8 de octubre de 2013

De nuevo en Key West



De nuevo en Key West

Ana Dolores García

De nuevo en Key West, pero esta vez con más tiempo y otro sentido. Luego de mi primera visita, hace apenas cuatro meses, escribí mis impresiones sobre esa peculiar ciudad que ha querido seguir siendo  pueblo. 

He vuelto a Key West y otra vez escribo para contar más impresiones,  pero ahora sin referirme a  los gallos y gallinas que deambulan por sus calles y plazas, ni a la inolvidable puesta de sol que se disfruta cada tarde de cara al mar,  ni al Mesón de Pepe o el Sloppe Joe´s, ni a los flamboyanes que en octubre sólo nos ofrecen sombra y vainas. Esta vez volví, no como turista, sino en peregrinación de fe y cubanía.

Peregrinación de fe, por eso la primera parada que hicimos fue para conocer  de cerca y los adentros de la iglesia católica más antigua de  la arquidiócesis de Miami y tercera en toda la Florida:  la ahora Basílica de Santa María Estrella del Mar. De ella y de su historia me propongo escribir hoy.

La fe cristiana en el Cayo

Félix Pradas, Asistente Pastoral de la Basílica, nos explicó que los primeros misioneros jesuitas llegaron al cayo Matecumbe en 1567 y que apenas cinco años después las autoridades jesuíticas decidieron abandonar sus misiones en La Florida. 

Muchos de los habitantes de estos cayos, mayormente pescadores,  sostenían viajes y relaciones frecuentes con La Habana y sus nexos religiosos provenían de las parroquias habaneras. De hecho, los católicos de la pequeña isla, islote o cayo, Cayo Hueso, -su primer nombre-, pertenecían a la diócesis habanera.

Se dice que el islote pudo haber quedado establecido como parroquia en 1724 bajo la autoridad de un sacerdote cubano, aunque la hostilidad de los indígenas de la región forzaron en 1727 el regreso a Cuba de los misioneros. A partir de entonces y por algún tiempo, el cayo sólo recibía dos veces al año la visita de un misionero.

En 1793 se estableció la diócesis de New Orleans que incluía una gran parte del territorio floridano. Ello contribuyó al desarrollo de la fe católica, anteriormente  supeditada al auge de las comunidades protestantes durante los años de la dominación inglesa en gran parte de la península.

Hubo que esperar hasta 1829 para que el Vicariato de Florida y Alabama se elevara a la dignidad de diócesis. Así y todo, cuando la población católica de la Florida se estimaba en 4,000 personas, la de Key West se calculaba en sólo unas veinte familias de acuerdo a los libros en los que constaba el número de  sacramentos celebrados.
  
Fue en 1846 cuando se celebró la primera Misa de que se tiene noticia en Key West. Celebrada por un sacerdote proveniente de La Habana,  se llevó a cabo en el segundo piso del ayuntamiento del pueblo, en la calle Duval. La primera iglesia se comenzó a construir en 1851, también en la calle Duval, eje central de Cayo Hueso, ya por entonces Key West.  Al templo, levantado entre el océano Atlántico y el Golfo de México, se le dio el nombre de  St. Mary Star of the Sea. (Santa María Estrella del Mar). La iglesia fue dedicada en febrero de 1852.

Vicisitudes no faltaron durante estos años, sobre todo epidemias que diezmaron la población y  cobraron las vidas de varios sacerdotes destinados al lugar.

En 1868 llegaron  religiosas canadienses de la Orden  de los Sagrados Nombres de Jesús y María con la misión de fundar un convento y abrir un colegio religioso para niñas. Esta primera escuela comenzó a funcionar en unas barracas militares abandonadas, en las afueras de la ciudad.  A ella le sucedió, junto al templo, la construcción del Convento María Inmaculada, que posteriormente pasó a llamarse María Inmaculada High School; una escuela para niños negros, San Francis Xavier, y otra para niños blancos: San Joseph´s. Esta separación étnica subsistió en todo el país hasta 1960.  Además, desde 1873 a 1878 estuvo en funciones una escuela para niñas cubanas. 

En 1879 eran ya tantos los cubanos que vivían en el cayo, motivados por las guerras de independencia que se libraban en Cuba, que se levantó una capilla dedicada a la Virgen de la Caridad del Cobre en la calle Duval, entre las avenida Truman y la calle Virginia. Estuvo abierta mientras hubo sacerdotes que la dirigieran, pero al cabo tuvo que ser cerrada en 1898. Entonces fue trasladada a los terrenos de la iglesia parroquial y en la actualidad ha quedado convertida en tienda de suvenires y artículos religiosos.  

El Maine y el Convento

Ese propio año de 1898 ocurrió la voladura del vapor Maine en el puerto de La Habana, detonante del inicio de la guerra Hispano-Americana que siguió a la encarnizada lucha de los mambises cubanos contra la metrópoli española. Los primeros heridos fueron traídos a Key West y el convento quedó convertido en hospital.  El capellán del barco estuvo entre los primeros pacientes atendidos en el convento-hospital.  Una vez recuperado de sus heridas celebró la Misa  usando el mismo cáliz que le había sido regalado por la tripulación del barco, encontrado después del desastre.     

