21 de diciembre de 2018

LAS LUCES DE NAVIDAD EN CUBA

 


Las luces de Navidad en Cuba

P. Danny Roque, SJ 


[Desde la llegada al poder del régimen castrista] hasta los años noventa solo en las iglesias brillaron las luces de Navidad. Aquellos arbolitos navideños simbolizaban lo que por decreto se quiso borrar. El empecinamiento en producir 10 millones de toneladas de azúcar en 1969, eliminó la fecha de los días feriados. Cortar caña se priorizó a tal punto que no hubo lugar para agradecer a Dios su encarnación. No se alcanzó la meta y la festividad no volvió.

Entre 1976 y 1992 el país fue constitucionalmente ateo; pocos eran los espacios para los símbolos religiosos. Quienes iluminaron sus Navidades, los mismos que conservaron la fe, lo hicieron bajo el silencio prudente de sus hogares. Casi siempre con adornos que, al ser reliquias funcionales, la escasez les alargó el retiro. La cena familiar con puerco asado, frijoles, buñuelos, turrones y vino, se hizo progresivamente más difícil. Fueron tiempos en que la gente vestía camisas de trabajo, calzaban zapatos plásticos “dados” por la libreta de cupones y casillas. Carnes como la de res, la mínima distribuida por la libreta, se esfumaron por completo.

Después de 1995, la despenalización del dólar, la presencia de corporaciones extranjeras y el trabajo por cuenta propia, trajeron nuevas luces de Navidad. Sin poder entrar a los hoteles, desde afuera se alcanzaba a ver el destello. Las tiendas en dólares empezaron a vender arbolitos y las paladares y familias los restituyeron. En 1997 se declaró no laborable el 25 de diciembre; al año siguiente, después de la visita de Juan Pablo II, se declaró feriado.

Hoy, las calles siguen sombrías, no hay Santas ni Reyes Magos y casi nadie hace regalos por Navidad. Ya no se cuestionan los adornos y las tiendas continúan vendiendo arbolitos, hechos en China. Esta vez con una tónica más comercial porque, como dijo Rosa Luxemburgo, el capitalismo expande como sea.

Aunque la Navidad casi se pierde como tradición, algunas familias arman sus nacimientos, y todavía con dificultades celebran la Nochebuena. Puede que las luces aún sean pocas y no iluminen nuestras calles. Hace dos mil años solo una estrella alumbró aquel pesebre donde el amor de Dios se mostraba en el llanto de un niño.

Reproducido de  Vida Cristiana/Palabra Nueva, La Habana, Cuba


29 de abril de 2018

TRES CENTENARIOS EN COVADONGA



HISTORIA, ESPIRITUALIDAD Y  NATURALEZA:   
CENTENARIOS COVADONGA 2018.

Asturias celebra en 2018 una triple efeméride única, centrada en Covadonga y su entorno. Se da la histórica coincidencia de tres centenarios simultáneos: el de la Coronación de la Virgen de Covadonga, el de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga y el decimotercer centenario de los orígenes del reino de Asturias. Tres Covadongas en una: la histórica, la espiritual y la natural, en una conjunción extraordinaria que convierten a Asturias en un destino universal.

Covadonga histórica


Covadonga tiene nombre propio en la Historia de la Humanidad. Los acontecimientos acaecidos en este lugar en el siglo VIII le confieren un valor cultural universal: el origen del primer reino cristiano peninsular, su impronta y esencia han pervivido a lo largo de los siglos hasta la actualidad, convirtiendo a Covadonga en un sitio de referencia para visitantes, viajeros y peregrinos de medio mundo.

Según la tradición, la Virgen ayudó a los cristianos capitaneados por Don Pelayo,   provocando un desprendimiento de rocas en la conocida como batalla de Covadonga, que diezmó el ejército árabe. Esta victoria es legendariamente considerada como el inicio de la  Reconquista  y la reinstauración de los reyes cristianos en la Península.

