A la niña limosnera
(A todos los niños del mundo
que viven en la calle, va mi corazón.)
(A todos los niños del mundo
que viven en la calle, va mi corazón.)
Martha Pardiño
En sus manos vacías de muñecas,
tiesas y flacas, sin cariño alguno,
se mece la impúdica tristeza
de todo el desamor que grita al mundo.
Su rostro, que es pálido y marchito,
muestra el cansancio de una vida trunca,
y sus grandes ojos miran al espacio
sin conseguir respuesta a su pregunta.
Los transeúntes pasan y la miran,
tal vez tiran una moneda con desgano,
y al levantarse a recogerla presurosa
su triste boca una sonrisa esboza.
Las noches confidentes de sus cuitas,
saben del hambre, desamor y anhelos,
saben de la niña de ojos tristes
que le pregunta a Dios cómo es el cielo.
tiesas y flacas, sin cariño alguno,
se mece la impúdica tristeza
de todo el desamor que grita al mundo.
Su rostro, que es pálido y marchito,
muestra el cansancio de una vida trunca,
y sus grandes ojos miran al espacio
sin conseguir respuesta a su pregunta.
Los transeúntes pasan y la miran,
tal vez tiran una moneda con desgano,
y al levantarse a recogerla presurosa
su triste boca una sonrisa esboza.
Las noches confidentes de sus cuitas,
saben del hambre, desamor y anhelos,
saben de la niña de ojos tristes
que le pregunta a Dios cómo es el cielo.
Martha Pardiño
Miami, FL
Junio 4, 2004
Ilustración:
Bartolomé Esteban Murillo,
El niño mendigo, óleo
Museo del Louvre, París
________________________________________
Miami, FL
Junio 4, 2004
Ilustración:
Bartolomé Esteban Murillo,
El niño mendigo, óleo
Museo del Louvre, París
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Querida Lolita:
ResponderEliminarUn millón de gracias por publicarme esta poesía que me la inspiró una niña pequeñita y tímida que pedía limosna en una calle frente a una iglesia en una ciudad que visitamos hace años. Siempre han sido los niños olvidados mi preocupación y mi sufrimiento; quisiera abrazarlos a todos contra mi pecho y decirles que no teman que van a ser felices y que no tendrán que mendigar más en las calles.
Un abrazo,
Martha
Las gracias a ti, Martha, por esa bella inspiración tuya con la que se engalana esta Gaceta.
ResponderEliminarAbrazos,
Lolita