10 de octubre de 2010


¡10 DE OCTUBRE!

Por José Martí

No es un sueño, es verdad: grito de guerra
lanza el cubano pueblo, enfurecido;
el pueblo que tres siglos ha sufrido
cuanto de negro la opresión encierra.

Del ancho Cauto a la escambraica sierra,
ruge el cañon, y al bélico estampido
el bárbaro opresor, estremecido,
gime, solloza, y tímido se aterra.

De su fuerza y heorica valentía
tumbas los campos son, y su grandeza
degrada y mancha horrible cobardía.

Gracias a Dios que ¡al fin con entereza
rompe Cuba el dogal que la oprimía
y altiva y libre yergue su cabeza!


LOS PADRES DE SANTA TERESA

- M. Nicolás González

- Les invito a visitar una familia cristiana, unida y laboriosa, como las hay hoy y las ha habido en todos los tiempos. La familia de Santa Teresa. Teresa de Ahumada se asoma a la puerta de su casa y nos invita a entrar.

Nos interesamos, primero, por sus abuelos. Don Alonso, el padre, era hijo del toledano Juan Sánchez y de Inés de Cepeda, oriunda de Tordesillas. El toledano negociaba en compraventa de paños y sedas, entre otros negocios muy rentables. Para promocionar sus negocios, vino a Ávila con sus hijos, entre ellos Alonso, de catorce años. 

Los hijos siguieron en la empresa de su padre, hasta que poco a poco se fueron independizando. Deben a su padre un fuerte sentido del deber, la autoestima en su dignidad personal, haber sido educados en la religión cristiana y a practicarla con sinceridad, la lucha y la constancia en abrirse camino por la vida, y una estrecha unión familiar.

Don Alonso Sánchez de Cepeda fue el primero de los hermanos que en Ávila constituyó un hogar. Casó con Catalina del Peso. Al poco de casados, compraron las llamadas Casas de la Moneda, en la que iba a nacer y crecer nuestra Santa. A consecuencia de una peste que diezmó la población, murió Doña Catalina y su suegro Don Juan. Dos años despues, con dos hijos de la mano, casó con Doña Beatriz de Ahumada, natural de Olmedo, a la que conoció en Ávila por las posesiones agrarias que tenía su padre en la aldea abulense de Gotarrendura. En la iglesia de este pueblo contrageron matrimonio Don Alonso y Doña Beatriz, en 1509.

Y ahora escuchamos a la que nos abrió la puerta de las Casas de la Moneda, a Teresa de Ahumada. Primero nos dice de los dos conjuntamente que son «padres virtuosos y temerosos de Dios» y de «muchas virtudes», que «se preocupaban de hacernos rezar a sus hijos y ponernos en ser devotos de Nuestra Señora y de algunos santos».

De su padre, al que adoraba entrañablemente, añade :«Era mi padre aficionado a leer buenos libros, y ansí los tenía de romance (en castellano), para que los leyesen sus hijos... Era mi padre hombre de mucha caridad con los pobres y piedad con los enfermos, y aún con los criados». En aquellos tiempos en que todavía estaba en vigor el sistema de "esclavos", a nuestra interlocutora no le pasó desapercibido que su padre no sólo no llegó a tener esclavos en casa, sino que cuando los veía en otras familias, se compadecía de ellos.

«Mi padre tenía tanta piedad...,que jamás se pudo acabar con él para que tuviese esclavos, porque los había gran piedad. Y estando una vez en casa una esclava -de un hermano suyo- la regalaba como a sus hijos. Decía que, de que no era libre, no lo podía sufrir, de piedad». 

Siempre en Castilla, un darse la mano, en señal del compromiso adquirido, equivalía a una firma ante notario. También su hija había captado esta integridad de su padre: "«Mi padre era de gran verdad. Jamás nadie le vió jurar ni murmurar. Muy honesto en gran manera».

En su queridísima madre, la hija había aprendido mucho :«Mi madre también tenía muchas virtudes, y pasó la vida con grandes enfermedades. De grandísima honestidad..., y de harta hermosura. Muy apacible y de harto entendimiento. Fueron grandes los trabajos que pasaron en tiempo que vivió. Con el cuidado que mi madre tenía de hacernos rezar y ponernos en ser devotos de nuestra Señora y de algunos santos, comenzó a despertarme (la devoción), cuando yo tenía seis o siete años. Murió muy cristianamente».

Una solitaria parra cuelga sobre el dintel de la puerta, y Teresa nos invita a probar las uvas blancas. No hizo falta que nos porfiara, porque necesitábamos reponernos del embeleso con que nos había cautivado. 

Mons. Nicolás González.
http://nicolas-capellanencarnacionavila.blogspot.com
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EL BIBLIOBURRO

¡Vale la pena verlo!


Algunos de los comentarios que ha producido este vídeo de YouTube:

...Acciones como las de Luis Soriano, son dignas de elogiar e imantar. Estas noticias son las que generan esperanza en este mundo, deberían tener más difusión...

...Impresionante con gente como esta podemos dar vuelta el mundo como un guante de tanto corrupto y de dinero para solo los que lo tienen ,como es posible que gente que gana millones no es capaz de pensar en estos ninos.......si todos terminamos en el mismo lugar bajo tierra con o sin guita,.E s una idea fantastica!!!!!!!!y es una idea con amor por los demas!!!!!!...

...WOOOWW aun hay espereranzas en este mundo, por personas como el!...

...Motivante al 1000%...


El domingo de la gratitud

- Que no me olvide Señor,
darte las gracias por lo mucho que me das
y de esperar, cuando tardas en llegar.
Darte las gracias por los detalles insignificantes,
por los dones que de tantas personas recibo sin saberlo,
por las sonrisas que por la calle se me regalan
por los rostros que no me son indiferentes.

