LA ORACIÓN DEL HUERTO
Dulce María Loynaz
En el cielo, fingiendo un gran diamante,
la luna inunda el huerto de fulgores,
y bañado en los claros resplandores
orando estaba Cristo sollozante.
En mística plegaria suplicante
al Creador ofrendaba sus dolores,
la enviaba en la fragancia de las flores
le confiaba a la brisa susurrante.
Tras la lúgubre noche en el oriente,
la aurora despuntó resplandeciente
prendiendo en el azul sus gasas rojas...
y al alumbrar su luz el huerto umbrío
vio temblar con las gota de rocío
las lágrimas de Cristo entre la hojas..
la luna inunda el huerto de fulgores,
y bañado en los claros resplandores
orando estaba Cristo sollozante.
En mística plegaria suplicante
al Creador ofrendaba sus dolores,
la enviaba en la fragancia de las flores
le confiaba a la brisa susurrante.
Tras la lúgubre noche en el oriente,
la aurora despuntó resplandeciente
prendiendo en el azul sus gasas rojas...
y al alumbrar su luz el huerto umbrío
vio temblar con las gota de rocío
las lágrimas de Cristo entre la hojas..
Dulce María Loynaz,
Colección «Diez sonetos a Cristo», 1921.
Imagen: La oración en el huerto, Luca Giordano,
Colección de la Casa Ducal de Medinacelli, España.
_____________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario