Para que no se
nos olvide:
Duele
el Carnaval en Camagüey
El carnaval
camagüeyano duele por estos días: hiere a la cultura cubana, y a su propia
esencia, en el mismísimo centro del corazón. Una fiesta popular no es una
fiesta vulgar, menos en el legendario Camagüey, que fue llamada suave comarca
de pastores y sombreros por el Poeta Nacional Nicolás Guillén.
La Fiesta del
San Juan ya venía mostrando síntomas de vulgarización, como muchas otras cosas,
pero no había llegado a tanta confluencia de mal gusto, ni con tanta
intensidad.
No duele la
ausencia de las serpentinas de la era soviética, ni los accidentes energéticos
de las carrozas durante los paseos; no duelen los trajes cheísimos de los congueros
y bailarinas, ni los muñecones ridículos que asustan hasta a los grandes. No
duele que el tradicional desfile de bicicletas de esta vez tenga la infeliz
cifra de 6 ciclistas Al final ya estamos acostumbrados a la falta de todo.
Duele, en
cambio, esa multitud de jóvenes, hermanas, adultos y párvulos, tarareando
esto:
“qué pasó,
qué bolá,
me metí pa´
jinetera
porque no tenía
na´”.
Primero las
reacciones de la inconsciencia: risa y asombro; y luego asco.
Duele el Casino
Campestre repleto de tatuadores de
mentirita en pleno carnaval infantil, con publicidades semianalfabetas como Las
Diablas no pagan. Pero duelen más los padres haciendo fila para tatuar a
sus niñas con una insinuación sexual en la pelvis, como se pintan las mujeres
de dudosa reputación.
Duele el
vendedor de postalitas que solo vende postalitas de Messi, Cristiano Ronaldo,
William Levi, Osmany García y otros de moda.
Duele una figura
encorvada y triste recogiendo laticas para sobrevivir y pagarle una patente al
gobierno mientras otros se toman las cervezas.
Duelen la peste
a orina de los baños ambulantes y la gente haciendo otras necesidades en
matorrales.
Duele el
cochero expoliando a una familia decente porque “el caballo es mío, mi
tío”. Duele también el caballo.
Y duele, sobre
todo, que aún queden cuatro días de este tipo de carnaval.
Anónimo.
Recibido desde Camagüey
Remitido por Ramón H. Ramos
Hola,
ResponderEliminarSolo para decirles que este texto no es anónimo, lo publicó en su blog un periodista oficialista de Camaguey:
http://alejo3399.wordpress.com/2012/06/26/duele-el-carnaval-en-camaguey/
Saludos
Vaga Pordoquier
Estimado señor, solo veo en la página qué usted amablemente aportó el mismo artículo qué aquí aparece también sin firma de autor. Por lo tanto sigue siendo anónimo no importa quién lo haya publicado. Saludos.
ResponderEliminarNosoydeaquí nisoydeallá
Estimada Vaga Pordoquier,
ResponderEliminarSería conveniente que Alejo3399 firmara sus escritos para evitar los equívocos. El texto llegó a esta Gaceta a través de un email sin nombre de autor y así se consignó en la entrada como de autoría anónima.
Saludos y gracias por leer La Gaceta.