A mi madre
Manuel F. Artime
Manuel F. Artime
¿Sabes? Te vi pasar el otro día
y rasgué los barrotes con un beso.
¡A tu edad, y corriendo, madre mía,
por ganar tiempo para tu hijo preso!
La víspera del juicio te vi triste,
"Serena, madre, aunque llegara mi hora..."
-Pero si estoy serena- me dijiste,
y se te huyó una lágrima traidora.
Cuando aquel día me diste tu rosario,
pensé en el Crucifijo que traía.
Sí, la vida tiene algo de calvario,
pero... ¡qué bien tú haces de María!
Y es que ante Dios, mi tímida heroína,
tu vida es un rosal de obras hermosas.
Sé que hasta ahora has sentido las espinas,
algún día, madre, te darán las rosas.
Te sentirás llamar muy dulcemente
y un beso tibio envolverá tus manos,
y verás a tu hijo sonriente
bajo este cielo de un azul cubano.
Dios premiará tu angustia, madre mía,
y el ardiente deseo de tus rezos.
¿Sabes? Te vi pasar el otro día
y rasgué los barrotes con un beso.
y rasgué los barrotes con un beso.
¡A tu edad, y corriendo, madre mía,
por ganar tiempo para tu hijo preso!
La víspera del juicio te vi triste,
"Serena, madre, aunque llegara mi hora..."
-Pero si estoy serena- me dijiste,
y se te huyó una lágrima traidora.
Cuando aquel día me diste tu rosario,
pensé en el Crucifijo que traía.
Sí, la vida tiene algo de calvario,
pero... ¡qué bien tú haces de María!
Y es que ante Dios, mi tímida heroína,
tu vida es un rosal de obras hermosas.
Sé que hasta ahora has sentido las espinas,
algún día, madre, te darán las rosas.
Te sentirás llamar muy dulcemente
y un beso tibio envolverá tus manos,
y verás a tu hijo sonriente
bajo este cielo de un azul cubano.
Dios premiará tu angustia, madre mía,
y el ardiente deseo de tus rezos.
¿Sabes? Te vi pasar el otro día
y rasgué los barrotes con un beso.
Manuel F. Artime, (1932-1977)
poeta y patriota cubano, líder de la Brigada 2506
Foto: Google
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No puedo evitar la emoción y el llanto que me causa siempre esta poesía.
ResponderEliminarNo se si será pensar en esa madre, en ese hijo preso, y en esos dos corazones latiendo al unísono frente a la crueldad del régimen cruel y despiadado.
No sé que será, pero este poema como ningún otro, me hace sentir el dolor de una madre al tener a un hijo preso y pienso también en la madre de Pedro Luis Boitel, que ni siquiera le pudo dar sepultura a su querido hijo.
Gracias Lolita.
Martha Pardiño