La gruta de Lourdes y los ciclones

 
El Sur de la Florida es uno de los lugares más atacados por huracanes, con su lamentable pérdida de víctimas humanas y propiedades. La religiosa M. Louise Gabriel había sobrevivido a tres grandes ciclones desde su arribo a La Florida en 1897 y decidió se construyera un lugar para honrar a la Santísima Virgen María y recabar su auxilio ante esas temidas tormentas. Así surgió la Gruta de Lourdes en 1922, que se levantó en los terrenos aledaños al templo. Desde ese año, ningún huracán ha afectado a Key West.
Existe también un bello jardín en que se encuentran las estaciones del Vía Crucis  y un pequeño cementerio donde han sido inhumadas las religiosas fallecidas.

Dentro del templo se encuentra una pequeña imagen de la patrona de Cuba, nuestra Madre Santísima de la Caridad del Cobre, obsequio de Mons. Román en una de sus visitas a la Basílica.  
Al terminar el día y nuestra estancia en Key West, volvimos a la Basílica. Nada mejor para concluir un día lleno de emotividad que la participación en la Santa Misa. El P. Rumín la celebró y  la Coral Cubana subrayó en esa emotividad con la  interpretación magistral de sus voces.         
Para una próxima entrega queda la segunda parte de nuestra peregrinación con la historia de ese templo cívico de la cubanía del destierro y el exilio: el Instituto San Carlos.

Libros de Historia de Cuba en Internet

Libros de Historia de Cuba 
que pueden leerse libremente en Internet. 

Corresponden a nuestra Historia republicana, particularmente referentes a la turbulenta etapa revolucionaria posterior 
a la caída del gobierno de Gerardo Machado:



  http://www.cubarepublicana.org/books/

Remitido por Blanca DePriest

7 de octubre de 2013

Otra vez la transhumancia




 Otra vez la transhumancia

Un rebaño de unas 2.000 ovejas merinas cruzó ayer domingo el centro de Madrid en la vigésima edición de la Fiesta de la Transhumancia, con la que se recupera una tradición de la Edad Media. 

La trashumancia es el paso del ganado y sus pastores de las dehesas de verano a las de invierno, o viceversa. En España este movimiento de ganado se realiza mediante un sistema de caminos establecidos durante siglos. 

Es un método extensivo de sistema agrario ya que se trabaja únicamente con ganado, sin parcelas, en grandes extensiones de terreno que van variando para no producir la desertificación por un excesivo pastoreo. 

Por ello, a la llegada del otoño, los pastores recogen sus rebaños de vacas, cabras o principalmente ovejas, y los conducen hasta terrenos más al sur donde el clima sea más cálido y los pastos más frescos. 

A la llegada de la primavera, el recorrido vuelve a hacerse a la inversa hasta llegar al punto de partida, atravesando incluso las ciudades y carreteras que estos grandes rebaños encuentren a su paso.  Ni siquiera Madrid ha logrado librarse de ellos. 
  

Históricamente la tecnología ha sido muy rudimentaria, aunque en los últimos años se ha visto beneficiada por los avances en telefonía móvil y GPS.   La trashumancia en España se ha realizado a pie, pero al introducirse el ferrocarril a mediados del siglo XIX, éste comenzaría a ser un popular medio de transporte. 

Sin embargo, al ser substituido a su vez cincuenta años más tarde por el transporte motorizado, volvió a incrementarse el pastoreo a pie, no tanto para conservar viva tan antigua tradición, como para eludir los elevados costes del transporte a través de camiones. 

6 de octubre de 2013

Dagoberto Valdés, la Iglesia católica cubana está en transición



Dagoberto Valdés:
La Iglesia Católica cubana
está en transición

Ivette Leyva Martínez, cafeFuerte.com

Dagoberto Valdés, director del proyecto cívico y la revista  Convivencia, se encuentra de visita en Miami para participar en un seminario sobre reconciliación y cambio político, que se realizará este viernes en el Miami Dade College (MDC).

Valdés es un líder laico que ha realizado una encomiable labor de educación cívica, activismo católico y promoción de la cultura desde Pinar del Río, la ciudad que lo vio nacer hace 58 años y donde aún reside. Sus actividades independientes lo han convertido en blanco de acusaciones del régimen cubano desde el 2000, calificado de “contrarrevolucionario acérrimo” y “mercenario” por la prensa oficial.

Ensayista, editor, fundador  de revistas como Vitral (1994-2007) y Convivencia (2008), Valdés llega a Miami tras asistir en Praga al Forum 2000, y dialogó con CaféFuerte sobre el impacto de algunas reformas del gobierno de Raúl Castro, el desarrollo de la sociedad civil, el papel de la Iglesia Católica en Cuba y el significado de la reconciliación para el futuro de la nación cubana.

