4 de marzo de 2011


El Hielo y sus derivados.

Por: Maria Teresa Villaverde Trujillo
ashiningworld@cox.net

 
“...Las fábricas de hielo requieren una fuente de energía y un suministro de agua suficiente tanto para la fabricación del hielo como para el enfriamiento del condensador de la instalación de refrigeración. Además, algunas máquinas necesitan un suministro adicional de agua para el desescarchado...”  (Fuente: Fabricas. US.)

El 23 de septiembre de 1801 don Francisco de Arango y Parreño -líder de los azucareros criollos- presentó a la Junta de Gobierno del Real Consulado una extraña proposición: llevar a la ciudad la magia del frío; para lo cual tuvo que informar que a finales del 1777, durante el  gobierno de Felipe de Fondesviela y Ondeano -Marqués de la Torre-, ya se habían llevado a la villa habanera unas porciones del frío, desde Boston y Veracruz.

Tal así a Salvador de Muro y Salazar, Marqués de Someruelos, gobernador de la isla de Cuba desde 1799 le pareció la “proposición” de Arango y Parreño una excelente idea, aprobándola sin objeción alguna, no sin antes declarar que “las bebidas heladas eran buenas para curar enfermedades de la sangre tan corrientes en climas cálidos” -como en el Caribe-; introduciéndose definitivamente el HIELO en 1806 -o nieve como muchas personas le llamaban-, aunque no sin sufrir gran oposición porque otros en cambio lo consideraban perjudicial a la salud. Solo a su favor abogó siempre Francisco de Arango y Parreño, quien logró vencer todas las dificultades de la introducción. 
 

                           Fraccionados en trozos los bloques de hielo 
se manipulaban mediante pinzas especiales.

En los años 1850s vendíase la libra de HIELO a medio peso y aun en ciertas ocasiones a mucho más alto precio. Estados Unidos de América fue vía de numerosos cargamentos de nieve y hielo, principalmente de Boston hacia La Habana.

Historia de los cubitos de hielo. 

El norteamericano Frederic Tudor conocido en Boston como el Rey del Hielo, hizo su fortuna enviando hielo al Caribe, Europa y hasta tan lejos como la India. La Tudor Ice Company extraía hielo de pequeños lagos de Nueva Inglaterra, noreste zona en Estados Unidos, para su distribución en el Viejo Continente -a través del Caribe-.  Desde su juventud Tudor estudiaba la posibilidad de aserrar bloques de hielo; pero después se encontró con la dificultad de que ningún dueño de buque mercante aceptaba la fría carga, viéndose obligado a comprar un barco. Su primera carga llegó a la Isla de Martinica, pero el negocio comercial resultó en fracaso.  A él se debe además que usemos los pequeños cubitos de hielo en las bebidas, pero no fue fácil para el Rey del Hielo,  porque las personas desconfiaban tomar las bebidas enfriadas con trocitos de hielo, hasta que mostrando los hielitos flotando en la bebida a través de los vasos de cristal, cultivó la confianza de las personas.

La Nieve y el Helado

Algunas personas al probar el helado lo soplaban como si fuera bebida caliente.

La leyenda mantiene que en tiempos bíblicos Abraham ofreció a Isaac leche de cabra mezclada con una porción de nieve. También se dice que Alejandro Magno ordenaba buscar nieve en las montañas para refrescar los vinos.  El Emperador Romano Nerón enfriaba sus jugos de fruta y sus vinos con nieve, también de las montañas.  Plutarco cuenta como los romanos ponían alrededor del frasco de agua una cantidad de nieve.

 Durante la Edad Media, en las cortes árabes los faraones agasajaban a sus huéspedes preparando productos azucarados con frutas o zumo de las frutas pero enfriadas con nieve y se conocían con el nombre de “charat”.

Marco Polo en el siglo XIII, al regresar de sus viajes al Oriente, llevaba consigo varias recetas de postres-helados que ya se consumían en China durante cientos de años.  Rápidamente sus recetas se implantaron con cierta popularidad en las cortes italianas, conociéndoseles con el nombre de “sorbete”, del turco chorbet.  Se dice que fue una nieta de Catalina de Médicis, casada con un príncipe inglés, quien llevó el helado a Inglaterra. De esta manera, tanto la nieve como el helado, se fueron propagando a lo largo de toda Europa, llegando mas tarde a América durante la época de la colonización.

Sin embargo, fue el siciliano Francesco Procope de Coltelli  –cocinero de Luis XIV de Francia- quien abrió en Paris un establecimiento el cual alcanzó gran fama gracias a una máquina que le permitió aunar o mezclar leche como ingrediente principal con azúcar, fruta y hielo,... consiguiendo una sustancia hasta ese momento desconocida:  el helado, o crema helada.  Muchos han considerado ese establecimiento como la primera heladería existente.

¿...y el helado con dos galletitas?
Dicen que lo inventó otro italiano, pero de Nápoles.   

Febrero 2011
ashiningworld@cox.net
publicado en el periodico La Voz, en New Jersey.
(Febrero 2011)
Ilustración: (Foto de Daniel Vinuesa)
Fabrica de hielo del Muelle de La Luz y de Las Palmas.

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