los últimos años
La carrera de Wagner tomó un giro inesperado en
1864, cuando el rey Luis II de Baviera accedió al trono a la edad de dieciocho años.
El joven rey, que admiraba las obras de Wagner desde su infancia, invitó al
compositor a Múnich, pagó sus cuantiosas
deudas, y propuso la representación de Tristán e Isolda, Los maestros cantores de Núremberg y la
tetralogía de El anillo del nibelungo y apoyó el desarrollo de nuevas
óperas.
Según Christopher McIntosh, el rey Luis II fue
conocido por sus tendencias homosexuales y
habría tenido un deseo por Wagner reprimido. Wagner también comenzó a escribir su
autobiografía a petición del Rey.
A pesar de las graves dificultades en los
ensayos, la presentación de Tristán e Isolda, el primer estreno de
Wagner en quince años, fue un éxito. El director del estreno fue Hans von Bülow,
cuya esposa Cósima (hija de Franz Liszt)
había dado a luz en abril a una hija, llamada
Isolde, que no era hija de Büllow sino de Wagner.
Cósima era 24 años más joven que Wagner y ella
misma era hija ilegítima de la condesa Marie D´Agoult, que había abandonado a
su marido por Franz Liszt. Este desaprobaba que su hija viera a Wagner,
aunque los dos hombres eran amigos. El indiscreto episodio amoroso
escandalizó a Múnich, y para empeorar las cosas, Wagner cayó en desgracia entre
los miembros de la corte, que desconfiaban de su influencia sobre Luis II. En
diciembre de 1865, forzaron al Rey a que pidiera al compositor que abandonara
la ciudad. Aparentemente
también se planteó la posibilidad de abdicar para seguir a su ídolo al exilio,
pero el compositor lo disuadió.
El Rey instaló a Wagner en las cercanías de
Lucerna. En octubre, Cósima convenció finalmente a Hans von Büllow para que le
concediera el divorcio, pero no se materializó hasta después de que ella tuvo
dos hijos más con Wagner: una hija llamada Eva, después heroína de Los maestros cantores,
y un hijo llamado Siegfried,
llamado así por el héroe de la tetralogía del Anillo.
Minna
había muerto el año anterior, por lo que Richard y Cósima podían casarse. La
boda tuvo lugar el 25 de agosto de 1870. El matrimonio con Cósima duró hasta el final
de su vida.
Durante varios años, en la década de 1870, el
entonces joven filósofo Friedrich Nietzsche fue un amigo muy próximo de los Wagner y
asiduo visitante de su casa; la relación, sin embargo, terminó en una violenta
enemistad.
Wagner,
asentado en su nueva vida doméstica, dedicó sus energías a completar su obra
más ambiciosa: el ciclo de cuatro óperas (un «prólogo» y tres «jornadas») que
se conoce como El anillo del nibelungo, al que dedicó más de veinticinco años
de su vida.
En 1871, eligió el pequeño pueblo de Bayreuth como
ubicación de su nuevo teatro de ópera. La familia se trasladó allí el año siguiente y
pusieron la primera piedra del nuevo teatro. Para obtener fondos para su
construcción, se formaron las “Asociaciones Wagner” en varias ciudades y el propio compositor comenzó una gira por
Alemania dirigiendo conciertos. Sin embargo, sólo obtuvieron los fondos
necesarios después de que Luis II realizara una cuantiosa donación en 1874. El teatro ha continuado siendo la sede del
Festival de Wagner desde entonces, salvo los paréntesis de las dos guerras
mundiales
Últimos
años
Después
del primer Festival en 1877, Wagner comenzó a trabajar en su última ópera,
Parsifal. Tardó en componerla cuatro años, muchos de los cuales los pasó en
Italia por motivos de salud.
Wagner estaba gravemente enfermo, ya que había
sufrido una serie de anginas de pecho cada
vez más severas. Durante la decimosexta y última representación
de Parsifal el 29 de agosto, entró en secreto en el foso de la orquesta
durante el tercer acto, tomó la batuta del director y dirigió
la representación hasta su final.
Después del Festival, la familia Wagner viajó a
Venecia para pasar el invierno. El 13 de
febrero de 1883 Wagner falleció a causa de una crisis cardíaca en un palazzo
del
siglo XVI en el Gran Canal. Su cuerpo fue repatriado e inhumado en el
jardín de su villa en Bayreuth. Las dos piezas de su suegro, Franz
Liszt, para piano solista tituladas La lúgubre góndola evocan el paso de una
góndola fúnebre cubierta de negro portando a Wagner por el
Gran Canal.
El principal legado artístico de Wagner son sus
obras operísticas. A diferencia de otros
compositores de ópera, que generalmente dejaban la tarea de escribir un libreto
(texto y lírica) a otros, Wagner escribió sus propios libretos, a los que se
refería como «poemas». Además, desarrolló un estilo compositivo en el
que el papel orquestal es igual que el de los cantantes.
El papel dramático de la orquesta, en sus últimas
óperas, incluye el uso de leitmotivs,
temas musicales que pueden ser interpretados para anunciar a personajes
específicos, localizaciones y elementos argumentales; su complejo
entrelazamiento y evolución ilustran la progresión del drama. En última instancia desarrolló un nuevo
concepto de ópera a menudo referido como «drama musical» (aunque no usó ni
sancionó el término), en el que todos los elementos dramáticos y
poéticos musicales se fusionan en la denominada obra de arte total.
Fuente:
wikipedia.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario