Pastoreados por el
único pastor
…Jesús
vio una multitud y le dio lástima de ellos porque andaban como ovejas sin
pastor; y se puso a enseñarles con calma.
Marcos,
6, 34
Queramos o no, el hombre tiene mucho de borrego. Porque de borrego es
dejarse llevar por donde quieren los demás, formar rebaño, cuando no piara;
caminar sin pensar a dónde, yendo detrás de los que van delante.
Dice un refrán popular cargado de filosofía: "¿Dónde va Vicente?
Donde va la gente". Y así vemos muchedumbres que aplauden o silban sin
pararse a pensar, sin discernir, sin plantearse, de modo general, si vale la
pena el hacer una cosa u otra.
De ahí que Dios clama con voz fuerte y con acento amenazador contra
los malos pastores, los que dividen, los que alejan a las ovejas del buen
camino, los que son ocasión de pecado para otros, los que se comen la carne o
roban la lana del rebaño.
Tu voz, Señor, nos llena el alma de esperanza en medio de este ir y
venir, de este desconcierto que nos aturde. Tus palabras serenan las aguas
turbulentas de nuestra vida.
Queremos oírte, escucharte, seguirte. Ser tus ovejas, las que conocen
el timbre de tu voz. Por esto queremos ser de la verdad, odiar la mentira, ser
sinceros, humildes para reconocer nuestra miseria y refugiarnos en tu infinita
bondad.
Antonio García-Moreno, betania.es
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