El Vaticano niega
un presunto exorcismo del papa Francisco
En
respuesta a algunas informaciones aparecidas en los medios de comunicación
CIUDAD DEL VATICANO, 21 de mayo de 2013 (Zenit.org) - El portavoz
de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi SJ, ha enviado un comunicado a la
prensa sobre la noticia que se hizo eco ayer en muchos medios de comunicación
sobre un exorcismo realizado por el papa Francisco, en el que afirma que
"no tuvo ninguna intención de llevar a cabo un exorcismo, sino simplemente
orar por una persona que sufría que le fue presentada".
El hecho sucedió al finalizar la eucaristía del
domingo de Pentecostés, en la plaza de San Pedro. Como acostumbra a hacer el
papa, se acercó uno por uno a los enfermos que se encontraban allí y fue
saludando a cada uno de ellos. Al llegar a uno en concreto, el sacerdote que le
acompañaba se acercó al papa y le dirigió unas palabras. El papa se acercó al
enfermo, y le impuso las manos en la cabeza y oró por él.
LA NOTICIA SEGÚN APARECE EN EL DIARIO LA
RAZON DE MADRID:
El Vaticano aseguró hoy que el
papa Francisco no realizó exorcismo alguno el pasado domingo a un niño en la
plaza de San Pedro, como afirmó el canal TV2000 de los obispos italianos, sino
que "simplemente rezó por una persona enferma que le fue presentada".
"El santo padre no ha
realizado algún exorcismo, sino que, como hace frecuentemente con las personas
enfermas y que sufren, rezó por una persona que sufre que le había sido
presentada", afirmó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi, en un
escueto comunicado.
Ayer, el canal TV2000 de la
Conferencia Episcopal Italiana (CEI) aseguró que el papa Bergoglio realizó el
domingo 18 "una plegaria de liberación del demonio o un auténtico
exorcismo" en un niño enfermo que asistió a la misa de Pentecostés en la
plaza de san Pedro del Vaticano.
El supuesto exorcismo fue
confirmado a la emisora de los obispos, según señaló en su página web,
"por varios exorcistas consultados" por el programa "Vade
Retro", que afirmaron que se produjo al final de la misa de Pentecostés,
cuando el papa Bergoglio se acercó a saludar a un grupo de enfermos.
El papa, sonriente, se acercó a
un muchacho y el sacerdote que le acompañaba se lo presentó, mientras le decía
algunas palabras, que no se logran escuchar en el vídeo emitido por la TV de
los obispos.
"Vade Retro" explicó
que la cara del papa "cambió de manera imprevista" y que Francisco se
mostró "pensativo y concentrado, a la vez que extendió las manos sobre la
cabeza del joven, rezando intensamente".
En las imágenes se ve al niño,
aunque con el rostro oscurecido por TV2000, como abre la boca, mientras el papa
reza con las manos apoyadas en su frente. Según los exorcistas consultados por
la emisora, ese gesto confirmaría el hecho.
"Los exorcistas que han
visto las imágenes no tienen dudas: se ha tratado de une plegaria de liberación
del demonio o de un exorcismo", precisó TV2000, que dedicará el viernes
próximo un programa a "la batalla del papa Francisco contra el diablo y
sus seducciones".
Expertos españoles no ven
indicios de exorcismo
El capellán en la Universidad
de Navarra Rafael Hernández Urigüen ha asegurado que la imposición de manos que
hizo el Papa Francisco, su concentración en la oración y la boca abierta del
enfermo no son indicios de exorcismo, mientras el sacerdote y experto en sectas
Luis Santamaría del Río cree que, en todo caso, podría tratarse de una
"oración de liberación", que sirve para las ocasiones en que el
demonio actúa en otros grados.
