3 de enero de 2015

El Papa ha programado visitar en un solo día Ávila y Alba de Tormes


El Papa ha programado visitar
en un solo día Ávila y Alba de Tormes


El Papa Francisco viajará a lo largo de este año a España, pero será una visita de un solo día de duración y con un objetivo pastoral único: sumarse a la conmemoración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Por ello, se desplazará en una misma jornada a Ávila y a Alba de Tormes –la ciudad de nacimiento y la villa salmantina donde murió la primera doctora de la Iglesia– antes de regresar al Vaticano sin dormir en España.  Así lo señaló ayer el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en declaraciones a ABC a propósito de la posible peregrinación de Bergoglio a Compostela, para la cual se han realizado intensas gestiones sin lograr que fructifique.

Preguntado sobre si está descartado que el Pontífice acuda en 2015 a rezar ante la tumba del Apóstol como un peregrino más, Barrio –que es además miembro del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal– responde: «Parece ser que el Papa tiene programado venir solo un día y visitar Ávila y Alba de Tormes. Con lo cual es muy difícil que venga a Santiago».

El prelado detalló así cómo será el desplazamiento de Bergoglio, que desde hace tiempo han dado por seguro diversas fuentes, las más reciente, el pasado mes, el alcalde de Ávila «Si a estas alturas me preguntan “si el alcalde de Ávila asegura que va a venir el Papa”, vamos, con toda seguridad: va a venir el Papa», sostuvo entonces el regidor abulense, Miguel Ángel García Nieto, aunque luego reconoció que no había confirmación oficial. Ya en junio, cuando los Reyes se entrevistaron con Francisco en la Santa Sede, el Monarca manifestó su «esperanza» de verle de nuevo en España.

El Papa utilizaría así un modelo de viaje que ya ha aplicado en anteriores ocasiones en las que la cercanía con Italia lo permite, como en su visita a Albania el pasado mes de septiembre, donde también fue y regresó en el mismo día, o antes a la isla de Lampedusa.

Sin campañas electorales

Con su presencia, que en última instancia debe confirmar el Vaticano, tanto Ávila como Alba de Tormes revivirán la experiencia de 1982, cuando con motivo del viaje apostólico del Papa Juan Pablo II por España, recaló en ambas localidades, coincidiendo entonces con el cuarto centenario de la muerte de Santa Teresa. La fecha está todavía en el aire, pero, como ya publicó este diario, Francisco quiere evitar coincidir con las campañas tanto de las elecciones municipales y autonómicas en mayo como de las generales, posiblemente en el mes de noviembre.

Francisco no seguirá, en cambio, por ahora los pasos de Benedicto XVI, que en 2010 estuvo en la capital gallega con motivo del Año Santo. Galicia había intentado que el pontífice argentino también se acercara a la meta del Camino, tarea en la que se involucró el orensano José Rodríguez Carballo, que forma parte del equipo del actual Papa.
abc.es

2 de enero de 2015

Bienvenido seas, Obama

 
¡ Bienvenido seas Obama!
Ana Dolores García

El Plan Marshall nos llega ¯¯J
del extranjero p´a nuestro avío,
y con tantos dineros
va a echar buen pelo
Villar del Río….

Bienvenido, Mister Marshall es una película española de 1953 dirigida por Luis García Berlanga y con José Isbert y Lolita Sevilla como actores principales.    
 
En el pueblo de Villar del Río en España  (podríamos decir “Pinar del Río” en Cuba)  los habitantes están contentos: los americanos  van a visitarles con ocasión de la presentación en España del “Plan Marshall” (podría tratarse de la reconciliación de Obama con Raúl). Aquel plan, iniciado en Estados Unidos en 1947 (no en 2014), consistió en ayudar a países europeos (y no al pueblo cubano) a recuperarse tras la II Guerra Mundial (no de la calamitosa administración local) y frenar la expansión soviética (esto sería excesivo para Obama)…   
 
A partir de entonces, el día a día de los habitantes de Villar del Río, del alcalde y del cura se centró en preparar esa esperada visita… Una visita que nunca se produjo, ya que el “Plan Marshall” nunca llegó a España. Y tal como se aclara en cualquier película: “Cualquier parecido con cualquier otra circunstancia, es pura coincidencia”.  

“Bienvenido Mr. Marshall” la ofrece esta noche la TVE a las 8:30 pm, hora del Este de EEUU.

