Jesús: a los pastores, a los magos, en el templo, a los discípulos en Caná de Galilea.

Desde las celebraciones vespertinas de la Navidad (tarde del 24 de diciembre) hasta la festividad del Bautismo del Señor (este año 2015, el domingo día 11 de enero) discurre el tiempo litúrgico de Navidad y Epifanía. Su color litúrgico es el blanco. La alegría, el gozo y la celebración de la Natividad y de la Manifestación de Jesucristo son sus características principales.

Dentro de la octava de la Navidad hay otros dos grandes fiestas: la Sagrada Familia y Santa María Madre de Dios. El domingo dentro de la octava de la Navidad es la festividad de la Sagrada Familia.   Este año es el día 28 de diciembre. En el día de la octava de la Navidad (1 de enero), toda la Iglesia Católica celebra la solemnidad de la Maternidad divina de la Virgen María. Desde 1968, por disposición del Papa Pablo VI, es también el día de la Jornada Mundial de oración por la paz, que conlleva siempre mensaje papal.

La Epifanía es una fiesta más conceptual. Celebra el mismo misterio de la Navidad, pero va más directamente a su significación salvadora. Palabras claves de este tiempo son: iluminación, manifestación, aparición, desvelamiento. El día 6 de enero la Iglesia celebra la Epifanía del Señor. Este misterio complementa al de Navidad. Este año cae en martes. En muchos países se celebra la fecha en domingo. El evangelio de esta solemnidad litúrgica es precisamente la adoración de los magos de Oriente.  El ciclo litúrgico de la Navidad concluye con la fiesta del Bautismo del Señor, el comienzo de su vida pública.
Editado de revistaecclesia.com

19 de diciembre de 2014

Comunicado de Prensa


COMUNICADO DE PRENSA

Organizaciones de la Resistencia Cubana
convocan a concentración pública en Miami
por la democracia en Cuba

Organizaciones de la Resistencia cubana, dentro y fuera de Cuba, convocan a una concentración pública a todos los exiliados para expresar los siguientes puntos:
 
1-      Rechazo a las concesiones hechas por el administración de Barack Obama al régimen totalitario del General Raúl Castro.

2-    Desagravio a los mártires del 24 de febrero de 1996: Armando Alejandre, Jr, Carlos Costa, Mario De la Peña y Pablo Morales, asesinados en aguas internacionales por aviones militares castristas para cuyo asesinato conspiró el jefe de la red de espionaje Avispa, Gerardo Hernández, condenado a doble cadena perpetua en Estados Unidos y quien ha sido liberado por Obama subrepticiamente junto a otros dos espías castristas. Extensivo a todos los mártires que han ofrendado su vida por la libertad de Cuba.

3-    Respaldo a la Resistencia interna cubana en su lucha cívica y no violenta por la libertad de Cuba y contra la violación a los derechos humanos en la Isla.
QUE:               Concentración por la democracia en Cuba
DONDE:          Parque José Martí
                       351 SW 4 Street
                       Miami, Florida, 33130

CUANDO:        Sábado 20 de diciembre de 2014.
                       2:00 PM
Asamblea de la Resistencia y las organizaciones que la conforman (Exilio):
Frente Nacional de Resistencia Cívica y las organizaciones que lo conforman (Cuba)
Brigada 2506
Consejo por la Libertad de Cuba
Y todas las organizaciones que quieran sumarse a la convocatoria
 Colaboración: Sylvia Iriondo, Presidenta de M.A.R. por Cuba

La concentración es a las 2 p.m., Sábado, 20 de diciembre, 2014 en el Parque José Martí, 351 SW 4 Street, Miami, Fl. 33130. Parqueo, copio: There is free parking in a private parking lot in front and metered parking on nearby streets. It's located under the I-95 at SW 3rd ST. Directions: It may be difficult to get here the first time. If you are coming from I-95, take SE 8th East, Left on SW 3rd ST to the end, past Publix. he Gym is directly under the I-95 Freeway. If coming from Brickell, take SW 7th West, Right on SW 3rd ST to the end, past the Finnegans River Restaurant.