En el año 722 una pequeña parte de Asturias era lo único que quedaba en el mapa de la tierra que un día habían dominado los visigodos. No obstante, en ella habitaba un pequeño reducto de soldados que, tras derrotar y poner en huida al ejército musulmán, inició hacia el sur la Reconquista cristiana, aventura que acabaría ocho siglos después cuando los musulmanes fueran expulsados de Granada.

Covadonga fue el pistoletazo de salida del proceso que llevaría al nacimiento, en un futuro, de los diferentes reinos ibéricos a costa de la expulsión de los musulmanes.

A pesar de la rápida conquista de los territorios de la península por los musulmanes, los cristianos les guardaban una desagradable sorpresa pues, en el norte, se empezó a gestar una resistencia en contra de la invasión.
Aunque estos pequeños grupos de cristianos todavía no podían plantar cara a los invasores, se decidieron a defender a ultranza sus territorios, de manera que los musulmanes no tuvieron más remedio que abandonar la idea de conquistarles.  Al fin, la primera resistencia se empezaba a gestar en todo el territorio montañoso, aunque sobre todo en el núcleo astur. De hecho, no pasó mucho tiempo hasta que este pequeño grupo del norte vio subir al poder a un líder que les llevaría a la victoria: Don Pelayo.
No obstante, los musulmanes reaccionaron como cabía esperar: formaron un poderoso ejército y se dirigieron con decisión hasta el núcleo astur decididos a acabar de una vez con la rebelión. Por su parte, los cristianos, de manos de Don Pelayo, decidieron plantar cara al ejército musulmán. El enclave para resistir los ejércitos arábigos fue Covadonga, un paraje situado cerca de Cangas de Onís (al este de Asturias).
Concretamente, Don Pelayo protegió este territorio con los escasos soldados que pudo reunir. Ante el acoso musulmán, Pelayo y sus hombres, unos 300, se refugiaron en Covadonga, una cueva del monte Auseba que está al fondo de un estrecho valle en los Picos de Europa.  
En este punto la historia se diluye y varía dependiendo de si el cronista es cristiano o musulmán. Esto se debe a que los primeros trataron el suceso como una batalla de dimensiones épicas mientras que los segundos pasan por alto este suceso y lo consideran de escasa importancia.
Según cronistas cristianos de la época una fuerza divina se unió a Don Pelayo,   dándole la victoria frente a los 188.000 soldados del ejército musulmán. “Al punto se mostraron las magnificencias del Señor: las piedras que salían de los fundíbulos (catapultas) y llegaban a la casa de la Virgen Santa María, que estaba dentro de la cueva, se volvían contra los que las disparaban y mataban a los musulmanes… Por el contrario, las escrituras musulmanas guardan una visión mucho menos heroica.
 ¿Qué sucedió en realidad?  Hay una versión más realista y posible dentro del texto: los musulmanes se vieron obligados a penetrar por un angosto valle para plantar cara a los astures.  La estrechez del terreno no les permitía desplegarse por lo que tenían  que avanzar en fila. A los seguidores de Pelayo, situados en las laderas, les fue relativamente fácil hacerlos retroceder por un procedimiento tan simple como el de arrancar peñas y lanzarlas ladera abajo.  
Fuera como fuese, lo cierto es que la victoria en la Batalla de  Covadonga (718)  supuso el inicio de la Reconquista cristiana, la cual duraría nada menos que ocho siglos. Y ya saben lo que reza el dicho: «Asturias es España y, lo demás, tierra conquistada».


Covadonga espiritual

La histórica gesta de Pelayo en Covadonga propicia una devoción mariana, hace de este sitio un referente espiritual universal y un icono cultural vinculado a la religiosidad popular. Incluso ecos legendarios atribuyen a Covadonga un culto telúrico y natural inmemorial. Covadonga es por tanto un icono inmaterial y un sentimiento de profundo arraigo que ha conservado intacta su esencia hasta hoy.

