lo deja todo bien atado
Por: Andrés Merino Thomas, Historiador y
periodista. Madrid.
Reproducido de La Razón, Madrid.
Hace un año y medio, Cayetana de Alba acordó con
sus hijos poner en orden el patrimonio familiar con el fin de preparar el
futuro. La inquietud que produjo entre sus allegados su intención de contraer
un tercer matrimonio, su salud y el deseo de asegurar la estabilidad de la
Fundación Casa de Alba, que gestiona uno de los principales conjuntos
históricos y artísticos privados españoles, motivaron la toma de importantes
decisiones, de las que entonces trascendió sólo una parte de las de contenido
económico.
En el
verano de 2011 adelantó a cada uno de sus seis hijos una notable cantidad en
metálico, que se restaría proporcionalmente de la que percibirán en su
herencia. A continuación, distribuyó la propiedad de varios inmuebles, entre
ellos algunos de los más conocidos, reservándose el derecho de usufructo
vitalicio de los mismos.
A su hija menor, Eugenia, legó S'Aufabaguera, su
casa en Ibiza, mientras que cedió a Cayetano el palacete donostiarra de
Arbaicenea. Fernando, marqués de San Vicente del Barco, recibió la casa
marbellí de Las Cañas. El duque de Huéscar, como primogénito de la Casa de
Alba, pasó a ser titular del madrileño palacio de Liria, sede de la fundación
familiar, y del de Monterrey, en Salamanca.
El contenido más llamativo del acuerdo con
Alfonso, duque de Aliaga, se ha conocido esta semana: la distribución de siete
títulos nobiliarios, tres de ellos con Grandeza de España. No empleamos la
palabra «cesión», porque la Duquesa de Alba no se los cede en vida para que,
tras su uso de forma vitalicia por parte del segundo de sus vástagos, deban
retornar al «tronco principal» de los Alba, es decir, al representado por el
actual duque de Huéscar, futuro duque de Alba, y sus hijos.
La distribución de esas siete dignidades
nobiliarias significa que el hoy duque de Aliaga abre «cabeza de línea», y que
sus hijos, Javier y Luis, podrán heredarlos y transmitirlos.
El futuro
de Dueñas
La cuestión no es baladí. De los seis hijos de
Cayetana, su primogénito recibió el Ducado de Huéscar por distribución de su
abuelo, el XVII Duque de Alba; el segundo recibió el Ducado de Aliaga como
sucesor de su abuela paterna, con claro deseo de que lo conserve y transmita.
Pero los cuatro menores recibieron sus títulos del reino, todos ellos con
Grandeza de España, en régimen de cesión. No podrán, por tanto, transmitirlos a
sus hijos. Salvo que cambien las cosas, de los nueve nietos de la Duquesa de
Alba, sólo los hijos de los duques de Huéscar y de Aliaga podrán heredar un
título.
Fuentes cercanas a la Casa de Alba no desmienten
que ésta pueda ser una de las razones por las que el conde de Siruela se ha
distanciado de su madre desde la firma de los acuerdos, en virtud de los cuales
sólo se han puesto a su nombre algunas fincas rústicas, pero no recibirá más
dignidades nobiliarias que la que le fue cedida el 6 de noviembre de 1981.
Desde su juventud, su carácter independiente y
emprendedor y una imagen alejada de la que tradicionalmente se asocia a la
aristocracia han hecho pensar que al tercer hijo de Cayetana de Alba no le
preocupaba demasiado el mundo de los blasones. Acudió sin corbata a una
audiencia familiar que Franco les concedió en El Pardo, pero, junto a su
hermano Carlos, no dudó en modificar el orden de sus apellidos anteponiendo el
materno. Tras abandonar sus estudios universitarios sin concluir la
licenciatura en Filosofía y Letras, se casó con María Eugenia Fernández de Castro
y Fernández-Shaw, con la que tuvo dos hijos.
El conde de Siruela recibió apoyo de su madre
para poner en marcha la editorial que lleva su nombre, que acabaría vendiendo.
Según las mismas fuentes, esa cantidad económica ha podido ser restada en los acuerdos
de adelanto de herencia. Hoy vive en el Ampurdán con su segunda esposa, la
periodista Inka Martí. Ha fundado también una segunda editorial.
La Duquesa de Alba decidió transmitir
directamente la propiedad del palacio sevillano de Las Dueñas a su nieto
Fernando, primogénito del duque de Huéscar y Matilde Solís. No fue un capricho.
Quien será el vigésimo Duque de Alba es titular, desde la aplicación de los
acuerdos, no sólo de la residencia sevillana de su abuela, sino de su
«residencia»... a secas. Era y es el domicilio legal de Cayetana Fitz-James
Stuart, como figura en su DNI y pasaporte, algo que no sólo tiene consecuencias
jurídicas en materia fiscal, sino, de nuevo, de cara al derecho de sucesiones.
