21 de octubre de 2009


Julián del Casal
el poeta triste que murió de risa

Un día como hoy, 21 de octubre de 1893, moría en La Habana súbitamente el poeta cubano Julián del Casal, uno de los precursores del movimiento modernista. Irónicamente, el poeta pesimista y melancólico, romántico y triste de apenas treinta años, moría ahogado por un vómito de sangre al reírse de un chiste mientras disfrutaba de una cena en una reunión de amigos.

Había nacido en La Habana el 7 de noviembre de 1863 y su infancia estuvo marcada por la tristeza que le produjo la muerte temprana de su madre, de la que nunca se sobrepuso.

Con la carrera de leyes sin concluir, viajó a Europa y a su regreso trabajó en La Habana como funcionario de Hacienda y periodista. Nunca gozó de buena salud: la tuberculosis iba poco a poco minando su existencia. Su obra poética está contenida en tres volúmenes: “Hojas al Viento”, un primer libro publicado en 1890. Dos años después publicó “Nieve”. El libro póstumo y más meritorio, “Bustos y Rimas” vio la luz en el propio año de la muerte del joven poeta.

Julián del Casal está considerado, junto con Martí, Gutiérrez Nájera y José Asunción Silva, uno de los precursores del modernismo. En su obra ya se encuentran, perfectamente definidos, los gérmenes de este movimiento poético genuinamente americano.

El Arte

Cuando la vida, como fardo inmenso,
pesa sobre el espíritu cansado,
y ante el último Dios flota quemado
el postrer grano de fragante incienso;

cuando probamos, con afán intenso,
de todo amargo fruto envenenado,
y el hastío, con rostro enmascarado,
nos sale al paso en el camino extenso;

el alma grande, solitaria y pura
que la mezquina realidad desdeña,
halla en el Arte dichas ignoradas.

Como el alción, en fría noche obscura,
asilo busca en la musgosa peña
que inunda el mar azul de olas plateadas.

Ilustración: Google
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2 comentarios:

  1. Anónimo10/21/2009

    Muy interesante Lolita, ya veo que lo encontraste.
    Lo estoy guardando para ponerlo más adelante en cjaronú.
    Cariños,
    Maggie

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  2. Gracias, Maggie. Una satisfacción que lo escojas para tu blog.
    Cariños,
    Lolita

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