LA ELECCIÓN DE SS EL PAPA FRANCISCO A TRAVÉS DE LA TV EN CUBA

LA ELECCIÓN DE SS EL PAPA FRANCISCO

A TRAVÉS DE LA TELEVISIÓN EN CUBA

Recibido de Cuba:  ¡Habemus Papam Argentinum!

A alguien le había dicho yo hace unos días, al saber que el Cónclave comenzaría el martes: “Tú verás que el miércoles ya tenemos Papa”. Por eso no me sorprendió demasiado la llamada de “La Negra”, la esposa de Hugo, para anunciarme que ya había salido el nuevo Papa, que pusiera el canal “Telesur”… Fue tremenda alegría… Inmediatamente corrí al campanario para repicar desde allí (creo que fui el primero en hacerlo, aunque después, “oficialmente” lo hicieron todas las iglesias de Santiago: me salió una ampolla en la mano). Bajé de nuevo al televisor y entonces mi alegría devino en perplejidad y más tarde en indignación… Es lamentable, muy lamentable, que lo único que haya podido ver nuestro pueblo sobre la elección del Nuevo Papa haya sido el nefasto y tendencioso reportaje de este canal “Telesur”.  

 Es una pena que haya estado –desde hace días, en realidad- tan manipulada y parcializada la información acerca del tema y sus circunstancias. Era evidente en la forma cómo la periodista –desde los estudios centrales del canal– “dirigía” las entrevistas y hacía las preguntas para, supuestamente, según expresó, “presentar diferentes (?) visiones”, insistiendo sobre todo en lo negativo –que ciertamente, como institución humana que es– tiene la Iglesia…  

Pero además, la burda manipulación se veía en la misma selección de los “entrevistados”: un argentino, de apellido Patiño (¿Movimiento Cristiano? No recuerdo si fue el mismo estúpido que dijo hace días que “lo único bueno que había hecho Benedicto XVi había sido renunciar”) y también, sorprendentemente, de una “Teóloga” protestante (!), llamada Matilde Moro (profesora de Ética Cristiana en una universidad norteamericana). Con todo respeto por mis queridos hermanos de otras iglesias cristianas, pero ¿Por qué no se buscó alguien más cercano a la Iglesia Católica, mejor informado y más imparcial? Una “teóloga” que habla del Pecado Original centrado en la sexualidad… (Pero, ¿en qué etapa de la Teología se quedó esta señora? ¿Todavía en lo de la “manzana” de Eva?). Los interrogantes de la periodista insistían en el penoso tema de la pederastia (como si fuera el único problema y exclusivo de la Iglesia Católica), en la “Teología desvirtuada” o en el tema del “Pueblo de Dios” y su “alejamiento” de la jerarquía (supongo que ella no estaba viendo las imágenes –de su propio canal– de las miles de personas, sobre todo jóvenes, fieles católicos (y no, como afirmó “muchos lo hacen por mero turismo, que por casualidad se encontraban en Roma”), en la Plaza de San Pedro, desafiando la lluvia y el frío, con expresiones de gran gozo en sus rostros.  

También una “colaboradora” llamada Esther Yáñez, supongo que española, que estuvo mejor en sus valoraciones, aunque dijo algo así como que “la barca de Pedro vuelve a estar gobernada” (¿Cuándo dejó de estarlo?). A propósito, fue genial ayer la entrevista al Cardenal Arzobispo de New York, presentada en Aciprensa con el sugestivo titular “Cardenal Dolan revela el nombre más dicho entre cardenales ante Cónclave”, quien afirmaba: “¡el nombre más dicho es el santísimo nombre de Jesús!" Pero el chiste no lo entienden estos periodistas.  

En medio de tantas sandeces, llegó el momento tan esperado, la aparición del nuevo Pontífice en el Balcón de la Basílica Vaticana (por cierto, no “de la Capilla Sixtina”, como dijo, en el colmo de la ignorancia la periodista; bueno, ayer dijeron también –en el mismo canal- que “en esa capilla estaba la residencia del Papa”). Fue una sorpresa para todos: Jorge Mario Bergoglio, jesuita argentino, con el nombre de Francisco I. ¡Una vez más el Espíritu Santo nos sorprende! Como admitía la susodicha periodista: “contra todos los pronósticos” (creo que leí en una entrevista a alguien, no recuerdo a quién, que decía que le gustaría que el nuevo Papa se llamase Francisco: pues acertó… ¿O sería el mismo Bergoglio?).  

Por supuesto, no tardaron mucho en aparecer de nuevo los calificativos de “absolutamente conservador” y otros epítetos a los que ya estamos acostumbrados. No podía ser de otro modo, como en el caso de otra entrevistada, Marilú Rojas (México), quien no añadió nada nuevo a lo dicho antes, como era de esperar dentro de las “visiones diferentes” presentadas por Telesur. Estaba hablando otro (im)pertinente entrevistado, cuando el nuevo Papa comenzó a hablar –tardó para que pudiéramos escucharlo–, en lugar de las “diferentes” apreciaciones del otro.  

 Hablaba en perfecto italiano, naturalmente (tiene esa ascendencia). Al principio no se escuchó la pésima traducción al español –incluido Padre Nuestro y Ave María (“mamá de Jesús”: por supuesto, la infausta traductora era evidentemente ignorante de esas plegarias; en realidad era preferible no haberla emitido. ¿No tienen acaso mejores traductores en ese canal?).  

Me llamó la atención la dulzura y la humildad de la voz de Francisco I. Y no sólo de su voz, sino de su actitud: ¡un Papa que –rompiendo el protocolo litúrgico– pide la bendición del Pueblo antes de darla él, inclinando su cabeza para recibirla! ¿Eso no les dice nada a los periodistas? Por supuesto, no entienden nada. El mismo nombre de Francisco ya dice mucho… a los que quieren entender… Creo que habrá muchas sorpresas del Espíritu Santo. Más tarde alguien me informó que habían hablado de “vínculos con la Dictadura militar”… Apaga y vamos… (bueno, ya lo había hecho hacía rato, después de cansarme de oír barbaridades. Eran los mismos que en su momento dijeron que Ratzinger había sido una especie de “pionero Nazi”. En fin, “a palabras necias… televisores apagados.” No quiero ni imaginar qué disparates dirá hoy el Señor Walter Martínez, bien conocido por su ensañamiento con la Iglesia Católica.  

A todas estas, constantemente sonaba el teléfono. Muchas llamadas de personas de la comunidad, manifestando su júbilo por la elección. Pero la llamada que más me alegró fue una de la cárcel de Boniato: la de Yanier, un preso en Cadena Perpetua. Me acordé del refrán: “Dios escribe derecho con líneas torcidas”: Ellos también estaban viendo Telesur… Su voz denotaba una alegría sincera y profunda… Él, a pesar de la manipulación mediática había captado el verdadero mensaje.

“Te doy gracias, Padre, por haber ocultado estas cosas a los sabios y entendidos (y periodistas o pseudo-teólog@s) y haberlas revelado a los sencillos” (Mt 11, 25).

P. Valentín Sanz CM

San Francisco de Asís, Santiago de Cuba

Remitido por Rogelio Zelada