Por qué decimos...
Que te den morcilla
Esta expresión se
utiliza para zanjar una discusión o despedir a alguien molesto. Muestra nuestro
enfado o descontento, al igual que la frase vete a freír espárragos.
Los inicios de
esta expresión tienen su origen en ciertos procedimientos higiénicos llevados a
cabo en las ciudades.
La rabia o la hidrofobia era una
enfermedad muy común en otros tiempos y, en algunas ciudades, llegó a
convertirse en una verdadera epidemia. Se transmitía a través de perros y
gatos, y hacía también su parte la falta de costumbres higiénicas y la falta de
salubridad de las aguas. De modo que las autoridades decidían periódicamente
eliminar a los perros y gatos vagabundos que poblaban las calles. Para ello se
utilizaban morcillas envenenadas, generalmente con estricnina.
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