Luces. Cámara. Acción
Marlene
María Pérez Mateo
Introducción: “…podemos decir que es a nuestro juicio, el
primer intento cinematográfico verdaderamente logrado en nuestro país con dinero,
directores, artistas, fotógrafo y personal cubano.” Valdés-Rodríguez (Primer
conferencista de cine cubano)
“..Me llevo la mayor impresión
del cine cubano.. . He recibido una grata sorpresa con la Virgen de la Caridad,
una película silente de mucha calidad, que puede calificarse de neorealista. He
observado toda la producción de Argentina y Brasil correspondiente a los años
de esta película cubana y no hay en aquellos países nada superior…” George
Sadoul (Historiador de cine.)
Hacia marzo
de 1929 el periódico habanero ”El Mundo” se hizo eco de una falsa convocatoria
para una audición de futuros artistas de cine en el Teatro Payret, por parte de
un timador: Lionel West.
El mencionado año Antonio
Perdices, Arturo y Mussie del Barrio y Dumbar y Rafael Peon, figuras todas del
cine mudo cubano, unieron sus esfuerzos en la creación de la Compañía Cinematográfica
Nacional Sociedad Anónima B.P.P. (iniciales de sus apellidos). Se estrenó su
primera presentación, ”El veneno de su beso”, el 3 de octubre de 1929, con
argumento de Gonzalo de Palacio (Guy de Pelletier). El 8 de enero de 1930 la
joven empresa artística se constituyó ante notario explicando su propósito de
crear y promover producciones netamente cubanas.
En abril de 1930, “El Mundo”, reivindicando
su prestigio convocó a un nuevo concurso, esta vez real, bajo el tema argumentos
originales para filmes. El ganador resulto ser Enrique Agüero Hidalgo con su título
“La Virgen de la Caridad”.
Rafael Peón comenzó la dirección y
rodaje del film en mayo del mismo año, bajo el auspicio de la compañía de la
cual formara parte. Era su duodécima película como director y duraría en
pantalla sesenta y un minutos.
La escenografía estuvo a cargo de
Ernesto Caparrós, en las cámaras Ricardo Delgado. La pareja protagónica de Yeyo
y Trinita cobraron vida con los actores Mario Santos y Diana V. Marde (María Blanco
Echazal de Quintana). Además el elenco contó con Matilde Pauri, Julio Gallo,
Estela Echazábal y Enrique Agüero
Hidalgo.
La trama correspondió al melodrama
de amor. Una pareja enamorada bajo la oposición de terceros. El desenlace se
logra tras el accidental y fortuito hallazgo de un importante titulo de finca
en propiedad tras un cuadro de La Virgen de
la Caridad que inintencionalmente
cayó al piso.
El filme fue estrenado el 8 de
septiembre de 1930 en el Cine Rialto. Ramón Becali, primer critico de cine
cubano, escribió para entonces en El País, periódico cubano: “….significa un
esfuerzo más hacia la conquista del arte cinematográfico nacional, un bello y
plausible esfuerzo”.
La Virgen de la Caridad fue la más
importante película de su director y a juicio de muchos la mayor del cine silente
cubano. Los movimientos de cámara, la superposición y las acciones paralelas
sitúan a la obra en muy especial lugar. No fue un film religioso ni en
contenido ni en forma. Mas por su titulo y trama expuso la presencia de la
Patrona de Cuba en la diaria realidad de todo cubano.
En lo personal nunca he visto la
película. Tengo algunos testimonios de mi familia de la cinematografía cubana
anterior a 1959. Todo esto fue borrado de golpe y porrazo. Sabía de la valía
del cine nacional, y hoy continúo aprendiendo de su prestigio. Aunque parezca
increíble muchas manos se disponen a recobrarlo. Bendita sea la delicadeza de
este gesto.
Marlene María Pérez Mateo
Reseña #5 A los 400 años.
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