Que no me olvide, Señor,
de ver tu mano allá donde sólo veo el mundo.
De abrir mi corazón a tu presencia.
De tener mis ojos despiertos a tu paso.
De abrir mis manos a quien lo necesita.

Que no me olvide, Señor,
de cultivar la gratitud cuando tanto se me da.
De decir “gracias” por pequeñas o grandes cosas.
De agradecer la fe como don y como tarea.
De pedir cuanto necesite
aunque no sea a la hora que yo lo espere.

Que no me olvide, Señor,
de cuidar el corazón, con la vitamina de la gratitud.
De fortalecer mi fe, con el arma de la oración.
De robustecer mi alma, con savia de la caridad.
De curar mi espíritu, con mi confianza en Ti.

Javier Leoz, Betania.es

SI EN MEDIO DE LAS ADVERSIDADES PERSEVERA EL CORAZÓN CON SERENIDAD, CON GOZO Y CON PAZ, ESTO ES AMOR.

- SANTA TERESA DE JESÚS DE ÁVILA

9 de octubre de 2010


PREMIO AL COMITÉ

- Elsa M Rodríguez

- Este año el comité que decide la otorgación de los Premios Nóbel se ha apuntado dos éxitos, uno al concederle el Premio Nóbel de Literatura a Mario Vargas Llosa, un escritor de habla hispana con una producción enorme de libros, que cada uno de por si merece un premio y con una actitud ante la vida que también lo merece, y que por todo ello nos honra a todos los que también nos expresamos en el lenguaje de Cervantes.

También se puede decir que este comité ha estado muy acertado al otorgarle el Premio Nóbel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo, aun en prisión por una condena de once años por subversión según alega el gobierno comunista chino, y quien posiblemente no se enterará del premio que ha obtenido.

El comité de Olso consideró en su decisión la lucha en pro de la democracia de Xiaobo desde la época en 1989 en que participó en las protestas de Beijin y su interés en que exista plena libertad en China y que termine el dominio estricto del comunismo en su país. Ya el gobierno chino está protestando y pidiendo explicaciones en la embajada de Noruega en China por lo que ellos consideran una "blasfemia" en contra del respeto que se le debe a los principios para otorgar este premio, aunque desde luego Noruega ha respondido que ese comité es libre y no está controlado por el gobierno.

Este año el comité de Oslo está actuando correctamente y merece nuestra felicitación y un premio por su inteligencia al escoger a los receptores del Nóbel, así como también nuestra petición de que se considere a Oscar Elías Biscet, el médico cubano preso en Cuba por el mismo delito de Xiaobo, es decir por defender la libertad y la democracia en su país.

Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL
lapupasmiami@att.net
 
ÁVILA, LA CIUDAD DE TERESA

 - ¿Cómo era la ciudad, que vió nacer a santa Teresa de Jesús?

Era Ávila, entonces, una ciudad en pleno apogeo artístico, económico, urbanístico, social y religioso. La época del mayor esplendor que haya poddido conocer la ciudad en todos os tiempos. Como la persona es hija de su tiempo y de su entorno, Teresa no hubiese llegado a ser lo que ha sido si no hubiese nacido y vivido en Ávila.

Ávila, en pleno siglo XVI, era una ciudad radiante. Puerta entre dos Castillas. Levantada en la tierra llana de Castilla, tierra de la meseta, que se extiende desde el macizo de Gredos al Guadarrama, entre Toledo y Salamanca, entre Cáceres y Valladolid, entre los rio Tormes y Duero, en un altozano rocoso está asentada la Ciudad de Ávila. En el centro de la península española, Castilla. Y en el centro de Castilla. Ávila. Ciudad en alto, ciudad castillo. Ciudad de piedra sobre cimientos de piedra. Ciudad, la casa grande. Castilla viene de castillos. Ávila es el castillo de Castilla.

Asentada primero sobre un antiguo castro celta, colonia romana después, musulmana luego, desde finales del siglo XI Ávila se fue configurando en la misma forma que ha conservado hasta nuestros días. El artífice de esta ciudad fue Raimundo de Borgoña, el hombre que, hace novecientos años, se encontró con las ruinas de viejos imperios sobre un solar despoblado, y soñó con una ciudad nueva que durara por los siglos de los siglos. Y mandó reconstruirla así, en redondo, como ceñida por un enorme cinturón de granito, fuerte e inexpugnable. Como si presintiera que alguién iba a necesitar una ciudad inmortal. Y así fue. Las ciudades son inmortales cuando dan a luz ciudadanos inmortales.

Igual que la ciudad se aprieta y se concentra en torno a su centro arquitectólico que es la catedra, diríamos que todo el poder de la sangre y de la fe de un pueblo de héroes se juntó para dar a luz este portentoso alumbramiento, que se llama Teresa. El fogoso ímpetu celtíbero, el genio conquistador de los romanos, la audacia y piedad de los fenicios dieron a luz a esta niña universal, llamada primero doña Teresa de Ahumada y Santa Teresa de Jesús, después. Inseparablemente unidas, Ávila de Teresa y Teresa de Ávila.

Mons. Nicolás González, Capellán del Monasterio de la Encarnación, Ávila, España
http://nicolas-capellanencarnacionavila.blogspot.com
Foto adg

EL PADRE DE TODOS LOS CUBANOS


EL PADRE DE TODOS LOS CUBANOS

- Jorge Carlos Tamayo Milanés jorgetm@enet.cu
- Bayamo. Cuba

- El patricio bayamés fue protagonista de uno de los episodios más bellos y conmovedores de nuestra historia, un verdadero ejemplo de amor y entrega a una causa revolucionaria.

Es inolvidable el enorme sacrificio de Céspedes, a quien los españoles intentaron extorsionar de la manera más burda, y lo conminaron a abandonar la lucha a cambio de la vida de su hijo.

Amado Oscar Céspedes y Céspedes, hijo del Padre de la Patria, había partido el 23 de diciembre de 1869 desde Nueva York, en una expedición que desembarcó por el norte de las Tunas.