La Normalización


La Normalización

Carlos Alberto Montaner

 Barack Obama ha comenzado la normalización de las relaciones con la dictadura cubana. Es lo que le pedía el cuerpo. En su discurso y en sus planteamientos ha ido mucho más allá de lo que se podía prever. Al fin y al cabo, como dijo en su alocución, él ni siquiera había nacido cuando el presidente John F. Kennedy decretó el embargo en 1961. Era un pleito que lo dejaba indiferente. Supongo que hasta lo aburría.

Para mí no hay duda de que se trata de un triunfo político total por parte de la dictadura cubana. En La Habana están eufóricos. Washington ha hecho una docena de concesiones unilaterales. Cuba, en cambio, se ha limitado a farfullar unas cuantas consignas.

Es verdad que Raúl Castro ha puesto en libertad a medio centenar de presos políticos y ha liberado a Alan Gross a cambio de tres espías. Pero sólo este año ha detenido a más de dos mil opositores y ha aporreado a cientos de ellos, y muy especialmente a las sufridas “Damas de Blanco”.

En realidad, Obama no había cambiado antes la política cubana por razones electorales. Ese es el factor esencial en la esfera pública. Manda su majestad la urna. Esperó al término de las elecciones parciales de su segundo mandato –las últimas en las que participaría su partido durante su presidencia– y a que el senado entrara en receso. Entonces actuó.

Una de las pocas ventajas de ser un lame duck es que no se paga un precio electoral. Por lo menos no lo paga el presidente en funciones, aunque a lo mejor tiene que abonarlo el candidato de su partido en los comicios posteriores.

Al Gore –por ejemplo—nunca le perdonó a Bill Clinton el tipo de solución que le dio al caso del niño balsero Elián González. Perdió Florida por 536 votos –los cubanos votaron mayoritaria y furiosamente en su contra– y en ese estado se liquidaron sus sueños de llegar a la presidencia.

Previamente al discurso de Obama y a su cambio de política, The New York Times había ablandado a la opinión pública con un bombardeo de siete editoriales consecutivos en los que solicitaba lo que inmediatamente se iba a conceder.

No era la influencia de la prensa sobre la Casa Blanca. Era al revés: era la influencia de la Casa Blanca sobre la prensa para lograr objetivos políticos. En esos editoriales estaba la hoja de ruta del cambio de la política norteamericana con relación a Cuba. Ahora se entiende la campaña del NYT. No era buen periodismo. Eran buenas relaciones públicas.

Los argumentos de Obama para revertir la estrategia política seguida por una decena de presidentes republicanos y demócratas previos fueron principalmente dos: primero, no ha dado resultados, y, segundo, Estados Unidos mantiene relaciones con países como China y Vietnam. Dos dictaduras nominalmente comunistas.

En cuanto a los resultados del embargo contra el régimen cubano, no es eso lo que sostiene el gobierno de los Castro. La Habana afirma que el embargo, originado por la confiscación sin compensación de las propiedades norteamericanas en la Isla, les ha costado miles de millones de dólares.

Por otra parte, lo cierto es que, desde que Kennedy puso en marcha el embargo, esa operación de castigo, si bien no sirvió para que Cuba compensara a los legítimos propietarios, ni para derrocar al régimen, fue útil para que ningún otro país latinoamericano se atreviera a confiscar sin pago empresas norteamericanas, mientras (alegan algunos estrategas) contribuyó a que la Isla se viera obligada a reducir sus fuerzas armadas a la mitad tras la debacle soviética en 1991.

Es irrebatible que Estados Unidos tiene relaciones plenas con China y Vietnam, de donde Obama, como mucha gente, deduce que debía tener buenos vínculos con Cuba, pero la premisa es muy discutible y está basada en una visión pragmática de las relaciones internacionales en la que no intervienen los juicios morales.

Si ése es el caso, ¿por qué no tener relaciones normales con Siria si las tienen con Arabia Saudita, que es otra tiranía islámica? ¿Por qué no tratar con indiferencia al Califato (ISIS) que ha surgido en un rincón de Siria y hoy hace metástasis por todo el Oriente medio? ¿Que Siria y el califato matan y atropellan? En China y en Vietnam también matan y atropellan. En rigor, desde la perspectiva estrictamente pragmática, ¿qué le importa a Estados Unidos que los talibanes sean una banda de asesinos si los muertos ocurren en una zona alejada del mundo?