Porque es el domicilio conyugal de la Duquesa.
Si en el futuro hay que aplicar preceptos del
Código Civil que garanticen al cónyuge que sobrevive preferencia para
permanecer en la casa del matrimonio, haber cedido la propiedad del palacio a
quien todavía tardará décadas en ser Duque de Alba es práctico. Aunque todo
hace pensar que en la parte más secreta de los acuerdos familiares se ha
aplicado el artículo 839 del mismo Código, que indica expresamente que «los
herederos podrán satisfacer al cónyuge su parte (...) asignándole una renta
vitalicia». O incluso ofreciéndole una cantidad en efectivo. Todo ello, claro
está, de mutuo acuerdo.
El precio
de ser noble
El Duque de Aliaga ha iniciado los trámites, que
se prolongarán varias semanas, para recibir la propiedad de los siete títulos
que le distribuye su madre, tres de ellos con Grandeza de España: el ducado de
Híjar y los condados de Palma del Río y Aranda, y los cuatro restantes, los
marquesados de Orani y Almenara y los condados de Guimerá y Ribadeo.
Contrariamente a una idea muy extendida, ser distinguido con un título
nobiliario o heredarlo supone prestigio social, pero no ventajas económicas.
Tras la última actualización en las cuotas recogidas en el artículo 43 de la
Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados, la transmisión directa (es decir, entre ascendientes,
descendientes o hermanos, siempre que el título haya sido usado al menos por
uno de los padres), de cada título con Grandeza de España, está gravada con
2.646 euros. Para los títulos nobiliarios sin Grandeza corresponde el pago de
753 euros.
Dado que Alfonso Martínez de Irujo sucederá en
siete dignidades, tres de ellas con Grandeza, deberá abonar a la Hacienda
pública un total de 10.950 euros.
Alfonso Díez no recibirá nada
La legislación nobiliaria española no permite que
el consorte que sobreviviere a quien ostenta dignidades aristocráticas las
herede ni en posesión ni en propiedad. En nuestro país la costumbre es que las
viudas de los títulos del reino sigan usándolos por cortesía, anteponiendo su
condición al nombre del mismo. Es muy infrecuente que los varones viudos sigan
utilizándolos cuando el derecho a su uso provenía de sus consortes.
LOS
TÍTULOS ALBA
CON GRANDEZA DE ESPAÑA:
-Duque de Alba de Tormes (1472)
-Duque de Berwick (1688)
-Duque de Híjar (1483)
-Duque de Arjona (1427)
-Duque de Liria y Jérica (1707)
-Conde-Duque de Olivares (1539)
-Marqués del Carpio (1559)
-Conde de Lemos (1456)
-Conde de Lerín (1424)
-Condestable de Navarra (1424)-Conde de Monterrey
(1513)-Conde de Osorno (1445)-Conde de Miranda del Castañar (1457)-Conde de
Palma del Río (1507)-Conde de Aranda (1508)
SIN GRANDEZA DE ESPAÑA
-Marqués de Coria (1472)
-Marqués de Eliche (1624)
-Marqués de La Mota (1575)
-Marqués de San Leonardo (1849)
-Marqués de Sarria (1543)
-Marqués de Villanueva del Río (1571)
-Marqués de Villanueva del Fresno (1544)
-Marqués de Tarazona (1632)
-Marqués de Barcarrota (1500)
-Marqués de La Algaba (1658)
-Marqués de Osera (1626)
-Marqués de Moya (1480)
-Marqués de Almenara (1623)
-Marqués de Mirallo (1625)
-Marqués de Valdunquillo (1623)
-Marques de Castañeda (1634)
-Marqués de Orani (1616)
-Conde de Andrade (1543)
-Conde de Ayala (1602)
-Conde de Fuentes de Valdepero (1572)
-Conde de Fuentidueña (1602)
-Conde de Gelves (1529)
-Conde de Villalba (1486)
-Conde de San Esteban de Gormaz (1423)
-Conde de Casarrubios del Monte (1599)
-Conde de Galve (1573)
-Conde de Santa Cruz de la Sierra (1635)
-Conde de Ribadeo (1431)
-Conde de Módica (1392)
-Condesa de Guimerá (1599)
-Vizconde de la Calzada (1637)
DE LOS
HIJOS DE LA DUQUESA
(todos ellos con Grandeza )
-Duque de Huéscar (1563)
-Duque de Aliaga (1487)
-Conde de Siruela (1470)
-Marqués de San Vicente del Barco (1629)
-Conde de Salvatierra (1613)
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