23 de mayo de 2013

CASTILLOS A LO LARGO DEL RÍO RIN (2ª PARTE)


CASTILLOS

A LO LARGO DEL RÍO RIN


II - Alsacia, Strasburgo y el Black Forest


Por Mayra Montes



3/31/13 Nos embarcamos alrededor de la 4:00 pm; nuestra habitación era la número 327. Es muy confortable, decorada con mucho gusto y muy amplia. El baño es muy amplio. El SS Antoinette es parte de la línea Uniworld. No hay juegos de azar, ni fotógrafos, ni  rocas para escalar, pero el servicio es de primera. Todos los tripulantes saludan afablemente, uno recibe un aperitivo y una pequeña toalla húmeda cada vez que sale y entra de la embarcación. Una vez que desempacamos, fuimos a cenar y nos reunimos con nuestros amigos de California Herminia y Manolo. Ya habíamos acordado con anticipación que haríamos juntos este viaje. 

El servicio en el restaurante era excelente y la comida extraordinaria. Todos los vinos, la cerveza y las sodas estaban incluidos en las comidas, la hora de cenar no estaba restringida, era abierta de 7:00 pm a 9:0 pm. La comida principal consistía siempre de  tres (3) platos principales, sin embargo si no era del agrado de los huéspedes, siempre había la opción de pedir un “prime beef.” Nuestro camarero se llamaba Luis, oriundo de Portugal. Era muy simpático, hablaba español y siempre estaba jaraneando con nosotros. Estaba siempre dispuesto a darnos nuestros gustos y antojos.

Después de cenar, fuimos al Grand Salón. Había una pareja de músicos, él tocaba el piano y ella cantaba y bailaba. Bailamos hasta tarde en la noche incluyendo música latina. Inmediatamente, los músicos se hicieron amigos nuestros y los demás pasajeros presentes se percataron de nuestra destreza para el baile. Herminia y Manolo son excelentes bailadores. Hicimos una línea de conga y los músicos estaban encantados.

4/1/13  En este día, comenzando en la ciudad medieval de Bresach, atravesamos el río Rin hacia la otra orilla y procedimos hacia el camino de los vinos de Alsacia. Recorrimos diversos viñedos y visitamos pequeñas poblaciones medievales subyugantes como Keyserberg y Riqeuwihr cuyas casas construidas con vigas de madera semi torcidas, y ventanas que semejaban cajas, parecían como una ilustración en un cuento de hadas.

Durante la cena, Luis, nuestro camarero se comportó tan encantador como siempre. El nos recomendó  que nos sentáramos en la segunda mesa después de la entrada al restaurante ya que anoche, sin saberlo, nos habíamos sentado en la mesa del Capitán. El no estaba allí. Después de cenar fuimos al Grand Salón. Apenas entramos, los músicos, el pianista y su linda esposa bailarina-cantante comenzaron a tocar música para que nuestros amigos y nosotros bailáramos. Tocaron salsa, mambo, rumba, samba y hasta música española. Mi amiga Herminia cautivó a la audiencia al utilizar el saco de su esposo Manolo como si fuera una capa de un toreador y sacando una flor de un florero que estaba en la mesa y poniéndosela a Manolo en la boca. Fue graciosísimo, para morirse de risa. Tony y Manolo decidieron mostrar su gratitud a los músicos y le ofrecieron al pianista un “shot” de vodka. Como buen polaco, lo aceptó de buena gana y lo bautizó como su “gasolina.”   

4/2/13 Al día siguiente por la mañana visitamos Strasburgo. Este pueblo de la región de Alsacia es conocido como “Encrucijada de Europa” y es considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Visitamos la catedral, una
edificación inmensa de estilo gótico que tomó 300 años en construir. Abordamos una pequeña embarcación y navegamos por una zona conocida como “Pequeña Francia” con sus pintorescas casas de vigas semi torcidas y ventanas que parecen cajas. También navegamos por la zona donde están numerosos edificios super modernos de la Unión Europea. Strasburgo es una de las 3 ciudades europeas donde países pertenecientes a la Unión se reúnen para hablar de cuestiones que atañen a los diferentes integrantes de la Unión así como a temas relacionados con los Derechos Humanos Universales.  

Esa tarde fuimos al “Black Forest.” Esta famosa región de Alemania es una inmensa extensión de tierra repleta de pequeñas colinas cubiertas con un tupido bosque de diversos tipos de pinos. Los alemanes visitan esta zona en sus vacaciones para relajarse, esquiar o simplemente admirar la naturaleza. Sin embargo, el “Black Forest” es
famoso por dos cosas: la creación del reloj “cuckoo” con su pajarito que anuncia las horas y la confección del “Black Forest Cake” un pastel de chocolate, cerezas y “kirsh” el licor que se extrae de las cerezas. Compramos un “cuckoo” en una fábrica de la zona donde la familia lleva generaciones haciéndolos y donde exhibían uno del tamaño de una casa. Después fuimos a Vogtsbauernhof, un museo al aire libre que consistía en varias edificaciones de madera rústica que representaban una finca de una familia rural de clase media y reflejaba la condiciones de vida de la época y como trabajaban para sustentarse.

Como de costumbre, la cena fue excelente; el plato principal era langosta. Una vez más, después de cenar fuimos al Grand Salón y bailamos al ritmo de las piezas que tocaron el pianista Greg y su esposa bailarina-cantante, Margarita. Había un nuevo artista a bordo, un guitarrista tocando en “The Leopard Room.” Herminia y yo fuimos a averiguar y no había nadie bailando solo tomando tragos por lo que retornamos al Grand Salón. En nuestro recorrido también vimos la piscina, la cual estaba cubierta y con agua templada. No había nadie en ella.

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