10 de marzo de 2013

CÓNCLAVES A PAN Y AGUA


Cónclaves a pan y agua

fermín labarga / pamplona
 ABC, Madrid

Cuando comience el cónclave, los cardenales electores quedarán encerrados bajo llave (cum clavis) hasta que la fumata blanca  anuncie al mundo que ya hay Papa. No siempre ha sido así. La primera noticia que se tiene de una elección pontificia realizada con los cardenales encerrados bajo llave se remonta al año 1272.

Tras la muerte de Clemente IV y después de casi tres años de largas discusiones sin acuerdo, los cardenales se vieron urgidos a acelerar la elección por los mismos ciudadanos de Viterbo, donde estaban reunidos. Con este fin, les recluyeron bajo llave y les racionaron la comida, proporcionándoles luego solo pan y agua. Para apremiarlos aún más, levantaron el techo del palacio episcopal con el fin de exponerlos también a las inclemencias meteorológicas.

Aun así fue imposible el acuerdo, por lo que los quince cardenales electores delegaron en seis, quienes finalmente eligieron a Teobaldo Visconti y que tras su consagración tomó el nombre de Gregorio X (1272-1276).

Aleccionado por su propia experiencia, decidió regular la forma de elección pontificia, para lo que aprovechó la convocatoria del II concilio de Lyon en 1274. Por la constitución Ubi periculum maius se establecía oficialmente que el cónclave comenzaría diez días después de la muerte del Papa, se celebraría en estricta clausura en el mismo lugar donde éste hubiera fallecido, prácticamente les quedaría impedido a los cardenales contar con personal a su servicio (salvo en caso de enfermedad) y se les retirarían progresivamente los alimentos hasta alcanzar la elección: a partir del tercer día, una sola comida y, desde el octavo, a pan y agua.

Fuera de la Capilla Sixtina

Con mínimas variaciones se han ido sucediendo los cónclaves a lo largo de los últimos nueve siglos. La mayor parte tuvieron lugar en Roma, aunque algunos se convocaron en otros lugares, especialmente durante la edad media, destacando la ciudad francesa de Aviñón.

Con todo, en la historia más reciente solo puede mencionarse el cónclave que eligió a Pío VII (1800) que se celebró en Venecia pues Roma estaba ocupada por las tropas napoleónicas.

En Roma, tampoco todos los cónclaves se han llevado a cabo en el Vaticano, aunque la Capilla Sixtina esté indisolublemente unida a las elecciones papales. La última efectuada fuera de dicho recinto fue la de Gregorio XVI (1831-1846), realizada en el palacio del Quirinal.

Por lo que se refiere a la duración del cónclave, en la edad media los hay que se prolongaron durante meses e incluso años. No solo el que forzó la regulación en tiempos de Gregorio X, sino otros como el que llevó a la cátedra de Pedro al monje Celestino V en 1294, que duró dos años y tres meses. Por el contrario, los últimos cónclaves han resultado en general bastante breves, requiriendo de pocas votaciones.

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