14 de octubre de 2009

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Desde Cuba:
No quiero coger catarro

Claudia Cadelo

A menudo escucho a las personas juzgar generalizando a todo un pueblo y se me revuelve la bilis. A cada rato tengo que oír, tanto de amigos como de completos desconocidos, frases como: Este país está así por culpa del pueblo, aquí sólo hay cobardes, ustedes escriben en Internet porque saben que no les va a pasar nada, los disidentes todos son de la seguridad del estado, en todo el país no hay un líder que valga la pena, etcétera hasta el infinito.

La mayoría de las veces no respondo porque casi siempre termino agotando todos mis argumentos sin lograr convencer a nadie de nada. Es difícil enfrentarse a alguien que ha metido a un grupo de ciudadanos dentro de un saco de absolutos y que además, juzga el saco por el material del que está hecho y no por lo que contiene. Pero aun así - cuando me toca muy de cerca el comentario- no puedo evitar darle con las uñas al mimbre de la canasta en la que me han metido.

Yo estaba muy contenta porque una amiga médico había prometido regalarme un naso buco para cuando me montara en la guagua, cuando una extranjera que escuchaba mi conversación intervino para dar su opinión sobre el H1N1:

- Hoy leí en Internet que parece ser que los cubanos no acaban de tomar conciencia del problema.

Lo primero que hice fue contar hasta diez, porque no se puede empezar a tratar de convencer a alguien con una cantaleta de argumentos dichos con pasión, más cuando desde hace meses vivimos en esta especie de ambigüedad médica: ¿Hay epidemia, sí o no? La televisión y la radio callan, después de dos conciertos multitudinarios –primero Juanes y después Manu Chao- los aeropuertos siguen abiertos, en la farmacia no hay nada para prevenir catarros y si tienes fiebre te mandan para la casa y arréglatelas como puedas.

- ¿Cómo pueden estar conscientes los cubanos si en los medios masivos de difusión no dicen nada por lo claro? No sólo hay H1N1, sino que también hay dengue y conjuntivitis hemorrágica, lamentablemente esto que le digo no lo puedo confirmar porque el ministerio de salud calla.

No creo que no informar sea lo peor –hemos aprendido a enterarnos de las cosas sin ellos- sin embargo no se lo dije. Creo que lo más triste es que no hacen nada: las guaguas siguen atestadas de gente, el jabón y el detergente siguen en oferta sólo en CUC, el repelente es un objeto de lujo y si mañana fuera primero de mayo, iríamos todos a la plaza a desfilar para superar la última cifra de no sé cuántos miles que estuvo en el concierto del día 20.

Claudia Cadelo
http://www.octavocerco.blogspot.com

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