Hay una regla de oro de la ética que Obama ha olvidado: donde quiera que se pueda sostener la coherencia entre la conducta y los principios, hay que hacerlo. Uno puede entender que es sensato tener relaciones normales con China, un gigante demográfico y nuclear, porque las consecuencias de defender los principios puede llevarnos a la catástrofe. Lo mismo sucede con Arabia saudita y su maldito petróleo, pero en Cuba es diferente.

En Cuba, Estados Unidos podía evitar la disonancia moral porque la Isla, violadora pertinaz de los derechos humanos, enemiga a muerte de Estados Unidos al extremo de pedirle a la URSS el exterminio nuclear preventivo del país vecino, que ya ha vertido el 20% de su población dentro del territorio norteamericano, no tiene la menor significación demográfica o económica y era posible casar coherentemente los valores y los comportamientos.

Durante todo el siglo XX, con razón, muchos latinoamericanos criticaron a Estados Unidos por tener buenas relaciones con dictadores como Stroessner, Pinochet, Batista, Trujillo o Somoza. Entonces se decía que era una total hipocresía de Washington invocar los valores de la libertad y la democracia mientras tenía relaciones estrechas con los opresores de sus pueblos.

Como consecuencia de ese reclamo, el 11 de septiembre de 2001, mientras ardían las Torres Gemelas, se firmó en Lima la Carta Democrática de la OEA, un documento impulsado por Estados Unidos en el que perfilaban todos los rasgos que debían tener las naciones del continente para ser consideradas, realmente, democráticas.

De cierta manera esos eran los rasgos de la normalidad democrática. Obama, que cita el documento, acaba de traicionar su esencia. Ha normalizado las relaciones con Cuba, pero al precio de volver a la nefasta política de la indiferencia moral en la América Latina. Esa disonancia es una desgracia.

Como consecuencia de ese reclamo, el 11 de septiembre del 2001, mientras ardían las Torres Gemelas, se firmó en Lima la Carta Democrática de la OEA, un documento impulsado por Estados Unidos en el que se perfilaban todos los rasgos que debían tener las naciones del continente para ser consideradas, realmente,

Los Personajes de la Navidad

 
LOS PERSONAJES DE LA NAVIDAD

Jesús de las Heras, revistaeclessia.com

JESÚS, el hijo de Dios, el hijo de mujer.
Es niño recién nacido, envuelto en pañales y reclinado en un pesebre. Es niño anunciado por los ángeles, adorado por los pastores, buscado, adorado u obsequiado por los magos, odiado y perseguido con sangre inocente por Herodes, tomado en brazos y reconocido por los ancianos Simeón y Ana. Es el hijo de Dios hecho carne. Es el hijo de María, alumbrado de sus purísimas entrañas y acostado por ella, acompañada y servida siempre por José, en el pesebre. Es la gran gloria de Dios en la mayor de las precariedades humanas. «Lo esperaban poderoso y un pesebre fue su cuna; lo esperaban rey de reyes y servir fue su reinar».

MARÍA DE NAZARET, la Madre de Jesús.
Es la Madre de Dios. Es Madre de Cristo total. Ella es la Mujer creyente que llevó a Jesús en su seno y lo dio a luz virginalmente y lo recostó entre pañales. Ella es figura de la comunidad de los creyentes, dando testimonio de Cristo en la historia y engendrando en su seno a los hombres de la nueva creación. El «sí» de María floreció en Belén en la Palabra; su «hágase» de la anunciación fue el fruto bendito de la natividad, mientras Ella, madre y modelo del pueblo creyente, seguía peregrinando en la fe y «conservando todas estas cosas y meditándolas en su corazón».
JOSÉ DE NAZARET, el esposo de María, el padre adoptivo de Jesús.
Siempre fiel, silente y obediente. Siempre abierto a la providencia de Dios y de los hombres. Siempre discreto y en segundo plano. Siempre necesario e imprescindible. Es el José que sube con su grávida esposa María hasta Belén; el José que acuna al niño; el José que recibe a los pastores y a los magos de Oriente; el José que se pone en marcha y en camino cuando Herodes buscaba al niño para hacerlo desaparecer. Navidad es tiempo también excepcional para escuchar, en el silencio y en la admiración, el «sí» de José.

