25 de enero de 2011




PREMIO LIBERTAD DE EXPRESIÓN A PERIODISTA CUBANO


El Teatro Municipal de Tabernas, Almería, España, será el marco de la celebración de la festividad del patrón de los periodistas, San Francisco de Sales, en el LXXIX aniversario de la fundación de la Asociación de Periodistas - Asociación de la Prensa de Almería (AP-APAL). 

El colectivo entregará ese día sus Premios “Libertad de Expresión 2011” al periódico digital "Periodismo Humano" y al periodista cubano recientemente excarcelado, Miguel Galván Gutiérrez.

Premios Libertad de Expresión

 El Premio Libertad de Expresión lo concede la junta directiva de la AP-APAL desde 2008 y su entrega se hace anualmente en enero. Se otorga a la persona o institución que se haya distinguido por su trayectoria en defensa de las libertades, de manera especial de las de expresión y de prensa. El acuerdo directivo debe ser unánime y las propuestas pueden presentarse por parte de los asociados. Se procura tener en cuenta la relación del premiado con Almería y la Asociación. El galardonado recibe un trofeo que consiste en una reproducción en mármol blanco de Macael del monumento a la Libertad de Expresión, que los periodistas almerienses donaron a la ciudad de Almería en 2004
La AP-APAL quiere reconocer una apuesta rigurosa y seria por el periodismo de calidad en un contexto de futuro y nuevas tecnologías, como es el caso del digital "Periodismo Humano", que dirige Javier Bauluz, único español premio Pulitzer en Periodismo (1995) ; y la lucha incansable por la libertad de expresión del periodista cubano Miguel Galván, apadrinado de la AP-APAL, que tras costarle siete años de cárcel y denunciar las injusticias desde la propia prisión, fue excarcelado el pasado septiembre.
En Galván se quiere premiar también el esfuerzo de todos los periodistas cubanos en la defensa de las libertades, así como el de las Damas de Blanco en su permanente deseo de que los presos políticos fueran puestos en libertad.
Miguel Galván Guriérrez
Miguel Galván Gutiérrez es todo un ejemplo de compromiso con el periodismo, de defensa de los débiles y de auténtico luchador por la libertad de expresión. Su trayectoria profesional, tanto fuera como dentro de la cárcel, ha de servir de ejemplo para salvaguardar las libertades. Galván nació en Güines (Cuba) en 1965. Es ingeniero y también periodista, trabajando como independiente en Havana Press, una de las diez agencias que pertenecen al grupo Nueva Prensa Cubana.

Fue detenido el 18 de marzo de 2003 y condenado a 26 años de cárcel. La acusación: ser «un mercenario al servicio de una potencia extranjera». Su juicio duró más de diez horas. Un centenar de agentes de seguridad rodeaban el tribunal, para impedir cualquier manifestación de la disidencia. A los vecinos se les dijo que se trataba del proceso de cinco presuntos asesinos, residentes en la zona. La sentencia cita una larga lista de actos contrarrevolucionarios, que acusan a Miguel Galván Gutiérrez de llevar a cabo «actos Contra la independencia o la integridad del territorio del Estado cubano». Se rechazó la circunstancia atenuante de su estado físico (dada la invalidez que padece, como resultado de la operación que le hicieron en la mano y el brazo derechos), con el pretexto de que si el periodista podía trabajar por los derechos humanos era apto para ir a la cárcel. 

Inició una huelga de hambre por las condiciones de su detención en 2003, y siguió enviando información a algunas radios de Miami. Le costó estar en una celda de aislamiento, sin electricidad y le privaron de las comunicaciones telefónicas. Su salud no hacía más que empeorar, desde el momento en que fue encarcelado. Al principio sufrió una deshidratación extrema y perdió ocho kilos en los primeros tres meses de detención. Las frecuentes estancias en el calabozo (73 días en los primeros 11 meses de detención) agravaron las diferentes enfermedades que padecía Miguel Galván Gutiérrez: diarreas frecuentes, dolores en el abdomen y en las articulaciones, inflamaciones en los pies y en el brazo inmovilizado y, en 2005 fiebres altas, problemas urinarios y dolor en la columna vertebral. 

 El periodista no recibió los tratamientos médicos necesarios, por varias razones: en un registro en su domicilio, antes de la detención, le fue confiscada su tarjeta sanitaria, lo que impidió que los médicos le recetasen los tratamientos adecuados; los aparatos médicos estaban estropeados y frecuentemente le confiscaban las medicinas que le enviaban.

 El 15 de junio de 2007, Miguel Galván Gutiérrez fue trasladado de la cárcel de Agüica, en la provincia de Matanzas (Este de La Habana), a la penitenciaría de Guanajay, cerca de la capital. Allí ha estado hasta su excarcelación el 24 de septiembre de 2010, cuando llevaba siete meses sin ninguna asistencia médica. Su compromiso con el periodismo le llevó a denunciar las numerosas vejaciones e irregularidades que sufrieron otros compañeros reclusos, utilizando las llamadas telefónicas a las que tenía derecho, para transmitir crónicas e informaciones difundidas a través de diversos medios digitales.

En diciembre de 2009, en la III Fiesta de la Libertad de Expresión, la Asociación de Periodistas de Almería, a través de Reporteros sin Fronteras, apadrinó al periodista, hasta su llegada a España el 25 de septiembre de 2010.

Colaboración de Jorge Menéndez Lezpona 

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