Conocida popularmente como La Santina, es una imagen de la Virgen María que se encuentra en una cueva  rocosa en las montañas de la Cordillera Cantábrica. La cueva es un importante centro de peregrinación mariana.

La imagen primitiva se perdió en un incendio. La actual talla data del siglo XVI. Es una talla policromada cubierta de vestiduras y manto, aunque fue concebida para mostrarse sin el ropaje y el manto está pintado sobre la madera en un color azul verdoso adornado con flores rojas. La capa es de color rojizo con los bordes dorados. La imagen sostiene una imagen del Niño Jesús en su mano izquierda y en la derecha sujeta una rosa de oro.   

El 8 de septiembre de 1918 fueron coronadas canónicamente las imágenes de la Virgen de Covadonga y del Niño Jesús que porta en brazos.

El entonces Obispo de Oviedo, Mons. Javier Baztán y Urniza, había solicitado del Papa Benedicto XV esta gracia, así como la concesión de un Jubileo extraordinario, extensivo a los meses comprendidos entre marzo y octubre de ese año, en el que se conmemoraban, además, los 1200 años  de la batalla de Covadonga. Por todo ello, el 8 de septiembre de 2017 se declaró abierto el año Jubilar Mariano de Covadonga, con el que conmemora aquella efeméride.

La Santa Sede ha concedido la gracia de la Indulgencia Plenaria a cuantos peregrinen a Covadonga y cumplan los requisitos establecidos por ella para alcanzar el perdón y el don de una vida nueva en Cristo. Este Año Jubilar será clausurado el 8 de septiembre de 2018.  El papa San Juan Pablo II visitó el santuario y ofició Misa en la cueva de Covadonga.

En 1939, poco antes de finalizar la guerra civil, la imagen de la Santina fue robada de su cueva y llevada a Paría,    aunque no fue objeto de profanación alguna. Terminada la Guerra, se hizo cargo de la Embajada española en París el doctor Pedro Abadal, quien trasladó la imagen en su coche cerrado desde la embajada de España en París, donde fue encontrada, hasta la frontera con España.

El 11 de junio de 1939 entraba triunfalmente en España la imagen de la Santina.   Dos días después llegaba a Asturias entrando por Pajares. 

Pasó entonces nueve días en la Catedral de Oviedo, hasta que por fin llegó a Covadonga. 




Covadonga natural

Covadonga tiene un entorno paisajístico único. La diversidad y belleza de esta naturaleza y el afán por preservarla son la razón de aquella declaración del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga en 1918, por el Rey Alfonso XIII, que sería el embrión del actual Parque Nacional de los Picos de Europa. La figura creada en aquel momento combina el amor por la naturaleza, con un espíritu innovador y pionero.

El Parque Nacional Picos de Europa es una de las mejores reservas mundiales de los ecosistemas ligadas al bosque atlántico e incluye la mayor formación caliza de la Europa Atlántica. Es  el primer espacio protegido del país.  El 9 de julio de 2003 la Unesco aprobó la propuesta que lo convierte en Reserva de la Biosfera.

En la actualidad el Parque Nacional de los Picos de Europa constituye con 1.913.858 visitantes (2015), el tercer parque nacional mas visitado de España, después del Parque Nacional del Teide (Tenerife, Canarias) y el Parque Nacional de Guadarrama (Madrid-Castilla y León). 

21 de abril de 2018

GALLETAS CON PEDIGRÍ.


Galletas con pedigrí.  

Corre una explicación que  erróneamente  asegura que estas peculiares y famosas galletas “María” deben su nombre a que en la década de  1920 el  galletero español Eugenio Fontaneda  decidió llamarlas  así en honor  a su  pequeña nieta.