LOS ÁNGELES. Fueron, de nuevo, los mensajeros, los pregoneros de la buena nueva, de la presencia de Dios entre nosotros. Fueron los periodistas de la Navidad. Fueron la voz de la Palabra y la voz de los sin voz: «No temáis –dijo el ángel a los pastores–, os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy en la ciudad de David os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor, Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Ellos compusieron el primero de los villancicos: «¡Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!». Ellos nos definieron así que Navidad es la gloria de Dios manifestada, revelada, encarnada, y que la paz es su don, su prenda y su rostro.

LOS PASTORES. Pasaban la noche al aire libre en aquella región, en Belén, la más pequeña de las aldeas de Judá, aunque de ella había surgido el Rey David. Velaban por turnos su rebaño. Cuando el ángel les habló, envolviéndolos de resplandor con la luz de la gloria del Señor, quedaron sobrecogidos de gran temor. Pero reaccionaron ante las palabras del ángel y, creyendo, se pusieron presurosos en camino, tras decirse unos a otros: «Vamos derechos a Belén, a ver eso que ha pasado y que nos ha comunicado el Señor». Y, en efecto, «fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño, acostado en el pesebre. Al verlo les contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores». Los pastores nos hablan de la paradoja de la Navidad, de su fuerza transformadora, de su carga de misterio y de realidad, de su inequívoca dimensión anunciadora y misionera. Ellos fueron los primeros misioneros, los primeros testigos, los primeros orantes, los primeros adoradores, los primeros creyentes. «Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho».

EL REY HERODES. Fue alertado por los magos de Oriente del nacimiento del Rey de Reyes. Con astucia y con mentira quiso engañarlos al sentir amenazado su trono. Cuando sus planes no dieron el fruto por él previsto, desató su ira contra los más inocentes. Navidad es oferta, jamás imposición.

LOS MAGOS DE ORIENTE. Sabemos poco de ellos. Que eran de Oriente y que miraban y observaban los cielos esperando y escrutando los signos de Dios. Vieron salir una estrella que brillaba con especial fulgor y resplandor. Y fueron siguiendo su rastro. Era la estrella que anunciaba el nacimiento del Rey de los Judíos. Se entrevistaron con Herodes como gesto de cortesía y éste quiso engañarlos. Continuaron su camino hasta que la estrella se posó encima de donde estaba el niño. «Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo para que no volvieran a Herodes se marcharon a su tierra por otro camino». El «personaje» navideño de los Magos está lleno de simbolismo y de interpelación sobre el sentido y el reto de la Navidad: la atenta observación y escucha de los signos de Dios y de los hombres, la búsqueda de la verdad y del saber ponerse en camino, la perseverancia hasta llegar a la meta, los sentimientos y actitudes de alegría, de adoración y de ofrenda ante Dios y el volver a su tierra por otro camino. Volvieron por otro camino para evitar, sí, a Herodes, y también como gesto, como signo, del cambio transformador que supone siempre el encuentro con Jesucristo, que cambia nuestras caminos y rumbos. Quien encuentra a Jesús, siempre cambia. En este personaje coral de los Magos y con ellos se complementa la gran Manifestación, que es luz para todos los hombres: los pastores en la Natividad, los magos en la Epifanía, los de cerca y los de lejos, los pobres e ignorantes y los poderosos y sabios. Para todos y por todos nace Dios.

LOS SANTOS NIÑOS INOCENTES. «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes: es Raquel, que llora por sus hijos y rehúsa el consuelo porque ya no viven». Herodes montó en cólera cuando no pudo hacerse con aquel recién nacido que tanto le turbaba. Desató su ira sobre los más inocentes e indefensos y mató a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y en sus alrededores. Fueron los primeros mártires de Jesucristo. Aquella tan débil y preciosa sangre inocente derramada fue ya semilla de salvación.