Sesenta y cinco años después de su estreno y a pesar de todo el buen humor que destila para disfrazar la mala leche progre contra los americanos,  a los cubanos se nos antoja que la historia que nos cuentan es, para nosotros, algo más que una pura coincidencia.    

Las Geishas, mujeres misteriosas rodeadas de mitos

 
Las Geishas, mujeres misteriosas
rodeadas de mitos
 
 
La popular novela que Arthur Golden publicó en 1997, ”Memorias de una Geisha”, que en 2005 llevó al cine  Rob Marshal, despertó en mucha gente la curiosidad sobre las misteriosas geishas japonesas.

Estas mujeres, cuya apariencia evoca debilidad y sensualidad casi a partes iguales, no han dejado casi desde su existencia de estar rodeadas de mitos, mucho de ellos inciertos. La geisha es, sin duda alguna, uno de los más bellos íconos de cuantos dispone Japón.  Definidas en la mayoría de los casos como “artistas tradicionales”, el concepto se queda corto para explicar todo lo que las geishas esconden tras sus altas alzas y caras pintadas de blanco.

La palabra geisha proviene de los fonemas chinos «Gei» —arte— y «Sha» —persona— y resulta curioso saber que, al comienzo de su existencia, eran hombres en su mayoría. Artistas que mostraban sus habilidades cantando, bailando, recitando, entreteniendo... Con el paso del tiempo, las mujeres comenzaron a ganar protagonismo y allá por 1800 ya gozaban de cierta importancia, hasta llegar a desplazar por completo al género masculino en el bello arte de la distracción.

La formación de una geisha se inicia en la niñez. Muchas, de hecho, son vendidas para aprender la labor al comienzo de sus vidas. Es en ese momento cuando estas tempranas geishas comienzan a aprender el trabajo desde el primer peldaño: limpian la casa, sirven como criadas y cuidan el hogar. Todas, además, contarán después con una mentora que las ayudará a desarrollar sus talentos, las denominadas “hermanas”.    Aunque el tiempo de aprendizaje puede durar varios años, normalmente a partir de los 21 una geisha es considerada experta o veterana y abandona su condición de “Maiko” en una ceremonia llamada “Erikae”, donde el cuello de su kimono pasa de color rojo a blanco.

Falsos mitos

El de la prostitución  es uno de los mitos que más ha perseguido a las geishas casi desde su existencia. No es cierto que se dediquen a ello    pues cabe destacar que, aunque flirtear entra entre sus muchas funciones, nunca hay sexo entre sus actividades. No obstante, también es cierto que pueden mantener relaciones sexuales con un cliente si así lo desean, aunque siempre fuera de su papel como geishas.Tampoco es cierto que se especule con su virginidad, que en ningún caso se vende a cambio de dinero, otro rumor erróneamente extendido.

Así son

Vestuario y maquillaje son fundamentales para toda geisha, pues son grandes indicativos de en qué fase de su carrera se encuentran. El color de su cara, de hecho, varía en función de si la geisha es aprendiz o veterana. La aprendiza de geisha utilizará unabase blanca y color rojo en los labios, pero tras sus primeros tres años de experiencia, modificará el maquillaje para transmitir madurez y veteranía, apagando el tono de su rostro.

En cuanto a su forma de vida, las geishas viven juntas y en comunidad. Basan su vida en la humildad, motivo por el cual perciben una pequeña paga y entregan el resto a la denominada geisha madre, encargada de su educación. Hay, sin embargo, geishas independientes cuyo sustento económico es financiado por clientes que incluso, en algunos casos, deciden casarse con ellas.

Hoy, debido sobre todo a la crisis económica mundial el número de geishas ha disminuido de forma notable y la cifra ronda solamente las 1000, concentradas en su mayoría en Kioto, donde la tradición sigue más arraigada.

