No siempre fue así. Cuando las Fallas empezaron su
existencia (que se sepa desde el siglo XVIII) eran un simple festejo de la
víspera de San José, que organizaban grupos improvisados de vecinos. Solían ser
hombres que vestían como cualquier otro día. Así siguieron celebrándose las
Fallas, hasta los años 1920, en que por fin la mujer encuentra un papel visible
en la fiesta fallera.
En 1929
por primera vez una mujer tenía el papel de representar las Fallas de
Valencia. Fue Pepita Samper, la primera “miss España” (“señorita España” se
decía entonces), la que realizó las funciones de las actuales falleras mayores
de Valencia al ser valenciana. Para ello se vistió con un “traje de labradora
valenciana”, convirtiéndose en la primera persona de la fiesta que llevaba una
indumentaria específica para la misma. Dicho vestido, que por cierto aún se
conserva en el Museo de la Ciudad de Valencia, fue la base de muchos otros
que utilizaron después las falleras.
A partir de entonces, aunque las
falleras se preocuparon por ser fieles a
los trajes del siglo XVIII o del XIX, a la vez comenzaron a sobreponerles encajes y cintas, y confeccionarlos con telas
mas lujosas. En fin, hacerlos mas llamativos y elegantes. En definitiva, el traje de fallera actual es el traje de
fiesta, -mucho mas elaborado por supuesto- que el que usaban las valencianas
siglos atrás para lucir en
ocasiones especiales. Pero no se trata solamente que las
faldas sean más o menos voluminosas, es que la labradora valenciana no vistió nunca como
lo hacen las falleras en la actualidad. Y es que los trajes actuales
mezclan épocas, adornos, estructuras, peinados y telas diferentes.
Sí, Este vestido es
el traje regional más
caro del mundo. Sedas, hilo de oro y
plata… El precio de las telas es muy
variado, un traje de rayón básico puede costar de 300 a 600 euros, uno de seda espolinada,
elaborado íntegramente de manera artesanal, alcanza fácilmente los
18.000 euros.
El bordado característico de Valencia, el punto de
cadeneta, está presente en el diseño combinado con los colores del delantal o
en diferentes tonos. Todas las piezas se fusionan en un vestido repleto
de detalles y colorido que
hace destacar a la mujer valenciana y
se convierte en uno de los trajes
típicos más llamativos y bonitos del mundo.
Si alguien brilla
en estas fiestas es sin duda la fallera mayor.
Esta tradición de elegir una mujer que represente el espíritu de las Fallas comenzó
a llevarse a cabo en 1929 cuando la entonces Miss España, la valenciana Pepita
Samper, fue la imagen de
la fiesta valenciana. Al año siguiente otra valenciana, Elena
Pla, se alzó con la corona de Miss
España y de nuevo representó la fiesta de su comunidad.
Fue en 1931 cuando se eligió por primera vez una “Fallera Mayor” como tal.
La labor de ser fallera mayor es todo un honor para
las valencianas, pero conlleva también numerosas responsabilidades.
La "Reina de las Fallas" tiene que lucir un mínimo de tres trajes de
valenciana diferentes y acudir a recepciones, eventos, representar las fiestas,
elaborar discursos y
dar el pistoletazo de salida de la celebración junto al alcalde o alcaldesa.
Mucho trabajo que se verá recompensado al representar las fiestas más
famosas de Valencia.
El traje de valenciana está
formado por numerosas capas necesarias
para que el resultado final sea perfecto:
Ropa interior:
Camisa: con detalles de encaje y sin
mangas.
Chambra: un corsé o corpiño interior, suele
estar adornado ya que la parte superior suele permanecer visible.
Medias: en tonos blancos y bordadas.
Pololos: pantalones interiores que llegan
hasta la rodilla.
Enaguas: faldas interiores necesarias para
dar volumen a la exterior.
Parte exterior:
Justillo: pieza de los hombros a la cintura,
sin mangas y que se ajusta al cuerpo.
Falda: la parte más llamativa del
conjunto. Se anuda a la cintura y se fabrica con telas de diferentes colores y
formas.
Jubón: chaquetilla ceñida con mangas que
varían su longitud y realizada con telas que combinan con la falda.
Delantal: se pone sobre la falda en la parte
delantera. Suele estar bordado con hilos de oro y plata.
Manteleta: pañuelo de cuello que se coloca
sobre los hombros y se ata cruzado por delante. Presenta bordados a juego con
los del delantal.
Complementos:
Agujas: para sujetar el peinado.
Pendientes: los más usados son los de forma de
racimo. También existen otros modelos: de lazo, gallegas, de hoja, de lámpara,
barquillos, balconet, polcas.
Broche: joya que sujeta la manteleta a la
altura del escote.
Peinetas:
grabadas con diferentes motivos proporcionan sujeción y adornan el peinado.
Mantilla: se coloca sobre la peineta, esta
realizada en colores blanco y negro, con bordados y encajes.
Zapatos: están forrados con la misma tela
del vestido para no romper la estética general.
Fuentes:
http://www.deartee.com/blog/el-vestido-de-fallera-o-valenciana.html