¿Por qué al “Estado
Islámico”
le molesta que
lo llamen “DAESH”?
Cada
vez es más generalizado el uso de la palabra Daesh para denominar al que hasta hace poco se llamaba Estado
Islámico (en español) o ISIS (en inglés). No ha sido por casualidad el cambio de término empleado por los
países occidentales. Con el uso de “Daesh” se quiere evitar referirse a este
grupo terrorista como un “Estado”, algo que pretenden ser pero que no son a
pesar de ocupar una amplia extensión de territorio en Irak y Siria, y tener
bajo su tiranía a once millones de
personas.
Países
árabes, occidentales como Francia, Australia, España o EEUU son los que emplean
esta nueva denominación que tiene connotaciones negativas para los yihadistas
al sonar en árabe ('Al-dawla al-islâmiyya fi l-'Irâq wa l-shâm') a algo
parecido a “el que aplasta algo”, “intolerante”
o “el que siembra discordia”. Para el grupo yihadista es una palabra prohibida utilizada por sus
enemigos y a quien la utiliza se le castiga torturándole, bien cortándole la
lengua o dándole latigazos.
Francia fue el primer
país que llamó la atención sobre el uso de la palabra “Daesh”. En septiembre de
2014, durante la celebración en París de una conferencia internacional sobre la
paz y la seguridad en Irak, el ministro
galo de Exteriores, Laurent Fabius, anunció que a partir de entonces
emplearía la expresión “Daesh” como finalmente quedó plasmado en el documento
común que surgió del encuentro diplomático, y que se convirtió en una hoja de
ruta para los medios de comunicación galos. La intención era y es utilizar el
término como un arma lingüística que define lo que realmente es este grupo.
No legitimarles
«Es un grupo terrorista y no un Estado.
No recomiendo usar el término Estado Islámico porque desdibuja las líneas entre
islam, musulmanes e islamistas», argumentó Fabius. Posteriormente a anunciar
esta medida, España -a través de su Ministerio del Interior- se unió a esta iniciativa
y empezó a denominar “Daesh” al grupo terrorista para evitar la
autodenominación del grupo terrorista como “Estado Islámico”, ya que eso
conlleva “legimitar” su existencia y sus acciones como un país que rige la vida
de sus ciudadanos.
También
porque el adjetivo «islámico» da lugar a confusión al identificar la religión musulmana con las prácticas violentas que
el grupo yihadista lleva a cabo. Hay musulmanes que no comparten los hábitos de
los radicales y sus modos de proceder.
Un
poco más tarde, en diciembre de 2014, le siguió Esatdos Unidos. El general del ejército de Estados Unidos,
James Terry, comandante del Mando Conjunto de Operaciones Especiales, le
dijo a los reporteros en el Pentágono que ISIS también es conocido por el
acrónimo de al-Dawla al-Islamiya al-Iraq al-Sham- Daesh.
«Daesh
es un término que nuestros socios en el Golfo usan, y de hecho se refiere a un
nombre muy similar a ISIL en árabe, y también se refiere a otro nombre que
significa 'pisar bajo tu pie'», dijo el funcionario en un comunicado sobre el
combate que llevan a cabo contra ISIS.
El
comandante añadió que las fuerzas de la
coalición y los interlocutores en la región prefieren usar “Daesh”.
«Nuestros
socios -al menos con los que estamos trabajando- nos han pedido que usemos este
nombre porque sienten que si usamos ISIL estaríamos legitimando un
auto-declarado califato, y de hecho sienten que no deberíamos de hacer eso»,
comentó el general
Aquí
en España, recientemente el secretario
de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, utilizó el mismo argumento cuando pidió
públicamente «llamar a las cosas por su nombre», ya que el objetivo de que se
autodenominen “Estado Islámico” para que los demás les llamen así es el de
«legitimar su organización como la única del territorio, la hegemónica y
todopoderosa, separándose así del resto de formaciones terroristas».
Por
su parte, el primer ministro de
Australia, Tony Abbott, fue algo más punzante cuando declaró que se
referiría al grupo solo por el nombre “Daesh”: «Lo que no les gusta a ellos
tiene un atractivo para mí».
Reproducido de ABC, Madrid.