Pero nada más lejos de la realidad, dichas galletas fueron inventadas y bautizadas con tal nombre medio siglo antes y no en España sino en el Reino Unido,  donde los maestros reposteros James Peek y George Hender Frean, propietarios de la prestigiosa ‘Peek, Frean & Co’ de Londres, decidieron crear una nueva y original galleta, diferente a los biscuits que hasta entonces producían y se servían junto al tradicional “té de las cinco”. 

El motivo fue conmemorar la Boda Real que se celebraría en St. Petersburgo el 23 de enero de 1874 entre el príncipe Alfred, duque de Edimburgo, (cuarto hijo de la reina Victoria y Alberto de Sajonia) y María Alexandrovna (hija del zar Alejandro II de Rusia y María de Hesse-Darmstadt).

Se hicieron muy populares en varios países de Europa, particularmente en España donde, después de la Guerra Civil,  la galleta se convirtió en un símbolo de recuperación económica debido a que las panaderías las producían masivamente, gracias a excedentes en las cosechas de trigo que abarataron su precio. Tienen la particularidad de que pueden mojarse en leche caliente sin que se deshagan fácilmente debido a su escasa humedad (entre 1% y 6%). Son galletas de bajo precio y relativo bajo contenido en grasa y azúcar. 


14 de abril de 2018

EL AJIACO




EL AJIACO:

  «La indiada nos dio el maíz, la papa, la malanga, el boniato, la yuca, el ají que lo condimenta y el blanco pringao del casabe… Los castellanos trajeron, con sus calabazas y nabos, las carnes frescas de res, los tasajos, las cecinas y el lacón… Con los blancos de Europa llegaron los negros de África y éstos nos aportaron guineas, plátanos, ñames y su técnica cocinera. Y luego los asiáticos, con sus misteriosas especias de Oriente… Con todo ello se ha hecho nuestro ajiaco… Mestizaje de cocinas, mestizaje de razas, mestizaje de culturas. Caldo denso de civilización que borbollea en el fogón del Caribe».
                                                                         Fernando Ortiz.

Ana Dolores García


Una especie de ajiaco, preparado con ají, (de allí deriva su nombre, (aji aco)   era alimento común de los taínos cubanos. Los colonizadores españoles aprovecharon esa fusión de viandas y la asociaron a los productos cárnicos de su también tradicional gastronomía. Para mas “españolización”, le agregaron garbanzos y, de tal modo, el ajiaco pasó a ser un cocido a lo cubano.  Pero no por mucho tiempo. Poco a poco, el ajiaco recuperó su idiosincrasia cubana y se fueron suprimiendo los garbanzos y los chorizos.

En Cuba fue y sigue siendo -mientras se consigan sus componentes- un elemento común y muy apreciado de nuestra gastronomía. Adaptándose: allá ahora lo han convertido en caldosa, un caldo más ligero preparado con lo que se encuentre.  También en las mesas de la diáspora los cubanos lo disfrutamos con deleite y nostalgia.
   
Servido en platos costosos o humildes, el ajiaco es un habitual en las mesas cubanas ya sea en tiempos de coloniaje, de república o de dictadura castrista.  En banquetes, como el dado en homenaje a José Antonio Saco en la Habana; o en la mersa familiar en uno de sus viajes a Cuba  y personalmente solicitado   por ella,  Condesa de Merlín, escritora cubana radicada en París, que expresó sus deseos de comer “platos criollos”.      

Hay muchos modos de hacer un ajiaco. Incluso en Cuba, hay variaciones en cuanto a la región. En la América hispana también hay caldos parecidos o iguales, con distintos nombres, el mas generalizado de ellos es el sancocho, entre los que podemos distinguir el puertorriqueño, el colombiano, el chileno, el dominicano de las siete carnes…


Ajiaco criollo cubano



INGREDIENTES (para 12 personas):

(Nitza Villapol)


CARNES:
½ gallina
1 libra de falda de ternera
2 libras de masa de puerco

VIANDAS
2 mazorcas de maíz
1 libra de malanga
2 plátanos verdes
1 libra de yuca
1 libra de boniato
2 plátanos maduros
2 limones