Fuente: abc.es

31 de diciembre de 2014

Música desde Viena para comenzar el Año Nuevo


 
Música desde Viena para comenzar el año
 
El primer Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena ocurrió durante el capítulo más oscuro de la historia de Austria y de la propia orquesta. En medio del barbarismo, la dictadura y la guerra y al mismo tiempo de las constantes preocupaciones en cuanto a las vidas sus miembros y familias, la Filarmónica envió una señal ambivalente: un concierto de profundo orgullo nacional dedicado a composiciones de Johann Strauss (hijo), mientras que el beneficio de las entradas al concierto debió ser cedido íntegramente a la campaña nacional socialista de los simpatizantes alemanes.  Ese primer concierto tuvo lugar el 31 de diciembre de 1939. 
Dos años después, el 1 de enero de 1941, la Filarmónica de Viena volvió a presentar otra audición dedicada  a Johann Strauss. En medio de aquella guerra devastadora y estando Austria invadida y dominada por Alemania, el concierto fue considerado como una nueva demostración del orgullo vienés, aunque los beneficios económicos fueran otra vez utilizados para la propaganda alemana. 
 
Estos primeros conciertos, al igual que los subsiguientes hasta el final de la guerra, fueron dirigidos por Clemens Krauss, un austriaco con amplio reconocimiento musical. En 1946, los Aliados, triunfadores de la contienda, le impusieron una prohibición de dos años, al cabo de los cuales volvió a dirigir los conciertos anuales hasta el año 1954.

A partir de 1954, la dirección la asumió el primer violín de la orquesta, que se mantuvo en el puesto durante 24 años y que en 1958 introdujo la tradición de acabar el concierto con El Danubio Azul y la Marcha Radetzky. Tras su retirada, en 1979, tomó su lugar el entonces director de la Ópera Estatal de Viena, Lorin Maazel, pero a partir de 1987 se decidió que cada año dirigiera el concierto un director invitado distinto.

Este “Concierto de Año Nuevo” que ya cuenta con una audiencia mundial gracias a la televisión,  tiene lugar cada año en la mañana del 1 de enero  en la  Sala Dorada de la Musikverein  de Viena.  Es trasmitido a lo largo del mundo para una audiencia potencial estimada en 1.000 millones de personas en 54 países. Cada año, el mismo programa se interpreta también el 30 de diciembre como un "ensayo general" y el 31 de diciembre como "Concierto de San Silvestre". 

La música es, en su mayor parte, de la familia Strauss. En 1991, por primera vez en la historia del concierto, se tocó una obra de Mozart,   la obertura de Las Bodas de Fígaro, como homenaje al compositor al conmemorarse ese año el bicentenario de su fallecimiento. Del mismo modo, en 2013,  año del bicentenario del nacimiento de Wagner  y Verdi,   se tocaron sendas obras de ambos compositores.

El concierto siempre termina con la felicitación colectiva al público por parte de los músicos a través del director de orquesta. Un quiebro en la tradición en tiempos recientes fue durante la edición de 2005, dirigida por Lorin Maazel, cuando el programa terminó con el vals  Danubio Azul como una señal de respeto por las víctimas del terremoto y el consecuente ras de mar del Océano Índico en los días finales de 2004.    

Las flores que decoran la sala de conciertos del  son un regalo anual de la ciudad de San Remo, Liguria, Italia. 

 El "Concierto de San Silvestre”, con el mismo programa del de Año Nuevo, se celebra desde el 31 de diciembre de 1952, y el ensayo general,o "preaudición" desde el 30 de diciembre de 1962, entonces como un concierto privado para miembros de las Fuerzas Armadas de Austria, y desde 1998 con parte del aforo a la venta para el público.
Debido a la gran demanda de localidades, las entradas se adjudican por un sorteo. Desde el día 2 hasta el 23 de enero de cada año, los interesados presentan su solicitud en la página web de la Filarmónica de Viena, especificando si desea asistir al concierto de Año Nuevo (1 de enero), al de San Silvestre (31 de diciembre) o al Ensayo General (30 de diciembre), todos con los mismos intérpretes y programa. Se puede solicitar para los tres, pero en peticiones separadas. Una vez concluido el periodo de solicitud se realiza el sorteo y se comunica a los agraciados el resultado. Los precios de las localidades para el concierto de 2014 oscilaban entre los 30 y los 940 euros para el concierto de Año Nuevo, y entre 130 y 380 para el ensayo general.

A partir de 1959 el concierto se transmitió en directo por televisión, a través de una emisora local  y ya después por Eurovisión a toda Europa y gran parte del mundo. Desde hace varios años el concierto está siendo   retransmitido para Estados Unidos por ABC y PBS.  En la edición de 2013 fueron 81 los países a los que fue trasmitido: se trata del concierto más visto en televisión de todo el año.

