2 de marzo de 2011


La imagen de la Virgen  Mambisa llega a la iglesia de Santa Ana

 - Por Loyda Mendoza Hernández.

Camagüey, marzo 1ro (1:30 am): La parroquia de Santa Ana se vistió de gala para recibir la imagen de la Virgen Mambisa. A las 7 de la noche llegó el conocido carro que la ha trasladado desde Santiago de Cuba. Comenzaron a sonar las campanas, aumentó la emoción, todos aplaudían, cantaban, daban vivas a la Santa Madre.

Se inicia la procesión… iban delante niñas con cestas llenas de pétalos de flores, seguidas por jóvenes abanderadas que enarbolaban la bandera cubana, la del Vaticano y la de Carlos Manuel de Céspedes. Escoltando el carro iba un grupo de hombres vestidos de mambises, en recordación de aquellos insurrectos que antes de partir a la manigua a luchar por la independencia de la Patria, llegaban a la parroquia de Santo Tomás para encomendarse a la Virgen  de la Caridad, ante esta misma imagen que ahora peregrina por todo el país.

Gran cantidad de personas con sus manos en alto, agitan pañuelos, globos y flores.
La imagen de la Virgen es colocada sobre una mesa en el atrio de la iglesia y dos niñas mueven una tela azul que asemeja las olas del mar. Las que portaban las cestas lanzan los pétalos para saludar a la Patrona de Cuba.

El padre Carlos Juan, sacerdote de esta comunidad dio la bienvenida a tan esperada visitante y dirigió unas emotivas palabras a la compacta multitud que rodeaba el templo. Se abrieron las puertas de la iglesia y la imagen de la Virgen fue llevada al altar seguida por una ola humana que abarrotaba el templo.

A las 8 pm comenzó la misa, el diácono Fulgencio Palacio proclamó el Santo Evangelio y el padre Rolando Montes de Oca, en el mensaje de amor que nos transmitía a todos, hizo referencia a la belleza de la Virgen y nos recordaba que María nos lleva a Jesús.

Todos querían acercarse a la Virgen a ofrecerle flores y velas, también a darle gracias por los favores que han recibido de Jesús mediante su querida Madre.
 
A las 10 pm comenzó la gala que en su honor preparó la familia eclesial donde reinó la alegría con los solistas, tríos, coros, niños, jóvenes y adultos. Las edades eran diferentes pero el objetivo era el mismo: honrar a la querida Virgen de la Caridad.

Publicado por Arzobispado de Camagűey Cuba

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