26 de marzo de 2010


Empleos

Lic. Amelia M. Doval

Reserva y economía son sinónimos aunque también lo son misería y escasez, prefiero pensar en abundancia como antónimo porque el despilfarro, que también lo es, fue lo que nos llevó a la estrechez y más bien me quedaría con riqueza, lo necesario para que un pueblo salga adelante. Así también comienza a pensar el gobierno cuando leemos que se dan unos pequeños pasos de párvulo para abrir nuevos caminos con el proyecto de ley que pretende expandir la posibilidad de crear empleos en obras públicas, una loable actitud, un pensamiento sagaz pero un país no funciona con ficticios trabajos, ni innecesarios aportes.


Incentivar el contrato de trabajadores es perfecto aunque me pregunto qué necesidad hay de atiborrar de empleados que no tienen suficiente contenido en estos tiempos, no sería mejor promover la creación de nuevos empleos, con nuevos negocios, ideas que provoquen el pensamiento creativo pues de otra manera estaría la nación propiciando el proteccionismo nuevamente y lo que ahora puede ser una solución paleativa mañana se desboca como río en un despilfarro no solo monetario sino mental, intelectual, profesional.

Las crisis son movimientos circulares ascendentes si se toman con suficiente optimismo y se buscan soluciones inteligente, en eso precisamente radica la bondad intelectual de quienes tienen el deber de sacar adelante el país. Cuando se toma el mando las palabras son llaves que abren puertas, mas no significa que en ellas estriban las soluciones.

No pensemos solamente en las manos trabajadoras cansadas de sudar sus energías,a esas la costumbre del trabajo diario les enseña el camino, hagamos un espacio para tomar en cuenta a los principiantes, los cuerpos abarrotados de energía esperando solamente porque su oportunidad de demostrar lo aprendido les enseñe el camino para lograr lo nunca visto. Si en ese momento se detiene el paso, el futuro se transforma en un tunel oscuro.

Entregar crédito por trabajadores contratados no se corresponde con la idea de promover desde el punto de vista económico, es solamente demostrar en breve tiempo que las tasas de desempleo comienzan a bajar, nuevamente estariamos creando una burbuja más. No estoy en total desacuerdo cuando observo a mi alrededor el descontento y la apatía reinante en quienes la sublimación de la existencia les fue concedida con los logros obtenidos a través de sacrificarse en el diario, para esos a los que el día se torna un momento de desesperación después de años de sacrificio, porque no hay luces que vislumbren una etapa mejor, este paso sería necesario e imprescindible.

Abstenerse de buscar nuevas vías es frenar el desarrollo cayendo en avalancha sobre terreno quebradizo. Rescatemos la cultura de consumir calidad, de preferir productos y servicios patrios, promover el turismo sin excesos malintencionados, procurar nuevas prácticas económicas que desarrollen las tan necesarias fábricas, dando empleo al personal que adquirirá mayor número de productos, en ese círculo de oferta y demanda se engrandece la economía desde todas las áreas.

Acabar con la inflación es necesario, crear nuevos trabajos una obligación moral con el país, no debemos añadir falsedad a esta etapa donde son clave las medidas a tomar en el desarrollo económico pues ahora estas hipótesis con un pensamiento acertado se transformarían en una tesís que daría un vuelco real a la vida en general en el país. Más que una reforma de salud, que aclaro casi nadie entiende bien a qué se refiere, darle posibilidad a la pobalción de incorporarse a la vida productiva le abre las puertas para asumir nuevos deberes monetarios y la subvención del gobierno disminuiría. Los paises son como los hijos demasiada protección poca capacidad de desarrollo e independencia.

Confiemos en un gobierno que promete y promete.


Lic. Amelia M. Doval.
3-19-10
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