Fuentes: http://web.archive.org/web/20130522101532/http://www.wienerphilharmoniker.at/index.php?setlanguage=en&cccpage=newyearsconcert
Wikipedia.org

 

30 de diciembre de 2014

Contra los yankees vivíamos mejor...


CONTRA LOS YANKEES VIVÍAMOS MEJOR….

Carlos Alberto Montaner

La frase fue famosa en España: “Contra Franco vivíamos mejor”. La escuché y leí mil veces durante la transición española hacia la democracia. Me imagino que Raúl Castro debe haberla adaptado a la circunstancia cubana en medio de una mezcla de enojo y melancolía.

Son las consecuencias inesperadas de las victorias. El presidente Obama, en efecto, capituló, como deseaba La Habana. Se acogió, sin exigir contrapartidas, a la política del abrazo (engagement) y renunció a las medidas de “contención” (containment) hacia Cuba, típicas de la Guerra Fría.

Se comprometió, además, a restaurar totalmente las relaciones, pese a que el Senado posiblemente no apruebe la designación de ningún embajador. Lo aseguró, amenazante, el senador Lindsey Graham. También tramitará el fin del embargo ante un Congreso republicano que probablemente ni siquiera acepte discutir la medida, como ya anunció el speaker John Boehner. Será una cadena de frustraciones.

El equívoco está fundado en lo que en inglés llaman wishful thinking o juicio basado en ilusiones. El sorpresivo anuncio de Obama y Raúl Castro era el inicio de un largo, complejo y deseado proceso de deshielo, y casi todos los factores afectados dieron por hecho que la reconciliación ya se había producido y, en consecuencia, la transición hacia la democracia había comenzado. La percepción ha sido de final de partida, no de comienzo.

Pura confusión. Los curas en La Habana, literalmente, echaron a volar las campanas de los templos anunciando la buena nueva, como hacían en tiempos de la colonia cuando se retiraban los piratas.

Miles de cubanos desempolvaron las banderitas y algunos se abrazaban en las calles llenos de felicidad. Para ellos, mágicamente, la miseria llegaba a su fin. La prosperidad estaba a la vuelta de la esquina.

Las cabezas más representativas de la oposición democrática, esperanzadas, se reunieron en la casa de Yoani Sánchez y, muy civilizadamente, fueron capaces de ponerse de acuerdo y demandar espacios para esa magullada sociedad civil que el país va pariendo trabajosamente al margen del corset totalitario impuesto por el Partido Comunista.

Las Damas de Blanco, flores en mano, como suelen hacer, recorrieron algunas calles cercanas a la parroquia donde se congregan pidiendo libertad. Esta vez no las aporrearon. Hubiera sido una flagrante contradicción con el espíritu de apertura subrepticiamente instalado en el país.

Los representantes ante la OEA de los países latinoamericanos, reunidos en Washington, le dieron la bienvenida a la nueva etapa, pese a las objeciones de Bolivia, Venezuela y Nicaragua, secretamente impulsados por Cuba, que deseaban incluir una mención del embargo, moción rechazada por el resto de los países. Canadá, a cambio, se abstuvo de mencionar el tema de los Derechos Humanos, que hubiera sido como mentar la soga en la casa del ahorcado.

Raúl Castro, muy preocupado, despachó a su hija Mariela al extranjero, embajadora oficiosa del régimen, a explicar que el comunismo era el destino permanente de los cubanos, algo así como una enfermedad incurable y crónica. Nadie debía confundir el cambio de Washington con la postura inconmovible de La Habana. En la Cuba de Mariela Castro se podía cambiar de sexo, pero no de sistema. Ese –el sistema– ya había sido elegido por los cubanos hasta el fin de los tiempos.

El mismo Raúl Castro, como si fuera un mantra, lo repitió en la Asamblea Nacional del Poder Popular, un coro afinado de sicofantes que hace las veces de Parlamento. Reiteró que no había más dios que el colectivismo ni más profeta que Fidel Castro, y así sería para siempre. Al final, fieramente, gritó “patria o muerte”. Todos lo aplaudieron disciplinadamente, incluidos los cinco espías liberados.

¿Por qué tantas muestras de adhesión incondicional a una vieja y desacreditada dictadura, próxima a iniciar su 57 aniversario? Precisamente, porque Raúl no ignora el peso de las autoprofecías que, a fuerza de repetición, acaban por cumplirse. Misterios del caprichoso mundillo de las percepciones.

