Ollanta Humala:
Un 'lobo
disfrazado de cordero',
según sus rivales
Reuters | Lima
El militar retirado Ollanta Humala podría obtener la
presidencia de Perú el domingo, en un segundo intento que lo mostró con un cambio de su discurso radical de izquierda
por uno más moderado en un país polarizado y ansioso por recibir los beneficios
del actual boom económico.
Sus rivales lo califican como "lobo
disfrazado de cordero" y las últimas encuestas lo ubican en un
empate técnico con su competidora Keiko Fujimori, en la contienda electoral más
reñidas de la historia del país.
Humala, de 48 años, ha pedido a los peruanos y a los inversionistas que
confíen en su proyecto nacionalista, modificado para hacerlo más
"concertador" y así atraer a
los votantes de centro, algunos temerosos de un cambio de las actuales
reglas de juego económico.
"Debemos votar sin miedo, con confianza en el cambio y con bastante memoria para no olvidar el pasado",
dijo Humala en referencia al Gobierno del padre de Fujimori, Alberto Fujimori,
preso por abusos de derechos humanos y corrupción.
Humala perdió la primera vez que
postuló a la presidencia frente al actual mandatario Alan García, en el
2006. En esa oportunidad, Humala pregonaba un discurso antimercado, vestía
camisa roja y se mostraba cercano al
presidente venezolano, Hugo Chávez, lo que despertó temor entre los
operadores de los mercados financieros.
Pero ahora, con una camisa celeste y una postura más moderada, Humala ha
jurado ante la Biblia que respetará la democracia y la Constitución, y prometió un manejo prudente de la sólida economía del
país, que crece a una de las tasas más altas del mundo.
Según algunos analistas, que los beneficios de esa expansión económica no
se hayan trasladado con igualdad a la población del país, donde un tercio de los habitantes vive en la pobreza,
es lo que ha empujado la imagen de Humala para las elecciones.
"Toda esa frustración se encamina en favor de Humala", dijo el
analista Agustín Figueroa.
En estos comicios, Humala ha adoptado un perfil similar al del ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva,
menos radical que Chávez, de quien ahora ha mostrado distancia. Pero algunos dudan que este cambio sea suficiente
para ganar el poder porque aún existe desconfianza del electorado.
Busca empatía
Humala aún es temido por los
mercados financieros porque creen que pondría en riesgo todos los logros
económicos del país de la última década.
El candidato, que creció en una familia de ocho hermanos con la figura
influyente de su padre marxista, irrumpió en la política en el 2000 cuando
lideró -junto a 50 reclutas- una
rebelión contra el agonizante Gobierno de Fujimori, que intentaba
sobrevivir en medio de un gran escándalo de corrupción.
Luego de pocos días de insurgencia, Humala fue apresado, pero tras la
destitución de Fujimori recibió una
amnistía del Congreso. Entre el 2003 y el 2004, fue enviado como
agregado militar en las embajadas de Francia y Corea del Sur.
Según el director del Instituto de Opinión Pública de la Universidad
Católica, Fernando Tuesta, lo que podría ayudar a Humala en estos últimos días
es si "llega a tener un nivel de
empatía emocional con los indecisos"
Humala ha marcado una clara diferencia con su rival, a quien acusa de ser la continuación del gobierno de
su padre, condenado a 25 años de prisión por abusos de derechos humanos.
Pero el candidato, que estudió derecho internacional en La Sorbona de
París, también carga acusaciones de
crímenes en 1991 cuando era un jefe militar en una zona donde imperó la
guerrilla y narcotráfico. Tras ser investigado, el poder judicial cerró el caso
por falta de pruebas.
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