27 de enero de 2011


TITO GUÍZAR

Federico Antonio Guízar Tolentino, que es recordado por su nombre artístico “Tito Guízar”, nació el 8 de abril de 1908 en Guadalajara, Jalisco, y está considerado como “el primer  charro del cine mexicano”.  De la propia madre  heredó su afición por la música tapatía.

Wikipedia lo describe como “alto, elegante y atractivo, por lo que muchos lo consideraron la versión latina de Roy Rogers”.  Fueron los años 30s del pasado siglo, -cuando la radio y el cine eran los socorridos vehículos mediáticos visuales y sonoros-,  los que le vieron abrirse a la popularidad, primero local y, poco a poco, extendida a toda América, angla e hispana.

En el blog de la fundación José Guillermo Carrillo, su yerno Ramón Inclán nos entrega la biografía de este cantante, la que a continuación resumimos:

En la mañana del 24 de diciembre de 1999 expiró Federico Arturo Guízar Tolentino,  quien triunfó profesionalmente como cantante y actor con el nombre de Tito Guízar.
El deceso ocurrió mientras dormitaba tranquilamente en San Antonio, Texas, a la edad de 91 años, a pocos días de haber arribado a esa ciudad —procedente de Los Ángeles— a fin de recibir ahí la Navidad y la llegada del nuevo año.

El final de su larga y fructífera vida, en la que desarrolló triunfales actividades artísticas para imponerse como un verdadero showman, tuvo por sede la casa de su hijo, Tito Guízar Jr. El parte médico de quien fue suegro de este columnista consignó que su muerte fue de manera repentina, por complicaciones respiratorias y del corazón.

Aunque parte de sus etapas exitosas las vivió en Estados Unidos, las que abrieron brecha a futuros triunfadores hispanos en este país, Guízar Tolentino nunca dejó de enorgullecerse de haber sido mexicano y particularmente tapatío. Fue por ello que trajo a Estados Unidos un repertorio musical que encabezaban típicas canciones del sur de la frontera, aunque también incluyó temas románticos al modo de Agustín Lara, Guty Cárdenas y María Grever. Impuso con su voz y su guitarra canciones rancheras en los sitios estadounidenses más prestigiosos (Carnegie Hall, uno de ellos).

Tras sostener diarios programas radiofónicos en Nueva York para la CBS, filmó en México la cinta “Allá en el Rancho Grande”, que resultó ser la primera película mexicana que mereciera estreno en Estados Unidos con subtítulos en inglés y que fue, además, la primera en recibir un premio internacional (el de fotografía en Venecia, para Gabriel Figueroa). De este filme hubo después una segunda versión protagonizada por Jorge Negrete.

Se ha escrito que dicha cinta “cautivó al público en todos los países de habla hispana y abrió las puertas a la catarata de filmes que consolidaron la “Época de Oro” del cine mexicano.

En la Meca del Cine alternó con Bob Hope, W.C. Field y Dorothy Lamour  en “The Big Broadcast of 1938”. Con Roy Rogers  actuó en tres producciones de Hollywood, una de ellas “Brazil”, siendo él quien llevó el papel protagónico (con Virginia Brruce y Ray Milland), y Rogers en actuación especial. En el cine mexicano es considerado el primer charro cantante, antecediendo a Jorge Negrete, Pedro Infante, Luis Aguilar y otros.

Asimismo, en la canción mexicana se le acredita haber sido precursor en llevarla con buen éxito más allá de las fronteras de su país. Fue también uno de los primeros que incursionaron en el “crossover”, ahora tan común.

Tito Guízar fue un reconocido tenor ligero que tuvo a su favor haber recibido enseñanzas del célebre italiano Tito Schipa.  Cantaba temas operísticos, aunque su repertorio básico fue a base de la música popular, a la cual aportó docenas de composiciones de su propia autoría, generalmente con letras de Nanette Noriega,  su única esposa, madre de sus hijas Lilia y Nina  y del hijo que lleva su nombre.

En su tercera edad tuvo actuaciones en varias telenovelas de Televisa, la primera de ellas, “Marimar”, en la que tuvo el papel de abuelo de la protagonista (Thalía). Igualmente,  en “María la del barrio”, también con Thalía, tuvo a su cargo personificar al sacerdote Honorio. En “La usurpadora” alternó con la también longeva e institucional artista Libertad Lamarque.   

Antes de morir, en 1999 fue objeto de varios homenajes, cinco de los cuales tuvieron por escenario el sur de California. Fue el Gran Mariscal del desfile del 16 de septiembre del Este de Los Ángeles. A tan avanzada edad se mantuvo de pie, cantando y saludando sonriente al público que sin saberlo estaba dándole el adiós postrero a uno de sus ídolos: ¡Tito Guízar!”

Tito Guízar actuó por largas temporadas en La Habana y en otras ciudades de Cuba. De aquellos éxitos que desempolvamos de nuestros recuerdos, además del mayor de ellos, la conocida ranchera “Allá en el Rancho Grande” con la que nos enseñó a hacer los calzones que usa el ranchero, nos llegan también los fáciles compases de la “Canción del botecito”.

La voz de Tito Guízar en “Allá en el Rancho Grande”  de nuevo en un viejo disco de la RCA a través de este YouTube:

http://www.youtube.com/watch/v=aQH-7ekZfhl

NOTA: Lamentablemente el enlace no quiere funcionar. De cualquier modo puede obtener la página de Youtube con el vídeo de "Allá en el Rancho Grande",  copiando y pegando la dirección en la barra de su buscador. 

 
Fuentes:

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