La Bandera del 10 de Octubre
Ana Dolores García
Cuando el 10 de octubre de 1868, al toque de la campana de su ingenio La Demajagua, Carlos Manuel de Céspedes convocó a sus esclavos para darles la libertad y lanzar la proclama del inicio de la lucha por la emancipación de Cuba, ondeaba sobre ellos una bandera que tan pronto como el día siguiente iba a cubrirse de sangre y gloria en la batalla de Yara.
Los insurrectos habían estado preparando la sublevación desde meses atrás, cubiertos por el secretismo de las logias masónicas. Se planeaba que ésta fuera en diciembre, pero la impaciencia de Céspedes la adelantó para el 14 de octubre. Sin embargo, la noticia se filtró a las autoridades españolas y hubo que adelantar aún más la fecha, que en definitiva resultó ser el 10 de octubre.
Faltaban aún muchos detalles en los preparativos. Uno de ellos era la bandera que enarbolarían. Todos pensaban en la de Narciso López, sabían de la estrella solitaria que ya había cantado Heredia en sus versos y de los tres colores emblemáticos, pero en realidad no la habían visto nunca. Junto a Céspedes comenzaron a diseñarla y acabaron creando una bandera casi cuadrada dividida en tres partes. Una parte inferior todo a lo largo de color azul; la parte superior dividida al centro en dos partes, una de color rojo con una estrella, (la punta hacia arriba, como sabían que estaba en la bandera de Narciso López), y la otra mitad de la franja, blanca.
Se cuenta que Céspedes, para no levantar sospechas, envió a tres personas distintas a comprar las telas. Dos de las personas regresaron, pero la encargada de traer el color azul no acababa de llegar. Cómo consiguieron la tela azul es objeto de dos versiones diferentes; una de ellas relata que Céspedes usó el manto azul que cubría el retrato de su esposa, fallecida en el mes de enero de aquel año; otra versión habla de que Candelaria Acosta, a quien Céspedes llamaba Cambula, y con quien había iniciado una relación íntima, se rasgó parte de su vestido. Sin importar en definitiva de dónde provino el retazo azul, Cambula fue la joven mujer de diecisiete años que confeccionó la bandera del 10 de Octubre.
Candelaria Acosta era hija del Mayoral del Ingenio. De la unión nacerían dos hijos, Carmita y Carlos Manuel. Como las propiedades de Céspedes fueron confiscadas y arrasadas y el propio Céspedes vivía alzado en la manigua, Cambula marchó a vivir a Manzanillo. Céspedes la autorizó a abandonar el país, embarazada, junto con la niña. Cambula regresó en 1881 y se estableció en Santiago de Cuba, donde se casó con Juan Acosta y tuvo dos hijos más. El 20 de enero de 1935 le fue otorgada la Orden Carlos Manuel de Céspedes. Tenía entonces 84 años y murió pocos meses después, en mayo del propio año.
El 4 de noviembre de 1869, Carlos Manuel de Céspedes contrajo segundas nupcias con Doña Ana de Quesada y Loynaz. Con ella tuvo dos hijos, mellizos, a los que nunca llegó a conocer ya que Ana, también embarazada, tuvo que escapar al extranjero.
La Asamblea de Representantes celebrada en Guáimaro el 10 de abril de 1869 estableció como Bandera oficial de la Nueva República la de Narciso López, y ordenó que la diseñada por Carlos Manuel de Céspedes fuera conservada como Tesoro del Congreso Nacional.
Ana Dolores García
Foto: Google
Cuando el 10 de octubre de 1868, al toque de la campana de su ingenio La Demajagua, Carlos Manuel de Céspedes convocó a sus esclavos para darles la libertad y lanzar la proclama del inicio de la lucha por la emancipación de Cuba, ondeaba sobre ellos una bandera que tan pronto como el día siguiente iba a cubrirse de sangre y gloria en la batalla de Yara.
Los insurrectos habían estado preparando la sublevación desde meses atrás, cubiertos por el secretismo de las logias masónicas. Se planeaba que ésta fuera en diciembre, pero la impaciencia de Céspedes la adelantó para el 14 de octubre. Sin embargo, la noticia se filtró a las autoridades españolas y hubo que adelantar aún más la fecha, que en definitiva resultó ser el 10 de octubre.
Faltaban aún muchos detalles en los preparativos. Uno de ellos era la bandera que enarbolarían. Todos pensaban en la de Narciso López, sabían de la estrella solitaria que ya había cantado Heredia en sus versos y de los tres colores emblemáticos, pero en realidad no la habían visto nunca. Junto a Céspedes comenzaron a diseñarla y acabaron creando una bandera casi cuadrada dividida en tres partes. Una parte inferior todo a lo largo de color azul; la parte superior dividida al centro en dos partes, una de color rojo con una estrella, (la punta hacia arriba, como sabían que estaba en la bandera de Narciso López), y la otra mitad de la franja, blanca.
Se cuenta que Céspedes, para no levantar sospechas, envió a tres personas distintas a comprar las telas. Dos de las personas regresaron, pero la encargada de traer el color azul no acababa de llegar. Cómo consiguieron la tela azul es objeto de dos versiones diferentes; una de ellas relata que Céspedes usó el manto azul que cubría el retrato de su esposa, fallecida en el mes de enero de aquel año; otra versión habla de que Candelaria Acosta, a quien Céspedes llamaba Cambula, y con quien había iniciado una relación íntima, se rasgó parte de su vestido. Sin importar en definitiva de dónde provino el retazo azul, Cambula fue la joven mujer de diecisiete años que confeccionó la bandera del 10 de Octubre.
Candelaria Acosta era hija del Mayoral del Ingenio. De la unión nacerían dos hijos, Carmita y Carlos Manuel. Como las propiedades de Céspedes fueron confiscadas y arrasadas y el propio Céspedes vivía alzado en la manigua, Cambula marchó a vivir a Manzanillo. Céspedes la autorizó a abandonar el país, embarazada, junto con la niña. Cambula regresó en 1881 y se estableció en Santiago de Cuba, donde se casó con Juan Acosta y tuvo dos hijos más. El 20 de enero de 1935 le fue otorgada la Orden Carlos Manuel de Céspedes. Tenía entonces 84 años y murió pocos meses después, en mayo del propio año.
El 4 de noviembre de 1869, Carlos Manuel de Céspedes contrajo segundas nupcias con Doña Ana de Quesada y Loynaz. Con ella tuvo dos hijos, mellizos, a los que nunca llegó a conocer ya que Ana, también embarazada, tuvo que escapar al extranjero.
La Asamblea de Representantes celebrada en Guáimaro el 10 de abril de 1869 estableció como Bandera oficial de la Nueva República la de Narciso López, y ordenó que la diseñada por Carlos Manuel de Céspedes fuera conservada como Tesoro del Congreso Nacional.
Ana Dolores García
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