La Visita a Camagüey de Gabriela Mistral
Por MC. Martha Hurtado Cardoso
OHCC
…Fue en su segundo viaje a Cuba que visitó la
ciudad de Camagüey. La noticia de la llegada de Gabriela Mistral a Camagüey se
dio a conocer en esta ciudad el 14 de junio de 1931 a través del periódico El
Camagüeyano, que recibió la nota enviada por su redacción en La Habana.
Anunciaba la llegada de la poetisa para el día 15 por vía aérea procedente de
Santo Domingo, con destino a la capital, donde impartiría conferencias a partir
del día 21.
Adjunta a la nota se divulgó la disposición de
recibirla y rendirle honores, por parte de principales intelectuales de la
ciudad, liderados por la maestra y poetisa camagüeyana Isolina Torres de
Barthelemy, presidenta de la Asociación de Maestros de Camagüey. El día 16 la
propia fuente divulgó sobre los preparativos del programa que hacía la citada
asociación en ese sentido.
Dos días después la asociación convocaba
oficialmente, a través de la prensa, a todos sus miembros, a asistir el 19 de
junio en horas del mediodía al aeródromo local con el objeto de tributar un
merecido recibimiento a la eminente educadora.
Declararon su adhesión a la convocatoria y su
apoyo incondicional otras asociaciones activas de la ciudad: el Club Deportivo
de Camagüey en la persona de su Presidente, el Sr. Manuel Conde y Carballo; la
Presidenta de la Asociación Feminista de Camagüey, Sra. Amparo Villalonga; la
Colonia Española; y el Círculo de Profesionales. El Club Rotario respondió a la
convocatoria creando una comisión para sumarse al recibimiento en el
aeropuerto. Para ello se designó al Presidente y al Secretario de la
Asociación.
Ya se conocía entonces que la poetisa estaría en
la ciudad por espacio de unas pocas horas.
Llegado el día señalado, acudieron a la cita,
como estaba previsto, numerosas personalidades en representación de las
principales asociaciones de la localidad e instituciones: la Asociación de
Maestros; la Asociación Feminista; Aurelio Naranjo, en lugar del Sr. José Antonio
Villena, Gobernador de la Provincia, quien se encontraba en ese momento en La
Habana; el Dr. Felipe Pichardo Moya, director del Instituto de Segunda
Enseñanza; el Círculo de Profesionales con la presencia de Amparo Barreto;
Brianda de Zayas Bazán; el Camagüey Tennis Club; la Colonia Española; y el Club
Deportivo de Camagüey con la representación de Luz Estrada Fernández y los
señores Manuel Conde y Eugenio Moreda.
También asistió la Banda Municipal por orden del
Dr. Humberto Rodríguez, quien además ofreció su automóvil a la Asociación de
Maestros para su uso durante el programa de agasajos a la poetisa.
El arribo de la poetisa Gabriela Mistral a la
ciudad de Camagüey sucedió tal y como estaba previsto a las 12: 45 p.m. del 19
de junio, en uno de los poderosos trimotores de la Pan American Airways.
Al respecto se cita en El Camagüeyano del
siguiente día:
Cuando descendió ya la Banda interpretaba los
himnos de Cuba, Chile y México, los cuales se escucharon atentamente por todos
los presentes, seguidos de una fuerte ovación y la entrega de una multitud de
flores naturales especialmente dedicadas por la Asociación Feminista, el
Camagüey Tennis Club y la Asociación de Maestros. A nombre de esta última, la
Srta. Mercedes Álvarez Bigas dio la bienvenida a la Sra. Mistral pronunciando
un sentido discurso que fue muy aplaudido.
Al hotel Plaza se dirigieron en los autos del Sr.
Gobernador y el Alcalde Municipal, así como en el de la Dra. Srta. Margarita
Rius. En su patio andaluz la talentosa escritora tomó un pequeño refrigerio,
pues según confesó, el viaje la había mareado un tanto.
Después que fue cumplimentada por todas las
representaciones por espacio de media hora, la Sra. Mistral se retiró a sus
habitaciones para descansar del viaje.
Al Tennis Club llegó sobre las 4:30 pm,
acompañada del Sr. Aurelio Naranjo y una de sus hijas, y de los principales
miembros de la Asociación de Maestros, entre otros: Celita Rodríguez Casas,
Isabelita Garcerán, Amparo Barreto, Brianda de Zayas Bazán y Ana Rosa Arteaga.
Allí su directiva y los asociados de esta y otras asociaciones ofrecieron su
admiración a la culta viajera, y le brindaron un ponche con deliciosos
pasteles.
Altamente complacida, la Sra. Gabriela Mistral
mostró su reconocimiento a las atenciones recibidas y prometió que si su
limitado tiempo se lo permitía, volvería a Camagüey para pasar en esta ciudad
aunque fuera un solo día.
Como el tiempo apremiaba, y la Mistral tenía que
embarcar en el tren de Camagüey para La Habana a las 6:05 de la tarde de ese
mismo día 19, la comitiva que la acompañó al Club la devolvió al Hotel Plaza y
de allí a la estación.
El Reverendo padre Antonio Salas Rayano, Previsor
del Obispado, y el representante del Cónsul General de México en Cuba,
saludaron a la Mistral en el Hotel, así como otras comisiones. Ya en la
estación la Asociación Femenina de Camagüey le expresó sus deseos de escuchar
una de sus conferencias, y contestó que haría lo que en sus manos estuviera
para, antes de seguir a Colombia ?la próxima ciudad en su ruta a través de las
naciones indoamericanas? ofrecer esa conferencia en Camagüey.
A bordo del Expreso Limitado, un redactor del
diario El Camagüeyano en nombre del director del mismo presentó sus respetos a
la ilustre educadora continental, charló con ella por breves minutos, habiendo
expresado que había sido un deseo determinado por ella el visitar a todas las
repúblicas del continente americano aprovechando un viaje que desde Europa, su
actual lugar de residencia, había hecho a los Estados Unidos. Refirió que
actualmente presta sus servicios a la Liga de las Naciones, cuya corporación le
cedió un año de permiso, y se refirió pesarosa a un incidente que un periodista
le causó al atribuirle ciertos conceptos sobre Martí, debiéndole por ello una
aclaración que le prometió, pero que ella no sabe si cumplió.
Dijo finalmente: “Estoy altamente reconocida a
las atenciones excepcionales que para conmigo han tenido las damas feministas,
mis compañeras las maestras y las autoridades, y como dije, espero que mi
tiempo me permita volver a esta legendaria ciudad”.
La visita de Gabriela Mistral a la ciudad de
Camagüey tuvo un fuerte impacto en su momento. La sociedad camagüeyana,
representada por sus principales intelectuales y personalidades asociadas en su
generalidad a diferentes instituciones, estuvo siempre al tanto de los
principales acontecimientos culturales ocurridos en su ciudad, el país y el
mundo, como un hecho de tradición. Por ese empeño sabía de la significación y
los valores de esta educadora y poetisa, de ahí su interés por resaltar la
presencia de la Mistral en la ciudad, aunque fuera de paso, de lo cual se hizo
eco la prensa.
Reproducido
de
http://www.ohcamaguey.cu