EL ANCIANO SIMEÓN Y LA PROFETISA ANA. La liturgia de la Iglesia nos presenta a estos dos personajes en el tiempo ordinario, pero tan sólo cuarenta días después del nacimiento de Jesucristo. Son, por ello, personajes de la Navidad, del evangelio de la infancia. El, Simeón, era un hombre honrado y piadoso que aguardaba el Consuelo de Israel y en quien moraba el Espíritu Santo. Había recibido un oráculo de lo alto de que no moriría –era ya muy anciano– sin ver al Mesías. El día de la presentación del Señor, niño de tan sólo cuarenta días, se hizo realidad esta promesa: Vio al Mesías, lo reconoció en la debilidad del recién nacido, lo tomó en brazos y alabó al Señor, profetizando quién era, en verdad, el bebé: «luz para alumbrar a las naciones, gloria de tu pueblo Israel y signo de contradicción». También a María le auguró que una espada de dolor le traspasaría el alma.
Ella, Ana, era una profetisa viuda también muy anciana. No se apartaba del templo ni de la ley de Dios, sirviéndoles día y noche. También reconoció al Mesías, al Salvador, en la debilidad y en la fragilidad. Dio gracias a Dios y «hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel».

JUAN EL BAUTISTA. No nos consta nada de él en referencia al misterio mismo del nacimiento de Jesucristo. Pero toda su vida, toda su misión fue anunciar esta buena noticia. El debía preparar un pueblo bien dispuesto para Quien nacía en la Navidad. Y el ciclo navideño se despide precisamente con él, que nos lo anuncia sin parangón en el adviento. De sus colmadas del agua del Jordán brotará la voz y la presencia de Dios, se abrirá el cielo y comenzará definitivamente la andadura salvífica de Dios entre nosotros.

18 de diciembre de 2014

La Innegociable Libertad


La Innegociable Libertad

Vicente Echerri  

El anuncio del presidente Obama en el día de ayer respecto al cambio de la política de Estados Unidos hacia Cuba ha sorprendido, consternado y enfurecido a vastos sectores del exilio cubano. Nuestro aliado de más de medio siglo decide legitimar, con su pleno reconocimiento diplomático, a una tiranía incorregible, a la cual, además, le libera tres espías convictos que cumplían grandes condenas en este país. Si los reveses políticos fueran dignos de luto, éste sería para llevarlo: el 17 de diciembre debe consignarse de ahora en adelante entre los nuestros como una fecha infausta.

El senador Marco Rubio ha catalogado de “ingenua” la acción política de Obama, y de veras lo sería si el Presidente creyera que esta movida hacia el castrismo puede abrir las puertas de la democracia y otorgarles a los cubanos derechos políticos —conculcados y reprimidos durante tanto tiempo— que encontrarían en el cambio de actitud de Washington un instrumento para reafirmarse. Yo no creo en la ingenuidad del Presidente que, de ser cierta, podría tacharse más bien de estupidez. No creo que se haga ilusiones respecto a Cuba, y lo obvio es que, para justificar su decisión, haya invocado los consabidos ejemplos de China y Vietnam, países con los que Estados Unidos sostiene relaciones diplomáticas y comerciales de primer orden pese a seguir siendo regímenes totalitarios de partido único.

Creo más bien que el Presidente, de la manera más cínica, quiere desmontar una situación que juzga como reliquia de la guerra fría: la de un país arruinado por el modelo económico socialista al que aspira a incorporar a la economía capitalista sin tocar en absoluto el entramado del poder político ni la estabilidad de los que mandan. Con ello lograría reanimar una región económica, aprovechando —en pro de las ávidas transnacionales— una población emprendedora, capacitada y obediente y, de rebote, congraciarse con los gobiernos latinoamericanos.
 
Si esta apertura logra, como es de esperar, mayor flujo de información, mayores empleos, inversiones de capital foráneo, reconstrucción de la arruinada infraestructura, prosperidad, en una palabra, para el pueblo cubano, todo lo cual es posible, pues mucho mejor. Hasta disminuiría sensiblemente el flujo migratorio hacia Estados Unidos y Cuba podría ser nuevamente la “tacita de oro” de la que tantos hablan.

