6 de julio de 2012

CUBAN OVERTURE


La “Cuban Overture”

Ana Dolores García
La Obertura Cubana, -o mejor con su nombre en inglés, “Cuban Overture” con el que se conoce mundialmente-, se llamó primero simplemente “Rumba”.

En aquel período de entreguerras de las  décadas de los años 20 y 30 del pasado siglo, Cuba ofrecía un especial interés para lo más sobresaliente del mundo artístico. Y no sólo era punto obligado en las tournées   de figuras del bel canto, teatro o  vodevil, -Caruso, La Divina Sarah o Josephine Baker- sino de músicos y poetas que descubrían y se deleitaban con la novedad de los ritmos y el hacer y vivir tan marcados por nuestra tropicalidad.

George Gershwin disfrutó de ello durante dos semanas en febrero de 1932 y, como músico, captó compases que supo revestir con elegante orquestación. En Cuba se oía mucho por entonces una composición de Ignacio Piñeiro, “Échale salsita”, cuya melodía no logra esconderse tras la  envoltura sinfónica con que la dotó Gershwin.

De regreso en Nueva York, Gershwin estrenó su “Rumba” el 16 de agosto de 1932 en una función espectacular llevada a cabo en el antiguo estadio “Lewisohn”, ante la audiencia de los casi dieciocho mil asistentes que lograron alcanzar boletos para disfrutar de un programa “todo Gershwin” con la Orquesta Filarmónica de Nueva York. De aquella noche, el autor dijo después que había sido la noche más excitante de su vida.

Ante la generalizada opinión favorable de los críticos, no ya solo de  los temas gershwianos, sino en particular de aquella “Rumba” sinfónica, la pieza fue presentada de nuevo en otro concierto, esta vez bajo el nombre de “Cuban Overture”, con el que su autor quiso darle una idea más justa del carácter e intención de la música.

Este concierto en “The Metropolitan House of New York”, fue el espaldarazo de la rumba sinfónica que desde entonces es una de las piezas más populares del afamado compositor estadounidense. 

"Cuban Overture" en este vídeo musical de Youtube:


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