Especialmente en un país en el que casi nadie cree en los presupuestos teóricos del sistema. Todos saben que el marxismo leninismo fracasó rotundamente y la nación se está cayendo a pedazos. Nadie desconoce que las reformas de Raúl, los cacareados “lineamientos”, ni han dado ni darán resultados.

A estas alturas, la mayor parte de los cubanos, como los soviéticos en la etapa final de Mijail Gorbachov, están convencidos de que el sistema no es reformable y hay que reemplazarlo.

En ese desesperado punto de la historia, Obama, por las razones equivocadas, toca la trompeta y todos piensan que es una señal de los cielos y que ha llegado la hora. Menos Raúl, Mariela y el resto de la sagrada familia, que, desesperados, salen a desmentirlo, pero nadie los cree. La percepción es más poderosa.

Periodista y escritor. Su último libro es la novela Tiempo de Canallas.
© Firmas Press
Reproducido de El Nuevo Herald

29 de diciembre de 2014

La Cuba que ya cuenta el cambio (II)


La Cuba que ya cuenta el cambio
( II )
Amelia Castilla

Wendy Guerra (La Habana, 1970) vive en el barrio de Miramar, una de las antaño zonas residenciales de la ciudad. Su casa ocupa la última planta de un edificio de tres pisos de aspecto destartalado al que se accede tras franquear una verja de seguridad. El interior, decorado en estilo minimalista con sofá blanco y mecedora de Charles Eames, resulta totalmente acogedor y extraño en una ciudad donde los edificios parecen a punto de derrumbarse y el asfalto como si no se hubiera tocado desde que Fidel entró en La Habana en 1959. Todo en la cocina es órganico, y el zumo que ofrece al visitante, natural.

Se hizo tremendamente popular gracias a la televisión, donde presentaba programas, pero hace años que fue silenciada por el régimen. La gente acostumbrada a verla en pantalla le pregunta por la calle si se ha marchado a vivir fuera de Cuba, a lo que ella responde que vive en el inxilio. Triunfa fuera pero sus novelas no se publican en la isla. Sin embargo, ella decidió permanecer en una sociedad desgastada y dividida: "Es bueno quedarse con lo malo de lo bueno. Aquí llevo una vida esforzada pero legítima. Soy coherente con las herramientas que todo el mundo usa; uso las bibliotecas y voy a los hoteles para entrar en Internet. No podría vivir aquí como un extranjero. No soy una activista política, sino una escritora", cuenta a velocidad de vértigo.

Cuando sale de la isla y se reencuentra con sus compatriotas siente una enorme alegría. "Son mis hermanos", aclara. "No entiendo que desde el exilio se nos siga atacando. Los intelectuales están llenos de prejuicios, pero ya es hora de declarar el alto el fuego. No podemos seguir repitiendo las historias de nuestros padres".

Graduada en Dirección de Cine en el Instituto Superior de Arte y alumna de García Márquez en su taller de guiones, como escritora se mueve en el territorio de los diarios, y su novela Todos se van, un relato autobiográfico de cómo vivió la diáspora de todos sus amigos y conocidos una hija de la Revolución, se lee como una de las críticas más devastadoras del comunismo, escrita desde la visión de una niña.

 Como escritora siente que desarrolla una carrera personal que no pudieron hacer los padres de su generación porque ellos nunca pensaron en tener algo suyo en primera persona del singular. "De niños no pudimos elegir, fuimos educados en el marxismo con la idea de que nada de lo que teníamos era nuestro, todo pertenecía al Estado y yo me rebelé contra eso". Los días en Cuba se parecen mucho, pero, en ese adagio de lo mismo, Guerra saca los temas que pueblan sus libros. Ahora vive dedicada a recibir a los amigos que se fueron y que regresan a la isla a despedirse de sus padres enfermos o directamente a enterrarlos. Y no hablamos de una figura literaria. "Está desapareciendo una generación, viejos comunistas que apoyaron a Castro y gente que, en algunos casos, se enfrentó con sus hijos cuando decidieron marcharse". Quizás escriba sobre ese enorme drama en alguno de sus diarios. "Hay muchos infiernos; el socialismo nos ha hecho muy insolidarios".