En declaraciones a Europa
Press, el capellán Rafael Hernández ha indicado que la imposición de manos
también se hace en el rito de la unción de enfermos, cuando el sacerdote u
obispo pone las manos sobre la cabeza de la persona pidiendo al mismo tiempo su
salud. En cuanto a la concentración, ha aseverado que los obispos siempre están
"muy concentrados" al rezar, y sobre el movimiento de la boca del enfermo,
ha subrayado que las personas enfermas, a veces, sufren pequeñas convulsiones.
Además, Hernández ha explicado
que el ritual del exorcismo se compone de toda una serie de pasos entre los que
se incluye pedir un informe psiquiátrico de la persona para ver si esta sufre
alguna patología mental y pronunciar una oración imperativa determinada en la
que, "en nombre de Jesús, se dice al demonio que salga de la persona
atormentada".
No obstante, ha apuntado que no
hay que confundirlo con la "plegaria de oración" que consiste, no en
dirigirse a Satanás directamente, sino en pedir a Dios que proteja a la persona
y que el demonio no la afecte. Estas plegarias, según ha indicado, se suelen
dar sobre todo en los movimientos carismáticos y suelen ser públicas por lo que
considera que si el Papa Francisco la hubiera hecho con el joven de la Plaza de
San Pedro, el Vaticano no hubiera tenido ningún problema en confirmarlo.
Según ha declarado Hernández,
en ocasiones anteriores, se ha comentado que Juan Pablo II e incluso Benedicto
XVI hicieron algunos exorcismos, pero ha advertido de que nunca se han
confirmado. Además, ha añadido que, aunque hay exorcismos más rápidos, el
proceso de exorcizar a una persona --algo que solo pueden hacer los obispos, el
Papa y los sacerdotes autorizados por su obispo-- puede llevar hasta un año o
incluso más.
Por su parte, el sacerdote Luis
Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES),
ha indicado que podría haberse tratado de una simple bendición o incluso de una
oración de liberación, pero cree que decir que se trata de un exorcismo solo
por los gestos es hacer "una simplificación muy grande".
Santamaría ha matizado que
existen diferentes grados en la acción de la Iglesia contra el demonio y que,
aunque cuando hay señales claras de que existe posesión demoníaca la Iglesia
responde con el exorcismo, también puede haber casos de influjo del demonio en
distintos grados, casos para los que la Iglesia cuenta con las oraciones de
liberación.
De hecho, ha indicado que el
mismo manual de exorcismos prevé también oraciones para pedir una persona por
ella misma o por otras para la liberación del demonio. "No se puede llamar
exorcismo a todo", ha subrayado.
El Ritual de Exorcismos del
Vaticano, renovado en 1998 bajo la autoridad de Juan Pablo II según el decreto
del Concilio Vaticano II, aconseja realizar el exorcismo "si es
posible" en "un oratorio u otro lugar oportuno, apartado de la
multitud" donde esté destacada la imagen del crucifijo así como una imagen
de la Virgen María.
Además, el ritual apunta que el
exorcista solo deberá proceder tras una "diligente investigación"
debiendo cuidar siempre el secreto de confesión y que el rito "no se
convierta en un espectáculo". Por ello, remarca que "de ningún
modo" se debe dar espacio a los medios de comunicación ni divulgar la
noticia guardando "la debida discreción".
Además, precisa que el obispo o
sacerdote "no debe creer fácilmente que alguien que padece alguna
enfermedad, especialmente psicológica, esté poseído por el demonio" y, por
tanto, indica que ha de celebrar el exorcismo sólo cuando tenga seguridad de la
verdadera posesión y, si es posible, con el consentimiento del mismo sujeto.
Según
explican en el texto el entonces prefecto de la Congregación para el Culto
Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Jorge Medina Estévez, y el entonces
arzobispo secretario Gerardo Angelo, los exorcismos fueron instituidos en la
Iglesia para que, a través de ellos, "imitando la caridad de Cristo,
fueran curados los poseídos por el Maligno, y expulsados los demonios en nombre
de Dios, de modo de evitar a las criaturas humanas todo perjuicio".
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