Murió hoy María Cristina Herrera,
fundadora del Instituto de Estudios Cubanos

La exiliada cubana Maria Cristina Herrera Fernández, fundadora del Instituto de Estudios Cubanos (IEC), murió este viernes por la mañana en Miami a los 75 años de edad, informó Marcelino Miyares, presidente del Partido Demócrata Cristiano de Cuba (PDC).

Herrera fue "matriarca, madre espiritual-intelectual" del IEC, "institución pionera en el proceso de pensamiento sobre Cuba y de formación de cubanólogos", dijo Miyares en una nota recibida en la redacción de DIARIO DE CUBA.

«Ella fue además un enlace entre la Iglesia cubana y la diáspora. Fue una verdadera lideresa en pensamiento-acción e influencia en la diáspora», añadió.

«Su casa ha sido centro, durante años, de encuentro de todo tipo de cubanos y de las tertulias más avanzadas sobre el futuro de Cuba"» dijo Miyares.

Nacida el 7 de agosto de 1934, en Santiago de Cuba, Herrera estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Oriente. Cursó estudios en Universidad de Columbia, Nueva York, entre 1956 y 1959, y obtuvo un doctorado en Filosofía y Letras en la Universidad Católica de Washington D.C.

Fue militante de Acción Católica entre 1947 y 1961, y perteneció después de 1959 al Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), opositor al régimen de Fidel Castro.

Abandonó Cuba en 1961. En Estados Unidos, enseñó Doctrina Social de la Iglesia en el Instituto para la Acción Social de la Arquidiócesis de Miami. Entre 1970 y 2003 fue profesora de Ciencias Sociales en el Miami Dade Collage.

Junto a otros académicos cubanos, fundó el IEC en 1969.

Regresó a Cuba por primera vez en noviembre de 1978, para asistir al primer diálogo entre el gobierno cubano y la emigración, al que calificó de "hito".

«El saldo último y mejor para todos los cubanos» fue "«a recuperación del valor de la familia, más allá de las ideologías, la distancia, los mitos y la desinformación», dijo en 2006, en una entrevista concedida a la revista digital Consenso, en referencia a ese encuentro.

Herrera defendía la «urgencia de un diálogo nacional incluyente, ético y democrático».

«Hemos todos de practicar transparencia, consistencia y tolerancia, alrededor de una agenda previamente acordada», afirmaba.

En los años ochenta, fue blanco del terrorismo de grupos radicales del exilio. Una bomba explotó en el garaje de su casa el 26 de mayo de 1988.

Recogido de la página
Diariodecuba.net

** El Arzobispo de Miami, Mons. Wensky, actualmente en Roma, ha expresado su deseo de oficiar en el funeral de esta luchadora cubana, a la que no se le puede negar su inmenso amor por la patria y sus esfuerzos por la solución de la problemática nacional y un mutuo entendimiento entre todos los cubanos.

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