A caballo entre dos generaciones y entre dos países emerge la figura de Pedro Juan Gutiérrez. Consiguió un filón contando con desgarro su vida erótica, pero sufrió la censura y los insultos. "Cuando se publicó en octubre de 1998 Trilogía sucia de La Habana en mi país, me echaron a la calle de la revista donde trabajaba y se corrió un muro de silencio a mi alrededor. Yo saqué fuerzas y me dije a mí mismo: pues, en primer lugar, no me voy a ir a Miami ni a ningún lado, aquí me quedo porque este es mi país y voy a aguantar el chaparrón".

Desde que empezó a redactarla su objetivo fue hacer literatura pero nada de entretenimiento. "Quería escribir sobre mi vida y sobre la gente que me rodea en Centro Habana. Era una etapa de mucha hambre, miseria, degradación. Yo trabajaba como periodista en una revista oficial y, claro, no podía escribir nada fuerte. No me dejaban. Creo que todos esos libros (cinco títulos) del Ciclo de Centro Habana son una especie de venganza. Cuando escribí el primer cuento de la trilogía me dije: 'Ahora yo soy responsable de todo'. Y escribí a full. Sin importarme lo que pasaría después", cuenta vía correo electrónico desde Canarias, donde vive parte del año. La trilogía se ha publicado en una veintena de idiomas.

No soporta que lo etiqueten como el Bukowski cubano. "Mis personajes son mucho más vitales, variados, decididos, alegres y sexuales que los borrachitos retorcidos, grises, repetitivos y aburridos de Bukowski. Mis personajes tienen la vitalidad del trópico, la testosterona (y los óvulos efervescentes) y la gracia del Caribe. Son mis vecinos, la gente que me rodea. La gente que te vas a encontrar si paseas un poquito por Centro Habana ahora mismo y los que te seguirás encontrando dentro de 20 o 30 años". Ha terminado una novela titulada Fabián y el caos que se desarrolla en Matanzas en los años sesenta y setenta del siglo pasado, con un Pedro Juan adolescente y joven y uno de sus amigos de esa época.

Se muestra cauto con los cambios anunciados. "Estoy de acuerdo en que sean lentos, graduales, bien pensados y sobre todo que los mediten bien para que puedan seguir adelante, abriendo la sociedad a la modernidad. Fueron muchas décadas de mucha cerrazón, de muchas prohibiciones, y eso genera un caldo de cultivo nefasto, sobre todo entre los jóvenes". A su juicio, lo principal en este momento sería "activar la economía y los derechos individuales y el acceso a la modernidad en todos los sentidos. No podemos seguir viviendo en un coto cerrado. No tiene sentido y es anacrónico”.

10 libros para entender la Cuba de hoy

Narrativa

Trilogía sucia de La Habana, Pedro Juan Gutiérrez. Anagrama.1988
Todos se van, Wendy Guerra. Bruguera, 2006. Reeditado este año por Anagrama.
La fiesta vigilada, Antonio José Ponte. Anagrama 2007
Carbono 14, una novela de culto, José Enrique Lage. Ediciones Altazor, 2010
Hablando de fantasmas y mucho más, Esther Díaz Llanillo. Editorial Letras Cubanas, 2011

Ensayo

El mapa de sal, un postcomunista en el paisaje global, Iván de la Nuez. Mondadori, 2001. Reeditado por Periférica en 2010.
Tumbas sin sosiego, Revolución, disidencia y exilio del intelectual cubano, Rafael Rojas. Anagrama, 2006
Fantasía Roja. Los intelectuales de izquierdas y la Revolución cubana, Iván de la Nuez, Debate 2006.
Rojo sceituna, un viaje a la sombra del comunismo. Ronaldo Menéndez. Páginas de Espuma, 2014
El viaje más largo, en busca de una cubanía extraviada. Leonardo Padura, Nuevos Emprendimientos Editoriales, 2014

El País, Madrid
Reproducido de eltimbeke.com

28 de diciembre de 2014

La Cuba que ya cuenta el cambio


La Cuba que ya cuenta el cambio ( I )

 Amelia Castilla
 
Cuba todavía sigue siendo un país con dos monedas, como la nueva generación literaria, separada en dos territorios físicos. Los nietos de la revolución fueron educados como pioneros en el marxismo-leninismo, en el seno de familias que apoyaron a Fidel Castro, pero esa primera generación anticapitalista se cansó de escuchar discursos utópicos que poco aportaban sobre la vida cotidiana. Unos se fugaron de esta isla del Caribe, hartos de persecuciones en busca del porvenir, pero otros decidieron quedarse y esquivar la censura desde el corazón de La Habana, en el marco de lo que algunos teóricos califican como poscomunismo dentro del comunismo.
 
