6 de octubre de 2011

LUCES. CÁMARA. ACCIÓN

 
 
Luces. Cámara. Acción

Marlene María Pérez Mateo


Introducción:    “…podemos decir que es a nuestro juicio, el primer intento cinematográfico verdaderamente logrado en nuestro país con dinero, directores, artistas, fotógrafo y personal cubano.” Valdés-Rodríguez (Primer conferencista de cine cubano)
    
“..Me llevo la mayor impresión del cine cubano.. . He recibido una grata sorpresa con la Virgen de la Caridad, una película silente de mucha calidad, que puede calificarse de neorealista. He observado toda la producción de Argentina y Brasil correspondiente a los años de esta película cubana y no hay en aquellos países nada superior…” George Sadoul (Historiador de cine.)


 Hacia marzo de 1929 el periódico habanero ”El Mundo” se hizo eco de una falsa convocatoria para una audición de futuros artistas de cine en el Teatro Payret, por parte de un timador: Lionel West.

   El mencionado año Antonio Perdices, Arturo y Mussie del Barrio y Dumbar y Rafael Peon, figuras todas del cine mudo cubano, unieron sus esfuerzos en la creación de la Compañía Cinematográfica Nacional Sociedad Anónima B.P.P. (iniciales de sus apellidos). Se estrenó su primera presentación, ”El veneno de su beso”, el 3 de octubre de 1929, con argumento de Gonzalo de Palacio (Guy de Pelletier). El 8 de enero de 1930 la joven empresa artística se constituyó ante notario explicando su propósito de crear y promover producciones netamente cubanas.

   En abril de 1930, “El Mundo”, reivindicando su prestigio convocó a un nuevo concurso, esta vez real, bajo el tema argumentos originales para filmes. El ganador resulto ser Enrique Agüero Hidalgo con su título “La Virgen de la Caridad”.

   Rafael Peón comenzó la dirección y rodaje del film en mayo del mismo año, bajo el auspicio de la compañía de la cual formara parte. Era su duodécima película como director y duraría en pantalla sesenta y un minutos.

   La escenografía estuvo a cargo de Ernesto Caparrós, en las cámaras Ricardo Delgado. La pareja protagónica de Yeyo y Trinita cobraron vida con los actores Mario Santos y Diana V. Marde (María Blanco Echazal de Quintana). Además el elenco contó con Matilde Pauri, Julio Gallo, Estela Echazábal y  Enrique Agüero Hidalgo.

   La trama correspondió al melodrama de amor. Una pareja enamorada bajo la oposición de terceros. El desenlace se logra tras el accidental y fortuito hallazgo de un importante titulo de finca en propiedad tras un cuadro de La Virgen de  la Caridad que inintencionalmente cayó al piso.

   El filme fue estrenado el 8 de septiembre de 1930 en el Cine Rialto. Ramón Becali, primer critico de cine cubano, escribió para entonces en El País, periódico cubano: “….significa un esfuerzo más hacia la conquista del arte cinematográfico nacional, un bello y plausible esfuerzo”.

  La Virgen de la Caridad fue la más importante película de su director y a juicio de muchos la mayor del cine silente cubano. Los movimientos de cámara, la superposición y las acciones paralelas sitúan a la obra en muy especial lugar. No fue un film religioso ni en contenido ni en forma. Mas por su titulo y trama expuso la presencia de la Patrona de Cuba en la diaria realidad de todo cubano.

  En lo personal nunca he visto la película. Tengo algunos testimonios de mi familia de la cinematografía cubana anterior a 1959. Todo esto fue borrado de golpe y porrazo. Sabía de la valía del cine nacional, y hoy continúo aprendiendo de su prestigio. Aunque parezca increíble muchas manos se disponen a recobrarlo. Bendita sea la delicadeza de este gesto.

 Marlene María Pérez Mateo
Reseña #5 A los 400 años.


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