23 de marzo de 2010


Historia del Vino (IV)

Durante Imperio romano

El vino entró en la península de Italia en el 200 a. C. y pronto fue muy popular ya que al sur de la peninsula la denominaron "Oenotria" (tierra de uva). Con ello se indicaba lo adecuado que resultaba su cultivo.

Los romanos tuvieron como aporte en la tecnología del vino el haber comenzado con la técnica del injerto en las cepas de las vides. El efecto de divulgación del vino que hizo durante el Imperio romano fue muy extenso en Europa ya que plantó viñas en todos los territorios ocupados. El vino fue substituyendo a otras bebidas alcohólicas fermentadas como la hidromiel. Los romanos tampoco fueron muy aficionados de la cerveza.

Continuaron con la tradición egipcia de almacenar y transportar el vino en ánforas selladas, pero sin embargo empezaron igualmente a emplear cubas de madera (un invento procedente del norte de Europa), las que posteriormente durante muchos siglos llegaron a ser un recipiente estándar para almacenar y transportar el vino.

El primer mosto obtenido se reservaba y se mezclaba con miel para realizar el mulsum, una bebida que se servía al comienzo de los banquetes. El resto se dejaba fermentaer en grandes tinajas de barro que denominaban dolia. El dolium era una gran tinaja enterrada hasta el cuello en el suelo para poder facilitar el control de temperatura. Tras el fermentado, el vino era tratado por el vinatero que le proporcionaba aromas. Los romanos preferían el vino blanco (en realidad de un color ambarino), y es por esta razón por la que los vinos tintos se blanqueban, se les añadían productos para clarificar el vino tras la fermentación: cola de pez, polvo de mármol, clara de huevo, gelatina y en algunas ocasiones hasta sangre de cerdo. También era conocida entre los legionarios una bebida mezcla de agua y vinagre denominada posca.

Las ánforas se dejaban envejecer, no en bodegas como se hace en la actualidad, sino en habitaciones altas de la casa (denominadas apotheca) generalmente cerca de las salidas de la chimenea, lo que daba al vino un aroma a ahumado que gustaba mucho.

En algunas ocasiones se realizaban maceraciones en hierbas aromáticas, similares al procedimiento de obtención del vermut. El gusto de los romanos hacía que algunos de los vinos, tras la fermentación, se solían madurar en ánforas entre 15 a 25 años.

El uso de botellas de vidrio no se comenzó hasta el primer siglo de nuestra era. La industria romana del vidrio era algo primitiva y los recipientes eran irregulares, en alguna ocasión se empleaban botellas y sus bocas se cerraban con yeso o escayola. Los patricios bebían en copas de cristal como indicativo de lujo porque la cristalería era por aquella época señal de riqueza y poder. La fragilidad del vidrio la hacía poco util para la mayoría de los romanos, es por esta razón que casi siempre el vino se transportaba en cántaros, que eran vasos de madera o de metal.

Con la botella llegó el uso del tapón de corcho, que se empleaba junto con el yeso. Los autores antiguos tales como Catón o Plinio recomendaban almacenar las ánforas directamente al sol, otros, cerca de las chimeneas para que adquieran un sabor ahumado.

Debido a la densidad de los vinos romanos, éstos se aguaban al igual que anteriormente hacían los griegos, en una proporción de dos terceras partes de agua y una de vino. Por regla general la mezcla (Menstruum) la preparaba una persona denominada cellarius y lo hacía mediante un recipiente denominado authepsa ; a veces el cellarius le añadía semillas de hinojo para dar un caracter final al vino servido. Era muy habitual cocer el vino para obtener tres variedades de acuerdo al tiempo de la cocción.

Durante la época de Catón el Viejo, tan austero como los espartanos y famoso por beber tan sólo agua, el nombre griego de Dionisios se tradujo a Baco. Fue en este periodo en el que se prohibió beber vino a las mujeres, bajo pena capital. Era una bebida típica de mujeres una decocción de pasas denominada passum que se solía servir con algún postre.

Las razones sociales por las que se prohibió en aquella época beber vino a las mujeres son desconocidas en la actualidad y son objeto de debates. Los romanos introdujeron la costumbre de dar un beso en la boca a la mujer al llegar a casa con la intención de detectar si había bebido o no. Catón describe en su obra De Agri Cultura (Sobre la Agricultura) las raciones permitidas de vino a los labriegos.

El cultivo de la vid así como la elaboración del vino llegó a la región de la Galia por Marsella, los galos conservaban el vino en barricas de madera (influenciados por los pueblos del norte que las empleaban para conservar la cerveza). No solían mezclar el vino con agua y al vino puro lo denominaban merum. A veces le daban cierto sabor amargo con zumo de aloe vera.

Editado de Wikipedia
Foto: Google
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