Aquellos de nosotros que crean que no es posible la reanimación económica de Cuba sin la restauración de la democracia sufren el error común de confundir el sistema democrático con el capitalismo, cuando, si bien es cierto que el primero no es concebible sin el segundo, éste puede prescindir absolutamente de aquél, como lo han demostrado sobradamente incontables regímenes autoritarios y algunos de los más eficientes totalitarismos contemporáneos. El fascismo consiste precisamente en el maridaje del partido único con el gran capital.
 
Con sus nuevas medidas, el presidente Obama ha allanado el camino del fascismo para el pueblo cubano. Lo peor de todo es que muchos cubanos, sobre todo de los que viven en la isla, puede que se sientan felices con esa perspectiva: prosperidad sin libertad; en definitiva, la mayoría ha vivido sin ella durante toda su vida.

Los que aspiramos a una nación de derechos, de múltiples iniciativas políticas, de genuinas consultas populares, de libertades de asociación y de expresión, este arreglo —que daría lugar, en el mejor de los casos, a un despotismo exitoso— no puede menos que ensombrecernos. Sólo la precariedad de la gestión económica del socialismo real, ineficiente por naturaleza, minado por la torpeza típica de un sistema que agrede el natural anhelo de lucro de los humanos, podía dar esperanzas a los cambios políticos. El fascismo que se asoma en el horizonte de mi querido país puede aplazar la democracia por lo menos otra generación.

El ensombrecimiento no debe, sin embargo, traducirse en derrota —ni en frustración cuando presenciemos el desfile de empresarios cubanos del exilio que, con la falta de escrúpulos que ostentan muchos de su clase, acudan en la primera oportunidad a hacer negocios con los verdugos de su patria. Quedan aún los que nunca transigiremos con la mafia crapulosa que se apoderó de Cuba por engaño y por fuerza, los que nunca nos avendremos con el secuestro de la libertad por la cual nuestros próceres fundadores dieron su fortuna y su sangre.

© Echerri 2014
Reproducido de El Nuevo Herald

Viajes, cigarros, ron y más...


Ocho claves del acuerdo
entre EE.UU. y Cuba:
viajes, cigarros, ron y más

  
Reid J. Epstein, The Wall Street Journal
Miércoles, 17 de diciembre de 2014  

¿Bajo qué figura legal tomó estas medidas el presidente Barack Obama?

La Casa Blanca anunció los cambios en la política hacia Cuba como nuevas reglas que serán publicadas por los departamentos del Tesoro y de Comercio. Es el capítulo más reciente en la seguidilla de órdenes ejecutivas que ha usado el primer mandatario estadounidense desde que los demócratas perdieron las elecciones de medio mandato el mes pasado, tras los cambios en la política de deportación.

Las medidas del gobierno no cambian la Ley Helms-Burton de 1966 y otras leyes aprobadas por el Congreso que restringen la mayoría de los viajes y el comercio con Cuba. Pero es la iniciativa más significativa en 50 años que toma el gobierno de Estados Unidos para flexibilizar las sanciones a Cuba.

¿Qué consecuencias tendrá el cambio sobre las relaciones diplomáticas entre ambos países?

EE.UU. abrirá una embajada en La Habana por primera vez desde que el presidente John F. Kennedy cortó las relaciones en 1961. Desde 1977 la oficina de intereses estadounidenses opera los suizos en una privilegiada propiedad sobre el Malecón, frente al mar. El Senado de EE.UU., que será controlado por los republicanos a partir de enero, tendrá que aprobar cualquier embajador ante la isla.

¿EE.UU. aún afirmará que Cuba tiene lazos con el terrorismo?

EE.UU. designó a Cuba un estado que auspicia el terrorismo en 1982. El secretario de Estado John Kerry ahora deberá revisar esa designación y realizar un informe en los próximos seis meses sobre el apoyo actual de La Habana al terrorismo internacional.

¿Qué pasará con las restricciones de viaje para los estadounidenses?

Para los estadounidenses, seguirá siendo ilegal viajar a Cuba sólo por turismo, ya que está prohibido por la ley federal de ese país. Pero EE.UU. permite 12 categorías de viaje legal a Cuba, que el gobierno de Obama está expandiendo.