El joven se dirigía hacia Guáimaro para reunirse con su padre e incorporarse a la lucha revolucionaria, cuando el 12 de mayo de 1870, en el potrero “La Caridad”, es hecho prisionero por tropas españolas.

El Capitán General de la Isla, Antonio Caballero de Rodas, exigió a Amado Oscar que para salvar la vida escribiera una carta a su padre, pidiéndole que depusiera las armas.

El joven bayamés con dignidad le respondió: «Yo jamás traicionaré a mi Patria, y mucho menos a mi padre.» Esta intransigencia selló la suerte del hijo del máximo líder insurrecto cubano.

Amado Oscar Céspedes y Céspedes fue ejecutado el 29 de mayo de 1870, en la Villa de Puerto Príncipe, actual ciudad de Camagüey.

Luego de fusilado el joven, y en una acción muy repugnante, el capitán general Caballero de Rodas, dirigió una carta a Carlos Manuel de Céspedes el primero de junio de ese año, comunicándole de la prisión de Amado Oscar, y ofreciéndole la vida a cambio de un arreglo personal, cuyas bases se discutirían posteriormente:

Puerto Príncipe, primero de junio de 1870.

Licenciado Don Carlos Manuel de Céspedes.

Mi muy señor mío:

Es en mi poder el prisionero por fuerzas de mi mando su hijo Oscar de Céspedes; en sus manos de Usted queda su salvación. Dígame por el puerto que quisiera embarcarse para darles absoluta garantía.
Por el portador puede hacerme la contesta. Dios guarde a Usted muchos años.

Capitán General Don Antonio Fernández,
Caballero de Rodas.

Ante el chantaje español, Carlos Manuel de Céspedes renunció a negociar sobre la base de su capitulación, hecho que demostró su firmeza revolucionaria.

Inmediatamente después de recibir la carta, el insigne patriota redactó su tajante respuesta en los términos siguientes:

Campamento de Cuyaguajal, 2 de junio de 1870.

Excelentísimo señor Capitán General.
Caballero de Rodas.

Excelentísimo señor:

Es en mi poder la carta de vuestra Excelencia, donde me informa de la fatal desgracia en que mi hijo Oscar ha sido hecho prisionero por fuerzas de su mando y, a su vez, la conminación de que hace vuestra Excelencia para salvar a mi hijo, de que abandone el país ofreciéndome lugar de salida.

Duro se me hace pensar que un militar digno y pundonoroso como vuestra Excelencia, pueda permitir semejante venganza si no acato su voluntad; pero si así lo hiciere, Oscar no es mi único hijo, lo son todos los cubanos que mueren por nuestras libertades patrias. Dios guarde a Usted muchos años.

Carlos Manuel de Céspedes.

Con esta heroica acción, Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo resume en su persona, por su actuar y sacrificio ante el altar de la Patria, el orgullo de ser cubano, y nos dio muchas razones para recordarlo siempre como el Padre de todos los cubanos, Padre la Patria.

Reproducido de
http://primochuchi.blogspot.com

LA ENORME IMPORTANCIA 
DE NO CALLARNOS

- Sacerdote José Conrado Rodríguez Alegría -

- En el mes de julio de este año, un humilde sacerdote cubano recibió un premio de alcance internacional que, aunque jamás apareció en la prensa nacional, impactó entre nosotros con una suspicaz velocidad. 

El padre José Conrado Rodríguez Alegría, párroco de la iglesia “Santa Teresita del niño Jesús”, en Santiago de Cuba, se hacía merecedor del Premio de la Comunidad de Democracias, en Polonia, por sus enormes esfuerzos al servicio de la libertad y los derechos humanos en Cuba.

Hasta ese momento, muy poco sabía yo del padre Conrado. No soy católico ni practico ninguna religión en particular, aunque intento rodearme de los más varios y distintos seres posibles. Uno de estos me hizo el impagable favor de acercarme a la vida y la obra de este hombre de actitud deslumbrante.

Un cura a quien la Iglesia cubana debió exiliar casi a la fuerza a mediados de los ´90, porque temía por su vida. Un cura que sufrió, el 4 de diciembre de 2007, un horrible acto de repudio en su parroquia, que culminó con violencia pura, y que tuvo una amplia repercusión internacional.

Lo que aquí publico ahora, es apenas un mínimo fragmento de la entrevista de 4 horas que sostuvimos el padre Conrado y yo, en su Santiago de Cuba, hace tan sólo un mes. El texto completo figurará en mi libro de entrevistas a personalidades de la cultura y la vida pública alternativa de Cuba, que pronto estará culminado.

Debo confesar a los lectores que ha sido un verdadero ejercicio del contorsionismo periodístico, resumir una entrevista de casi 30 páginas, con una introducción bien extensa, a lo que aquí ofrezco. Cuando se tiene a un entrevistado tan brillante es doloroso y complejo seleccionar respuestas y dejar otras para luego.

De cualquier forma, creo que pocas entrevistas publicadas en este blog tendrán tanta profundidad y relevancia como esta que el sacerdote José Conrado Rodríguez Alegría tuvo a bien concederme en su iglesia.

CONFORMACIÓN DE UN CARÁCTER

Para quienes conocen de cerca su oficio sacerdotal, uno de los rasgos distintivos del padre José Conrado es su actitud de crear conciencia en sus fieles sobre la realidad del país. No se trata de alguien que subrepticiamente, cuando venga al caso, refiere en su oratoria aspectos relacionados con la política y la vida en Cuba. Más bien, José Conrado ha demostrado un particular interés en despertar la conciencia de sus fieles; darles argumentos para valorar en su justa medida la realidad en que se ven inmersos.

- Padre, ¿recuerda su propia toma de conciencia al respecto? O sea, ¿recuerda cómo fueron los primeros tiempos, cuando comenzó a definirse como un oficiante religioso con posiciones muy definidas en el aspecto político?