SOFRITO
2 cucharadas de aceite
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 ají grande
1 taza de puré de tomate
2 cucharadas de sal
7 litros de agua

 ELABORACIÓN:

Si puede incluir tasajo en la receta, que sea ½ libra. Y entonces, antes que nada, corte el tasajo en 3 o 4 pedazos y póngalos a remojar desde la noche anterior. A la mañana siguiente bótele el agua. En una cazuela grande ponga en tasajo remojado, la gallina y el agua. Déjelo hervir hasta que empiece a ablandarse. Si no tiene tasajo, entonces ponga solo la gallina. Añada la falda y el puerco. Déjelo hervir aproximadamente una hora más.

Mientras se cocinan las carnes, haga el sofrito y pele las viandas en el mismo orden en que las añadirá al caldo, como aparecen en la receta. Añada el sofrito y las viandas, agregando jugo de limón cada vez que añada plátano. Tápelo y déjelo cocinar a fuego lento aproximadamente una hora más. Para espesar el caldo, aplaste 2 o 3 pedazos de viandas.

Fuente. El sabor de mi solar. 


28 de marzo de 2018

¡QUÉ CARA DE TORRIJA TIENES!


¡Qué cara de torrija tienes!




La torrija es un dulce  de origen europeo​ de larga tradición que España y Portugal se encargaron de difundir en América. Cada país  de Europa tiene   su propia versión de la torrija tradicional.

En Francia llaman a su versión el pan perdu, o sea, el pan perdido En Gran Bretaña y Alemania las denominan algo parecido: poor knights of Windsor, y Arme Ritter respectivamente. Los portugueses las conocen como rabanadas, aunque son mas un dulce típico de Navidad. Los norteamericanos a las torrijas las llaman french toast, los suizos las denominan  fotzelschnitten y los austríacos pofesen. En Hungría son bundás kenyér, y wentelteeijfe en los Países Bajos.

De las torrijas ya se hablaba en la época de los romanos. Recetas del siglo I d.C., escritas por el gastrónomo romano Marcus Gavius Apicius, ya mencionaban un dulce muy similar a las torrijas, pero sin darles ese nombre.

En España, la torrija o torreja aparece ya documentada en el siglo XV, citada por Juan de Encina:   «miel y muchos huevos para hacer torrejas». Las primeras recetas escritas se remontan al “Libro de Cozina” de Domingo Hernández de Maceras (1607) y “Arte de cozina, pastelería, vizcochería y conservería” de Francisco Martínez Motillo (1611).  Las torrijas parecidas a las que hoy conocemos tienen su origen en el siglo XV y nacen como una costumbre muy alejada de la celebración de la Semana Santa.

Siempre se asociaron a tiempos difíciles y estrecheces económicas, en los que disponer de un elemento barato y asequible como los restos del pan, permitían poder comer   algún dulce de vez en cuando sin gastar mucho.

Estos dulces, elaborados a base de pan duro, huevos, azúcar, leche o vino, comenzaron a prepararse para aliviar a las parturientas al dar a luz y favorecer su recuperación posterior al parto allá por los años 1600. Al principio se preparaban con rebanadas de pan de pequeño tamaño y se servían acompañadas de una copita de vino.

Aunque siguen comiéndose durante todo el año, ¿cómo llegaron a ser un dulce de Cuaresma y Semana Santa? Porque se han instalado como postre típico en esas fechas, y lo cierto es que al ser un alimento calórico portador de energía, comenzaron a incluirse en la Cuaresma para compensar los días de abstinencia de algunos alimentos.

Consiste en una rebanada de pan  (habitualmente de varios días) que es empapada en leche o vino y, tras ser rebozada en huevo,  se fríe   en una  sartén  con aceite.  Se endulza con miel, melaza o azúcar y es aromatizada con canela. Hoy en día en las pastelerías se encargan de disfrazar la torrija original con los mas variados aditamentos que pueden ir desde zanahorias, fresas, crema pastelera, chocolate….