Las categorías de viaje permitidas son: visitas familiares, negocios del gobierno, periodismo, investigación profesional y reuniones, actividades educativas, actividades religiosas, “apoyo al pueblo cubano”, proyectos humanitarios, trabajo e investigación de fundaciones privadas, trabajo de importación/exportación, arte y desempeño atlético, clínicas y talleres, y otras transacciones de exportación.

¿Se podrán usar tarjetas de crédito de EE.UU. en Cuba?

Por primera vez, las tarjetas de crédito y débito emitidas por bancos de EE.UU. podrán usarse en Cuba. Los viajeros estadounidenses a la isla hasta ahora debían llevar grandes cantidades de efectivo o sacar una tarjeta de crédito de un banco en otro país.

¿Los estadounidenses podrán regresar a EE.UU. con cigarros y ron?

Los ciudadanos de EE.UU. que viajen a Cuba podrán traer consigo una pequeña cantidad de cigarros y ron, que hasta ahora estaban prohibidos. Las nuevas disposiciones permiten que los estadounidenses ingresen a su país con hasta US$400 en mercadería cubana, de los cuales sólo US$100 pueden ser alcohol y tabaco.

¿Habrá cambios en las remesas que pueden enviar los estadounidenses a Cuba?

Desde ahora los estadounidenses podrán enviar US$2.000 por trimestre —frente a los US$500 anteriores— a personas en la isla. Las licencias que se exigían para los estadounidenses que enviaban efectivo a Cuba ya no serán necesarias.

¿Qué impacto tendrá la nueva política sobre el uso de Internet?

Casi ningún cubano común tiene acceso a Internet. En hoteles para turistas se puede conseguir un acceso web muy lento. Las nuevas reglas permitirán que las empresas de EE.UU. exporten equipos de telecomunicaciones para construir una infraestructura de Internet más amplia. A la vez, indicaron funcionarios estadounidenses, el gobierno cubano acordó permitir que sus ciudadanos obtengan un mejor acceso a la web

Un villancico para el Adviento

 
Un villancico para este Adviento:

Mi Belén

Andrés Trujillo

Voy a regalarte un Belén lleno de pobreza,
voy a prepararte un establo en mi corazón
y daré sentido a mi vida con tu nacimiento,
con el nacimiento en mi alma de tu salvación.

Voy a allanar el camino, 
voy a quedarme vacío.
Seré un pesebre de carne
para un Dios que se ha hecho niño.
Voy a cubrir mis senderos
de besos que me florezcan,
que en corazones sinceros Jesús se queda.

Voy a prepararte un Belén
en mi noche umbría
donde sólo brille tu luz,
y en mi alma fría
el calor, el fuego que queme y me deje limpio
será tu mirada de niño humano y divino.
 
Voy a prepararte un Belén lleno de alegría,
de emoción, de dicha de ver que serás mi guía
y cuando esté lleno de dudas y de desaliento
la luz de tu rostro me lleve a través del tiempo.
 
Seré un pesebre de carne
para un Dios que se ha hecho niño.

17 de diciembre de 2014

Alan Gross, el anzuelo que terminó siendo tragado


Alan Gross,
el anzuelo que terminó siendo tragado

 
Yoani Sánchez, La Habana

Con ese pesimismo que se ha vuelto ya crónico en nuestra sociedad, muchos cubanos pensábamos que Alan Gross sólo lograría salir de Cuba "con los pies por delante", en una imagen alusiva a un desenlace fatal. La terquedad que ha mostrado el Gobierno cubano en sus relaciones con Estados Unidos, no presagiaba una solución a corto plazo para el contratista. Sin embargo, este miércoles ha sido canjeado por tres espías cubanos presos en Estados Unidos, con lo que se cierra un largo y complicado capítulo político para ambas partes.

Gross sólo era de utilidad vivo y su salud se deterioraba muy rápidamente. Y eso lo sabía muy bien Raúl Castro. De ahí que en los últimos meses le aumentara los decibeles a la propuesta de intercambiarlo por el agente Antonio Guerrero y los oficiales Ramón Labañino y Gerardo Hernández que cumplían largas condenas en cárceles del vecino del Norte. En la medida que el contratista de 65 años enflaquecía y perdía la vista, las campañas oficiales insistían más en el canje. Cuando Gross amenazó con quitarse la vida, las alarmas se dispararon en el Gobierno de la Isla y el cronograma de la negociación se aceleró.