– Desde el Seminario yo tenía bien claro que el oficio de la palabra, en mi caso la palabra de Dios, implicaba un serio compromiso en ese sentido. De hecho en la misma definición de lo que es una homilía, está la predicación de la palabra de Dios y de la realidad que uno tiene delante.

Yo coincido plenamente con el teólogo protestante Karl Barth, uno de los más grandes teólogos del siglo XX, cuando afirmaba que la homilía se hacía con el periódico en una mano y la Biblia en la otra.

Por lo tanto, en la misma esencia de la labor de la Iglesia está el referirse a esa realidad que debe transformarse a la luz de la palabra de Dios…

- Pero mientras algunos sacerdotes en sus misas evitan las referencias directas a la difícil situación de Cuba, usted hace todo lo contrario…

Yo discuto la afirmación de que los demás sacerdotes no lo hagan. Lo que creo es que cada cual tiene su estilo propio, y su manera propia de enfocar los aspectos.

Mira, yo siempre hago referencia, por ejemplo, a que si no hubiera habido una persona con una cámara de video el día que yo leí la carta a Fidel Castro, en 1994, no se hubiera sabido que la leí delante de 700 personas un día de la Caridad. Lo cual no quiere decir que yo no la hubiera leído igualmente. Pero el hecho de que tuviera una repercusión como la que tuvo, fue muy coyuntural.

Es decir, el que no se sepa a nivel social, o que no lo sepan quienes no visitan la Iglesia, no significa que los sacerdotes cubanos no tengan ese mismo principio.

Sobre todo durante el más crudo Período Especial, creo que todos los sacerdotes y obispos tuvieron esa misma tónica. Quizás no siempre de manera tan directa, pero sí siempre hubo una reflexión seria sobre la realidad que vivía el pueblo.

También hay que tener en cuenta una cosa: todos sentimos miedo. La esencia del sistema totalitario es precisamente provocar una respuesta de temor paralizante. Y no sería honesto decir que no tenemos miedo. Todos lo tenemos. El problema es cuando uno tiene que vencer el miedo en nombre de una responsabilidad. Esa responsabilidad es la que te lleva a expresar lo que sientes y lo que crees en realidad. Y eso es fruto de una conciencia ética sobre lo que nos compete a todos.

Mi insistencia con la cuestión política en las homilías resalta porque el sistema totalitario trata siempre de silenciar la crítica, de imposibilitar el desacuerdo, y esto hace que sea raro que una persona exprese algo que en el fondo, es probable que la inmensa mayoría de los que le oyen compartan también. Pero que no todos se atreven a decir.

Sin embargo, yo creo que esa es precisamente la responsabilidad que tiene un sacerdote en un país como el nuestro. El hecho de que la gente no sea capaz de elevar la voz por temor a las represalias, o por hábito de callar, (como dice Eliseo Alberto de Diego: “De tanto callar nos volvimos mudos”), es uno de los retos que tiene el sacerdote bajo un sistema como este.

Me vienen a la mente los varios escritos que todavía circulan por internet, firmados por él. La carta a Raúl Castro, en 2009, su discurso de despedida cuando debió exiliarse involuntariamente en 1996, el texto que escribió con motivo de la jubilación del Arzobispo Pedro Meurice. Recuerdo la impresión que su prosa altamente narrativa me provocó cada vez: una absoluta fascinación.

- Yo he sentido con sus palabras algo único: la vibración de la verdad. Usted siente hondamente lo que dice, y quien le escucha o lee, lo advierte de forma muy vívida. Cuando condena al totalitarismo, no solo cubano sino universal, lo hace con una pasión que impacta. ¿De dónde proviene esa aversión tan marcada hacia el totalitarismo?

– Yo diría que fue la experiencia la que me fue llevando a una postura bastante crítica. La experiencia de la realidad que estaba viviendo cada día. Esto se agudizó de manera específica con el Período Especial.

No cabe duda de que esta fue una situación que la sufrió todo el pueblo, y que fue el pueblo humilde el que pagó un precio altísimo por ella. Hablo de las personas enfermas de polineuritis, de la agonía de un país que se expresaba en aquellos que se lanzaban al mar a riesgo de perder la vida. El drama tremendo de las familias separadas por la distancia o la muerte.

Yo veía en las parroquias donde estaba en ese tiempo, en Palma Soriano y Contramaestre, cómo la gente adelgazaba de semana en semana, cómo rebajaban de peso constantemente. Era algo espantoso. Era espantosa la desesperanza, y el sufrimiento. Y el que no hubiera una respuesta por parte de aquellos que tenían la autoridad, y toda la fuerza que tienen en los sistemas totalitarios quienes detentan el poder, era quizás lo que me molestaba más.

En la esencia misma de este sistema, está quitarle a la gente la responsabilidad de sus vidas y asumirla el poder, los que gobiernan. Eso hace a los poderosos más responsables ante la Historia: evidentemente, al no dejar posibilidad para que la gente decida por sí misma, al arrogarse esa cuota de poder que es la responsabilidad de cada uno, y al centralizar la toma de decisiones y toda la vida económica, política, social, cultural, eso los hace más responsables de todo cuanto pueda suceder en un país.

Pero justamente porque no renuncio a mi responsabilidad propia, a la cuota que me corresponde, es por lo que he asumido una posición clara y crítica con respecto a la forma en que se ha gobernado este país.

EL PREMIO GEREMEK 
Y VALORACIONES SOBRE LA IGLESIA EN CUBA

La Comunidad de las Democracias le entregó este año en Cracovia, Polonia, el Premio “Bronislaw Geremek” por sus conocidos e indudables esfuerzos en post de la libertad de expresión, y respeto por los derechos humanos en Cuba. Su discurso, titulado “Cada generación tiene derecho a soñar sus propios sueños”, debería estudiarse en todas las Universidades, debería leerse ante todos los seres de bien de este mundo, como una hermosa prueba del compromiso de un sacerdote con la libertad plena del hombre.

