El cocomacaco

Entre las variedades de palmas existentes en las islas antillanas se encuentra la palma de catey o coco macaco (Bactris plumeriana), muy popular en la Repúbica Dominicana, aunque también en Haití se le identifica con la Haitiella ekmanii Dominican, o guano de Los Haitíes.

Macaco es también -en portugués derivado de una voz conga-, una variedad de mono, mucho más pequeña, con cola y hocico saliente y aplastado. Para chilenos y cubanos “macaco” es un hombre muy feo.

Pero… ¿cómo se ha podido obtener de la disímil unión de una palma de guano y un mono feo, una palabra nueva de significado tan diferente?

Tal vez los haitianos puedan dar la explicación, porque para ellos un cocomacaco era un arma usada inclusive por el ejército. Así dice un viejo poema haitiano: «contra el hechizo de la mala hembra, cocomacaco duro tendrá».

En Cuba la palabra comenzó a escucharse con más asiduidad en los primeros tiempos de la República al surgir una nueva especie de cubanos: la de los politiqueros. Se dice que al sargento político de aquellos tiempos lo distinguían tres características: el traje de "dril cien", el diente de oro y el cocomacaco. ¿Y que era eso último? Pues simplemente un bastón de madera dura y retorcida, que servía a su portador, más que para caminar elegantemente, para atacar o defenderse.

Los pobres esclavos del siglo anterior bien que ya sabían su significado, porque a falta de un látigo a mano, el amo despiadado les propinaba severos "bastonazos".

Y en la Repúbica continuó usándose con parecido propósito, porque por entonces se usaba el cocomacaco para hacer trabajar a los vagos que, aparentemente, no eran escasos.

Así lo demuestran estos populares versos de la época:

No refrescar,
no escupir,
no rascarse,
no fumar.
Muy temprano llegar,
casi de noche salir,
no hay tiempo para almorzar,
y menos para dormir.
Quien se quiere colocar,
es que se quiere morir….

Fuentes: web y http://www.adpuello.com/cuba/historia.htm
Ilustración: Google

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