Barack Obama, por su parte, tenía claro que cualquier cambio en la política hacia La Habana se encontraría ante el obstáculo insalvable de un estadounidense preso por "amenazas a la seguridad del Estado". Ya el propio The New York Times había sugerido el intercambio en uno de sus editoriales sobre Cuba, y la publicación del texto en tan prestigioso diario fue leída como un adelanto de lo que ocurriría. Como en todo juego político, sólo veíamos una parte, mientras en los entresijos del poder se ataban los hilos del acuerdo que hoy acaba de hacerse público.

Para quienes conocemos los mecanismos de presión que utiliza la Plaza de la Revolución hacia sus contrincantes, la propia captura de Gross queda como una jugada dirigida a recuperar a los agentes del Ministerio del Interior. El contratista no fue arrestado tanto por lo que hacía, sino por lo que se podría lograr con él. Era un simple anzuelo y estaba consciente de ello desde el principio. Su delito no radicaba en haberle traído un equipo de conexión satelital a Internet a la comunidad judía cubana, sino en llevar en su bolsillo un pasaporte que lo convertía de inmediato en una pieza de cambio en el tablero de las tensas relaciones bilaterales entre Washington y La Habana.

Si se revisan los cinco años de cautiverio padecidos por Gross, se verá un estudiado guión informativo con que el Gobierno cubano ayudó a presionar a la administración Obama. Cada imagen que salió a la luz pública, cada visitante al que se le permitió verlo, fueron autorizados con la única condición de que reforzaran la tesis del canje. De esa manera el castrismo ha terminado por salirse con la suya. Ha logrado intercambiar a un hombre pacífico, enrolado en la humanitaria aventura de proveer conectividad e información a un grupo de cubanos, por agentes de inteligencia que causaron daño significativo y dolor con su accionar.

En el juego de la política los totalitarismos logran imponerse a las democracias, porque controlan la opinión pública al interior de sus países, determinan los resultados legales a su antojo y pueden mantenerse tres lustros gastando los recursos de toda una nación en aras de liberar a sus topos enviados al terreno del adversario. Las democracias, sin embargo, terminan por ceder porque tienen que darle respuestas a los suyos, vivir con una prensa incisiva que le reprocha a los gobernantes el tomar o no tomar ciertas decisiones y porque están obligadas a hacer todo lo posible por llevar sus muertos y sus vivos de vuelta a casa.

El castrismo ha ganado, aunque el resultado positivo es que Alan Gross ha salido con vida de una prisión que amenazaba con convertirse en su tumba. Ahora, nos esperan largas semanas de vítores y consignas, en las que el Gobierno cubano se proclamará vencedor de su última batalla. Pero no hay espacio en el panteón nacional para tanto héroe que respira y, poco a poco, los recién llegados agentes irán perdiendo importancia y visibilidad. Empezará a desteñirse el mito que les labraron en la distancia.

Eliminado el principal obstáculo para el restablecimiento de relaciones, sólo falta saber cuál será el próximo paso. ¿Planea el Gobierno cubano otro movimiento para volver a estar en posición de fuerza con el Gobierno de Estados Unidos? O por esta vez todas las cartas han quedado sobre la mesa, ante los cansados ojos de una población que presiente que el castrismo volverá a ganar también la próxima jugada.

Shame on you, Obama


Shame on you, Obama!

Por justificar con su medida
los crímenes de una dictadura oprobiosa.
 
Por traicionar el sacrificio
de  miles de cubanos fusilados.

Por traicionar el sufrimiento
de miles de cubanos
que han sufrido y sufren
en las prisiones cubanas.

Por ignorar los atropellos
que se siguen cometiendo
en Cuba
contra todo el que intente
hablar de libertad.

Ha premiado usted
y se ha hecho cómplice
de los crímenes de la dictadura
más larga de América,
un régimen tiránico y despótico
que ahora brinda, se regocija
y se burla
de un presidente
incompetente o equivocado
 

Shame on you,
mister president!