- Usted dijo también en el discurso recibir el premio “en nombre de esa Iglesia que sufre, lucha, reza y espera, en Cuba”. ¿Estas palabras describen realmente el sentir de la Iglesia cubana?

– Desde luego. Yo creo que la Iglesia Católica en Cuba ha hecho un esfuerzo de servicio y de entrega a la causa del hombre.

Iglesia "Santa Teresita", en Santiago de Cuba

Cuando uno mira las comunidades que conforman nuestras parroquias ve eso: gente que lucha, que sufre, que espera, que reza desde esta realidad que le ha tocado vivir. Esas comunidades, que están compuestas por gente muy sencilla en su mayoría, han resistido las dificultades, han resistido incluso las persecuciones. A lo largo de más de 50 años la Iglesia no ha sido bien mirada en Cuba, y los cristianos no han sido jamás ciudadanos de “primera categoría”. Hubo épocas en que más, otras en que menos, pero siempre ha estado la sospecha política: no son gente de confiar. Sin embargo ahí están los fieles y está la Iglesia.

Muchos fieles y hasta párrocos se fueron del país. No vieron más salida. Otros abandonaron la Iglesia. Yo recuerdo épocas en que las parroquias estaban prácticamente vacías por la persecución contra los cristianos. Pero siempre estuvieron los que se mantuvieron firmes.

De hecho creo que si hoy la Iglesia está presente y viva en el corazón de este pueblo, es consecuencia de la fidelidad de la institución para con los necesitados.

- Resulta imposible no pedirle su parecer sobre el actual proceso de liberación de presos políticos en el cual tanto ha tenido que ver la Iglesia Católica. La polémica se ha centrado sobre todo en dos aspectos: 1. Si fue correcto que la Iglesia obviara a la oposición en su diálogo con el Gobierno, y 2. Si fue ético y humano que los liberados fueran inmediatamente desterrados. ¿Cuál es su posición al respecto?

– Hay que partir de un hecho cierto: las reglas de este juego no las puso la Iglesia. Solo tuvo un papel de mediación entre las personas directamente interesadas, las Damas de Blanco, los familiares de los prisioneros, y el Gobierno, que finalmente cedió a resolver el problema.

Yo pienso que la Iglesia no es la sociedad civil, ni puede suplantar a la oposición. Y tampoco lo pretende. Sencillamente había un problema puntual, una situación realmente grave con estos presos de conciencia, y se dio la oportunidad de llegar a un acuerdo.

De por sí, por definición, era una cosa muy grave que esas personas estuvieran presas por opinar y ejercer su derecho al libre criterio. Jamás hubo culpabilidad en este sentido. Por el contrario, el ejercicio de la libertad de cada uno es la garantía de la justicia y del buen ejercicio de la vida social.

Entonces, que tuvieran largas condenas por esta razón no era otra cosa que una aberración.

Ese problema puntual es el que motivó la respuesta del Gobierno, y entre otros factores la Iglesia influyó en esto, primero por criticar seriamente las actuaciones represivas contra las Damas de Blanco, y segundo, por expresar su desacuerdo con la existencia de estos prisioneros de conciencia, entre los cuales además había muchos católicos. Pero fueran o no católicos lo cierto es que era inaceptable su situación.

Una pregunta interesante sería por qué el Gobierno escogió a la Iglesia. En mi opinión, porque sabía que es escuchada por todas las partes, y esto es un reconocimiento indudable a la seriedad de la institución y de la comunidad eclesial.

¿El espacio que la Iglesia tuvo para esta negociación?, bueno es de suponer que no fue más que el de mediación. Poner de acuerdo a las partes, aconsejar, y propiciar que se llegara a un acuerdo positivo para todo el mundo.

Estoy de acuerdo en que desgraciadamente no se consiguió una verdadera liberación, porque lo que ha ocurrido es sólo un cambio de condena: en lugar de la prisión, una deportación. Obvio: en Cuba, donde tanta gente ve como el ideal máximo de la felicidad salir del país, y donde esto es tan difícil, algunos lo asumen como un premio. Como que se sacaron el premio gordo. Pero esa es una lectura que se hace desde acá, para el resto del mundo no es lo mismo. Y para todos los que entienden cómo debió haber sido este proceso, pues evidentemente no puede haber una conformidad plena.

CARTAS A FIDEL Y RAÚL

- Primero hábleme de la carta que le envió a Fidel Castro en 1994. ¿Cuál era la esencia y la motivación de esa carta?

– En realidad no fue una carta enviada, sino una carta leída. Como ya te dije antes, una persona la tomó en video y después se expandió por el mundo.

Fue un acto más bien de desesperación. Yo veía la agonía de la gente, escuchaba los testimonios de quienes venían a contarme sus tragedias, y me llenaba de un sentimiento de impotencia al no poder resolverles sus problemas y ver que por otra parte, quienes tenían la responsabilidad de hacerlo no se daban por enterados. Eso fue en verdad el caldo de cultivo que hizo posible esa carta.

Recuerdo que ese día, que era de la Caridad, cuando terminé la homilía frente a 700 personas, dije: “Yo sé que en todas las misas mías hay ovejas locas que vienen a escuchar lo que yo digo para hacerlo llegar a otras instancias. Les ruego a esas ovejas locas que hagan llegar a su destinatario la carta que ahora voy a leer”. Y comencé la lectura.

Quizás la frase más importante, la que resume el sentir del texto completo, sea donde digo “Todos somos responsables, pero nadie lo es en mayor medida que usted”. La razón de la carta fue esa: dirigirme a aquel que era el máximo responsable de lo que sucedía por tener la mayor cuota de poder.

- ¿Recibió alguna respuesta por parte del presidente, o de alguna voz oficial?

– No. La callada por respuesta.