 ¡Ah!, En España la torrija tiene también un sentido popular insospechado. ¿Qué tal si alguien te dice “’¡Qué cara de torrija tienes!”? Por si acaso te lo dicen, te conviene saberlo: te han dicho que tienes cara de borracho.    




PLEGARIA A DIOS


Plegaria a Dios

Diego Gabriel de la Concepción Valdés,

Plácido

 

Marlene Maria Perez Mateo

                                                    Plegaria a Dios

                               Ser de inmensa bondad, Dios poderoso,
                               a vos acudo en mi dolor vehemente;
                               Extened vuestro brazo omnipotente,
                               rasgad de la calumnia el velo odioso
                               y arrancad este sello ignominioso
                              con que el mundo manchar quiere mi frente. 
 
                              Rey de los reyes. Dios de mis abuelos,
                              vos solo sois mi defensor, Dios mio:
                              todo lo puede quien al mar sombrío
                              olas y peces dio , luz a los cielos,
                              fuego al sol, giro al aire, al Norte hielos,
                             vida a las plantas , movimiento al río.

                             Todo lo podéis vos, todo fenece
                             o se reanima a vuestra voz sagrada
                             fuera de vos,Señor, el todo es nada
                            que en la insondable eternidad perece,
                            y aun esa misma nada os obedece
                            pues de ella fue la humanidad creada.

                           Yo no os puedo engañar Dios de clemencia;
                           y pues vuestra eternal sabiduría
                           ve al través de mi cuerpo el alma mía
                           cual del aire a la clara transparencia.
                           estorbad que humillada la inocencia
                           bata sus palmas la calumnia impía.

                           Mas si cuadra a tu suma omnipotencia
                          que yo perezca cual malvado impío
                           y que los hombres mi cadáver frío
                           ultrajen con maligna complacencia,
                           suene tu voz y acabe mi existencia:
                           cúmplase en mi tu voluntad, Dios mio.  


               Es Plácido el poeta de mayor aceptación popular  entre los escritores  cubanos siglo XIX, “siglo cubano” por antonomasia. Este sitial de honor le cabe al joven matancero por razones que huelgan. Pese a la poca instrucción formal por el alcanzada y la pobreza, constante en su vida; fue Plácido un ser dotado por Dios de una sensibilidad poco común; y un carisma personal y literario acucioso.
             
               El infortunio marco su vida desde su nacimiento acaecido el 18 de marzo de 1809. Su madre fue Concepción Vazquez bailarina flocklorica española natural de Burgos y su padre el negro libre cubano Diego Ferrer Matoso artesano peinetero. Fue dejado por su progenitora en la Casa de Beneficencia para huérfanos a los días de nacido, por lo cual siempre acompaño su nombre con el apellido Valdés, era un dolor imborrable. Vivió su infancia entre las ciudades de La Habana y Matanzas; con su padre y abuela paterna; aprendiendo oficios , malamente instruyéndose; y pasando penurias. Se vio obligado a dejar a un lado las clases por razones financieras. Fue: carpintero, aprendiz de tipógrafo (donde entra en contacto con el mundo poético), peinetero, orfebre, versificador e improvisador por encargo y animador de fiestas. De tan rocambolezca existencia lo sustrajo un tanto el ganar un certamen literario convocado a la sazón. Conoció a José María Heredia, una autoridad entonces y ahora de la lírica cubana. Una epidemia de cólera morbo le arrebato la vida a su primer amor, posteriormente contrajo matrimonio en dos ocasiones. A su pluma debemos obras tales como Jicotencal,  Flor de café,  Al Yumurí,  Mi casa, Recuerdos, entre otras.