El Granma, órgano oficial del Partido Comunista, se vocea por las calles, pero la decadencia del régimen admite variables diversas: escritores que publican fuera de Cuba y son silenciados dentro, narradores cuyos libros se editan en ambos territorios y una larga lista de apátridas que escriben en la distancia. En ambos casos, Cuba protagoniza muchos de sus relatos pero no se leen como retratos amables del régimen. Como sus antepasados, todos parecen tocados por esa enfermedad llamada insularidad, esa maldita circunstancia del agua por todas partes, y un fuerte sentido de la pertenencia. Algo que Leonardo Padura  resume sencillamente: "El problema de los cubanos es que ni huyendo de Cuba salimos de la isla".

La literatura ya ha contado los grandes cambios que se avecinan tras el anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Los escritores jóvenes ya no tienen la visión de sus padres. A finales del siglo XX una literatura de indagación social y crítica comenzó a narrar el desencanto y la visión de la gente, basada también en el conocimiento de la vida al otro lado del Malecón, el paseo habanero que separa la tierra del mar y cuya esencia es ser frontera orgánica y espiritual del país. Mario Conde, el detective de ficción creado por Leonardo Padura que radiografía moralmente la vida en la isla del Caribe, lleva tiempo recorriendo el mundo y su novella "El hombre que amaba a los perros" un relato pormenorizado del asesinato de Trotski, se ha convertido en un éxito. Fue publicada por Tusquets en España.

Como algunos de sus colegas, Leonardo Padura,  (La Habana, 1955), uno de los narradores que mejor representan los nuevos tiempos de la dictadura comunista y la coyuntura actual, viaja por el mundo cuando lo desea. Durante medio siglo los cubanos no pudieron moverse de su país con libertad. La frontera estaba cerrada por ley y tan difícil era salir como volver, pero la política de cambio emprendida por Raúl Castro en enero de 2013 posibilitó las entradas y las salidas, aunque todavía quedan exiliados que algunos califican como de alta intensidad que no consiguen superar las trabas burocráticas (más bien políticas) para moverse por el país.
 
No es el caso de Ronaldo Menéndez (La Habana, 1970), que pertenece a la categoría de exiliado de baja intensidad. Vive en Madrid y abandonó su país hace dos décadas, pero no posee estatus de opositor y sus libros son críticos aunque no atacan personalmente a los hermanos Castro. "Entro y salgo con facilidad, lo que provoca resquemores con cierto sector intelectual del exilio de Estados Unidos. Personalmente me interesa mucho la política, pero no busco el enfrentamiento radical. Hace un año que falleció mi padre y pude despedirme de él, algo que no pueden hacer todos los que lo deseen". Este año ha publicado Rojo aceituna en España y es autor de una decena de libros, uno de los cuales, Amores desalmados, se publicó en Cuba en 2011. Rojo aceituna, un recorrido por los países comunistas desde Latinoamérica a Asia para ver lo que queda del rojo anunciado, se lee como un ácido libro de viajes.

Padura no vive bajo la amenaza de la censura. Dispone de nacionalidad española pero sigue viviendo en Cuba porque quiere permanecer cerca de sus "nostalgias y amores". Se define como "un escritor cubano que escribe sobre Cuba. La pertenencia me ató a mi país, al Malecón y a mi barrio. Un escritor es su cultura y su lengua", aseguraba Padura en una de sus visitas a Madrid.

En Cuba la moda no existe aunque en la marea callejera se impone el leggins de tonos fluorescentes. En el célebre mercado de libros de segunda mano, en la turística plaza de Armas, los iconos no se han renovado en los últimos setenta años pero algo ha cambiado. Los músicos callejeros recrean las canciones de Silvio Rodríguez y las fotos de Korda sobre el Ché Guevara comparten estantes de madera con algunos libros de Lezama Lima, títulos de Hemingway que recuerdan su paso por la isla junto con álbumes de la Revolución para niños que ya deben ser padres. De la nueva fotografía cubana no hay ni un rastro. Entre los libreros de los puestos de segunda mano, la obra de Leonardo Padura y Pedro Juan Gutiérrez recibe piropos. "Son los únicos escritores que hablan de la realidad del país", dice uno de ellos. Algunos de sus títulos se venden allí mismo. En cambio, si se les pregunta por alguno de los prohibidos o silenciados pasan en segundos de la cara de póquer a la inmediata reacción comercial. "Bueno, ahora no tengo aquí ese libro de Wendy Guerra  pero si lo desea se lo puedo conseguir…". Los cubanos cuentan que eso mismo pasaba hace años con Antes que anochezca,  la memorable biografía de Reinaldo Arenas que solo se pudo leer fuera del circuito official.