- Luego, 15 años más tarde, en el 2009, le envió otra a su hermano recién investido Presidente. Esta sí fue una carta escrita, y tuvo una amplísima circulación digital en todo el país. ¿Tenía reales esperanzas esta vez de una respuesta, o de que sus reclamos influyeran en Raúl?

– Mira, hay veces que uno realiza los actos como una manera de hacer valer su voz, porque tiene un compromiso y una responsabilidad. Pero no porque sepa que ese acto tendrá la respuesta deseada.

Lo que sí no puedo es callar ante la realidad que veo, que sufro y que hace sufrir a tanta gente. Además, mi voz no representa nada más que la de otro cubano, pero tiene valor.

Por eso sentí como mi deber hacerle saber lo que pienso, y también hacerlos responsables de lo que ocurre hoy en este país. Y no es que, como digo claramente en la carta a Fidel Castro, “No es que usted no sepa la realidad de los cubanos”, porque eso sería una ofensa, decirle a alguien tan bien informado que no sabe lo que ocurre en su propio país. No. Ellos saben perfectamente lo que está pasando. Lo que no hay es una voluntad política real de cambiarlo, sobre todo porque quienes más sufren esta situación, no son ellos.

Raúl Castro no podía estar desinformado de lo que estaba pasando en este país. Pero para mí decírselo públicamente era una forma de comprometerlo, de decirle algo así como “Oye, que sepas lo que hay, ya no puedas decir que no lo sabías porque al menos yo, te lo hice saber de manera pública”.

Más aún, cuando hay pocas posibilidades de tomar decisiones que no sean las últimas, la de los que tienen todo el poder, uno tiene doblemente esa obligación. Porque bajo un sistema que tiene a todo el mundo encorsetado, dependiendo de las decisiones de los jefes, hay que responsabilizarlos a ellos por todo lo que hagan o dejen de hacer.

Por eso creo que hay que respetar y agradecer el trabajo de los blogueros, de los periodistas independientes, de los opositores pacíficos, de gente como Yoani Sánchez o las Damas de Blanco, que han alzado su voz y se han mantenido peleando contra viento y marea. Peor estaríamos sin esas personas que corren el riesgo que haya que correr por fidelidad a ese compromiso fundamental con la verdad.

Claro, una de las bases con las que funciona el sistema es aquello que describió Soledad Cruz como: “Esto no hay quien lo tumbe, pero no hay quien lo cambie”. Es decir: poner en tu cabeza que hagas lo que hagas no podrás lograr nada. Ese concepto es la base misma del totalitarismo.

Y en el fondo, yo sí creo se cambian muchas cosas. Yo creo que ellos, los gobernantes, asumen sus responsabilidades. Lo que pasa es que no lo admiten de forma pública. Pero si van cambiando algo, aunque sea mínimo, es porque se van dando cuenta de la responsabilidad que les toca.

Por eso es tan importante no callarnos. Cuando se alza la voz, se advierte del peligro y se contiene al poder. Un sistema con un poder tan absoluto, si no tiene cortapisas, si no tiene contrapartidas, es un verdadero monstruo. Entonces, aunque sea pagando un precio muy alto, pero hay que levantar la voz.

Como decía el Padre Varela a aquellos que lo acusaban de imprudente: “¿Es imprudente levantar la voz y advertir el peligro? Esa será la prudencia de los débiles. Mi corazón la desconoce.”

FUTURO

- Finalmente, padre: según sus propias palabras usted ofició su primera misa citando el credo martiano: “Tengo fe en el mejoramiento humano, en la utilidad de la virtud, y en ti”. ¿Aún hoy, tantos años después, cree realmente en un futuro de reconciliación en nuestra Patria, a pesar de ese daño antropológico tan grande que ha sufrido el pueblo cubano?

– La última palabra, decía Ghandi, no la tienen las tiranías ni la maldad de los hombres. La última palabra va por otro lado. Es siempre una palabra de salvación, no de condenación.

Y yo creo que cuando dentro de cien años se escriba la Historia de Cuba, y de este período, muchos recordarán con tristeza todas estas cosas. Pero muchos también reaccionarán. Al final el ser humano está hecho para ser feliz. A la larga la gente despertará a una vida mejor, más justa.

Es real que en cualquier país, bajo cualquier sistema, pueden ocurrir situaciones delictivas, aberraciones humanas, puede haber esa maldad que también llevamos dentro. Nadie está inmunizado contra el error o la mentira. Pero también pienso que el hombre es capaz de evolucionar y cambiar, y creo profundamente en la posibilidad de la conversión. Y la conversión para mejor es el reto de cada época y de cada persona.

La tentación del desaliento, de la desesperanza, es hasta cierto punto lógica. Pero en el caso del cristiano no tiene lugar. Y no es que no se pueda pasar por etapas de desaliento, lo que sucede es que al final hay que vencerlo. Porque la vida sigue y todos tenemos la responsabilidad de seguir luchando y construyendo un futuro diferente.

Además, te repito que hay que distinguir entre los sistemas y las personas. Los sistemas pasan, pero el ser humano en la medida en que se abre a la gracia, al amor profundo y misericordioso de Dios que es capaz de transformar, de romper barreras, sí es capaz de revertir cualquier circunstancia.

Pero sobre todo, creo en esa posibilidad de superación porque en el fondo el hombre por su propia naturaleza siempre aspira a lo mejor. Y lo mejor, ciertamente no es esto que tenemos. Lo mejor no es esto.

http://elpequenohermano.wordpress.com
Colaboración de Olavo García Domínguez


LAS CONVERSACIONES SIEMPRE SON PELIGROSAS SI SE QUIERE ESCONDER ALGUNA COSA.

