7 de octubre de 2011

LA LEYENDA DEL REY MIDAS

.

La leyenda del rey Midas


Midas fue un rey de Frigia (antigua región del Asia Menor, territorio que actualmente ocupa Turquía), que gobernó durante el período entre 740 aC y 696 aC aproximadamente. 

Cuenta una vieja leyenda que, impulsado por la codicia, rogó a Baco, dios del Vino, que se convirtiera en oro todo lo que tocase, y el dios mitológico quiso darle una lección y lo complació.

El avaro rey, impaciente por comprobar su deseo, tomó una delicada flor de vistosos colores y al punto ésta se convirtió en oro brillante. Se inclinó a coger agua con el hueco de su mano y esta resbaló convertida en pequeñas pepitas de oro. Tocó los frutos que cuelgan de un árbol y se convirtieron en fantásticas formas auríferas. Y así también las piedras, los vestidos, los muebles; en fin, todo cuanto tocaba se convertía en oro. Y Midas se sentía embriagado por la codicia.

Corrió a los montes con el afán de saciar sus deseos y logró montones del precioso metal al contacto con las piedras, los árboles, los arroyos... Todo sufría un cambio y se convertía en oro.

Pero ¡ay!, más tarde, como si despertara de un sueño, sintió hambre y el sabroso pan se convirtió en oro; tuvo sed y el agua se transformó en oro líquido al contacto con sus labios. Acongojado, se llevó las manos a la cabeza y contempló en el espejo sus cabellos convertidos en hebras doradas. Midas vio cercana su muerte y deploró su necedad por haberse hecho esclavo del oro; se arrepintió e invocó al dios.

—Aprende la lección —le dijo éste—. Y como condición para liberarte, ve a purificarte en el río Pactolo.

Así lo hizo. Desde entonces el río, seducido por el hechizo, arrastra pepitas de oro.

Para escribir un comentario pulsa sobre COMENTARIOS


No hay comentarios:

Publicar un comentario