En la calle del Obispo, con flamantes librerías, algunas de varios pisos, atendidas por un buen número de funcionarios, tampoco se localizan las últimas novedades. Bolaño o Volpi no existen. En las librerías no hay opciones bajo cuerda, pero en estantes móviles se pueden conseguir revistas culturales históricas como La Gaceta de Cuba o El Caimán Barbudo, entre otras. El escritor Reynaldo González, periodista y uno de los más prestigiosos ensayistas cubanos, perseguido durante casi una década por el régimen por ser homosexual, ve claros signos aperturistas. En su opinión, la mermada industria editorial local no permite muchos dispendios, pero funcionan distintas casas editoriales donde publican lo mismo escritores jóvenes que consagrados como Ana Lydia Vega, Jorge Enrique Lage —su obra Carbono 14.
 
Una novela de culto, publicada en 2010, hace honor a su nombre— y Mirta Yáñez, entre otros. También se editan libros que llevaban años guardados, como Hablando de fantasmas y mucho más, de Esther Llanillo, de 86 años, jubilada tras treinta años como bibliotecaria en la Universidad de La Habana. La narrativa fantástica se codea ya con la histórica, géneros casi marginados en el reino del realismo socialista. "El triunfo de la revolución tuvo tal consenso que arrasó todo. ¡Ojalá se hubiera producido un enfrentamiento ideológico! En los setenta la izquierda estalinista impuso su criterio y los que no estaban de acuerdo tuvieron que abandonar la plaza camino del exilio. Ahora nadie catequiza sobre cómo debe ser el arte, todo eso forma parte de la historia oficial que se convirtió en fracaso. Tampoco al otro lado, la voz del exilio es la misma, muchos tienen hijos que ya ni siquiera hablan español", cuenta Reynaldo González en su residencia habanera, en el barrio del Vedado, una mansión destartalada con un jardín tropical a la entrada que cuida personalmente.

El País, Madrid
Reproducido de eltimbeke.com

Todo tiene su explicación y su origen


Todo tiene su explicación y su origen

Usar ropa interior roja el día de Año Nuevo
En tiempos medievales existían muchas prohibiciones (sobre todo para la clase baja) y se relacionaba el color rojo con el demonio, la sangre y la brujería. Incluso llegó a prohibirse plantar productos de color rojo (tomates, pimientos...) y el vestirse con indumentaria de este color. El color rojo es símbolo de sangre y de vida, pero como estaba prohibido y la gente creía que el llevar un símbolo de vida traía buena suerte, en el momento en que el sol salía el primer día del año, optaron por llevar ropa de color rojo, que no estuviese a la vista... y la tradición llegó así a nosotros.

El aguinaldo
Es una especie de propina navideña y dicen que la tradición surgió con Rómulo, primer rey de Roma  quien el primer día del año recibió de sus ayudantes unas ramas cortadas de un árbol del bosque consagrado a una diosa. El hecho se convirtió en un rito que se celebraba cada primer día del año. Tradicionalmente se le daba en estas fechas a funcionarios públicos como basureros, carteros, sirvientes, etc... que recorrían las casas entregando tarjetitas pidiendo el aguinaldo y felicitando la Navidad. Fueron prohibidos en el siglo XIV, aunque luego se recuperaron y actualmente forma parte de muchas fiestas de pueblos.

La cesta de Navidad
La cesta de Navidad es la representación moderna del tradicional aguinaldo y tiene sus raíces en las canastillas que usaban los campesinos para entregar los aguinaldos. En otro tiempo casi obligado por las empresas en estas fechas, la importancia del personaje venía dada por la cantidad de cestas recibidas, ahora casi desaparecido la costumbre. La   imagen del jamón sobresaliendo de ella junto a las botellas de champán o cava se ha convertido en mucho menos frecuente.
abc.es