- AGATHA CHRISTIE



8 de octubre de 2010



LOS “NOBEL” QUE HAN ESCRITO EN ESPAÑOL

Mario Vargas Llosa (Perú) 2010
Octavio Paz (México) 1990
Camilo José Cela (España) 1989
Gabriel García Márquez (Colombia) 1982
Vicente Aleixandre (España) 1977
Pablo Neruda (Chile) 1971
Miguel Ángel Asturias (Guatemala) 1967
Juan Ramón Jiménez (España) 1956
Gabriela Mistral (Chile) 1945
Jacinto Benavente (España) 1922
José Echegaray (España) 1904


Fotos: 
Mario Vargas Llosa, el más reciente Premio Nobel de Literatura
José Echegaray y Eizaguirre, el primer Premio Nobel de Literatura en idioma español. 

AL OÍDO DEL LECTOR

- José Asunción Silva -

No fue pasión aquello,
fue una ternura vaga
lo que inspiran los niños enfermizos,
los tiempos idos y las noches pálidas.
El espíritu solo
al conmoverse canta:
cuando el amor lo agita poderoso
tiembla, medita, se recoge y calla.
Pasión hubiera sido
en verdad; estas páginas
en otro tiempo más feliz escritas
no tuvieran estrofas sino lágrimas.

www.poesialuismario.net

Ilustración: "El Nocturno de Silva, óleo de Coriolano Leudo, 
ca. 1915. Colección particular, Bogotá. 


LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA

- En el conjunto del Buen Retiro se halla la sede de la RAE desde 1894. Todo se intenta mantener como entonces y, por ejemplo, no se ahorra en mudanzas si se descubren las estanterías originales de la biblioteca en Alcalá de Henares. A la vez, la RAE se moderniza: abundan las mujeres por sus pasillos, la "Noche en Blanco" se abrió a 2.000 curiosos y se ha aliado con You Tube para promover la lectura global del Quijote. 

La RAE actual está a años luz de la de su fundador en 1713, Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, al que sucedieron tres Pachecos. Hasta 1923, tener títulos nobiliarios parecía imprescindible para ser director, pero desde Menéndez Pidal pesan más los universitarios. 

Hoy el académico Martín de Riquer Morera, conde de Casa Dávalos, conjuga ambos. Pero el director desde 1998, Víctor García de la Concha, no ha necesitado alcurnia para ser elegido tres veces. 

Si la riqueza de la RAE se cuenta en títulos, es de libros: 250.000 entre la biblioteca general y los legados de Dámaso Alonso y de Antonio Rodríguez-Moñino. «Hay manuscritos del Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita, de Don Juan Tenorio, de Zorrilla, de Lope de Vega, príncipes del Quijote... y una cámara acorazada en el sótano», explica el bibliotecario, José Manuel Sánchez Ron. 

Los académicos

En el salón de plenos hay 46 sillas. Este curso hay cinco vacantes: dos por fallecimiento y tres a la espera de que sus futuros titulares lean el discurso de ingreso. Para ocuparlas hace falta que tres académicos se pongan de acuerdo en apadrinar a un candidato. 

A veces, el aspirante no logra la mayoría, pero otras rechaza la propuesta directamente. Como Juan Ramón Jiménez: «¿Qué hace el poeta, un creador iluso, en uno de los sillones sabios?» 

Otros, como Miguel de Unamuno, Miguel Mihura o José Hierro, no llegaron a tomar posesión, por fallecer antes de leer su discurso. Hay almirantes, arquitectos, economistas, médicos y científicos que hoy son académicos. Lo son para toda la vida. Quizá eso explica la media de edad de 75 años.

El diccionario
Fruto de los plenos son los cambios en el Diccionario. Éste se edita al menos cada 10 años, pero experimenta actualizaciones periódicas en su versión en internet (con un millón y medio de consultas al día). 

El pasado julio, unas 2.500. «La RAE no inventa palabras ni fuerza inclusiones, acredita que una que no está en el Diccionario tiene vida», explica Villanueva, orgulloso de que el término "libro electrónico" haya vencido a "e-book" y dispuesto, si los académicos lo deciden, a incluir la variante de matrimonio entre personas del mismo sexo. O la juvenil "pagafantas" (chico solícito que no se come una rosca con las chicas). 

Sánchez Ron, en la comisión de vocabulario científico, es más de limpiar: Eliminaría "overbooking", pues existe "sobreventa" y cambiaría definiciones arcaicas del tipo de "linaje" como "conjunto de todos los descendientes de Adán"

www.adn.es

Nota: para consultar el Diccionario de la RAE basta solamente  pulsar el siguiente enlace. Agréguelo a la lista de sus favoritos:



LA PRIMERA OBLIGACIÓN DE LA INTELIGENCIA ES DESCONFIAR DE ELLA MISMA.

-STANISLAW JERZY LEC
-(1909-1966) Escritor polaco de origen judío) 


7 de octubre de 2010



MARIO VARGAS LLOSA, 
PREMIO NOBEL DE LITERATURA

- ESTOCOLMO, 7 Oct. (EUROPA PRESS)

El escritor peruano Mario Vargas Llosa se ha confesado "muy conmovido y entusiasmado" tras ser galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2010. También ha declarado que este Nobel supone un "reconocimiento a la literatura de lengua española" y aseguró que no esperaba figurar en la lista de candidatos. El Comité Nobel ha destacado "su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes sobre la resistencia, la revuelta y la derrota individual".

El escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa se ha confesado "muy conmovido y entusiasmado" por la concesión del Premio Nobel de Literatura 2010, según informó la agencia estatal de noticias peruana Andina. El escritor hizo estas primeras declaraciones en Nueva York, donde da clases en la Universidad de Princeton, precisó la agencia.

"Me alegra muchísimo, es un reconocimiento a la literatura de lengua española", manifestó el escritor, citado por la agencia estatal peruana de noticias Andina. "Debe alegrarnos a todos", enfatizó.

El literato peruano aseguró que pensaba que no estaba en la lista de candidatos a obtener el Premio Nobel de Literatura y añadió que el galardón le obligará a seguir trabajando en defensa de "las libertades y la democracia".

