EL ASCENSOR
Elsa M. Rodríguez,
El gobernante de Venezuela, Hugo Chávez Frías, como se sabe ya en
todo el mundo, está enfermo. Dicen que tiene cáncer, pero no se sabe que
tipo de cáncer y cuales son los órganos vitales afectados por el mismo.
Si sabemos todos, porque ya se encarga el propio Chávez de ponernos al
día de sus viajes cada cierto tiempo a Cuba, donde supuestamente le
aplican un tratamiento de quimioterapia.
A pesar de esta enfermedad, Chávez se muestra muy interesado en demostrar al mundo en especial a su pueblo, que él está bien y que muy pronto volverá a ser el mismo de siempre.
Sale al paso de cada comentario que se hace respecto a su
enfermedad, y se esfuerza en demostrar que él no está tan grave, por eso
en los aeropuertos de Caracas y de Cuba, así como en reuniones privadas
con los Castro o
con los miembros del gabinete chavista, Chávez canta, baila, amenaza y
ahora también juega al softball. No quiere decir donde está alojado su
cáncer y se enfada e insulta a los periodistas que tienen la osadía de
preguntarle. Cree Chávez que haciendo demostración de su habilidad con
una pelota de softball en las manos, que así puede demostrar que hay
Chávez para rato. Sigue un método, el método de Fidel Castro, ese con el
cual pretendió engañarnos al principio de su decadencia. Pero a Chávez
le falta una cosa para completar su acto de recuperación, le falta la
escenita de salir del ascensor y mover brazos
y piernas para
que todo el mundo piense que si, que Chávez está bien y que seguirá en
su brecha para continuar su labor de imponer el Socialismo del Siglo XXI.
Chávez, ahora que volverá a Cuba en Octubre, para continuar su
tratamiento, o para continuar llevándose el oro de la reserva de
Venezuela que usted incautó y no tener que utilizar el ya conocido
método de la maletita llena de dinero, ya que son demasiados viajecitos a
su refugio cubano
para no sospechar, y empiece ya a ensayar con su amigo Fidel los pasitos
de la entrada y salida del ascensor, que seguramente con lo listo que
usted es los aprenderá rápidamente.
Elsa M.Rodríguez
Hialeah, FL