19 de mayo de 2010


La Bandera Cubana

Ana Dolores García

Narciso López, venezolano que había servido en aquel país en el ejército español, y en el cual llegó al grado de coronel, se trasladó posteriormente a España y a Cuba. Se estableció en La Habana y se implicó en actividades independentistas. A raíz del descubrimiento de la Conspiración de la Mina de la Rosa Cubana (1843) en la cual estuvo envuelto, tuvo que exiliarse pero no por eso cejó en sus empeños de librar a Cuba del coloniaje de España.

Se cuenta muy poéticamente que estando en Nueva York fraguando una nueva conspiración con la idea de invadir a Cuba, una mañana, contemplando el cielo, observó «un triángulo de nubes rojas que anunciaban el alba, y en el triángulo brillaba el lucero de Venus, la estrella de la mañana, mientras dos nubes blancas partían desde el triángulo para dividir en tres franjas azules el cielo resplandeciente». Tan impresionado quedó que lo comentó con Miguel Teurbe Tolón, su compañero de trajines conspirativos, (quien diseñara igualmente el escudo cubano), el que basado en el relato de Narciso López,diseñó la que sería más tarde nuestra enseña nacional: la que fue izada en Cuba a la llegada a Cárdenas de los expedicionarios invasores en el vapor Creole. La esposa de Teurbe Tolón, Emilia, fue la encargada de confeccionar la bandera.

Aparte de este poético y visionario relato, existen consideraciones más precisas sobre el significado de los elementos que constituyen nuestra bandera. Estas consideraciones se basan en que el hecho de que tanto López como Teurbe Tolón fueran masones, debe haber influido en la presencia y simbolismo del triángulo, la estrella y el número de las franjas. Para la masonería, el triángulo rojo también «simboliza la grandeza del poder que asiste al Gran Arquitecto del Universo y cuyos lados iguales aluden a la divisa masónica de libertad, igualdad, fraternidad y a la división tripartita del poder democrático. La estrella de cinco puntas significa la perfección del maestro masón: la fuerza, la belleza, la sabiduría, la virtud y la caridad. La bandera comprende además en su integración los tres números simbólicos. El tres (tres franjas azules) representa la armonía perfecta; el cinco, resultado de la suma de todas las franjas, significa el espíritu vivificador que perpetúa la naturaleza; y el siete que se obtiene al sumar el triángulo y la estrella es un número considerado divino por los judíos y los griegos.» (Ponte Domínguez, Francisco J. La Masonería en la Independencia de Cuba).

Se menciona incluso que la estrella solitaria era la que en un futuro se agregaría a la bandera de los EEUU, porque por aquellas décadas los cubanos no pensaban todos del mismo modo aunque estuvieran de acuerdo en que era imprescindible un cambio en la situación política de la colonia. Tanto el P. Félix Varela como Nicolás de Escovedo habían abogado por la independencia, convencidos de que no se podrían obtener concesiones de España. En esa línea estaba también José Antonio Saco, a quien, sin embargo, lo contenía el pesimismo por no creer que los cubanos estaban preparados para triunfar en una lucha tan desigual. Por otro lado, no eran escasos los reformistas, los que confiaban en lograr libertades y representación en el gobierno de la metrópoli. En el otro extremo estaba el grupo de los anexionistas, que opinaban que lo más conveniente sería aliarse al poderoso vecino del Norte. A fortalecer esa opinión contribuía el miedo a la abolición de la esclavitud de los negros africanos, y en su empeño contaban con el apoyo de muchos políticos sureños que abogaban por el mantenimiento de la esclavitud.

En todo caso, las tres franjas azules representan los tres departamentos existentes entonces en la Isla: Occidente, Centro y Oriente. Las dos franjas blancas se refieren a la pureza de los patriotas, y el triángulo es rojo porque simboliza la sangre derramada por éstos. La estrella solitaria señala la unión de todos los cubanos.

La llegada a Cuba de Narciso López y sus expedicionarios del Creole se produjo el 19 de mayo de 1850. Por cuarenta y ocho horas lograron ocupar la ciudad y Cárdenas vio ondear por primera vez, bajo el cielo de Cuba, la bandera de la estrella solitaria, por eso ha sido llamada “Ciudad Bandera”. Sin embargo, Narciso López no obtuvo ningún apoyo y decidió abandonar la ciudad y regresar a Nueva Orleans. No tardaría mucho en emprender una nueva expedición con la que llegó a la zona de Vuelta Abajo, pero esa vez fue hecho prisionero, llevado a La Habana y condenado a muerte en garrote.


La bandera de Narciso López y Miguel Teurbe Tolón fue la adoptada por los mambises de nuestras tres guerras independentistas y, al inaugurarse la República, fue izada triunfalmente por el General Máximo Gómez en el Castillo del Morro, en el primer día de nuestra Independencia: el 20 de mayo de 1902.

Ana Dolores García
Ilustración Google
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