Vargas Llosa, nacido en 1936 en Arequipa (Perú) y que tiene también la nacionalidad española desde 1993, fue galardonado "por su cartografía de las estructudeas del poder y sus mordaces imágenes sobre la resistencia, la revuelta y la derrota individual",

Nacido en 1936 en Arequipa (Perú), el autor de La ciudad y los perros (1962), La casa verde (1965), Pantaleón y las visitadoras (1973) y La tía Julia y el escribidor (1977) es una leyenda viva de la literatura hispanoamericana recibirá 10 millones de coronas suecas (un millón de euros) por el premio que anunció el secretario de la Academia Sueca, Peter Englud.

El escritor, que también posee la nacionalidad española, publicará su nueva novela, El sueño del celta, el próximo mes de noviembre. Es el primer premiado en lengua castellana desde que se le concediera el premio a Octavio Paz hace dos décadas. Vargas Llosa sucede en el Nobel a la narradora alemana Herta Müller.

INFANCIA Y COMIENZOS

El autor nació en Arequipa (Perú) en 1936 y, con sólo unos meses, se trasladó con su familia materna a la localidad de Cochabamba (Bolivia), donde estudió hasta cuarto de Primaria. En 1947, regresó a Perú y continuó su formación en centros religiosos hasta 1950.

Fue entonces cuando su padre, Ernesto Vargas Maldonado, a quien no conoció hasta los diez años al estar separado de su madre, decidió que ingresara en el Colegio Militar Leoncio Prado de Lima. Esta experiencia marcó al escritor, quien reflejó esta etapa de su vida en su primera novela, La ciudad y los perros (1963), con la que se consagró como escritor.

En cambio, terminó la Secundaria en la localidad peruana de Piura y, en 1953, regresó a Lima para ingresar en la Universidad Nacional de San Marcos, donde estudió Letras y Derecho en contra de los deseos de su madre. Fue durante esta etapa cuando conoció a su primera mujer, Julia 0rquidi, y cuando comenzó a conformar su mirada utópica sobre la sociedad.

"Supongo que en mi juventud la idea del comunismo era la idea de la sociedad perfecta. Recuerdo el versito de Paul Eluard que recitábamos en Lima el año 1953, cuando entré a la Universidad de San Marcos: ¿Conoces el país donde no existen las putas, los ladrones, ni los curas?. Nos parecía que ésa era la sociedad ideal. Y creíamos que Rusia era eso. Fue una ilusión bastante pasajera, efímera, porque muy pronto caí en un mundo donde la realidad está muy lejos de la utopía", aseguró en una entrevista en El País en el año 2003.

En 1959, se trasladó a España gracias a la beca de estudios Javier Prado y se doctoró en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Al terminar sus estudios, se instaló en París, donde trabajó como periodista, locutor y profesor de castellano.

Según la página web del autor --www.mvargasllosa.com--, sus primeros años en la capital francesa transcurrieron entre "la escasez y la angustia por sobrevivir" aunque, durante esta época, logró encarrilar su carrera como escritor y publicó sus primeras obras.

RUMBO HACIA EL PRAGMATISMO

En 1964, regresó a Perú, se divorció de su mujer y, tras la radicalización de la Revolución Cubana, comenzó a distanciarse del comunismo para abrazar el pragmatismo político. Según el escritor, este cambio de rumbo le alejó de muchos de sus colegas.

"Durante un tiempo, Cuba parecía encarnar el sueño [de la sociedad perfecta]. Luego, a mediados de los sesenta, con las persecuciones a homosexuales, a disidentes y después el alineamiento servil con la Unión Soviética, también fue una decepción. Desde entonces creo que he sido muy lúcido respecto a rechazar en el campo político la búsqueda de la sociedad perfecta, en el convencimiento de que el verdadero progreso no es sino gradual", aseguró.

Un año después de su regreso a Perú, se casó con su segunda mujer, Patricia Llosa, [de igual apellido que la madre del autor], con quien tuvo tres hijos. Sin embargo, no se quedó en su tierra durante mucho tiempo y en 1967 se trasladó a Grecia para trabajar como traductor junto al también escritor Julio Cortázar.

Desde entonces, Mario Vargas Llosa residió alternativamente entre París, Londres y Barcelona. Durante esta etapa escribió, entre otras obras, la novela Pantaleón y las visitadoras (1973) y el ensayo literario García Márquez: historia de un deicidio (1971).

CARRERA POLÍTICA

En 1974, volvió a Perú y compaginó la escritura con el periodismo. Posteriormente fue candidato a la presidencia en las elecciones de 1990 como líder de la coalición conservadora Frente Democrático (FREDEMO), pero perdió los comicios en la segunda vuelta frente al candidato del partido Cambio 90, Alberto Fujimori.

En 1993, obtuvo la nacionalidad española y, un año más tarde, fue nombrado miembro de la Real Academia Española (RAE), donde ocupa el sillón L desde 1996. Asimismo, está vinculado a la política española y apoyó públicamente al partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD), fundado en 2007 y liderado por la ex dirigente del PSOE Rosa Díez.

A lo largo de su carrera, el autor peruano ha recibido diversos galardones internacionales, entre los que destacan el Premio Internacional de Literatura Rómulo Gallegos 1967, el Premio Cervantes 1994 y el Premio Ortega y Gasset de Periodismo 1999. Asimismo, ha sido investido doctor honoris causa por las universidades de Oxford y Harvard, entre otras.

De su obra, además de las publicaciones señaladas con anterioridad, destacan las novelas La tía Julia y el escribidor (1977), La guerra del fin del mundo (1981), La fiesta del chivo (2000) y Travesuras de la niña mala (2006) , así como los ensayos Carta de batalla por Tirant lo Blanc (1990) y La tentación de lo imposible (2004), entre otros.