Viajar y regresar

El primer impacto de la liberación de los viajes para algunos cubanos, para los que pueden salir -hay que recordar que hermanos como los del Grupo de los 75 no pueden viajar por motivos políticos-, es que todos los miembros de la oposición que hemos salido después del 14 de enero, cuando entró en vigor la reforma migratoria, han regresado a Cuba. Esto no se lo esperaba el gobierno, se equivocaron en ese cálculo.

Viajar nos permite a los cubanos que vivimos en la isla conocer de primera mano la experiencia de otros países. Yo mismo he conocido a Lech Walesa y a miembros del Sindicato Solidaridad, estuve en Foro 2000 en la República Checa, donde conocí al Dalai Lama. Nos permite conocer el mundo y que el mundo nos conozca de primera mano, porque se oye hablar de nombres, de obras, pero no se ha conversado con las personas. Es un diplomacia ciudadana, de relaciones entre ciudadanos, y sin dudas la mejor carta de presentación es conocer a una persona y verla desenvolverse.
El gobierno cubano sabe ahora que tiene que contar con personas cuya intención demostrada es regresar a Cuba y poner en práctica aquellos conocimientos que hemos adquirido. Es cierto que ningún país y experiencia es igual  igual a otro, pero el ser humano es el mismo en cualquier rincón de la Tierra. De modo que el levantamiento de la prohibición de viajar ha tenido muchos impactos y todos positivos, con más beneficios para el movimiento opositor que para el gobierno. A la vez, cuando regresamos a nuestros vecindarios se gana en autoridad moral, porque a algunos le habían creído al gobierno que quienes luchamos por la democracia lo que queríamos era irnos de Cuba.

Avanzando la sociedad civil

En los últimos 10 años la sociedad civil cubana ha pasado de ser fragmentaria, contradictoria -y hasta caudillista- a ser una sociedad civil mucho más madura, de ser incipiente a creciente. Es una sociedad civil más articulada, y es importante enfatizar el término “articulación”. No es lo mismo unir que articular, porque la mano funciona integrada al brazo, pero cada parte tiene su diferencia. Esa es la filosofía del proyecto Convivencia, buscamos unidad en la diversidad, y la articulación de la sociedad civil.

También tenemos una sociedad civil más empoderada, en parte gracias a la tecnología. El gobierno quizás pensaba que con los celulares nos íbamos a dedicar a jugar, ahora los celulares son la principal arma de defensa y convocatoria. Antes, cuando ocurría un acto de repudio había que esperar semanas a ver si la prensa extranjera en Cuba -que por cierto está amordazada en virtud de los permisos para permanecer en el país- los reportaba, o a que las víctimas se comunicaran con Radio Martí,  Ahora esas mismas agencias internacionales de noticias reportan lo que denunciamos en las redes sociales. Hemos tomado en las manos la iniciativa de la información, y como sucede con los regímenes totalitarios, la visibilidad y la transparencia es lo mejor para enfrentarlos.

Hemos pasado de ser una oposición clandestina a ser transparente, son las fuerzas represivas las que se escudan vestidas de civil, ellos son los que han pasado a ser clandestinos. Estamos en un proceso de empoderamiento, y hay varios puntos en los que la sociedad civil ha logrado un consenso: entre ellos que la lucha debe ser pacífica y que el cambio debe comenzar dentro de Cuba.

Una Iglesia en transición

La Iglesia Católica en Cuba también está en transición. Hay una serie de obispos que están en edad de jubilación, mientras que en otros laicos, sacerdotes y religiosas ha crecido el compromiso con la gente necesitada. La Iglesia Católica cuenta además con el regalo de tener un Papa como Francisco, clarísimo en relación con Cuba, y tengo esperanzas de que actuará en consecuencia. La Iglesia cubana entra en nueva etapa, y la prueba es la Carta Pastoral “La esperanza no defrauda”, suscrita por los obispos cubanos el pasado 8 de septiembre, la más importante de los últimos tiempos. Es la primera vez  que los obispos han reconocido la importancia de los espacios independientes  creados por la sociedad civil, y han reclamado cambios políticos al Estado. Pero ese es también un documento de  transición en momentos en que por razones de edad habrá cambios en la jerarquía de la Iglesia, y debemos esperar más.

La nación indivisible

Todo proceso de reconciliación se enriquece de experiencias universales, pero en Cuba tenemos que hacerlo entre todos los cubanos. Mi intervención en el panel del Miami Dade College se fundamentará en que la reconciliación es un trayecto por varias estaciones: primero la verdad, luego la justicia, que es lo que genera la magnanimidad y finalmente el objetivo de reconciliar a los miembros de una sociedad, que fue dividida por  el odio y el totalitarismo ideológico. Pero es importante aclarar que eso de reconciliarnos entre la isla y la diáspora no es el proceso de reconciliación. Entre la isla y la diáspora formamos una nación única e indivisible y nadie nos va a separar ni necesitamos un proceso de reconciliación. Lo que necesitamos es ponernos a trabajar juntos para reconstruir nuestro país.