                  “Plegaria a Dios”, poema razón de estas lineas en esta Semana de Pascua, fueron los últimos versos de Plácido o “El peregrino”, seudónimo que tanto le gustaba. Desde 1840 fue victima del asedio, por parte de algunos envidiosos que fungían de autoridades por entonces. Cuatro años después fue injustamente culpado de pertenecer a la falsamente conocida Conspiración de la Escalera, siendo por ello encarcelado y condenado a muerte. En la Capilla del penal escribió un poema a su madre y Plegaria a  Dios, dos obras muy poderosas, desgarradora y decisivas; por las tensas circunstanciasen el momento de ver la luz. No por ello renunciando a valores líricos de alta tesitura, y de una ética incomiable. 

                 Plácido fue iniciador del criollismo y siboneyismo en la lírica cubana. Lezama Lima le describió muy bien: “... capturo el verdadero espíritu cubano en sus versos...”.

Fecha 25 de Marzo del 2018, para el Martes Santo del 2018

26 de marzo de 2018

NO ME MUEVE SEÑOR PARA QUERERTE


No me mueve
o Soneto a Cristo  crucificado

 Marlene María Perez Mateo

 
Cristo crucificado a San Juan de la Cruz
Dalvador Dalí


                                   No me mueve, mi Dios, para quererte
                                   el Cielo que me tienes prometido
                                   ni me mueve el Infierno tan temido
                                   para dejar por eso de ofenderte.

                                   Tú me mueves, Señor. Múeveme el verte
                                   clavado en una cruz  y escarnecido;
                                   múeveme el ver tu cuerpo tan herido,
                                   múeveme tus afrentas, y tu muerte.    

                                   Múeveme, en fin, tu amor, y en tal manera
                                   que, aunque no viera Cielo, yo te amara  
                                    y, aunque no hubiera Infierno, te temiera. 

                                   No me tienes que dar porque te quiera,
                                   pues, aunque lo que espero no esperara,
                                   lo mismo que te quiero te quisiera.    


                       El soneto “A Cristo crucificado” mas reconocido comúnmente como el soneto “No me mueve” es una de esas obras del arte de la que se pudiera decir por haberlo expresado todo,  es difícil adicionar algo.  Sin dudas esta joya del misticismo cristiano es para muchos la mejor poesía de la segunda mitad del siglo XVI donde rivalizaba con  obras de excelente calidad de muy notables escritores.

                           La obra explica bellamente en sus catorce versos endecasílabos la mas alta meta del ideal cristiano, la motivación al supremo bien sin  espera de recompensas o retribución. Una fe cristocentrica por excelencia. Existe una composición predecesora en la pluma del  místico musulmán  Abu Bark Muhamadd ibn Arabi (1164-1240) de similar factura.
                                                                        

                  Fue Menedez Paleyo en su colección selecta de poemas el mayor responsable de la  difusión de esta obra  hacia 1906. La autoría del poema ha sido muy discutida. Juan de la Cruz, Teresa de Avila, Lope de Vega, Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Juan de Avila, Antonio Panes por solo mencionar algunos han tenido el privilegio de ser contados como posibles escritores del citado soneto. En este momento se  apunta como el mejor candidato, aunque 

aun discutido, al agustino mexicano Fray Miguel de Guevara. Un hijo de la llamada por entonces Nueva España, y familiar del conquistador Hernan Cortes; políglota en lenguas indo-americanas y amplio conocedor de la doctrina católica. Según reza en sus múltiples manuscritos trato de consolidar y armonizar sus dos mayores campos del conocimiento ya mencionados. No pocas veces escribió en prosa las ideas gestoras de su archiconocida poesía; paradojicamente es donde su nombre menos se reconoce. 
  
                      “No me mueve” es decir “No me motiva”es una excelente motivación muy   a tono con la Semana Mayor del año que ahora vivimos, y también para antes y después de ella. Enhorabuena a Fray Guevara por tal gema plantada  en los albores de la historia de este lado de la “Mar océano”

25 de marzo del 2018, para el Lunes Santo de 2018